Parte 36

9.6K 819 40
                                    

 A cada una de ustedes que comenta y vota, he leído por ahí algo que dice que "la persona que te regala su tiempo te esta dando un regalo invaluable porque no lo vuelve a recuperar", así que gracias infinitas por dedicarle a mi libro algo tan valioso...creo que el capitulo que viene es el final !!! espero que disfruten de este tanto como yo!!! 


Capitulo 36

Apoyó su mano sobre la mía, ambas sobre el cristal. Deslizó mi cabello dejando la curva de mi cuello expuesta, besando suavemente desde mi oído hasta el hombro. La piel donde el besaba ardía luego de su contacto. Tenía los vellos de mis brazos erizados y se me había secado la garganta. Desee este momento prácticamente desde que lo conocí pero aquí y ahora mis inseguridades me estaban paralizando. Como siempre el supo que algo me pasaba, con suavidad sin romper el silencio me dio vuelta para que lo enfrentara - ¿Qué pasa? ¡Estas tensa Celina! – dijo masajeando mis hombros con sus perfectas manos.

Contuve el deseo de ronronear nuevamente ¡centrate Celina! Me dije a mi misma y me aleje un paso, necesitando espacio y valor para decirle como que sentía

– yo...yo...- dije tartamudeando

Me interrumpió avanzando hacia mi, con el ceño fruncido – Celi no te traje acá con segundas intenciones... me encantas – me dijo nuevamente susurrado sobre mis labios mientras me besaba.

 Casi perdí la conciencia pero él se alejo tomando mi rostro entre sus manos – yo (beso) voy (beso) en (beso) serio (beso) – dijo tan cerca que nuestras bocas casi podían rozarse.  Nuestros alientos se mezclaban con su perfume amaderado y me estaba costando mantenerme en pie.

- pero el tiempo lo pones vos, yo no voy a presionarte para nada y eso incluye el sexo.

 No sé si era la oscuridad que aún nos envolvía, el latido entre mis piernas, el deseo que sus besos provocaban, el tono grave de su voz o la forma en que sólo dijo sexo pero pensé que iba a explotar, ahí frente a él, en su habitación.  La nube de excitación que nublaba mi mente se disfuminó cuando me di cuenta que quería desnudarme para él. Y desnudarse implicaba sacarse la ropa y sacarse la ropa implicaba que Mariano tuviera una visión en vivo y en directo de mi cuerpo, lo cual hizo automáticamente a mis manos sudar y a mi estómago retorcerse.

Retrocedí un paso saliendo de su agarre, respire profundo... - lo que quiero decirte es que yo...yo estoy nerviosa Nano...yo no soy Danie...- me interrumpí a mi misma no quería nombrar a su ex. Pero necesitaba decirle que mi cuerpo no era ni parecido al de las mujeres con las que él seguramente había salido – yo... mi cuerpo...- no podía encontrar las palabras correctas- tengo celulitis y estrías, he hecho dieta toda mi vida. Probablemente haya hecho más gimnasia, caminatas y ejercicios que cualquier atleta olímpico y sin embargo mi peso no ha variado mucho en los últimos diez años – dije enarbolada con mi propio discurso.

- y sabés una cosa amo cocinar y más amo comer- enumerando con mis propios dedos continué- Lo hago cuando estoy triste, nerviosa o feliz y definitivamente prefiero pasar un sábado acostada viendo netflix y comiendo porquerías que entrar en un vestido talle small y no creo que alguna vez cambie- respiré antes de ahogarme e iba a continuar con mi monólogo cuando él muy sereno con una sonrisa de lado casi lobuna se acerco de nuevo a mi.

 Invadiendo mi espacio personal – acaso crees que no te ví... te veo Celina- dijo despacio remarcando cada una de las palabras.Lo hice desde el día que apareciste en mi cocina con esa remera andrajosa de Madonna que deja tu hombro al descubierto- asombrada porque no pensé que me había notado de esa manera me quedé muda. 

El tomó mi silencio como una afirmación y siguió - tus senos son *copa 100 son redondos y llenos, tenés una cintura bien definida pero tu inseguridad hace que cuando estás con gente que no conoces cruces tus brazos delante para taparte. Tus caderas son anchas , tus muslos se juntan y tenes un pequeño vientre abultado que algún idiota – dijo esto último apretando los dientes- te hizo creer que no era atractivo. Así que te veo Celina ...pero no el cuerpo que Layla cree que deberías mostrar, no el cuerpo que tu ex novio te dijo que tenias ni siquiera el cuerpo que vos crees que tenés y no tiene nada que ver con mi profesión, veo el cuerpo real de Celina y solo quiero besarlo desde tu cabello hasta la punta de tus pies- dijo acercándose y besándome con fuerza. Ya no podía esperar más, todo lo que había dicho era perfecto... él era perfecto y por primera vez en mi vida me sentí perfecta. Di un paso atrás rompiendo el beso y pude ver su cara de desconcierto

*Respira Celina...respira...*

Deslice el cierre de mi vestido que se encontraba bajo mi axila izquierda hasta el borde de mi cadera y deje que se deslizara suavemente por mi cuerpo hasta que quedo arrugado en el piso. Dí un paso saliendo del manojo de tela violeta.  Me quede en mi conjunto de ropa interior de encaje blanco y mis tacones aún puestos mientras temblaba y no precisamente de frío ante la atenta mirada de Mariano.

Sus hermosos ojos verdes parecían brillar en la oscuridad de la habitación. La poca luz de la noche que se filtraba por el ventanal mostraba mi cuerpo en un juego de luces azules y negras que agradecí. El muy cretino fiel a su palabra me miró desde las uñas de mis pies que se asomaban por mis sandalias plateadas, pasando por mi vientre (mientras que yo resistí el impulso de taparme) por mis senos, deteniéndose en mi boca, logrando que el deseo de que me bese se hiciese casi doloroso hasta llegar a mis ojos. En un silencio espeso sólo interrumpido por el sonido de nuestras respiraciones, nos miramos lo que pareció una eternidad deseándonos...queriéndonos...

El cumplió su promesa beso y acarició cada parte de mi cuerpo, su toque suave y preciso, su mirada nunca dejando la mía, conectándonos. Yo también explore cada músculo fuerte, la cresta de sus abdominales y su espalda. No deje un lugar de su cuerpo para reclamar como mío. Fue sin duda la mejor noche de mi vida y probablemente la recordaría mientras viva.

                                                                          --------------------------------

La luz de la mañana se filtraba por la ventana y me despertó. Me desperece sin abrir los ojos  pero con una sonrisa en mi cara. Me sentía maravillosa, bendecida... giré y estaba sola en la cama. Las sábanas revueltas cubriendo mi cuerpo desnudo. Toqué la almohada  vacía a mi lado y lo llamé en voz alta Mariano... Mariano ¿estas ahí?...

14 años más tarde...



"El envase perfecto" #ovniawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora