– N-no debí decirle nada. S-soy malo. - Desde que Jimin y Jungkook se fueron, TaeHyung no ha dejado de llorar. Traté muchas veces de sacarle de la habitación, pero no quiere nada. Era frustrante sentir que no puedes ayudar a una persona, soy policía y no soy capaz de salvarle a él, de ayudarle y llevarlo con su familia...
¿Qué clase de policía soy si no puedo salvar vidas? ¿Qué clase de policía si no puedo atrapar a un hijo de puta que subasta personas? ¿De qué me sirve tener toda la información si aún no tengo algo que lo incrimine con todo lo que sé? Me sentía frustrado, llevaba tan poco tiempo con este chico a mi cuidado y ya comenzaba a cuestionarme toda mi vida, por qué me pone de esta forma este niño...
– TaeHyung...- Le llamé, pero no obtuve respuesta no se movió, no me miró sólo siguió en posición fetal llorando. Mi ceño se frunció, no sólo me estaba frustrando, sino que estaba acabando con mi paciencia. Un pesado suspiro se escapó de mis labios, me acerqué a la cama y de un sólo jalón lo levanté.
– ¡¿Qué haces?! ¡Bájame! - No hice caso de sus palabras, sólo comencé a caminar con él en mi hombro. Me gané muchos golpes, pero nada que doliera tanto.
Llegué a la sala dejándolo caer sobre el sofá como si fuese cualquier bulto. Una sonrisa se formó en mi rostro al ver que ya no estaba llorando, sino que todas aquellas lágrimas se transformaron en un ceño fruncido y un sonrojo.
– ¿Qué creías que hacías? - Su voz sonó molesta, muy diferente a ese días que lo traje conmigo, ese día aun lo recuerdo como si fuese ayer, porque definitivamente marcó un antes y un después.
Su rostro y cuerpo se veían tan frágiles, nunca me había encargado de cuidar a una persona como lo hice con él. Lavé cada golpe, porque sí, muy a mi pesar tenía bastantes golpes en su cuerpo, golpes que hábilmente cubrieron con maquillaje para ese día de la subasta.
Mi ceño se frunció al recordad la manera en que vomitaba, el miedo que tuve al ver que sangre salía de su cuerpo. Estaba drogado, muy drogado como para recordar todo lo que tuve que hacer por el para qué sobreviviera. Negué con mi cabeza alejando todos aquellos recuerdos, lo salvaste, fue difícil, pero lo conseguiste eso es lo que importa.
– ¿Qué mierda crees que haces? - Gruñí con mi voz más que cabreada, sus ojos se abrieron como platos.
– Piensas que con sólo llorar se solucionará todo, ¿crees que haberle ocultado todo eso hubiese sido mejor para no hacerle sufrir? Pues déjame decirte que eso no sería así, ahora puede que tu amigo se sienta mal, y este sufriendo, pero es mucho mejor a que viva en una mentira, el dolor desaparece, pero si le hubieras mentido tu cargarías con algo que no te corresponde, y el seguiría creyendo que ese sujeto que se dice ser su padre lo quiere...-
Suspiré mientras me arrodillaba frente a él, posicioné mis manos en sus muslos apretándolos levemente.
– Lo que hiciste estuvo bien. Las mentiras son aún más doloras que las verdades, ya no te sientas mal porque lo hiciste bien, fuiste un buen chico, ¿entendido?-
Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al ver cómo el contrario asintió con su cabeza, me asombré al sentir como mi cuerpo quedaba recostado en el piso con el peso contrario sobre mí. Me abrazó fuertemente, una pequeña risa se escapó de mis labios, guie mi mano a su cabello acariciándolo levemente. No era una persona de muestras de afecto, de hecho, me molestaban, pero con él era distinto. Taehyung es un mocoso que se encuentra perdido y por alguna razón quería ayudarle a encontrar su camino...
– G-gracias oficial Jung...- Seguí moviendo mis manos por su cabello.
– Solo dime Hoseok, ya es momento de que dejes de llorar. Solucionaré todo lo prometo, sólo dame algo de tiempo. - Sentí como movía su cabeza en un asentimiento.
