La Guerra de Ángeles ©✔

De C_R_GRIMALDI

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Historia Terminada. Dos mundos separados de grandes amores. Gracias a todas ustedes :3 10/09/2018 #2 en #ma... Mai multe

Introducción
1. Henry
2. Shadow
3. Fuente Mágica
4. Aventura
5. Élbargab
6. Secretos Imprevistos
8. Collar de Esmeralda
9. Un Paso Más
10. ¿Sueño o Realidad?
11. ¿Mi casamiento?
12. El Zorro Falso
13. ¿Zac?
14. ¿Tu hermana Gemma?
15. El Deseo
16. La Historia Cambió
17. Mejor Amigo
18. Daniel Te Extrañé
19. No te olvidé
20. ¿Estás Borracho?
21. Mi Media Hermana
22. Una Infidelidad
23. Pasa Rápido
24. Magia Negra
25. El Día
26. Mejores Noticias
27. La Velada Perfecta
28. "Los Supremos"
29. La Llave Dorada
30. La Ley
31. El Gran Final

7. Sangre

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De C_R_GRIMALDI

Realmente si tenia sentimientos encontrados por él pero decirle si, era aumentar su ego y odiaba eso. Lo vi unos cuantos segundos a los ojos, parpadee por una última vez para el beso que se aproximaba, miré sus labios, cerré mis ojos para besarlo con muchas ganas, pasión; él estaba loco de deseo. Abrimos lo ojos, sonreímos al unísono, más enamorados de lo que pensábamos, sujetó mi mano.

Al terminar el beso. Henry se puso divertido, su sonrisa estaba de oreja a oreja, junto con sus hermosos hoyuelos; sus labios muy cerca de los míos, a solo unos centímetros. Estaba siendo más complicado ver sus labios rosados; su hermosa sonrisa tan cerca de mí, era irresistible. Traté de negarme pero él cada vez se acercaba más, cerré los ojos; mis deseos me vencieron. Rodee mis brazos por su cuello, sus brazos rodearon mi cintura, pegándome mucho más, sintiendo su pecho temblar al igual que sus rodillas; nuestras mejillas estaban ruborizadas, más las mias; sus ojos achinados, con ese pequeño lunar cerca de su boca, lo hacía jodidamente sexy.

No quería besarlo porque eso me confundía, no podía traicionar a mi mamá, pero mis impulsos eran más fuertes. Resistirme a esos labios era imposible, cuando me besaban hacían olvidarme de todas las cosas, solo pensaba en sus labios, carnosos y dulces con sabor a menta recorriendo mis labios, suspirando llenos de pasión.

—¡Te necesito Tess! —expresó Henry con angustia y apego.

Sentia la misma angustia pero la presión de mamá me confundía. Lo miré algo conmovida por su mirada triste, correspondí al abrazo y cerré mi puerta en su cara. Diana se preocupó al verme en mi estado emocional. Le expliqué lo que sentía, no aguantaba más; nada de lo que quería estaba resultando, todavía no entendía mucho cuál era mi objetivo, tampoco entendía ¿por qué yo?, ¿por qué no había otras u otros como yo? Todo esto tenía que preguntárselo a María, comencé a marearme cayendo en el piso desmayada.

La cabeza dolía mucho, veía todo negro, los ojos eran difíciles de abrir, la luz que entraba por la ventana segaba mi vista, traté de mirar hacia otro lado, abrí un poco más los ojos, estaba tirada en el piso sin fuerzas para levantarme. Recordaba estar hablando con Diana y comenzar a marearme, traté de llamar a Diana pero al parecer no estaba, hasta que la vi justo al lado mío con un vaso de agua por tirármelo, hasta verme despierta, parecía más aliviada.

—¿Estás bien? —preguntó Diana—, ¿queres hablar del tema?

—No gracias, no estoy de ánimos —escurriendo el pelo.

Estaba toda adolorida, mi cabeza daba vueltas, tenía la misma ropa que la noche anterior. El mareo cada vez se iba disminuyendo aunque el dolor no se iba con nada.

—¡Tessa! —golpeando la puerta de mi habitación con todas sus fuerzas—. Buenos días.

—¿Qué pasa Henry? —abriendo mi puerta—. Estaba durmiendo.

—Tenemos que comer, ¿dormías? —viéndome mojada algo irónico y pícaro.

Era por mi alimentación, la verdad tenía mucha hambre, tomé sangre, copa tras copa; pedí más y más, hasta estar satisfechos, cada uno se fue por un lado de la cocina, sin decir ni una palabra, nuestras miradas delataban todo.

Mi obligación era hablar con mamá para responder alguna de mis preguntas, no tenía compañía, me dirigí hacia lo de mi madre. María se encontraba sentada con sus amigas, se disculpó, se acercó para hablar más en confianza, pregunté dónde se encontraba mi papá. Ella repondió que cuando lo había conocido, él era un joven apuesto, de ojos claros, morocho; no era tan malo como describían a los ángeles de la oscuridad. Él no era puro pero era mejor que ningún otro, atraía mucho con su valentía, su honor, su encanto, esa paz interior que tenía. Ninguno de los dos estaban de acuerdo con la guerra que se había armado.

Ellos se amaban pero no pudieron estar más juntos debido a la regla, sus papás los obligaron a no estar juntos y tuvieron que respetar la desición sino implicaba la muerte de ambos. Luego de escuchar eso entendí por qué no habían otros como yo, todos le temían a la muerte pero mis papás por ser hijos de los reyes se confiaron, aunque todo les salió mal. A Federico lo enviaron al bosque, el lugar donde se encontraban las sombras, unas sombras que jamás te dejaban ir, hasta que Élbargab poseía tu alma. Mamá todavía tenía esperanzas de que estuviera vivo.

