Ángel de la muerte [TERMINADA...

By melissa-lol

12.3K 60 5

"Lo que nos define es lo bien que nos elevamos después de caer." Evelyn tiene clara su misión, subir a la tie... More

Epígrafe
Duele
Capítulo 1: Al fin
Capítulo 2: Esto será divertido
Capítulo 3: ¿Quién eres?
Capítulo 4: Te reto
Capítulo 5: La cita
Capítulo 7: Una segunda oportunidad
Extras: Julian
Capítulo 8: Antes que nada
Capítulo 9: Sentimientos encontrados
Capítulo 10: Te necesito
Capítulo 11: Dixit Daemonium
Capítulo 12: ¿Qué he hecho?
Capítulo 13: ¿Qué estás haciendo conmigo?
Capítulo 14: ¿Reencarnación?
Capítulo 15: No puedo negarlo más
Capítulo 16: ¿Porqué?
Capítulo 17: La encontramos
Capítulo 18: Nuestra hora llegó
Capítulo 19: Necesito respirar
Capítulo 20: Sombras
Capítulo 21: Te invoco
Capítulo 22: Demonios en la Tierra
Capítulo 23: El pacto
Capítulo 24: Tengo que advertirle
Capítulo 25: Las puertas del infierno
Capítulo 26: Poco sabía yo
Capítulo 27: Una explicación
Capítulo 28: Confesiones
Capítulo 29: La muerte
Capítulo 30: Cerrar el pacto
Capítulo 31: Primer jinete
Capítulo 32: Guerra
Capítulo 33: Peste
Capítulo 34: Hambre
Capítulo 35: Ilusión
Capítulo 36: Deseo
Capítulo 37: Su llegada
Capítulo 38: Adam
Capítulo 39: Te escojo
Capítulo 40: Condenados
Capítulo 41: Padre
Capítulo 42: Mandar un mensaje
Capítulo 43: ¿Quién es ella?
Capítulo 44: El sello final
Capítulo 45: La distracción
Capítulo 46: Reencuentro
Capítulo 47: Anticristo
Capítulo 48: El final del comienzo
ESPECIAL NAVIDEÑO 》

Capítulo 6: El ángel

337 3 0
By melissa-lol

Un ruido afuera de la casa me despierta de golpe poniendo todos mis sentidos en alerta. Paso la mirada por todas partes tratando de ver de donde viene el ruido. Mi mirada viaja hasta la ventana, el aire está haciendo que una rama golpe contra ella. Respiro de nuevo al saber que no es nada. Observo lo que hay más allá de la rama. El amanecer llego más rápido de lo que esperaba.

Tomo mi tiempo para cambiarme de ropa, escondo la maleta con mis cosas adentro por si acaso alguien llega a entrar a la casa, agarro mis libros y salgo caminando hacía la escuela. 

Esta vez no espero a Archer en el estacionamiento como siempre, entro directo a las instalaciones. Ayer mientras estaba medio dormida se me ocurrió un ingenioso plan en el que consiste en no toparme con él hoy, por lo menos no aquí donde corremos el peligro de que nos atrapen. 

Por mi mente cruzo la idea de no venir, pero eso solo levantaría las banderas rojas hacía Julian. Tengo que continuar cómo si nada hubiera pasado, cómo si en verdad quisiera una segunda oportunidad para coexistir en este planeta con las plagas llamadas humanos. 

Logro llegar a mi casillero sin ningún percance. Hasta que lo veo. 

Qué no me vea, qué no me vea.

Me oculto lo mejor que puedo, pero es claro que ya me ha visto. 

Eso te pasa por celebrar antes de tiempo. 

Mi gran plan se va a la basura cuando Archer se acerca a mi antes de que logre escapar de él, se para en frente de mí como una piedra evitándome poder ignorarlo.