– Extraño a mi hermanita, siempre quiere jugar conmigo me estresa, pero es mi niña. Quiero verla, quiero darle un abrazo a mi madre...- Sentí pequeñas gotas caer por mi cuello, suspiré mientras dejaba de mover mi mano por su cabello guiándolas esta vez a su cuerpo, entonces le abracé.
Le abracé con todas mis fuerzas dejando que sus lágrimas siguieran cayendo.
– Las verás, dame algo de tiempo y todo volverá a la normalidad. Tranquilo volverás sano y salvo con ellas...- Asintió con su cabeza mientras me abrazaba más fuerte...
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– ¿Quieres comer? - Después de toda esa conversación las cosas se fueron solucionando. El ambiente se sentía mucho más relajado y eso me dejaba tranquilo por fin sentía que estaba siendo útil.
– Sí, tengo mucha hambre. Hoseok, muchas gracias. - Sonreí al escuchar la manera en la que me llamó, por fin conseguía obtener un vínculo de confianza.
– No agradezcas, soy policía mi deber es ayudar a las personas que me necesitan. – Murmuré sonriéndole, por alguna extraña razón me sentía cómodo estando con él. Me asombré al ver su sonrisa, un pequeña carcajada se escapó de mis labios provocando que un ceño fruncido se formara en el rostro contrario.
– Tu sonrisa es muy extraña. -
– ¿Cómo extraña? - Preguntó bajito y a la defensiva, borrando su sonrisa de inmediato. Negué con mi cabeza ante su actuar, no quería que dejara de sonreír, no ahora que lo había conseguido después de tantos días de lágrimas.
– No, no dejes de sonreír, es solo que nunca vi a nadie sonreír como tú lo haces, tus labios son distintos. – Murmuré inquietó, Taehyung frunció su ceño mientras una pequeña mueca se formaba en sus labios, se veía dolido.
– ¿Me estás diciendo raro? - Su voz sonó extraña, vi como mordía su labio fuertemente. Mis ojos se abrieron de sorpresa al ver sus ojos llenos de lágrimas.
– ¿Sabes? Y-yo no elegí ser así, no soy raro...- Mordió con más fuerza sus labios mientras desaparecía. Me asombré al ver aquella reacción, fui tras él encontrándome con aquella posición fetal que ya comenzaba a odiar. Me senté en la cama a la espera de una respuesta, no entendía cuál era el problema ¿por qué reaccionó de esa manera?
– ¿Por qué reaccionaste así? – Pregunté sin dejar de observarle, un pesado silencio nos invadió. Sólo se escuchaba el sonido de su nariz al sorber lo que me hizo saber que sus lágrimas no dejaban de caer.
– S-siempre fue así. N-nadie me quería, todos los niños decían que yo era raro, nadie jugaba conmigo, sólo recibía insultos y golpes...- Mis ojos se abrieron de sorpresa al escuchar su confesión entonces, en ese mismo instante me sentí como el más grande idiota de todo este jodido mundo.
– E-el único que no fue malo conmigo fue Jungkook, él fue y es mi único amigo, el único que no me juzgó ni pensó que yo era un jodido fenómeno fue él...- Mi cuerpo se quedó estático al escucharle. No sabía qué hacer ni que decir, tampoco había sido del todo mi culpa no sabía nada de él, pero... ¡Mierda! Sí fue mi culpa, debía asumir mis errores.
Suspiré mientras guiaba mis manos a su cuerpo con mis dedos comencé a acariciar su cabello. Me recosté a su lado para así poder abrazarle, TaeHyung se acercó a mí de inmediato, escondiendo su cabeza en mi cuello.
– Lo siento mucho no quise decir eso. No eres un fenómeno TaeHyung, esos niños eran unos idiotas, eres un niño muy hermoso. Tu sonrisa es muy especial, dije que era rara, pero no porque fuese fea de hecho es la sonrisa más bella que he visto en mi vida. Eres precioso pequeño, si alguien te dice lo contrario es un jodido imbécil...- TaeHyung no dijo nada, un nuevo silencio nos invadió. Moví mi cuerpo levemente tratando de verle, una sonrisa se formó en mi rostro al ver el suyo completamente sonrojado.
