Dahuyn.
¿Dónde se habrá metido? Ya van 10 minutos del receso y su comida se enfriará, yo que fui tan buena en comprarle algo.
-Dubu.
-Chaeng, ¿dónde te metiste?
-Vi que mucha gente iba al patio y quise ir a ver qué pasaba.
-¿Y qué pasa?
-No sé, pero vi a Minari.
-Sabía que en algún momento se verían, pero no imagine que tan pronto.
Mi amiga sonrió mostrando ambos hoyuelos, que solo significan que está más que feliz por ese suceso.
-¿Sigues siendo presidenta de tu clase?
Levante la mirada de mi plato de ramyun con unos fideos colgando de mi boca que iba succionando, por eso solo asentí.
-Creí que habías dicho que renunciarías.
-Iba a hacerlo, pero es buen currículo; además cuando no tengo ganas de estar en clases simplemente puedo decir que tengo cosas que hacer del consejo y puedo conseguir salas de prácticas sin tanta espera.
-Debí postularme, pero eso del trabajo extra me da un poco de pereza.
Se quitó los lentes para limpiarlos, se habían empañado por el humo de lo caliente de los fideos.
El tiempo pasó volando y nos despedimos para ir a clases. Aunque apenas estaba por entrar a mi aula cuando recibí un mensaje de la presidenta del consejo.
-Ni modo, el deber me llama.
Susurre soltando la puerta para irme a la sala de reuniones. Parecía ser algo importante, pues los quince presidentes estábamos aquí.
-Lamento interrumpirlos de sus deberes, pero esto debe quedar cuanto antes. Este año reanudaremos el programa de tutorías a estudiantes extranjeros.
Los murmuros comenzaron, en especial con los presidentes de primer año que no conocían sobre ese programa. Yo lo conozco porque hablaron de él el año anterior, pero no se implementó por no ser tanto alumnos extranjeros.
Jimin, la gran presidenta del tercero A y del consejo, comenzó a escribir en la pizarra el nombre de los quince presidentes.
-Los de primero no deben preocuparse, no es tanto una tutoría sobre las clases, sino como del idioma y la cultura.
Me emociona la idea, es interesante y lo mejor de todo es que es más currículo.
Cuando al fin terminó de escribir los nombres, señaló una cajita de dónde sacó un papelito que leyó en voz alta, la selección al azar de asesorados hacia iniciado.
Primero los de tercero, luego los de segundo y obvio al final los de primero. A mí me tocó ser la tercera en ser llamada de mi grado.
-Dahyun, pasa a tomar un nombre.
Respiré profundo y me levante del asiento para ir por ese papelito, mi asesorado estaba en manos del azar y temía que fuese a ser un chico; no me llevo muy bien con ellos, son algo pesados a esta edad.
Por favor que sea una chica, no quiero estar un año cuidando de un chiquillo.
-Jeon Somi.
Leí con una sonrisa para mirar a Jimin que me apunto de inmediato a mi asesorada bajo mi nombre.
Ya que cada presidente paso, nos levantamos para recibir las últimas instrucciones de Jimin.
-Sus asesorados serán informados que deben venir después de clases, así que estén aquí a tiempo para no hacerlos esperar y dar una mala primera impresión.
Nos despedimos con una reverencia y salimos de la sala de reuniones. Me fui directo a mis clases, estaba feliz por ser tutora.
-Te llamo en la noche, iré a conocer a mi asesorada.
-Ok. Que te vaya bien Dada.
Le di un abrazo y mientras salía corriendo me despedía moviendo la mano, ella correspondió para luego señalar que me volteara a caminar normal o chocaría con alguien.
Somi. ¿Cómo será ella? Realmente espero nos llevemos bien. Me perdí en esos pensamientos mientras esperaba en la sala del consejo, algunos ya estaban platicando con sus asesorados y otros como yo aún esperaban.
-Hola.
Apenas escuche subí la mirada para encontrarme con una chica salida de revista de modas o por lo menos parecía modelo. Tan alta que me sentí súper pequeña y de inmediato me levante del asiento para notar que en efecto, es muy alta.
-Hola, soy Kim Dahyun.
-¿Dahyun?