—¿Dónde estuviste esta mañana? Te estuve esperando, pero como nunca llegaste pensé que ya estarías aquí. Que sorpresa me llevé cuando no te encontré aquí tampoco—dice molesto.

—Escúchame, Archer. No puedo hablar en este momento. No aquí, no es seguro—susurro buscando con la mirada a Julian. 

Por nuestro bien espero que aún no haya llegado, o que se haya tropezado con su grandioso ego y no pueda venir hoy. Archer entrecierra los ojos sin apartar la mirada. Cómo si el universo no tuviera suficiente torturándome, siento la presencia de Julian en cuanto entra por las puertas de la escuela. Con una rápida mirada de soslayo veo como empieza a acercar a nosotros. 

Demonios

—Aléjate de mí. Te lo explicaré todo en el refugio. Solo sonríe como si te digiera algo y vete.

—No entiendo...

Le ordeno con una mirada que no deja a discusión que no diga nada más y se vaya. El tiempo se esta acabando, Julian cada vez esta más cerca de nosotros. Archer cierra la boca de mala gana, muestra una sonrisa falsa y se aleja dejándome sola al fin. Giro dejando a Archer a mis espaldas, son segundos los que Julian tarda para plantarse frente a mí con esa cara de baboso que tiene. 

—¿Ahora qué quieres?—lo enfrento molesta.

—¿Una noche dura?

Sonrió con fingida amabilidad, aunque muy en el fondo deseo poder hacerle daño sin el peligro de salir lastimada en el intento. 

—Para nada.

—Espero que no fuera por mi culpa—continua el idiota. 

La esquina de su labio se eleva en una pequeña sonrisa. El gusano esta disfrutando esto. Aprieto los puños mientras me concentro en respirar con normalidad. Mi cerebro maquinea una respuesta creíble para que mantenga su guardia baja.

—Estuve haciendo la tarea de hoy—respondo en cambio. 

—¿Enserio?—enarca una ceja dudoso.

—¿Porqué tanta sorpresa?

—No por nada—niega la cabeza con suavidad.—Vamos te acompaño al salón.

—Conozco el camino.

—Yo sé que sí. Pero prometí mantener un ojo en ti—guiña el ojo coqueteando. 

Cree que se ve guapo y atractivo haciendo eso, si supiera que parece que esta haciendo viscos cuando lo intenta y solo provoca que me ría de él. 

Me quita los libros de mis manos cargándolos. Y yo que pensé que tener a Archer conmigo era una pesadilla.

Desde el segundo que entramos al salón todas las miradas están puestas en nosotros. Ya no les doy la misma importancia que antes. Lo que me temía que pasara pasó. Me siento junto a Maia quien nos mira con la boca abierta. Julian deja mis cosas en la mesa frente de mí.

—Aquí están tus cosas, Eve. Lamento que no podamos ser compañeros de trabajo como tanto querías—susurra lo suficientemente alto para que Maia lo escuche. 

Lo miro con los ojos entrecerrados. Oh pero claro que no, sé lo que estas tratando de hacer y no va a funcionar pequeño hijo de...

—Si quieres podemos cambiar de compañero. No creo que al maestro le moleste.—Maia le dice con una sonrisa de oreja a oreja. Volteo a verla con los ojos en blanco.

—¿Harías eso por nosotros?—Julian se toca el pecho conmovido. 

Niego una y otra vez, le digo que no se vaya, pero ella esta tan embobada con este tonto que no se da cuenta.

—No te atrevas...—intento de nuevo con Maia, pero no me escucha. Y por más que quiera no puedo obligarla, no puedo entrar en su maldita mente para hacer que se quede. 

—Claro, no hay problema—agarra sus cosas mirando a Julian con una sonrisa. Después me mira a mí muy contenta por lo que cree es su buena acción del día.

—Que buena amiga tienes—una gran sonrisa de triunfo se dibujo en su tonto rostro.