Adorable.
– G-gracias. – Susurró, no respondí y ninguno de los dos volvió a hablar. Sólo me recosté a su lado abrazándole con fuerza esperando a que se calmara por completo y si por fin poder comer. Taehyung debía comer algo, estaba demasiado delgado y no me gustaba que estuviera así, cuando volviera con su familia debía hacerlo en las mejores condiciones.
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– TaeHyung debo salir...- Ya habíamos terminado de comer. Me aseguré de que comiera todo como corresponde, pero ya debía irme. Llevaba muchos días desaparecido, me había propuesto proteger al chico, pero no podía permitir que sospecharan de mí. Tomé las llaves del automóvil junto a mi celular y billetera para luego dirigirme a la puerta.
– ¿Volverás pronto? - Giré mi cuerpo ante su pregunta. Asentí con mi cabeza al ver en su rostro miedo. Era difícil para él quedarse solo, y lo entendía, era producto del trauma que sufrió, el problema recaía que para mi también estaba siendo difícil dejarle solo.
– No tardaré. Debes esperarme traeré algo delicioso para la cena. - Sonreí viendo como asentía con su cabeza. Salí del departamento con cautela, me subí al automóvil y no esperé más. Apreté el acelerador como si mi vida dependiera de aquello, necesitaba informarme de todo. Y a había conseguido la ayuda que necesitaba, pero aun requería conseguir aquella información.
– Novato...- Me giré de inmediato al escuchar mi nombre, encontrándome con el rostro de Joonsoo a mis espalda. Le miré fijamente, su ceño se encontraba fruncido me analizó por más tiempo del esperado. Se veía extraño, sentí mi pulso detenerse por un segundo al ver como introducía su mano dentro de su chaqueta, no desvié la mirada en ningún momento traté de actuar normal hasta el último momento.
– ¿Por qué estás tan nervioso novato? ¿ocultas algo? - Mis ojos se abrieron de sorpresa su pregunta. Inspiré lentamente sonriéndole intentando parecer relajado, no podía generar ningún tipo de cambio físico, una jodida respiración agitada y mi cabeza volaría.
– Claro que no, son ideas suyas, tú por otro lado, te vez extraño ¿ocurrió algo mientras no estuve? - Rió mientras negaba con su cabeza, paso por mi lado mientras golpeaba mi hombro suavemente.
– Las malas decisiones alteran los resultados. - Mis ojos se abrieron de sorpresa al escucharle. Giré mi cuerpo encontrándome con una sonrisa en el rostro contrario.
Sentí un pequeño viento recorrer cada una de mis vertebras, me quede estático en mi lugar analizando lo sucedido.
– Novato no te quedes ahí, aun debemos planificar muchas entregas. - Escuchar aquello de alguna manera no me dejo para nada tranquilo. Respiré profundo calmando mi cuerpo, fui tras él sacando todas aquellas ideas de mi cabeza.
– Pasaron algunas cosas cuando desapareciste. - Asentí con mi cabeza escuchando atentamente cada una de sus palabras.
– Encontramos al traidor...- Dijo como si nada, me tensé en mi lugar entonces, giró su cuerpo mirándome fijamente.
– ¿Quién era? - Pregunte tratando de parecer calmado.
– Young...- Mi ceño se frunció al escuchar aquello. – Descubrimos que Young tenía un hermano encubierto. Él fue quien se encargó de arruinar todos nuestros planes. - Asentí con mi cabeza sin entender.
– ¿Dónde está él? - Pregunté tranquilo. Las cosas estaban raras no veía a ninguno de los imbéciles que trabajaba con Dongsun.
– Muerto, yo personalmente me encargué de matarlo. Ya sabes, todas las ratas traidoras merecen la muerte, piensas lo mismo, ¿verdad? - asentí con mi cabeza.
– Los traidores deben desaparecer...- Dije con voz firme, Joonsoo asintió con su cabeza mientras se acercaba.
