Capítulo 5
Celina
Abro mis ojos, esta oscuro, quiero llamar a mi abuela pero no encuentro mi propia voz, sed... tengo mucha sed siento la garganta seca, mi boca parece llena de algodón. De repente todas estas imágenes vienen a mí: el robo, la sangre, el pánico, el dolor ¿dónde estoy? Me quiero poner de pie pero en mi fallido intento por sentarme tiro algo, el ruido retumba en el silencio de la noche y cuando bajo mis piernas de la cama estas no me responden y caigo al piso. Ya no puedo contener el llanto, grito, la oscuridad me atrapa, me duele... otra vez dolor. Dos mujeres entran corriendo a la habitación me ayudan a acostarme. No puedo contener las lágrimas. Me resigno, me dejo caer en este cansancio que tiene agarrotado todo mi cuerpo, quiero mantener mis ojos abiertos pero tengo sueño, mucho sueño... alguien al lado mío susurra:
-¿no estaba cuidándola el Dr. Pelliza?
-le di un calmante yo me quedo con ella, anda a buscarlo contale lo que paso debe estar en el bar de la clínica
Tengo sueño, mucho sueño y me dejo caer en la oscuridad de nuevo.
Unas horas más tarde...
Ay dios mío, mi cuerpo parece que fue atropellado por dos o tres camiones me duele todo. El sol filtrándose por la ventana me hace parpadear pero me resisto a abrir mis ojos. Después del pequeño ataque de pánico que sufrí ayer a la noche hoy todo parece que encaja como piezas de rompecabezas, ese sedante debe ser muy bueno pero me pregunto porque si me dispararon en el hombro no puedo mover mis piernas Ay dios! No quiero estar en una silla de ruedas ay dios! Ay dios! Tomó coraje y abro muy despacio mis ojos. Santa madre! Era mejor vivir en una silla de ruedas, el chico de los ojazos verdes está sentado en una silla al lado de mi cama, tiene sus brazos bajo su cabeza como almohada y todo ese conjunto de perfección apoyado en mis piernas. Hace un ruido raro con la nariz que me hace sonreír y cuando escucho la puerta abrirse, automáticamente cierro los ojos y simulo que aún estoy dormida, no puedo enfrentarme a esto al menos no por ahora.
-Nano, Nano despertate – se escucha a un hombre hablarle bajito
-¿qué? ¿Qué hora es?
«Mi esfuerzo por no delatar mi patética actuación se va a desmoronar si sigo escuchando su voz»
-hombre cuando entre no sólo roncabas, estas babeando las piernas de tu ángel guardián, que asco Dr. Pelliza no lo esperaba de usted- riéndose y aún hablando bajito.
«OH DIOS!!! El chico de los ojos verdes, Nano y el Dr. Pelliza son la misma persona ¿pero qué hacía ayer acá?, la enfermera dijo anda a buscarlo al bar»
-ruso no seas boludo, pase una noche de mierda
-si me contó la enfermera que la sedaron
«Oh!!Están hablando de mí, ay dios ¿Cómo hago para quedarme quieta?»
-vení sentemos en el sillón así no la despertamos
«Que no se vaya, que no se vaya...respira Celina, respira y cálmate»
-sólo baje dos minutos para tomarme un café, no quería que estuviera sola cuando despertara
-si ya lo sé! Mi viejo dice que va a pasar dentro de un rato para explicarle sobre la operación.
-buenísimo, ayer hable con Layla y hoy le va a traer sus cosas.
«Layla habló con Layla pero estoy en la dimensión desconocida ¿desde cuándo tanta confianza? Layla sos hombre muerto digo mujer muerta!»
-¿Hablaste con el comisario?
-si ayer, trate de persuadirlo, pero no me hizo caso va a venir hoy. Estoy indignado como puede ser que no puedan esperar a que esté recuperada te digo algo Ruso la justicia en este país es un desastre y...
-bueno nene cálmate, hace 2 días que vivís en esta clínica, casi ni saliste de esta habitación, estás muy nervioso.
«Ay dios mío ¿cómo que no salió de esta habitación?, quizás me desmaye y ya no tenga que fingir que estoy dormida»
-a mí no mientas Mariano te conozco lo suficiente ¿Por qué no la operaste vos?, no te despegas de esa cama, estás demasiado "protector"¿ la conocías de antes? ¿vos y ella...