Se sienta en el lugar que desocupó Maia acomodando sus cosas. No lo aguanto más. Sabía que iba a vigilarme, pero esto rebasa la ridiculez. Encuentro la pinzas en frente de mí. Lentamente las tomo en mi mano tratando de no hacer ningún ruido. Miro las pinzas en mi mano, después a él sentado a mi lado, tiene la vista perdida en el pizarrón. 

La voz en mi cabeza me dice que lo haga, será fácil, un ataque rápido y después haré que todos olviden. Pero algo dentro de mi pecho me dice que las deje, es demasiado arriesgado. Suelto las pinzas tomando un gran suspiro, descanso mi cabeza en la mesa rendida. 

¿Por qué a mí? De todas las cosas posibles, ¿por qué me tenía que pasar esto a mí? 

Ahora lo tengo como chicle pegado en la suela de mi zapato, un chicle que ni con todo el hielo del mundo puedo despegarme. 

—Buenos días—escucho como el maestro nos dice a todos mientras entra al salón. 

Levanto la cara para verlo parado detrás de su escritorio. Sus labios se mueven, sin embargo, no pongo atención a lo que dice, ya que estoy muy ocupada tratando de ignorar el hecho de que estoy sentada a lado de mi peor enemigo.

Que dirían de mi los demás si me vieran ahora. ¿Qué pensaría de mi Adam? Seguramente estaría decepcionado de que me dejara descubrir a solo unos días de nuestra llegada. Necesito verlo, necesito escucharlo y saber que todo esta bien. Dejarle saber que tengo todo bajo control, que pronto obtendré todo lo necesario para que este conmigo de nuevo. 

Durante toda la clase estoy tan absorbida en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando la clase terminó. La campana suena regresándome a la realidad. Todos se levantan de sus escritorios saliendo del salón. 

—¿Cómo haremos el trabajo?—Julian pregunta. Tardó unos segundo en notar que me está hablando a mi.

—¿Cómo?

—¿No pusiste atención?—no respondo dejando que mi silencio aclare su pregunta.—Tenemos que hacer un trabajo para el viernes.

—¿Trabajo?—elevo las cejas haciendo una mueca de cansancio. Él asiente.—Si fueras otra persona y no... tú—lo veo de arriba abajo.—Te diría que me mataras ahora.

Una sonrisa se dibuja en su rostro, mostrando sus perfectos dientes blancos.

—Vamos esto no es tan malo. Hay cosas peores.

—A si. ¿Cómo cuales?

—Créeme no quieres saberlo—trata de borrar la sonrisa de su rostro. 

No aparto la mirada de él esperando que hable. En verdad dudo que pueda haber algo peor que esto.

—Esta bien te lo diré, pero no le digas a nadie—checa que no haya nadie en el salón que pueda oírlo, como si estuviera avergonzado de lo que va a decir.—Te pueden poner a hacer obras de teatro—entrecierro los ojos. Debe de ser una broma. ¿En verdad piensa que eso es malo?—Pero no cualquier cosa. Oh no. Te pueden poner a actuar como un hada del bosque con un leotardo verde que se te mete hasta las partes mas recónditas de tu cuerpo.

Hace una mueca de dolor. No puedo evitar reír al imaginarlo vestido como un hada, actuando. Y lo gracioso que debió ser verlo pelearse con la tela. Parece que le contagio la risa por él hace lo mismo. Niega con la cabeza como si quisiera borrar ese recuerdo de su mente.

—Bien, ahora que sabes mi vergonzoso pasado, dime como vamos a hacer el trabajo. Pensaba juntarnos en el restaurante...

—No—me apresuro a decir. No puedo arriesgarme a que Pam me vea con él.—Creo que es mejor que lo hagamos en mi casa.

¿Por qué no? Mato dos pájaros de un tiro. Nadie pasa por ahí así que no corro el riesgo de que alguien me vea y es una manera de confirmarle que vine a la tierra sola. 

—Muy bien.

—Nos vemos en la playa.

