Luke estaba mirando el pico de la botella fijamente hacía quizás unos tres minutos. Todos los que estaban a su alrededor gritaban estupideces que solo lo hacían enojar, todos excepto la otra persona que la botella estaba apuntando.
No debió haber dejado que su hermano Jack lo arrastrara a esa fiesta. Era una ridiculez, Luke debía tener su propio grupo de amigos a esta altura. Un grupo de amigos que no jugaran a girar la botella como niños de diez años; un grupo de amigos que no se relacionara con Michael Cliffford.
Si, a él tenía que besar.
No tenía el suficiente valor para mirar a Michael Clifford a los ojos, también estaba casi seguro de que éste le daría una patada si intentaba acercarse hacia él para darle un beso. Sentía que su mejor amigo estaba clavándole los ojos y, no por primera vez, deseó tener un mejor amigo también. Al menos tener a alguien que lo apoyara en ese momento, porque Jack solo estaba riéndose en una esquina de la habitación, sin formar parte del juego y sin intervenir. Luke quería tirarse al piso y patalear como cuando era chico.
Alguien golpeó su hombro, por lo que Luke se armó de valor y alzó la vista. Su aliento se atoró en su garganta cuando vio que Michael Clifford estaba un poco inclinado hacia adelante, con los ojos fijos en Luke, como si estuviera a punto de acercarse y realmente darle un beso. La idea no podía centrarse en su cabeza, él y Michael Clifford nunca se habían llevado bien, incluso se llevaban tan mal que se nombraban el uno al otro con nombre y apellido; para marcar distancia.
Luke frunció la frente cuando el chico le hizo una seña con la mano para que se acercara. Hizo caso, con algo de temor de que Michael Clifford en serio le diera un puñetazo cuando estuviera lo suficientemente cerca. Sin embargo, estando a solo centímetros del chico, nadie recibió ningún golpe. Todos en la habitación parecían estar aguantanto la respiración junto con Luke. Los ojos verdes de Michael Clifford viajaron a sus labios por un segundo y de un momento a otro, estaba agarrando a Luke desde el cuello de su camisa y haciendo que se levantara.
—¡Privacidad!—gritó como un neandertal (en opinión de Luke), obligándolo al instante a caminar junto a él por el pasillo de la casa.
A Luke le hubiera gustado no tener que hacerle caso; poseer el valor y la fuerza bruta suficiente para decirle a Michael Clifford que se fuera a la mierda, pero no tenía fuerza ni valor y si era honesto con él mismo, estaba muy confundido acerca del comportamiento del chico y quería saber qué estaba pasando.
Pararon en una puerta que su acompañante abrió, había un chico adentro lavándose las manos y pegó un brinco cuando irrumpieron en el lugar. El chico (llamado Ted, si mal no recordaba Luke) miró hacia ellos boquiabierto, claramente sin poder creer que Luke Hemmings y Michael Clifford estaban parados uno junto al otro sin arrancarse los sesos con sus miradas.
—¡Fuera!—volvió a gritar Michael Clifford. Luke comenzaba a cansarse.
Una vez ambos estuvieron solos en el baño, con la puerta cerrada y la luz prendida, se miraron en silencio.
—Escucha Luke, no voy a besarte.
Luke se preguntó desde cuándo se tenían la confianza de llamarse por el primer nombre. También se preguntó porqué aquella confesión lo había decepcionado un poco.
—¿Qué hacemos en este baño, entonces?—preguntó Luke.
Michael giró los ojos en sus órbitas y apoyó la parte alta de su espalda en la pared, mirando hacia Luke con los brazos cruzados.
—Porque si decía que no iba a besarte frente a todos, me verían como una gallina, así que vamos a pretender que en realidad estuvimos besuqueándonos todo este rato.
—Aunque sí eres una gallina—contestó Luke sin darse cuenta.
Michael le lanzó una dura mirada y por un momento pareció estar a punto de hacer o decir algo, pero de nuevo, llenando a Luke de una extraña decepción otra vez, se quedó en silencio recostado en la pared. Luke giró los ojos en sus órbitas, aun inundado con el valor que le había llevado a decirle "gallina" a Michael.
