Barbara's POV.
Bajo del taxi tras haber pagado y busco entre todos los restaurantes mi favorito, Classy and Tasty.
— ¡Enana! - dejo de mirar para todos lados y me centro en el chico de mediana altura que no para de saltar y agitar su mano.
Río y camino hacia él.— ¿Sabes? Me das un poco de vergüenza ajena.
— Pf, nada nuevo. - sonríe y me abre la puerta para que pase al lugar.
— Ala, estás hecho todo un caballero. - ironizo mientras niego divertida con la cabeza.
— Pf, qué te esperabas de mí. - eleva una de sus peludas cejas y ríe.
— Pf, bla bla bla. - lo imito.— No cambias.
Ambos reímos y Adrien se adelanta para guiarme hasta la mesa que está al fondo cerca de la ventana, tal y como a mí me gusta.
— He pedido lo de siempre, si no te gusta, estás a tiempo de cambiarlo. - saca la silla por mí.
— No pasa nada, iba a pedirlo de todos modos. - le agradezco con la mirada y me siento.
— Entonces genial. - sonríe y se sienta enfrente de mí.
Justo en ese momento, el camarero llega con las bebidas.
— Aquarius de lima y limón para la señorita y un Nestea de limón también para el caballero. - le guiña un ojo.
Frunzo el ceño y miro al mesero confundida.
— ¿Le has guiñado el ojo al rubio? - señalo a mi amigo.
— Gracias por ser tan directa, morena. - Adrien me mira asesinamente.
— Pronto estarán los pedidos. - el chico todavía parado delante de la mesa, nos mira nerviosamente y corre para esconderse en la cocina.
— Vaya vaya, veo que sigues iguaaaaaaaaaal que siempre. - alargo la 'a' mientras miro intensamente al chico sentado delante mía.
Se encoge de hombros y vuelve a sonreír.— Ya sabes, lo típico, salí del armario hace ya tiempo.
Empiezo a reírme, no por el hecho de que sea gay, sino por la forma en la que lo ha expresado.
— No te cortas ni un pelo. - niego con la cabeza sonriendo.
Ian's POV.
Estiro mis brazos para desperezarme sin importarme que la gente me mire. Bostezo y sigo con mi paseo por las bulliciosas calles de Londres. Miro hacia mis costados para asegurarme de que ningún coche pase y cruzo el paso de peatones. En estos momentos es cuando me maldigo por no haber traído mi auto, de ser así no tendría que andar.
Ando un poco más y entro al local en el que había quedado con un viejo amigo.
— ¡Eh tú! ¡Mastodonte cejudo! - me doy la vuelta al escuchar el escandaloso grito y me dirijo hacia el rubio de ojos azules que no deja de hacer el ridículo.
— Cuánto tiempo, amigo. - choco mi mano con la suya y me siento en la única silla que hay puesta.
— Sorry amigo, pero vas a tener que buscarte otra, ahí va mi amiga. - sonríe burlonamente.
— ¿Has llamado a una amiga sin decirme nada? - bufo.— Podrías habérmelo dicho, creí que era una comida entre amigos, como en los viejos tiempos.
— Si te decía no ibas a venir. - se encoge de hombros y arrastra una mesa para ponerla junto a las otras dos.— Coge tú la silla, creo que me he quedado sin fuerzas.
Suspira y se tira de mala manera sobre su asiento. Hago lo que dice y lo imito.
— Adrien, el chico de antes dice que luego de comer vayas detrás del restaurante, que quiere hablar contigo. - me giro al escuchar esa voz que reconocería aún siendo ciego.
Qué idiota sonó eso.
Aish, déjame, no sé que me pasa últimamente.
— Ven, ven, te presento a mi amigo, él es Ian Lachowski. - agarra del brazo a Grace y la pone justo delante mía.
Rueda los ojos y al verme, abre los ojos exageradamente. Sonrío con suficiencia, pero al rato me doy cuenta de una cosa.
— E-Eres... - abro la boca.
— Por favor no grites. - dice.