Acomodo mis cosas en la mochila, me levanto del escritorio lista para irme de aquí. Por fin la suerte parece quererme un poco, porque Julian no me sigue, se queda en su lugar arreglando sus cosas. Encuentro a Maia en el pasillo con una sonrisa en su rostro. Al parecer siempre esta contenta. Me saluda con la mando cuando me ve.

—Hola Eve—puedo ver que esta emocionada.—¿Y... como te fue ayer?

—¿De que estas hablando?

—Todos saben que te fuiste con Julian ayer. Nadie dejaba de hablar de eso. No puedo creer que lo hayas llamado loco. Es decir, es Julian Smith de quien estamos hablando.

—Si bueno, eso es lo que es. 

—Y pedirme hoy que se sentara contigo...¿hay algo entre ustedes que yo no sepa?

—No—respondo cortante.

 Es seguida me doy cuenta que debí de haber esperado más tiempo para responderle.

—Esta bien, si no me lo quieres decir no te obligare, pero sé que hay algo entre ustedes. Puedo verlo. 

Lo único que hay entre nosotros son las ganas de matarnos el uno al otro.

—¿Tu tienes algo que contarme?—pregunto recordando el accidente con Archer. Quiero saber si recuerda algo o si pasó algo que él no está diciéndome. 

La sonrisa desaparece, muerde su labio nerviosa bajando la mirada al suelo, evitando mi mirada. 

—No.

—Supe que te desmayaste—presiono un poco. Sus ojos se abren impresionada. 

—¿Cómo lo supiste?

—Fui yo quién le dijo a Ar... al maestro dónde quedaba la enfermería. 

—Oh—se remueve en su lugar incomoda.—Si, solo se me bajo la presión. Me dieron de tomar un liquido horrible que me ayudo. Ahora estoy como nueva—sonríe con los labios juntos. Hace un movimiento con la cabeza invitándome a seguirla.—Vamos, las demás ya deben estar esperándonos.

Sostiene mi brazo guiándome a la cafetería como si yo no pudiera recordar dónde queda. Apenas cruzamos las puertas las miradas se centran en mí, siguiéndome todo el camino a la mesa donde están sentadas Quinn, Amber y Layla. No puedo resistirlo más, me giro para poder ver a todos haciendo que volteen sus miradas a otra parte que no sea yo. Regresan a hacer lo que estaban haciendo, ósea nada importante.

—Evelyn, la chica nueva que enamora al chico prodigo—la fastidiosa de Quinn dice como si estuviera leyendo el encabezado de un periódico. 

Contrólate Evelyn, no puedes hacerle nada. Julian esta vigilando, ¿recuerdas? Respira.  

Quiere que lo niegue para garantizar que aún tiene posibilidades con el gusano. Sonrió como si fuera un chiste lo que acaba de decir.

—Que te puedo decir, no pudo resistirse a mí.

Su cara se empieza a poner roja de coraje. Celos, ese es un punto con el que puedo joderle la vida un poco sin necesidad de utilizar mis poderes. 

—¡Sabía que estaban juntos! Él no me pediría que cambiáramos de lugar si no fuera así—Maia ignora a Quinn quien parece que hecha humo por las orejas.—Estoy feliz por ti, Eve. Aunque me lo hayas negado hace unos momentos.

Amber y Layla no hacen nada más que aguantar sus respiraciones, viéndose la una a la otra esperando a que algo pase. Quinn me mira lanzándome dagas por los ojos, elevo la ceja esperando su siguiente ataque. 

—Tu no eres su tipo y voy a probarlo. Amber, Layla, vámonos.

La abeja reina les ordena parándose de la mesa. Ambas se levantan junto a ella siguiéndola. Veo mi nuevo juguete de diversión alejarse hasta las puertas. Tengo que pensar como derribar a Quinn, si lo hago también estaría derribando a Amber y a Layla. Tres más en la lista de los débiles.

