MARATON 3/3
Best friend's brother - Victoria Justice
#I call you up when I know he's at home. I jump out of my skin when he picks up the phone. Why can I tell if he's looking at me? Should I give him a smile? Should I give up and leave? I know it's strange, I don't know what I'm thinking. But is it wrong if I see him this weekend? I really hope I can get him alone. I just don't, don't want her to know. Yeah, yeah, yeah, yeah. My best friend's brother is the one for me. Yeah, yeah, yeah, yeah. A punk rock drummer and he's 6 ft. 3. I don't want to, but I want to. 'Cause I just can't get him out of my mind. And yeah, yeah, yeah, yeah. My best friend's brother is the one for me. BFB, BFB, my best friend's brother#
'My heart is a stereo, it beats', pero la hermosa canción fue interrumpida apenas la oí. Apagué la alarma y me quejé en mi cama. No había dormido ni cinco minutos en toda la maldita noche. Me la pasé dando vueltas y tratando de estar cómoda pero al parecer mi mente y mi cuerpo tenían otros planes más que dormir. Me levanté con un dolor de cuello insoportable y toda contracturada. ¿Algo más para esta mañana? ¡Ah sí!, debía retomar la Universidad luego de una semana de no ir. ¡Hermoso lunes, Los ángeles!. Caminé con pesadez hasta la ducha y me bañé intentando que el agua me diera directamente en el cuello para tratar de apaciguar un poco aquel dolor insoportable. Salí y me miré en el espejo. Las marcas del día anterior ahora apenas se notaban aunque, a juzgar por mi ventana empañada, afuera hacía mucho frío así que podría ir abrigada y ocultar la prueba del delito. Suspiré y arrastré mis pies hasta mi habitación. Me cambié [http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=58111600], cepillé mi cabello, mis dientes y bajé a desayunar. Me desplomé casi literalmente en la silla delante de mi hermano y tomé un sorbo de mi café con leche sin ganas -
—Buenos días —dije casi inaludiblemente.
—Para mi serán buenos días, pero tú luces terrible.
—Agh —dije mirando la taza con asco—. Mamá olvidó ponerle azúcar
—__________, mamá nunca le pone azúcar —Me quejé y dejé caer mi frente sobre la mesa cansada —¿Qué te pasó? ¿Estás bien?
—¡Sí Louis! ¡Agradecería que dejaras de molestarme! —dije levantándome de golpe pero quejándome segundos después por la respuesta que mi cuello me dio ante aquel movimiento brusco.
—El invierno te pone amargada —suspiré y tomé el azúcar echándole un par de cucharadas a mi bebida—. No espera, siempre eres así —opté por ignorarlo, siempre que lo ignoro se calla —Harry pasará por nosotros hoy —me ahogué con lo que estaba tomando y no se como el café con leche no salió por mi nariz. Comencé a toser y tomé un trago de agua.
—¿Qué? —pregunté de mala gana.
—Sí, vendrá por nosotros en unos minutos —dijo sin darle mucha importancia al asunto.
—Me iré en taxi —contesté robóticamente, intentando buscar alguna alternativa viable para no tener que compartir un auto con aquella persona que no tenía ganas de ver el día de hoy.
—___________, madura ¿quieres?
—¿Tú me estás diciendo a mi que madure? ¿Yo soy la que aún tiene avioncitos de juguete y posters de superman en su habitación?
—Los aviones son de colección y los posters.. sabes que me encanta superman.
—Podrías reemplazarlos por los de alguna banda. El día en que una chica entre ahí va a salir corriendo.