- Ruso no me jodas! Somos cirujanos plásticos yo no podía operarla y...
- y nada! Vos sabes muy bien lo que quiero decir me rogaste que entrará al quirófano con mi viejo y yo nunca te vi así de nervioso...
«Dios desmáyame por favor desmáyame»
- Me salvó la vida... yo...me siento en deuda, no sé qué...
«Oh!! Tengo ganas de llorar, no llores, no llores ¿qué pensabas Celina? Si te conoce hace como 2 minutos... simplemente está agradecido...»
- Perdóname hermano, no me di cuenta soy un tarado! Vos también pasaste por esta situación de mierda y yo con boludeces...
- No pasa nada Ruso, aunque tengo que confesarte que tiene el tabique más hermoso que vi en mi vida ningún cirujano plástico podría igualarlo.
- Usted y sus fetiches Dr. Pelliza –riéndose por lo bajo- ¿de qué color son los ojos de la paciente Dr.?- riéndose más.
- Um!!muy buena pregunta colega pero difícil de contestar lo más acertado sería decir que sus ojos son del color de la miel.
- Y a los judíos nos encanta la miel sino pregúntale a mi Bobe (modo cariñoso en que los judíos llaman a sus abuelas.
- Dejemos a tu abuela afuera de esto –dijo con un tono socarrón-
- Tiene que ser una mujer digna de conocer no cualquiera hace lo que hizo ella y además me parece muy linda, creo hermanito que nosotros coincidimos en muchas cosas...
«Porque siento que no puedo respirar de nuevo, la anestesia seguro me hizo mal, esta no soy yo, toda alborotada por un hombre que no conozco, inhalo, exhalo, inhalo, exhalo... »
-no te lo voy a negar es bonita y tiene agallas pero...
«Soy bonita...»
- Pero a mí me gustan los " ENVASES PERFECTOS"
«Vergüenza, asco de misma...»
- Um!!! "envases perfectos" no creo que sepas lo que estás diciendo pero no tengo ganas de discutir, vamos a tomarnos un café tengo media hora antes de mi primer consulta y tengo que atender a las pacientes de un amigo ¿podes creer que al muy boludo lo asaltaron? pero una mujercita le salvó el culo – riéndose –
- -muy gracioso! Dr. Goldman muy gracioso pero quiero ver cómo te reís hoy cuando venga mi vieja y Magui
-esa enana endemoniada...
- Más respeto con mi hermanita menor...
La puerta se cerró y las voces se acallaron abrí muy lentamente los ojos y como la noche anterior lloré...lo hice por mi abuela, por el doctor, por Roque, por Milo y por mi sobre todo por mí...
-¿Se puede?- dijo la voz de Layla mientras entraba a mi habitación. Oh gorda no llores ya pasó, ya estoy acá- me dijo mientras dejaba un pequeño bolso en el sillón marrón que se encontraba frente a mi cama donde minutos antes seguro se habían sentado los doctores.
- Haceme un lugarcito- me dijo y saltó en mi cama, acostadas una al lado de la otra le conté por qué lloraba.
-Ay Celi no te pongas mal por eso y yo que pensé que el Dr. Amor era perfecto.
-Dr. Amor um! no le queda el apodo me gusta más Dr. Pedante va más con su personalidad- dije riéndome- Layla soy toda oídos contame que paso.
- Ay gorda sólo a vos se te ocurre jugar al escudo humano, no te pego porque elegiste ser el escudo de un bombonazo marca acme.
- Me reí ante la ocurrencia, Layla tenía ese efecto en mí me hacía olvidar de mis tristezas.
- Después de que te fuiste en la ambulancia, tu vecina Ramona me llamo y me contó lo que paso. Cuando llegué todavía había gente en la puerta de tú casa. Le pregunté al primer policía que vi a que hospital te habían llevado, pensé que estarías en el Central de Martin Rodriguez era el más cercano, casi me muero cuando me dijeron que estabas en la "Clínica de los Manantiales"...
- ¿quéeee? ¿dónde estoy?- mire a mi alrededor y reconocí la decoración de las habitaciones, aunque sólo había visto las del piso de maternidad, estas eran iguales, la diferencia era el color de las paredes.Había pasado la semana pasada dentro de este edificio ¿cómo no me había dado cuenta?