Para cambiar de tema comenté sobre el diario íntimo y lo que había leído acerca de mí, era una ventaja nuestra, mostré la réplica del brazalete pero no servía. Debía ser el original, explicó que el brazalete tenía un poder mágico. Nadie sabía, ni el mismo Henry. <<Pan comido>> pensé, tenía que hacer solamente una réplica exacta y llevarle el original.

Al final no era tanto trabajo, pero solamente quedaban tres días, tres días para conseguir los dos objetos faltantes incluyendo el brazalete. Solo tres días, con mi magia logré aparecer dentro del árbol e intercambiar algunas palabras con Valeria acerca de Henry para luego intercambiar el brazalete sin que nadie se diera cuenta. Valeria parecía estar muy contenta sobre mi visita, por fin tenía el brazalete original en mis manos. Tomé camino devuelta hacia mi habitación pero justo en el trayecto, choqué con Henry. Lo miré de reojo siguiendo mi camino hacia la habitación.

—¡Espera! todo lo que te dije ayer es la verdad —dijo Hen sincero—, quiero amarte pero vos no me dejas Tess.

Diana se encontraba sin entender nada. Estaba angustiada por no poder decir que lo amaba, mi mamá no estaba de acuerdo en el casamiento ¿por qué habia cambiado de opinión repentinamente? Eso exactamente es lo que no entendía, nosotras buscábamos igualdad entre los dos reinos.

—¿Qué pasó Tessa?, explícame —dijo Diana desesperada.

—Ayer Henry confesó que me amaba.

Mi mayor miedo era sufrir, lo amaba, a veces lo negaba, tampoco sabía cómo decírselo en la cara. Nuestro amor era desmedido, profundo pero en el medio estaba el plan, ese plan del que tanto hablaba Henry con su padre y del que nada bueno traía. María no estaba de acuerdo con el casamiento porque sabía del plan. Solamente buscaba estar cerca de Henry, a su lado estaba bien, a pesar del plan no quería hacer daño.

—¿Conseguiste el brazalete? —preguntó Diana.

—Si —mostrándoselo en mi muñeca.

Diana comenzó a decir una especie de verso que le había dejado María como recado. Era difícil de descifrar pero no imposible. Comenzamos a pensar un poco.

Tienes que verlo
Para poder creerlo
En el cuadro se encuentra
Tu más preciado objeto

Eso ¿qué significaba? recordaba en mis pesadillas el objeto preciado era un collar de esmeraldas. Mi piedra de la suerte pero ¿en un cuadro? <<Debe haber como en todos los palacios de las películas, un cuarto nada más de cuadros>>, reí ante mi pensamiento. Diana insistió en que le preguntara a Henry, tal vez parecería algo raro pero preguntarle si existía una habitación de cuadros no tenía nada de malo.

—¿Henry? —pregunté algo insegura de su respuesta.

—¿Y ahora qué? —siendo muy grosero.

El chico de rulos se encontraba molesto y no entendía su enojo. No había sido tan grave como para tratarme así, no le había hecho nada. Me senté a pensar un poco hasta que vi a Henry aproximándose a mí, algo atemorizante y juguetón para mi gusto, me miró fijamente.

—No te quiero perder, sos muy importante para mí, ya perdí muchas cosas en mi vida —besándome tiernamente.

—No soporto la idea de sufrir, por eso me cuesta amar, también tengo mucha presión asumiendo responsabilidades de reina.

—Ya me di cuenta del miedo que le tenes al amor —dijo Henry acercándose a mí.

Me preguntaba <<¿acaso le temía al amor?>>. Suponía que necesitaba estar en confianza para poder entregarme completamente, él verdaderamente me gustaba, era tan irresistible. Siempre me sentía segura a su lado pero no lo conocía completamente. Noté a Henry mirarme sonriente, ahí entendió lo que yo estaba pensando, él lo sabía, maldecí por mis adentros y bloqueé mi mente para que no pudiera meterse más.

Pregunté sobre el cuarto de cuadros, su mamá los pintaba. Según como me hablaba de la madre no parecía una persona capaz de abandonar a su hijo <<¿qué fue lo que habría pasado para que lo abandonara?>> preguntaba inquieta. En ese momento se paró llevándome hacia la habitación de cuadros pintados. A primera vista logré ver un recuadro de una mujer con los mismos ojos esmeraldas que tenía Henry, el mismo pelo sedoso y con rulos, un pelo largo con una sonrisa hermosa que delataba a aquella mujer como su madre. Luego otro cuadro al que no podía sacarle los ojos de encima, ya que no entendía cómo un autoretrato había llegado al castillo, se veíá idéntica a mi.

Según Henry, la madre veía el futuro y lo pintaba, tratando como de contar una historia con pinturas, por eso la madre ponía números detrás de ellas. Henry admitió haber tratado de poner en orden todos los cuadros pero algunos cuadros no los había encontrado, quedando incompleta la historia.

—¿Nunca pensaste que pueden estar ocultos por el castillo? —pregunté algo obvia.

—Hace 19 años que vivo acá y... —siguió hablando—, nunca encontré esos cuadros —contestó con mucha certeza.

Me preguntaba dónde estaban los cuadros faltantes. <<Vamos a ver los demás cuadros que se encuentran fuera de este cuarto>>, buscando una verdad en los cuadros.

—Voy a juntarlos y los traigo para acá —esbozó Henry con mucha emoción.

Lo quise ayudar, en mi habitación había un cuadro pintado contra la pared ¿cómo no me había dado cuenta antes de la chica retratada?

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Holaaa a tod@s, comenten, no olviden de votar. Gracias por sus comentarios y apoyo incondicional. Me pueden hablar por privado que no tengo drama.

Saludos desde Buenos Aires xoxo.

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