—Lo siento, chica ruda. No soy como tú. No intento engañar a los demás con una falsa imagen de mi mismo —suspiré y puse los ojos en blanco. Lo último que necesitaba el día de hoy era un sermón de Louis de por qué estaba mal engañar a los demás. Pero gracias al cielo cerró su boca. Me debatí en mi interior si dejar que Styles me llevara, o caminar.. o tomarme un taxi. Pero me di por vencida cuando oí su bocina afuera sonando insistentemente. Louis y yo terminamos de limpiar la mesa, tomamos nuestros bolsos y salimos de la casa. Suspiré y me dije a mi misma que debía lucir relajada. Debía estar tranquila, como si nada hubiese pasado ayer.. ni la noche anterior.
—Buenos días —dijo al tiempo en que apoyé mi trasero en el asiento de atrás de su camioneta. Me dio una rápida mirada por el espejo retrovisor antes de arrancar—. Te ves.. interesante —comentó divertido, pero yo no estaba para bromas.
—No le hables —mi hermano se acercó a él y susurró—. Creo que está en sus días— Puse los ojos en blanco y fijé mi vista en la ventana enojada. Me mantuve callada durante todo el recorrido, hasta que al fin se detuvo. Abrí la puerta de la Range Rover, y la cerré con fuerza caminando enojada hacia la Universidad. Entré llevándome todas las miradas pero no devolví ninguna. Tenía el ceño fruncido y mis tacos sonaban como una música fúnebre por los pasillos. Me frené en mi casillero y giré la rueda con la combinación. A la primera no abría, el segundo intento..
—¡Mierda! —maldije dándole un golpe con el puño al casillero. Pero cuando me alejé me di cuenta de que era el equivocado. El mio era el de al lado, no ese. Suspiré y abrí —ahora sí— mi casillero. Al parecer este día me había levantado con el pie izquierdo. Divisé a mis amigas en el casillero de Alexa como todas las mañanas. Cerré el mio y caminé con el rostro tenso hasta allá.
—Y aquí viene lo mismo de todos los años —susurró Lia, aunque _______ no pudo oírla
—Odio el inverno —dije una vez que estaba a su lado—. Quiero decir, toda esta ropa una encima de la otra que debemos usar. ¡Agh! Me exaspera.
—¿Alguien no ha tenido un buen día hoy? —preguntó Chloe con un tono sarcástico en su hablar. Suspiré y puse los ojos en blanco.
—No dormí nada anoche —conté mientras me apoyaba cansada contra los casilleros—. Siento como si una manada de elefantes me hubieran pasado por encima.
—Y así luces —dijo Alexa algo divertida aunque yo la fulminé con la mirada.
—Relájate, es lunes. Debes empezar bien la semana sino el resto será un martirio —me animó Ruth.
—Será un martirio de todas formas. Una semana alejada de la Universidad fue genial, me costará mucho retomar el ritmo.
—Eh, ________, ¿había tarea de Biología? —preguntó Chloe algo, ¿tensa? Conocía a mis amigas, algo pasaba. Por una milésima de segundo su vista se desvió a mis espaldas pero luego se volvió a concentrar en mi. El núcleo de su nerviosismo —según mis suposiciones— estaba detrás mio. Así que voltee y mi cuerpo completo se tensó al ver a aquel chico caminando tan relajadamente, como si fuera un alumno normal, como si estuviera libre de pecado.
—Maldito —susurré con rabia aunque cuando fijó sus ojos marrones intimidantes en los mios sentí pánico y ganas de correr.
—Tranquila _______. Estamos aquí para ti, nada va a pasarte —me intentó calmar Ruth. Suspiré y mi cuerpo se relajó cuando aquel castaño sacó su mirada de la mia y caminó hacia la cafetería.
—¡Buenos días! —me sobresalté ante el saludo enérgico de Liam y al instante mi rostro volvió a ser el mismo de hoy cuando me levanté. Labios en una línea recta, ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho.