— ¿Barbara Palvin es amiga de mi amigo? - pregunto aún sin creérmelo.
Barbara's POV.
— ¿Barbara Palvin es amiga de mi amigo? - me doy golpes en la cabeza, mentalmente.
Al cabo de un rato, empiezo a reírme.
Ni siquiera se ha dado cuenta.
Créeme estoy igual que tú, literalmente.
¿Es tonto o lo recogieron de la basura?
— ¿La conoces? - pregunta Adri.
— Somos algo como socios y vecinos. - se rasca la cabeza.
Asiento dándole la razón. Me siento en mi lugar y miro a mi amigo inquisitivamente.
••••
— Jany bebé, acompaña a mami a comer, ¿quieres? - la madre de la nombrada, baja las escaleras con el bolso colgado al hombro.
— Claro, hace tiempo que no paso tiempo con mi adorada mami. - la chica sonríe desde el sofá.
— Prepárate, te espero cariñito. - la mujer se calza los zapatos y va al salón.
La morena asiente y corre escaleras arriba hasta su cuarto.
Coge lo primero que encuentra y se lo pone. Luego va hacia el pequeño espejo que tiene en el armario y se maquilla un poco.
— ¿Estoy guapa? - pregunta.— Qué cosas digo, pues claro que lo estoy.
Suelta una chillona risita y sale de la habitación, no sin antes dejar todo donde estaba.
— Vámonos, madre. - termina de encajarse los botines en las escaleras.
La señora asiente y se agarra del brazo de la chica, emprendiendo camino hacia el ahora, sitio de reunión para todo el mundo, por lo visto.
••••
Mientras, los otros siguen en el restaurante, ahora comiendo en un cómodo ambiente.
— ¿Cómo es que has vuelto así tan de repente, amigo? - el joven moreno, levanta su cabeza del plato y mira al rubio con curiosidad.
El chico se encoge de hombros.— Ya he terminado lo que tenía que hacer en Francia, regreso para quedarme.
Ian asiente y se calla.
— ¿No te gusta tu país natal? - ahora es la chica la que habla.
— Es que aquí hay más chicos guapos. - el rubio guiña el ojo haciendo que el moreno se atragante con su comida.
— Tienes mucho que contarme, amigo. - el atragantado, sigue comiendo ahora sin molestar más.
•••
La chica de cabellos marrones, entra junto a su madre al local.
— Quiero al lado de la ventana, hija. - dice la madre como una niña pequeña.
Ambas se quieren muchísimo como madre e hija, se respetan y comparten en común la locura que las posee.
— Como tú prefieras, madre. - Jane sonríe.
Las dos, pasan por la puerta y se sientan justo en la mesa opuesta a la de los otros chicos. A la chica, no se le pasa desapercibido la presencia de los dos apuestos muchachos y de la chica cual odia como a nadie.
— Hola Grace, hola Ian, ¿qué hacéis aquí? - se acerca al grupo dejando atrás a su madre.
— ¿Grace? Creo que te has confundido, Jessi. - Ian suelta aún confuso por la semejanza entre la modelo y su nerd. Porque sí, le había cogido cariño a la chica que viste más feo del mundo, exagerando.
— ¿Qué? Creo que tú eres el que estás confundido, reconocería a mi amiga con los ojos vendados. - frunce el ceño y mira a la chica.
— Pardon, vous avez la mauvaise fille. - ella, nerviosa, habla en otro idioma para confundir más a la muchacha.
— ¿Qué ha dicho? - pregunta el chico tonto llamado Ian.
La intrusa se encoge de hombros y vuelve a su sitio no sin antes despedirse de su amor y disculparse con los otros dos por las molestias.
Lo que no sabe Barbara, es que su identidad está en peligro de ser descubierta, por este pequeño desliz.
Gracias Adrien, por elegir el mejor día de todos para almorzar en este restaurante.
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Lo subo porque es año nuevo.😂😎 ¡Feliz Año Nuevo a todas! Tardo muchísimo en subir, lo sé, no me odiéis que yo os love.❣️❣️❣️
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