Lo pronuncio en un acento gracioso para luego negar con la cabeza y yo hice lo mismo tratando de comprender porque ella lo hacía. Tal vez no me entendió.
-Yu spik inglish?
Pregunte con mi mejor inglés y ella solo sonrió negando.
-Bueno si, pero no es mi idioma natal. Negué porque no eres a quien busco.
-Oh. ¿Y a quién buscas?
-Park Jisoo.
Me enseñó un papel donde venía el nombre, a lo que asentí.
-Jihyo, presidenta de tercer año.
Le explique en lo que buscaba con la mirada para señalar a Jihyo con los ojos.
-Ella es a quien buscas.
-Gracias, Kim Dahyun.
-De nada...
-Chou Tzuyu.
Ofreció una pequeña reverencia y se fue dónde Jihyo. Que suerte, es muy bonita y se nota que es agradable.
-¡Hola!
Di un pequeño sobresalto dándome la media vuelta para que la fuente de ese saludo tan alto.
-Ho-hola...
Ella también es muy bonita y alta, bueno, es que también no soy tan alta.
-Me dijeron tu eres Dahyun. Yo soy Jeon Somi, es un placer.
Tomó mi mano con toda confianza, no me negué y sonreí, creo que también me toco una asesorada bastante simpática.
Chaeyoung.
La semana se fue tan rápido que casi olvido mis planes para el fin de semana. Jueves, me da tiempo de recordarle a Dubu de nuestro fin de semana de súper pijamada o mejor conocido como el FSSP, así lo llamamos desde hace años.
-Hola, Son Chaeyoung.
-¡Tzuyu! Hola.
Nos saludamos cuando llego a acomodarse en la butaca detrás de la mía. Seguí con la mirada sus acciones; colgó la mochila en el asiento, sacó su estuche de utensilios, ese cuaderno verde donde anota todo, literal todo porque no lo cambia para el resto de clases, y sacó una bolsa de frituras de alga.
-No, gracias.
Dije cuando me acercó la bolsa ofreciendo, hace eso desde el lunes antes de conocernos.
-Hoy almorcé de más y estoy llena.
Aclare para que no se fuera a ofender, no es tan expresiva y tampoco habla demasiado, con ella es más como comunicarse por miradas. Poco a poco en estos pocos días he ido aprendiendo a interpretarla.
Cuando se sentó, tomé el auricular que no tenía puesto y se lo coloqué con cuidado. Le gusta la misma música que a mí y más le gusta que le enseñe cancines o artistas nuevos para ella.
Tomé mi libreta de dibujos y comencé con simples trazos al azar hasta terminar concentrándome en un dibujo en concreto. Ella continuaba comiendo sus frituras mientras miraba atenta el movimiento de mi lápiz.
-Me gusta ver como lo vas moviendo y en el papel se va formando algo nuevo para tu dibujo.
Dijo de pronto, me imaginaba que era por eso que le gustaba verme, ya que es la misma razón que conmigo cuando veo a alguien más; más que ver el dibujo, veo el movimiento.
El tiempo se fue y las clases comenzaron, en el receso me despedí de ella para ir en busca de Dubu. Esperaba verla en la mesa, siempre llega antes, pero esta vez llegue primero. Tras esperarla por cinco minutos me levante para ir por nuestros ramyuns, pero diez minutos pasaron y nada de ella.
A punto de llamarla apareció entre la gente sonriéndome.
-Te tardaste mucho. ¿Cosas del consejo?
-Si, algo así. Gracias.
Tomó su ramyun y comenzó a comer. La imite y estuvimos en silencio por un rato.
-¿Y qué hacías?
-¿Mnh?
-Te pregunte que si eran cosas del consejo y dijiste que algo así. ¿Qué hacías?
-Ah, eso. Estaba con Somi...
Dijo pero apagó la voz tratando de ocultar lo que acaba de decir. Solo permanecí mirándola.
Ayer tuvimos una pequeña discusión, bueno, más bien fue una escena de celos, un berrinche de parte mío. Desde el lunes que le asignaron ser tutora de Somi, no deja de hablar de ella y apenas van tres días.
-Por cierto, lo de mañana...