—¿Todo en orden señoritas? —bufé y me alejé de ese grupo de felicidad-por-donde-mires. Caminé hacia el campus y dejé que el frío me golpeara el cuerpo con brusquedad. ¿Qué les pasaba a todos hoy? Estaban como si tuvieran cinco años, fuera navidad y hubiesen recibido el regalo que tanto querían. Me senté en una de las frías mesas de metal y me quedé mirando la nada durante unos largos segundos. Abrí mi libro de Biología y me dispuse a leer algo hasta que sonara el timbre y anunciara el comienzo de la tortura. Al abrir mi libro me encontré con un pequeño papel amarillo pegado en la tapa donde se leía con claridad 'TERMINAR EL TRABAJO DE LAS PÁGINAS 65-73 PARA EL LUNES'. Dejé caer mi frente sobre el libro y me pregunté, ¿por qué el mundo me odia el día de hoy? ¿Acaso debo pagar por haberme acostado con Harry Styles? Levanté la cabeza lentamente debido a mi contractura y me quedé mirando al frente. Un suspiro se me escapó al recordar la noche del sábado, al recordar sus labios ayer, al recordarlo a él esta mañana.
—Me preocupas —dijo aquella voz tan familiar sacándome bruscamente de mis pensamientos. Miré a mi amiga a los ojos y suspiré como por quinta vez consecutiva en el día. Bajé mi mirada y comencé a jugar con el anillo de mi dedo anular que tenía mi inicial grabada junto a una pequeña estrella dorada.
—Él sabe lo del taller —susurré intentando que nadie oyera aunque segundos después me di cuenta de que éramos las únicas dos ahí afuera—. Lia, si alguien en la Universidad se entera de lo del taller es mi fin.
—Odio que pienses así, ________. No todo se trata sobre tu apariencia o sobre quién creen los demás que eres —miré a mi amiga e hice un leve movimiento de cabeza negando.
—Nadie puede saberlo
—¿Entonces dejarás que Luke te extorsione a su beneficio por un estúpido y tonto secreto? —un nudo se instaló en mi garganta y pronto mis ojos se llenaron de lágrimas.
—Es que no entiendes —dije ya algo saturada de la situación.
—¿Qué es lo que no entiendo, _______? —se recargó sobre la mesa y se acercó a mi mirándome con los ojos entrecerrados—. ¿Que tú estás dispuesta a dejarte manejar por un psicópata para mantener la imagen de Barbie virgen que das a la Universidad? ¿Eso es lo que no entiendo?
—No quiero hablar sobre esto, Lia —me sequé los ojos con el dorso de mi mano tratando de no correrme el maquillaje y la miré—. Ya veré como me las arreglo.
—Está bien, haz lo que quieras. Al final nunca me escuchas —fue lo último que dijo antes de ponerse de pie y desaparecer de mi vista. El timbre sonó retumbando por toda la Universidad avisándome que debía ir a clase. Me levanté con toda la tranquilidad encima pero nerviosa por la discución que había tenido con mi amiga y por las que —seguramente— vendrían luego con las demás y caminé hacia adentro apretando el libro contra mi pecho. Me sentía como si fuera la nueva, como el primer día, como si todos estuvieran mirándome. Con la frente en alto me dirigí hacia mi salón y entré sentándome en uno de los lugares del fondo. Apoyé mi libro sobre el banco y me recargué sobre la silla mientras miraba a Chloe quien se acercaba a mi y se sentaba en el banco disponible a mi lado.
—Lia está que echa humo por las orejas, ¿discutieron? —preguntó mientras abría su libro de Biología y luego enfocaba sus ojos grandes y turquesas en los mios.
—Siempre peleamos, no es novedad —intenté de restarle importancia al asunto mientras corría mi mirada hacia otra parte.
—¿Qué pasó la noche del sábado? —preguntó como si me preguntara sobre el clima. Tragué sonoramente y simulé estar leyendo mi libro de Biología.
—Nada. Harry me llevó a mi casa, sólo eso.
—Louis dijo que no dormiste en tu casa —comentó divertida. La fulminé con la mirada.