—No la escuches. Esta celosa—Maia dice a mi lado mordida a su manzana—Lleva años tratando de conquistar a Julian, pero no lo consigue.

—No imagino porque—susurro con sarcasmo.

—Ya se le pasara. Así es ella.

Espero que no, eso hace mi trabajo más fácil. 

Archer entra a la cafetería, mi corazón se detiene cuando veo a Julian haciendo fila en frente de él. ¿Qué no son suficientes paros cardiacos por hoy? Maldigo la hora que se me ocurrió asistir a esta escuela. 

Me doy la vuelta pensando en que hacer, creando escenarios en los que pueda acercarme lo suficiente para alejarlos. Mi solución habla de nuevo. 

—¿Estás bien?

No lo pienso dos veces. 

—Vámonos—le ordeno a Maia.

—¿Qué?—frunce el ceño. 

Noto que Maia no es como las otras dos que deja que les digan que hacer. Tengo que acercarme a ella de otra manera. 

—Necesito tu ayuda. Por favor.

—Esta bien. Solo por que te vez desesperada.

Nos paramos de las sillas caminando entre las personas. Llegamos a la fila para la comida, espero hasta que estamos a su lado para chocar contra ella. Sin poder evitarlo golpea a Archer llamando su atención. Sus ojos me encuentran primero a mí esperando que tenga una buena explicación para esto. Abro la boca para hablar, pero Maia se adelanta. 

—Lo siento mucho—se disculpa apenada por su torpeza, ajena a la idea de que fui yo quién la empujó. 

Sus ojos conectan con los de ella embelesado. Dejo de ponerles atención para mirar a la fila detrás de mi. Julian se aleja cada vez más, pero no lo suficiente.

—Deberían de tener más cuidado—Archer logra decir. Luce tenso. 

Dejo que ellos dos hablen mientras espero a que Julian se aleje hasta que ya no pueda oírnos.

—Tenía que hacer eso—corto la charla. Aparta la mirada de Maia para verme de nuevo. Su expresión se endurece esperando la explicación—Más tarde. Ahora tienes que irte. 

—Evelyn, estoy de acuerdo con que seas...—se percata de que Maia sigue junto a nosotros, mirándonos intrigada.—Mi hermana. Y no estoy faltándote al respeto, pero cómo bien sabes también tengo un deber que cumplir. No apareces y luego te comportas de una manera muy extraña. Creo que merezco una explicación ahora. 

—Ahora no—contesto con dureza. 

Mete sus manos en sus bolsillos esperando paciente. Quiero ahorcarlo. No puedo hablar con él ahora, pero tampoco puedo seguir ocultándole la verdad. Por más que trate de evitar que se cruce con Julian sé que tarde o temprano lo harán. El día de hoy es prueba evidente de ello, sólo estoy postergando lo inevitable si no hablo. 

—Ángel.

Esa simple palabra logra desestabilizarlo, traga grueso mientras lucha por mostrarse apacible. Se acerca a mí seguramente con muchas preguntas. 

—Después—muevo la cabeza informándole que el ángel esta aquí. 

Asiente discretamente. 

Nos mira a Maia y a mí una última vez antes de alejarse por las puertas. Encuentro de nuevo a Julian lejos de nosotros. 

—¿Así que él maestro es tu hermano?—Maia llama mi atención.

—Si.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? 

—No lo vi necesario. Además, no me gusta que me asocien con él—explico cómo si fuera lo más normal del mundo. 

—¿Por qué?

—Tu sabes...—se queda callada dejándome continuar.—Puede ser una carga que cada rato se acerquen a mí con la pura intención de presentarles a mi hermano. Esta vez quise que fuera diferente. Quería empezar de cero siendo solamente yo. 

A veces me sorprende mi habilidad para mentir. 

—Entiendo—baja la mirada al suelo, antes de verme de nuevo.—¿Sabes que a mí en verdad me interesa tu amistad? ¿Cierto?