– Bien dicho novato. - iba a decir algo, pero el sonido de un celular interrumpió, sentí su mirada posarse en mí una escalofriante sonrisa se formó en su rostro.
– Perfecto, todo está saliendo muy bien...- Sólo alcancé a escuchar aquello y corto la llamada.
– Bueno novato, me tengo que ir espera a que lleguen los imbéciles. Andan en una misión la cual como no estabas por aquí no entiendes. – Murmuró dejando ver su molestia.
– No desaparecí por tanto tiempo. - Dije tratando de calmar el ambiente.
– Espera a las instrucciones de Hyung Woo. Él pronto estará aquí. - Asentí con mi cabeza al ver como desaparecía. Me sentía inquieto algo no andaba bien. Comencé a recorrer todo el lugar llegando a la oficina de Hyung Woo.
Ingrese de manera lenta encontrándome con él, este se asombró al verme. Llevó su mano a sus labios en señal de silencio, asentí con mi cabeza. Se levantó de su asiento, en sus manos traía un pequeño pendrive. Tomó mi mano depositando aquello, acerco su rostro a mi oído, entonces susurró:
– Nunca me viste...- Tras decir aquello desapareció como si nada.
Tomé el pendrive entre mis manos apretándolo con fuerza por fin tenía lo necesario. Me sentía ansioso necesitaba entregarle aquello a Nam, necesitaba hablar con él. Di un pequeño salto al sentir como mi celular comenzaba a vibrar, mi ceño se frunció al ver que la llamada era de Nam, él nunca me llamaba, tomé el celular guiándolo a mi oído.
– Hay un infiltrado... no aparezcas por aquí hasta que no sepa quién o quiénes son. Estoy seguro de que ese maldito hijo de puta compró a varios de mis hombres...- No alcancé a decir nada, sólo colgó.
Mi cuerpo quedo en blanco al escuchar aquello, no sabía que ocurría...
"Las malas decisiones alteran los resultados." "Todas las ratas traidoras merecen la muerte, piensas lo mismo ¿verdad?" "Perfecto, todo está saliendo muy bien..."
– ¡Mierda! - Mis ojos se abrieron de sorpresa, ahora todo calzaba. Lo sabían, ¡maldita sea, lo sabían!
Sabían que yo era el traidor, TaeHyung...
Aquel nombre fue lo único que se vino a mi mente. Escondí el pendrive dentro de mi ropa y salí rápidamente de aquel lugar.
– ¿Dónde está? ¿cómo lo perdiste de vista? Idiota nos mataran a nosotros si se escapa. - Detuve mi huida, escondí mi cuerpo entre una de las paredes. Saqué mi arma dispuesto a matar a todos, su voz cada vez se hacía más cerca. Cerré mis ojos aguantando la respiración.
– ¡Idiotas se fue hacia el otro lado! - Me asombré al escuchar la voz de Hyung Woo, los pasos de inmediato se alejaron dejándome tranquilo por fin. Esperé un momento para luego salir y sólo corrí, corrí como nunca lo había hecho.
Me introduje dentro del bosque buscando salir de aquel lugar lo antes posible. Logré salir encontrando mi automóvil. Me subí sin levantar sospechas, apreté el acelerador, nunca había necesitado con tanta urgencia volver a mi departamento.
Estacioné el auto, tomé de inmediato mi arma entonces, fui por la parte trasera del departamento subiendo por la escalera. Mi corazón latía a mil, comencé a correr sintiendo mi respiración fallar. En momentos así me arrepentía de vivir en un piso tan alto, mis ojos se abrieron de sorpresa al sentir pasos en mi departamento. Me metí por una de las ventanas.
– Idiotas, debemos eliminar todo. - Escuché a varios hombres hablar, las voces venían de la cocina. Miré hacia todos lados, TaeHyung no se veía, lentamente comencé a moverme con cuidado.
– ¡Encontré algo! - Sentí mi respiración detenerse al escuchar aquello, lo único que necesitaba en ese momento era encontrar a TaeHyung.