-¡Cierto! Eso te iba a comentar. Ya tengo planeado que películas veremos mañana.
-Chaeng.
-¿Si?
Temí por lo que estaba por decir, pero tranquilicé el semblante para darle ánimos a decirme.
-Somi me invito a dormir a su casa porque me dijo que le ha hablado a su familia de mi y...
Somi de nuevo, no lo pude evitar, la miré con ganas de pegarle y callarla sobre el tema de su querida nueva amiga.
-Chaeng, acepte porque no tiene casi amigas...
-Eso es peor Dubu, ahora pienso que lo haces por lastima.
-¿Pues qué quieres escuchar? Acepte porque sí, me cae muy bien y me halaga que su familia quiera conocerme.
-Eso es mejor. Ya, tranquila, no estoy enojada.
Agregue rápido al verla comenzando a cambiar de color; no solo lo hace cuando esta avergonzada, sino cuando se enoja, quiere llorar o se frustra y termina haciendo cualquiera de las dos anteriores.
-¿Segura?
-Segura. Ahora solo debo sobrevivir una noche sola. El resto del fin si te quedaras conmigo, ¿verdad?
-Claro, solo el viernes no. Sábado y domingo son todos tuyos.
Me repegue a su costado para recargar mi cabeza en su hombro y sonreír cual niña mimada, eso ya era señal de que estaba contenta y sonrió al saberlo.
-¿Por qué no se lo pides a alguien más?
-¿A quién?
-No sé, otra amiga que tengas por ahí.
-¡Tzuyu!
Grite al verla y como respuesta para Dubu, sacudí mi mano para que me viera y se sentara con nosotras.
-Kim Dahyun.
-Chou Tzuyu.
Me sorprendí al ver que ambas sabían el nombre de la otra.
-¿Son Chaeyoung?
Pronuncie tratando de entender su juego de palabras y ellas solo rieron.
-La conocí el lunes, también está en el programa, pero su asesora es de tercero.
-Ya veo. Oye Tzuyu, te invito a dormir a mi casa mañana.
-No pudo, mi madre viene a verme.
-Oh, ya entiendo.
Lo siguiente fue una pregunta que se formuló en mi mirada al estar curiosa, Tzuyu no acostumbra venir a la cafetería porque es un lugar muy concurrido. Ella me contesto enseñándome el envoltorio con el pan que había comprado.
El día termino y estaba por irme a casa, pero no me apetecía llegar aún. Camine hasta llegar al gimnasio, fue como algo inconsciente al recordar que Mina me dijo que ahí podía encontrarla.
Al parecer las pruebas para entrar a la escuadra habían terminado por el día. Cuando la japonesa me vio levanto la mano para saludarme y correspondí... Cierto, debería intentarlo.
Hice un ademan indicándole que se acercara y ella asintió corriendo hacia mí.
-Chaengie. ¿Qué hay?
-No mucho... Oye Mina, ¿somos amigas?
-Ah, si. ¿No?
-Si, claro que lo somos. ¿Tienes planes para mañana?
-Pla-planes para mañana no.
A veces le pasaba que tartamudea un poco, no pude evitar reír por lo linda que se ve al hacer eso.
-¿Te gustaría quedarte a dormir conmigo?
-¿Eh?
-Si, ya sabes, una pijamada. Veras, mis padres salen de viaje por su trabajo y por lo general me quedo con Dubu, pero ella no podrá y la verdad no me gusta estar sola por las noches...
La última parte casi que la susurre, me daba pena admitirlo. Yo, Son Chaeyoung, a mis 15 años aun me da miedo dormir en una casa sola.
-Claro, acepto. Mañana pijamada con Chaengie.
-¡Perfecto!
Exclame saltando a abrazarla, casi colgándome de su cuello y ella correspondió sosteniéndome para que, precisamente, no jalara tanto de su cuello.
No sé cuánto tiempo fue que duramos en esa posición, cuando lo note Mina me mirada seria, pero no seria fría, sino seria... ¿Cálida? Sus ojos brillaban con algo que no sé cómo describir y me sentí inmersa en ellos; creo que yo igual estoy en ese modo de seria.
¿Qué es esto? No te aceleres. Pasé saliva y sentí unas ganas de acercarme más de lo que ya estaba.