—Por supuesto. 

La campana suena a nuestro alrededor. Miramos como todos se preparan para regresar a sus salones. Vuelvo a respirar de nuevo, no ha habido ningún incidente hasta ahora. No puedo esperar a que este día por fin termine.

Me voy de la escuela sin Archer cuando las clases llegan a su fin. Lo espero en el refugio. Me aseguré de que no hubiera nadie en la casa en cuanto llegue. Escuchó como la puerta se abre y cierra detrás de mi. Archer me mira de pie frente la puerta. 

—Explícame Evelyn. ¿Qué mierda esta pasando? 

—Te lo voy a explicar todo, pero nadie puede saber de esto. 

—¿De que? 

Tomo un largo suspiro antes de hablar. 

—Ya lo saben o al menos uno de ellos lo sabe.

Al principio me mira confundido, pero luego su expresión cambia llena de sorpresa y enojo entendiendo lo que quiero decir.

—¿Cómo lo sabe?

—Es una larga historia.

—Tenemos que decirles a los demás. Tenemos que traerlos ahora. Si Adam se entera...

—No—contesto tajante. Me mira como si hubiera perdido la cabeza.—Él sabe que yo estoy aquí, pero no tiene ni idea de ustedes. Es por eso que ayer me fui de este lugar. No puedo arriesgarme a que los encuentre—avanzo un paso hacia él asegurándome que esta escuchándome.—Todavía tenemos la oportunidad.

—¿De que me estás hablando? Es cuestión de tiempo para que sepan de tus intenciones en este mundo. Y cuando Adam se enteré nos va a matar a todos. Lo dejó claro antes de que nos subieras. Pueden atraparnos a nosotros, pero tu eres nuestro único boleto para traerlos, para abrir el portal, para...

—Si quisieran hacer algo ya lo hubieran hecho—lo callo.—Estoy controlando la situación, mientras nada me pasé el plan sigue en marcha. 

—¿Qué hay del ángel? Estoy seguro que no te dejará seguir así nada más. 

—Lo tengo bajo control—repito perdiendo la paciencia. 

—Los demás tienen derecho a saber. Ellos también corren peligro.

—Nunca hemos dejado de correr peligro, Archer. Sabíamos que había ángeles, sabíamos lo que podía suceder. Si, el enemigo estaba más cerca de lo que creíamos, pero ya está. Sabe de mí existencia. Eso es todo lo que sabe. Si se lo decimos a los demás podrán en peligro la misión con sus impulsos o sus miedos. No puedo permitir que esto suceda. No puedo dejar de se vaya a la mierda todo lo que hemos conseguido. 

—¿Estás segura de lo que estás haciendo?—no digo nada recordándole la última vez que me cuestiono.—Esta bien. No diré nada. Pero si algo llega a sucederte que quede claro que no fue por mi culpa. Y sería muy bueno de tu parte decírselo a tu querido novio cuando quiera venir por mi cabeza. 

Ruedo los ojos. 

—Se lo haré saber. 

—¿Y qué se supone que hagamos ahora?

—Esperar a que Adam me contacte de nuevo y me diga el siguiente movimiento. 


Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 39.2K 37
T/n Bloodswett es de las brujas que provocan obsesión en hombres como los Riddle, y solo uno podrá quedarse con ella. +18 Contenido sensible. Esta hi...
464K 23.5K 54
Serias capaz de querer a alguien que trata a todos mal, menos a ti? Anne una chica que adora el baile, arte y todo lo que se le parezca, se siente m...
38.3K 2.5K 43
Esta historia pasa en el mundo de hh (hazbin hotel) pero Alastor no es aroace, solo asexual. La historia es después de la batalla contra Adam.
54.5K 2.9K 50
Un amor de niños, separados por circunstancias de la vida, tomando distintos caminos... pues el destino meterá sus narices para volver a unirlos. (No...