Décimo octavo ataque de ira.
Los días pasaban y aún no despertabas, Jeff se había encerrado en tu habitación, y no permitía que nadie más entrara. Allison y Liu estaban muy preocupados, ya que éste último no había visto a Jeff tan disgustado y cabreado.
—Jeff, tal vez podría...
—¡¡NO!!— Gritó desde el otro lado de la puerta. Aún no se le había pasado el enorme cabreo que creció en él nada mas verte en la cama, inmóvil.
—Pero debería cambiarle las vendas a _____...
—¡¡LO HARÉ YO MISMO, LARGO!!— Allison retrocedió. Liu le puso una mano en el hombro con delicadeza y negó lentamente con la cabeza.
—Pero debemos ayudarle, se está destruyendo a sí mismo...— Liu volvió a negar y abrazó a la muchacha.
—No podemos hacer nada más. Solo esperar que _____ despierte...
Los dos suspiraron a la vez y se fueron.
Jeff caminó por la habitación tambaleándose. Llevaba días sin dormir desde que te encontró. Cogió las vendas y el agua que había en un pequeño cubo de plástico, te quito las vendas de la cabeza con delicadeza y con una toalla monada te limpió la sangre y te enfrió la frente. Todo con extremada delicadeza, como si estuvieras despierta y en cualquier momento algo pudiera dolerte enormemente.
—¿Por qué no despiertas...? No puedes dejarme solo, me lo prometiste, me prometiste que te quedarías conmigo...— Susurró el asesino. No soportaba verte de esa manera, !a voz de su cabeza le decía que te dejara, que ya estabas muerta y que no se podía hacer más para salvarte —¡¡Joder, dime algo!!— En un ataque de rabia, tiró el cubo al suelo y el agua se derramó por todo el suelo.
—¿¡Jeff!? ¿Va todo bien ahí dentro?— Allison se asustó al ver el agua salir por la rendija de la puerta —¡Jeff! ¿Qué has hecho?— Abrió la puerta y se apresuró a recoger todo el agua.
—¡¡Eres mía!! ¡¡No puedes largarte, me perteneces!!— De nuevo Jeff volvió a sufrir otro ataque de locura, y las lágrimas volvían a resbalar por su blanco rostro.
—¡¡Jeff, basta!!— Liu entró en la habitación y le sacó por la fuerza.
—¡¡NO!! ¡¡Liu, déjame, no lo entiendes!!
—¡Eres tú el que no entiende!— Liu le empujó —¡Todos estamos haciendo lo posible por que _____ despierte, y tu siempre te pones en medio para romper algo porque no eres capaz de controlarte!— Jeff se quedó en silencio —Mira, Jeff... Entiendo que estés afectado por lo que ha sucedido, pero no estás haciendo las cosas fáciles, así que lo mejor será que te mantengas alejado— Jeff fruncido el ceño y apretó los dientes con fuerza.
—Tú no eres quien para decirme qué hacer en un momento así...— Golpeó la pared dejando un gran hueco y bajó las escaleras pisando con gran fuerza cada escalón. Sin embargo, paró cerca al escuchar un movimiento que no era de Allison.
Liu se giró hacia la habitación con los ojos bien abiertos. La cama pareció revolverse. Y Allison estaba frente a esta con una enorme sonrisa en sus labios y al borde del las lágrimas.
—... ¿Jeff...?