—Será mejor que al menos parezca que nos besamos—dijo Michael. Entonces se llevó las manos al cabello y comenzó a despeinarlo un poco.
Luke, por su parte, apretó sus labios con sus dedos en busca de que se vieran enrojecidos. Escuchó que Michael resoplaba y levantó la cabeza.
—Lo estás haciendo mal, Luke—se quejó.
—¿Qué se supone que deba hacer, estúpido?
Antes de darse cuenta, Michael tenía un brazo envuelto justo debajo de sus omóplatos y sus labios contra los suyos. El pequeño grito de sorpresa de Luke fue camuflado por Michael, quien aprovechó que Luke entreabriera sus labios, lamiendo de forma imprecisa el interior de su boca. Ignorando el grito mental que Luke seguía dando, envolvió ambos brazos alrededor del cuello de Michael, dejando que sus dedos vagaran por el cuero cabelludo de este, sintiendo la suavidad de su pelo.
Michael no se apuró en alejarse de él cuando terminó el beso, lo miró a unos centímetros de distancia, con las pupilas de sus ojos dilatadas, la respiración algo agitada y el pelo despeinado. Luke, que había detenido el movimiento de sus manos, quería volver a moverlas y acomodar un poco el aspecto del otro chico, pero el Luke valiente que había acusado a Michael de ser una gallina se estaba escondiendo debajo de una mesa en aquel lejano rincón de su mente.
Finalmente, luego de varios segundos, Michael quitó los brazos de alrededor de Luke y dio un paso atrás mientras paseaba la lengua por su labio inferior.
—Así parece más real—informó Michael y Luke hubiera soltado una risa, si no fuera porque Michael se veía realmente serio y a la vez calmado en ese momento; pero era una calma demasado eléctrica como para ser verdadera.
—Pensé que tal vez parecería falso—respondió Luke con sarcasmo.
—No te preocupes.
Segundos después Michael estaba abriendo la puerta del baño y saliendo, no sin antes mirar atrás para asegurarse de que Luke lo estaba siguiendo. Luke ignoró los vítores que dieron los que aún estaban jugando con la botella en la mitad de la sala, y antes de sentarse en silencio, lanzó una mirada furtiva al idiota de su hermano Jack que lo había metido en todo ese lío en primer lugar.
. . .
La secundaria era muy solitaria para Luke, no recordaba la última vez que se había sentado con alguien que no fuera su hermano en la hora del almuerzo. Hacer amigos le costaba mucho y no quería seguir molestando a Jack porque él mismo sabía que ir a todos lados con su hermanito menor era un dolor en el trasero. Así que cuando sintió que alguien le tocaba el hombro a mitad del pasillo ya sabía quien era, incluso sin mirar, porque era prácticamente el único que le hablaba en ese lugar, aparte de su propia familia.
Michael llevaba el pelo peinado del aforma que a Luke le gustaría peinarse (como siempre) y lo estaba mirando en silencio, como si esperara que fuera el otro quien hablara primero.
—¿Pasa algo?—cuestionó el rubio, ya que Michael no parecía querer hablar.
—No—contestó, aunque le había tocado el hombro en la mitad del pasillo. Acto seguido, tironeó de su codo y lo guió entre el alumnado.
Luke sabía a donde se estaba dirigiendo incluso antes de llegar.
—En serio—dijo el rubio a la vez que Michael lo empujaba dentro de un baño y cerraba la puerta tras él—, si tienes un fetiche con encerrarte en baños al menos deberías buscar a alguien a quien le gustes.
—Ya me estoy arrepintiendo de haberte traído. ¿Desde cuándo hablas tanto?
Luke, preguntándose lo mismo, giró los ojos en sus órbitas y se acercó al lavabo, para luego dar un pequeño salto y sentarse sobre él, girando un poco para acomodar la mochila a su lado. No sabía qué quería Michael, pero sí sabía que no iban a salir de ahí hasta que este lo quisiera, no valía la pena esforzarse por salir, ya que el mayor era más alto y tenía más fuerza.
Michael, por su parte, se quedó parado en su sitio mientras miraba a Luke acomodarse.
—De todas formas me besaste.