-Myoui, tenemos que comenzar a pasar en limpio las listas...
La voz de Yuju nos sacó de ese momento, Mina me soltó y mis manos se aflojaron, sentí como cayeron mis pies de vuelta al suelo y ella estaba sonrojada. Se giró a ver a Yuju que nos miraba con esa sonrisa que me recuerda a Momo unnie.
-Lo siento no era mi intención interrumpir. Cuando termines te espero en... allá atrás.
Dijo antes de perderse. Nos quedamos en silencio un momento antes de que yo riera.
-Bueno, entonces mañana nos vemos después de clases para irnos juntas.
-Si, yo te llamo cuando salga de la última clase.
Un poco extrañas, nos despedimos sacudiendo las manos. Fue realmente inusual esa situación y la primera vez que me siento de esa manera. ¿Podría ser...? Nah, Mina es hermosa, una porrista y yo, solo un renacuajo, una más del montón.
Por lo menos estaba ahora segura de algo: Mina y yo somos amigas.
Tzuyu.
La mayoría se conocen de antes, otros simplemente tuvieron esa facilidad de hacer amigos y yo no entiendo cómo hacer eso tan fácil. Tengo dos desventajas, la primera: no entiendo tan bien el coreano por lo tanto no lo hablo tan bien y la segunda: mi falta de expresión y afecto hacia los demás me hace sentir introvertida.
Fue un alivio saber que nosotros podíamos escoger donde sentarnos y por eso el primer día llegue lo más temprano que podía para ganar el ultimo asiento de la última fila; si, ese típico asiento junto a la ventana.
Para mi mala suerte ya había una chica ahí sentada, se encontraba dibujando y traía audífonos puestos. Me pare junto a ella, más que nada decepcionada por que me ganaron el lugar y estaba pensando en si sentarme frente a ella o buscar otro lugar, pues el de aun lado ya tenía cosas apartando la butaca.
-¿Buscas algo?
Me miró quitándose un auricular, simplemente negué con la cabeza y agachando la mirada, aunque de todas maneras chocaba con la ajena.
-¿Segura? A mí me parece que querías algo. ¿Tal vez decirme algo? Anda, puedes hacerlo.
Se quitó sus gafas para limpiarlas con el borde inferior de su suéter.
-Yo quería sentarme aquí.
-Ah, con que es eso. ¿Por qué no te sientas enfrente de mí?
Asentí y fue lo que hice. Cuando la primera clase ya iba por la mitad, sentí que tocó mi hombro con suavidad y giré apenas un poco la cabeza para verla de reojo.
-No había notado tu altura y me tapas un poco.
Ofrecí una disculpa, de nuevo solo moviendo la cabeza.
-¿Te parece si después de la clase cambiamos de asiento?
De nuevo mi cabeza fue la que habló por mí. Ella sonrió y me señaló al frente, entendí que me pedía siguiera prestando atención.
-Son Chaeyoung, por cierto.
Se presentó al final de la clase cuando cambiamos de lugar nuestras cosas.
-Chou Tzuyu.
Así fue como sentí esa confianza de hablar con Chae, aunque más que hablar con palabras, nos comunicamos de manera silenciosa. Eso es cómodo para mí y creo que, para ella, que la mayoría del tiempo libre está escuchando música y dibujando.
Durante la semana me asignaron una tutora, su nombre es Park Jisoo o Jihyo, todos la llaman así. Ese mismo día conocía a Kim Dahyun, es presidenta de otra clase como Jihyo. El jueves Chae me invitó a quedarme con ella el viernes, pero tuve que rechazar su invitación, debo ver a mi madre.
-¡Yoda!
Sin siquiera voltear supe de quien se trataba por dos simples razones: Su voz de megáfono y el apodo.
-Thomas.
-¡Yah! No me llames así, chiquilla confianzuda.
-Anciana confianzuda, no me llames Yoda.
Nos miramos, retándonos levantando una ceja cada quien y luego sonreímos. Con Jihyo también tuve una conexión inmediata, una semana de conocerla y ya es como la hermana mayor que nunca tuve.
-¿Qué haces aquí?