– Idiota. - Dejé de prestarle atención, necesitaba llegar a la habitación como fuese.
Me agaché mientras comenzaba a avanzar. Abrí la puerta de la habitación lentamente, encontrándome con la habitación vacía, cerré cuidadosamente.
– TaeHyung. – Le llamé en un susurro.
– TaeHyung soy yo, tranquilo...- Volví a susurrar rogando a los dioses porque estuviera allí.
– ¿H-Hoseok eres tú? - Escuché una pequeña voz, mientras se abría lentamente la puerta del armario. Ver su cuerpo salir de ahí consiguió que mi cuerpo se relajara por fin, fue como si mi alma volviese a mi cuerpo.
Guie mi mano a mis labios en señal de que se calmara y que hiciese silencio. Su rostro se encontraba lleno de lágrimas todo su cuerpo temblaba, traté de sonreírle para calmarle. Me acerqué lentamente a él. Tomé su mano entrelazando nuestros dedos.
– Te salvaré. - Susurré mientras tiraba de él abrazándolo fuertemente.
– T-tengo miedo, n-no sé qué ocurre. - Su voz sonó ahogada por las lágrimas.
– Todo estará bien sólo sígueme. Harás lo que yo diga, debes confiar en mí. - Asintió con su cabeza, quise sonreír al ver como se separaba de mí y limpiaba sus lágrimas. Cogí su mano mientras me dirigía a la ventana, los ojos de TaeHyung se abrieron de sorpresa.
Abrí la ventana, pase mi cuerpo mi cuerpo primero, estiré mi mano esperando que saliera. Su cuerpo se quedó estático, alertándome de inmediato.
– Ven...- Le llamé, pero no reaccionaba.
– ¡Revisen todo! - Sentí aquel grito cerca de la habitación, estiré mi cuerpo tomando su mano tirando de su cuerpo, logrando que hiciera lo que le pedí. Ambos quedamos pegados a la pared, nuestra respiración era agitada, con mi mano cubrí la boca de TaeHyung.
– ¡No hay nadie aquí! - Me relajé al escuchar aquello. Sentí como todas mis cosas caían al suelo, de los ojos de TaeHyung comenzaron a caer muchas lágrimas su cuerpo comenzó a temblar, con cuidado me acerque a él abrazándolo, se pegó a mi cuerpo fuertemente. Cerré mis ojos un momento, mi corazón se sentía tan inquieto, aun sentía aquel nudo en mi estómago, aun sentía aquel miedo helar mis huesos.
Nos separé, tomé su mano mientras comenzaba a caminar con cuidado. Sentí alivio al llegar a las escaleras, tiré de su mano mientras comenzaba a correr, no me fije si alguien nos seguía, no mire hacia atrás solo tiré del brazo de TaeHyung como si fuese lo más importante.
Logré llegar nuevamente a mi automóvil, le subí abrochándole el cinturón de seguridad no importaba nada más. Subí al automóvil, apreté nuevamente el acelerador y nos fuimos.
Necesitaba salir de ahí, me sentía tan agitado. El nudo seguía sin desaparecer, mi cuerpo saltó al sentir como tocaban mi brazo, miré levemente hacia el lado encontrándome con el rostro de TaeHyung. Se veía aterrado, mordía su labio fuertemente, con cuidado y a pesar de la incomodidad tomé su mano entrelazando fuertemente nuestros dedos.
– Está todo bien, ya estamos a salvo. - Dije con voz firme, necesitaba conseguir que volviera a sentirse tranquilo. Desde este momento las cosas comenzaban a complicarse, ya no podría volver a la organización del maldito de Dongsun, ni tampoco a la policía. Sólo espero que dentro de aquel pendrive consiga todo lo que necesito para poder acabar por fin con esta mierda.
– Hoseok, gracias por volver...- Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al escuchar una dulce voz, sólo aquellas palabras fueron suficientes para por fin entender que estábamos bien. Él estaba a salvo, alcanzaste a salvarle y eso es suficiente...
– No agradezcas bobo, dije que te iba a proteger y eso haré....-