Después de dar una vuelta por el Santuario me encamino hasta el comedor, tenía algo de hambre y además quería saber quién era la misteriosa mujer, aunque una idea rondaba mi cabeza.
Cuando entro al comedor ver a D sentado con una mujer rubia y mi corazón para, es Mariana, ella volvió. Camino hasta la mesa donde ellos están sentados y Dwight me sonríe, yo asiento en modo de saludo.
--Pero mira quien llegó –dice D y ella se da vuelta para ver.- Alice, la que regresó de la muerte...
-- Callete idiota! –río y me siento en la mesa junto con ellos.- Es imposible volver de la muerte –miro a Mariana, quien me ve bastante asombrada.- Hola Mariana
-- H-hola Alice, creí que ya no estabas más por aquí. –D ríe y yo lo miro, quiero que se vaya, él entiende mi mensaje y se levanta-
-- Ire a dar una vuelta por ahí... - yo lo sigo con la mirada hasta que desaparece en el pasillo .-
-- ¿Cómo haz estado? ¿Qué te trajo de vuelta? –pregunto directamente y ella juega con sus manos.-
-- Bien, tuve algunos problemas... y bueno, aquí estoy.
-- ¿Qué clase de problemas? –pregunto un poco curiosa, ¿volvió por Negan?.-
-- No es de tu incumbencia, Alice. –yo sonrío divertidamente, es obvio que es de mi incumbencia, soy la mujer del líder una vocecita susurra en mi cabeza pero dejo pasar, ella no sabe de mi relación con Negan.-
-- Claro... no es de mi incumbencia. –juego con mis manos, la curiosidad pica en mi cabeza.- Pero dime... ¿Dónde te vas a instalar?
-- Negan me dijo que me quedara donde están sus esposas
-- Ex esposas –la corrijo.-
-- ¿Ah? Que yo sepa...
-- No sabes nada –la interrumpo.- Negan tiene una única mujer ahora
-- Estás bromeando! –carcajea y yo le sonrío.- ¿Quién es la zorra engreída que cree ser la única?
-- Soy yo –le respondo y sonrío.- Y piensa dos veces antes de faltarme el respeto, o las cosas se van a poner muy feas para ti –le doy una ultima mirada y me levanto, necesito ver a Negan, él si no me va a esconder nada.-
Voy hasta su despacho como ultimo recurso, ya recorri toda la fábrica y ya está anocheciendo, básicamente no lo veo desde la mañana.
--Pase toda la tarde buscándote –digo cuando lo veo sentado en su escritorio, camino hasta la botella de whisky que hay en un mueble, necesito alcohol, necesito relajarme.- ¿Quieres?
-- Siempre –me dice riendo y yo dejo el liquido marrón caer en dos vasos, se lo alcanzo uno y me siento en el sofá.- ¿Pasa algo?
-- ¿Por qué Mariana volvió?
-- Al parecer unas personas invadieron su casa y se llevaron su bebe –se encoje de hombros y se sienta a mi lado.- ¿Estas segura que puedes tomar alcohol?
-- No lo sé, de igual manera ya me tome medio vaso –digo sonriendo.- Ella me dijo que se va a quedar con tus ex esposas
-- Si, allí era donde ella estaba antes –toma mi mano y la acaricia suavemente.- No te preocupes, si? Eres mi mujer
-- bueno, ella me llamó de zorra engreída –sonrío y lo miro, el carcajea.- Creo que ya me odia, robe su hombre
-- No era suyo, nunca fui de ninguna mujer...
-- ¿Y yo? –me acerco para besarlo, los efectos del alcohol ya se hacen presentes en mi cuerpo.- ¿Eres mio?
-- Así como tu eres mia, solo mía –besa mis labios y yo me derrito, siento el fuerte sabor del whisky en su boca.- Mmh, nena...
-- Creo que estoy borracha –le digo unos minutos después.-
-- Que débil que eres mujer –me dicen en el oído y yo dejo el vaso encima de la mesa, no me siento mareada pero sé que estoy un poco borracha, quiero arrancarme la ropa, tengo demasiado calor.- ¿Estas con calor? –sus labios rozan mi oreja y yo me siento con más calor aun.-
-- Un poco –mis mejillas están hirviendo.-
-- ¿Quieres jugar?
-- ¿A que? –lo miro y veo su sonrisa perversa.-
-- En nuestra habitación... -besa mi cuello y yo asiento.- Vamos entonces, nena