Mire al camino mientras escuchaba su pregunta, pues estábamos en una de las paradas cercanas al conservatorio.
-Espero a mi madre.
-Ya veo. Entonces esperare contigo, no me fio dejándote sola.
-Se cuidarme.
-No lo dudo, pero quiero estar segura. Mi pequeña Chewy.
Otro apodo que nació de su mala pronunciación de mi nombre. No me incomoda, ni Yoda, es bastante lindo tener apodos, leí en una revista que es símbolo de estar forjando una amistad.
El coche se detuvo frente a nosotras y el vidrio del asiento trasero bajo revelando a mi madre, a la cual salude con una reverencia y una sonrisa.
-Mamá.
-Mi preciosa hija.
Hablamos en nuestro idioma. Jihyo a mi lado ofreció una reverencia silenciosa.
-Ella es Jihyo, de la que te estuve hablando es mi tutora.
-Ah, claro. Es un placer y debo agradecerte de antemano por el cuidado que le brindaras a Tzuyu.
-No tiene porque, es un placer para mi ayudar.
Subí al auto y por la ventana me despedí de Jihyo, aunque apenas habíamos avanzado mi madre dio la orden de regresar e ir por donde la chica se había ido.
-Unnie, ¿qué hará ahora?
Le pregunte por la ventana ya que la alcanzamos.
-Nada en realidad.
-¿Te gustaría ir a comer con nosotras?
-Claro, me encantaría.
Sin más abrí a puerta para que entrara. De camino y ya que estábamos en el restaurant, mamá platicaba con Jihyo sobre la escuela más que nada.
Ordenamos y aun con la comida la plática entre ellas continuaba conmigo como escucha.
-¿Y vives con tus padres?
-No, desde hace ya tres años vivo en una casa a parte con compañeras. Antes de entrar me dieron el permiso ya que viven lejos del conservatorio y podía convertirse en un problema.
-Ya veo. Tan independiente y madura, te toco una buena unnie.
Eso lo dijo para mí y asentí. No podía negarlo, la admiraba, yo intente vivir en una casa de asistencia, pero no logre llevarme bien con las chicas.
-Tzuyu vive en la suit que nos renta un amigo de su padre.
-¿Entonces vives sola?
-Si.
Respondí con media sonrisa, no había querido contarle a Jihyo, cuando alguien se entera de ello por lo general comienzan a verme distinto. Chae dice que es porque no todos tienen padres con ese poder.
Pero, algo en la reacción de Jihyo era distinto. Comenzó a moverse para sacar su celular y mostrar una fotografía de una casa donde al frente estaban un par de chicas, esas debían ser Nayeon y Jeongyeon.
-Ahí es donde vivo con mis compañeras, bastante grande. Tiene capacidad para doce inquilinas y de momento solo somos seis.
Ahora comprendía por donde iba todo esto, mi vista se centró en mi madre que escuchaba atenta a las palabras de Jihyo.
-Todas somos buenas chicas, tres de ellas son japonesas, pero hablan bastante bien el coreano y de hecho dos aún están en tercer año conmigo. Las otras tres chicas ya están en licenciatura.
Cambio la imagen a otra donde se mostraba una de las habitaciones, tanto espacio era perfecto para más de una persona y ahí fue donde nos explicó que suelen ser dos por habitación, pero de momento cada quien tenía su cuarto.
-Si Tzuyu no quiere compartir simplemente podría dejarle mi habitación o si gusta podemos compartirla.
Ante eso último pase mi mirada a Jihyo, no sonaba mal convertirme en su compañera. Mi madre notó mi mirada y luego acaricio mi mejilla acomodando mi cabello tras la oreja.
-Tal parece que a mi preciosa hija le gusta la idea. Pásame el contacto de tu casera y en cuanto hable con ella y quede todo arreglado llevare a Tzuyu.
-Perfecto. Ya le paso el número.
Se metieron en lo suyo y yo continúe con mi comida sin perder pista de lo que decían.
Por primera vez creo que podre tener compañeras que no me hagan sentir incomoda, por lo poco que Jihyo a veces me habla de ellas, parecen ser similares a su comportamiento, aunque con algunas variantes.
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Espero no tardarme mucho en actualizar. ♥