—¿Tú y mi hermano hablan sobre mi? —pregunté molesta
—Sólo quería saber si habías dormido en tu casa el sábado, y no lo hiciste. No me mientas _______, se supone que somos amigas —la miré durante unos largos segundos debatiendo en mi interior si contarle o no lo que en realidad había pasado el sábado, pero para mi buena suerte el profesor entró al salón provocando que todos nos calláramos y miraramos al frente.
—Buenos días alumnos —saludó con una sonrisa. ¿Hoy era el día de "sonriámosle al mundo" y yo no me había enterado?
—Buenos días —respondieron todos sin ánimos. Por suerte yo no era la única que había tenido una mala noche.
—Espero que todos hayan recordado terminar la tarea que les encargué la semana pasada —habló mientras se sentaba detrás de su escritorio y acomodaba sus lentes. Miré a mi alrededor y varios se miraron desconcertados, otros comenzaron a sacar sus libros y cuadernos donde tenían la tarea resuelta, mientras que otros ni siquiera se molestaban en prestarle atención—. Pasaré por sus bancos a asegurarme de que la hayan terminado —mierda. Nunca, repito, NUNCA el profesor Patrick pasaba por los bancos a revisar los deberes. Definitivamente este era el día de mi muerte, se los aseguro. Poco a poco se acercaba mi banco y yo la verdad es que no sabía que hacer más que decirle la verdad—. ¿Señorita Tomlinson?
—Yo ahm.. lo olvidé —dije con una sonrisa intentando ablandarlo.
—¿Lo olvidó? ¿Y qué cosas tan interesantes hizo este fin de semana que se olvidó del importante trabajo de Biología? —contestó con una sonrisa divertida. Me quedé boquiabierta mirándolo.
—Bueno, me acosté con Harry Styles y digamos que eso me dejó algo aturdida el fin de semana así que olvidé su estúpido y aburrido trabajo —es broma, es broma. ¿Creen enserio que dije eso? Lo que en realidad salió de mis labios fue— nada importante, sólo lo olvidé profesor Patrick.
—Por 'sólo olvidarlo' debería anotarte pero es la primera vez que se te olvida algún trabajo así que —me miró durante unos segundos a través del grueso vidrio de sus anteojos— tráelo para el lunes de la semana entrante sin falta.
—Sí, gracias profesor —le agradecí con una sincera sonrisa. Solté todo el aire que había aguantado durante esos segundos en que toda la clase estaba mirándome y volví a recargarme en la silla con los brazos cruzados sobre mi pecho.
—Tu humor de hoy es insoportable, Tomlinson —dijo mi amiga fijando su mirada en el frente. Suspiré y preferí no contestarle porque si lo hacía probablemente iba a mandarla al diablo. Me hundí en mis pensamientos mientras el profesor explicaba cómo estaba formado el cerebro humano, las neuronas que hacían sinapsis, algo de la médula de no se qué y eso fue lo último que oí antes de entrar en un estado que oía pero no razonaba. Mi mente se encontraba divagando en la noche del sábado, recordando cada segundo como si estuviese pasando en este preciso momento. Buscando algún bache, algún error, algo que no recordara tan 'maravilloso' y 'perfecto'. Pero para mi desgracia todo fue revisado, mi cerebro recorrió cada rincón de aquellos recuerdos y todo estaba en orden. Al parecer no podía discutirme a misma que aquella noche había sido un asco o que fue un error ya que según me lo recordaba mi cuerpo y mi mente había sido perfecta. Styles, te voy a dar el privilegio de un elogio —dentro de mi mente, claro—. Esa noche la pase tan bien. Eres bueno, eres mejor de lo que creía.
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Primero que todo mil disculpas por no subir antes u.u Estaba trabajando y llegaba super cansada ! y por el retraso les regalo un maraton ♥ Muchas Gracias a las fieles lectoras y a las lectoras fantasmas igual :* El lunes subo denuevo ! :) Las quiero ♥
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