- Estás acá porque el Dr. Ojitos esmeraldas es cirujano plástico de este nosocomio- dijo con un tono burlón contestando a la pregunta que rondaba en mi cabeza pero que no había formulado.
- Cuando llegamos a la clínica y preguntamos por vos, nos dijeron que el dueño de la clínica te estaba operando, tenías la bala en el hombro. Una enfermera, una señora gordita de pelo rubio enrulado te reconoció cuando entraste a la clínica y le aviso a tu profesora.
- ¿Nelly? Si ella trabaja en el primer piso...
- Si me dijo que se llamaba Nélida, comentó que su turno había terminado y estaba charlando con el guardia de seguridad cuando te vio pasar en la camilla con el Dr. Pelliza al lado tuyo. Ay gorda esa mujer habla hasta por los codos.
- El muerto se asusta del degollado- me reí-
- Déjame terminar chiquita, cuando nos dejaron pasar a la sala de espera nos encontramos con que sos más famosa que Shakira, había una multitud aguardando por noticias tuyas entre ellos, Mariano su mamá y su hermana, tu profesora, dos enfermeras de neo y el guardia de seguridad.
- Magui- dije más para mí que para contestar
- La misma, te va a gustar no es nada parecida al cheto del hermano. El doctor con el que hablaba Mariano hoy seguro es el Dr. Pablo Goldman el hijo del dueño, él le dice ruso. Parece que se conocen desde cuarto grado hicieron toda la carrera juntos, los dos son como unos malditos nerds de la facultad de medicina a los 28 años ya estaban recibidos y trabajando acá gracias a don León que los contrató, pequeños niños ricos - dijo con un gracioso mohín.
- Me reí muchísimo el hombro me dolía pero mi amiga hacía del relato un pequeño monólogo de stand up- ¿Me pódes decir cómo sabes tanto? Sólo estuviste con ellos un par de horas y ya le conoces hasta el número de documento.
- Um!!!! Armas secretas...
- En tu caso tu arma secreta se llaman 90-60-90 y una lengua filosa, si Rambo hubiese tenido una de esas no tendría que haber pasado por 3 películas para aniquilar al enemigo. Lo hubiese hecho en la primera.
- qué tonta! Y me golpeo con cariño el brazo-como te decía todos son muy amables y estaban muy preocupados por vos. Cuando saliste del quirófano ya era muy tarde por supuesto me ofrecí a quedarme con vos pero no pudimos convencer a Mariano, quería ser él quien cuidase de vos y ni su mamá pudo hacer que cambie de idea, así que le deje mi número de celular por si me necesitaba y le dije que hoy a primera hora iba a estar acá. No me sorprendí cuando hoy me llego un mensaje de texto diciéndome que te trajera algunas cosas, Ay amiga!!!tu doctorcito es bastante obsesivo.
- MI doctorcito más quisiera...
- Bueno basta de charla, cuando estaba por entrar una enfermera me dijo que venía a ayudarte a higienizarte, que no podía pasar hasta que terminara, después de una "peleíta de gatas" le juré que yo te iba ayudar a hacerlo, me volvió loca con las indicaciones pero estoy lista. Vamos a ponerte linda que en cualquier momento Shakira comienza tu concierto, esto va a parecer el Luna Park ( estadio que se encuentra en buenos Aires en donde se realizan recitales de los más prestigiosos músicos).
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Para cuando salí del baño, mi amiga me había lavado el pelo y me lo había trenzado para que no parezca en sus propias palabras un "caniche ", me había puesto mi camisón y la sensación de frescura ya me relajaba.
Me acosté y Layla me ayudo a acomodar las sábanas y con un botoncito inclino el respaldo de mi cama para que estuviera sentada.
-qué bueno que es tener plata!!! Cuando el verano pasado cuide a mi abuela en el hospital para que la cama se moviera había que girar una manivela que tenía el respaldo. Te puedo asegurar que no se compara con apretar un botón.
-no te quejes gracias a eso tus brazos están perfectos, mira los míos y me toque la piel que colgaba de mi brazo cerca de la axila.
-no dejes que su comentario te afecte dijo con un tono demasiado serio.
Cuando estaba por contestarle sus gritos me distrajeron.
-Celi!! grito, tu mano tenés sangre- mire mi mano izquierda y el vendaje que sujetaba la vía donde tenía el suero estaba empapado de sangre y goteaba sobre el piso.