A pesar de que la voz había sido un murmullo, Luke había entendido lo que Michael había dicho. Levantó la cabeza y le lanzó una mirada alzando las cejas.
—Disculpa, tu me llevaste al baño, dijiste que no ibas a besarme y luego hiciste todo lo contrario.
—Podrías haberme apartado—resopló Michael.
—No quería hacerlo—escupió Luke. En su cabeza había sonado (erróneamente) como algo ofensivo.
Ambos estaban tan sorprendidos por lo que Luke había dicho que no dijeron nada por varios segundos, evitando ampliamente la mirada del otro. Bueno, Luke ya estaba acostumbrado a los momentos incómodos, formaban parte del 80% de su vida. Comenzó a contar hasta cien, esperando que eso matara el tiempo.
Hasta que Michael dio un chasquido con la lengua.
—¿Por qué actúas como si no me soportaras?—cuestionó Michael señalándolo acusadoramente con el dedo.
—Yo no soy el actor, el que me encierra en baños es el actor—se defendió Luke, levantando ambas manos al aire—. Y con "el actor" me refiero a un tal Michael Clifford.
—Bueno, pues los baños parecen afectarte porque acabas de decirme que no querías parar de besarme.
Luke no supo qué respondrle porque, si bien le había dicho más cosas a Michael de las que le hubiera gustado, él no era una persona que hablara mucho. No era de los que sabían lo que tenían que decir. Por consiguiente bajó la mirada a su manos, las cuales estaban ahora apoyadas sobre sus rodillas, y comenzó a contar hasta cien de nuevo, mientras mecía los pies.
—¿Me besarías de nuevo?
Luke no levantó la vista cuando respondió.
—¿Si?
—¿Si o no?
Finalmente el menor resopló, perdiendo la cuenta en diecinueve, y miró a Michael a los ojos.
—Si, Michael, si.
—No pongas voz de estar fastidiado.
—¡No estoy poniendo ninguna voz!
Estaba recordando exactamente las razones por las que no le caía bien Michael. Y al parecer al otro le estaba pasando lo mismo.
—Eres imposible—contestó Michael, alzando la voz. Sin embargo se acercó hasta donde Luke estaba sentado y le dio un beso, tirando del cuello de su camisa.
Obviamente Luke no tardó ni dos segundos en seguirle el beso porque aunque estaba un poco fastidiado y Michael era un poco insoportable, sus besos eran buenos. Descuidados, imprevistos y eléctricos. Y lindos. Eran como él, y a Luke le gustaban sus besos. Y quizás también un poco él.
—Te estoy besando—informó inútilmente Michael en algún momento, sin apartarse de Luke (quien había envuelto sus brazos alrededor de su cintura).
—Ya sé.
Probablemente le gustaba Michael.
—Puedes apartarme cuando quieras.
—No quiero.
Como era de no esperarse, Michael dejó de besarlo y lo miró. Luke rezaba por que no fuera obvio el hecho de que se estaba mordiendo el interior de la mejilla para no darle una sonrisa. Si había algo que él tenía de sobra era orgullo y sonreírle a alguien que acaba de besarte como si el acto en sí de verdad te pusiera feliz, no estaba en la lista de cosas que los orgullosos harían.
Aparentemente Michael no era orgulloso porque sí le dio una sonrisa. Una de verdad en donde se le veían los dientes y le brillaban los ojos. Luke pensó que se veía lindo y eléctrico (si, si, exactamente como sus besos), y también pensó que seguramente le gustaba Michael
—Bueno, entonces te voy a seguir besando—anunció Michael, para luego volver a juntar sus labios con los de Luke.
× < > ×
No estaba muerta. Perdón por desaparecer cada dos por tres, no me sale funcionar como persona.
Se supone que este os debía ser chistoso, pero a mi todo me lleva al fluff, soy una loba solitaria que necesita amor. -qué estoy diciendo?¿?-
como sea, always a slut for fetus muke and spin the bottle.
Gracias por leer.
Pd: phil (lester) me contestó un tweet apenas comenzó el año y como aun no lo supero se los cuento porque es báscamente lo mejor que me pasó en el año.