N/A: Sólo por si las moscas, el título del capítulo es por ser la final del campeonato, no por ser el último cap! Ahora sí, disfruten ;)
Emily's POV
Le di los retoques finales a mi mascarilla y por fin me la quité, palpando mi suave y tersa piel después de una hora y media de tratamiento. Kendall, Vanessa y yo habíamos planeado esto de principio a fin, cada mínimo detalle estaba calculado. Nada podía salir mal.
"¿Conseguiste lo que te pedí?" Le pregunté a una de las tantas Jenner en un tono autoritario.
"Claro, no ha sido muy difícil, sabes que Tori babea por cualquiera de nosotras." Asentí mientras una maléfica sonrisa se formaba en mis labios. "Muy bien, yo me encargo del resto."
"Esto se pondrá bueno." Dijo Vanessa con una risita.
Al fin. Al fin Laur sería mía, y nada iba a impedirlo.
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Lauren's POV
"Mitchell, Jauregui, Kelly y Steinfeld vayan a calentar por media hora, quiero trotes alrededor del campo y sesenta bateos de práctica." Asentimos y comenzamos con la tarea.
El día estaba precioso, ni una nube en el cielo. El viento era fresco, lo que contrarrestaba perfectamente con la pesadez del calor. Mi piel ya se había bronceado ligeramente al pasar tanto tiempo al aire libre entrenando, y debo admitir que me quedaba muy bien. Con el uniforme ya puesto, luego de trotar comenzamos a practicar pases de pelota y bateos, el resto del equipo haciendo circuitos de postas y demás ejercicios al costado del campo.
Después de unos buenos cuarenta y cinco minutos de trotar y batear, revisé la hora y sólo faltaban unos quince para que la gente empezara a llegar. Mi madre había prometido traer a Chris y Tay y grabar el partido para que luego lo viesen mis abuelos. Sonreí al recordar la cara que había puesto mi abuelo cuando le conté que habíamos llegado a la final. Me hacía tan feliz poder tenerlos a los dos... Mis abuelos paternos fallecieron de enfermedades muy raras, los extrañaba tanto.
"¡Todas a los vestidores!" Me di la vuelta y vi como abrían las puertas a la zona de las tribunas para que la gente comenzara a llenarlas. Todos eran familias y adolescentes probablemente amigos de mis compañeras o del otro equipo. Esperé pacientemente, incluso contra la orden de la coach, a que las chicas atravesaran esas puertas. La primera que divisé entrando fue a Dinah, seguida de Normani, Ally, Vero y finalmente Camila, que se veía hermosa con un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas y dejaba ver la suave piel de sus hombros.
Corrí hasta la puerta de metal y salí del campo a una velocidad increíble, sentía una necesidad inmensa de abrazarla y hacerle saber cuánto le agradecía por lo que había hecho. Dinah me vio llegando y me señaló, todas se voltearon y cuando Camila lo hizo rápidamente la sumergí en un fuerte abrazo. Su pequeño cuerpo y su calidez eran todo lo que anhelaba en este mundo. Correspondió sin problemas y pasó sus brazos alrededor de mi cuello, a lo que yo apreté levemente su cintura.
"Gracias." Dije al separarme un poco. Camila me miró confundida y reí. "Gracias por hablar con tu padre, mi madre... ella te adora por eso y me dijo que quiere conocerte." Colocó los labios en forma de una 'O' y asintió.
"Ah, no ha sido nada realmente. Me siento feliz de haberlo hecho y yo también estaría encantada de conocerla." Sonrió dulcemente y me derretí a la vista.
"Mila, debemos ir a sentarnos o se ocuparan todos los lugares." Dijo Normani ya dirigiéndose a la tribuna con las demás.
"Oh, claro, ve." Hice una ceña con los brazos para que fuese, pero ella colocó un dedo sobre mi boca.
"Te olvidas de algo." Alcé una ceja.
"Uh, ¿qué cosa?" Quitó el dedo, se paró en puntitas y presionó un suave beso muy cerca de la comisura de mis labios.
"Eso." Soltó una risita mientras que yo boquiabierta y fascinada, llevaba una mano a mi rostro y trazaba la piel en donde todavía quemaba su beso. "Mucha suerte, dedícame un bateo." Volvió a reír y siguió a las chicas hasta las gradas. Permanecí ahí parada por unos segundos hasta que oí a la coach gritar.
"¡JAUREGUI LUEGO TE BESUQUEAS CON TU NOVIA! ¡A LOS VESTIDORES, AHORA!" Me sonrojé inmediatamente y recé por que Camila no hubiese oído eso.
Al llegar a los vestidores me encontré con un equipo alborotado y entusiasmado por jugar, la escuela jamás había ganado un trofeo en softball, eramos la primera generación en llegar a la final del campeonato invictas. Nadie podía creerlo, es por eso que casi toda la escuela se encontraba en el público esperando a que saliéramos.
La coach carraspeó.
"Muy bien equipo... Sé que algunas están algo nerviosas, pero quiero que sepan que pase lo que pase, este instituto jamás ha llegado a un lugar así en softball. Así que no importa si perdemos hoy, porque todos estamos muy orgullosos de ustedes, han dado todo en el campo y lo agradecemos enormemente, yo, los estudiantes, la directora, todos." Pasó su mirada por todo el equipo. "Por eso ahora quiero que quiten de su mente los malos pensamientos, todo irá bien y lo peor que puede suceder sería quedar en segundo lugar." Todas asentimos animadas y abrazamos a la coach. "Bien, bien, bien, suéltenme." Fingió amargura. Reímos y nos separamos. "Jauregui," Alcé mis cejas y la vi esperando sus ordenes. "¿unas palabras?" Abrí los ojos bien grande.
"Uh... ¿Por q-qué yo?" Maia me empujó el hombro con la mano.
"Porque eres la capitana, idiota." El resto de las chicas rió y la coach se cruzó de brazos esperando que comenzara a hablar. Tragué saliva.
"Uhm... Bueno, yo llegué aquí un poco de improviso, y para ser sincera, aún no puedo creer que estemos en las finales. Recuerdo cuando me probé para entrar al equipo, nadie me conocía y no tenían idea de dónde había salido, pero me dieron la oportunidad de todos modos y estoy muy agradecida de estar con ustedes, las quiero." Un coro de 'Aww's' llenó el lugar y Maia me abrazó. "Entonces, sólo quiero decir que por lo menos a mí no me importa ganar o perder mientras que juguemos bien y como un equipo unido." La coach Benson me sonreía y asentía en aprobación. "No importa lo que ocurra allá afuera, somos y seremos siempre el mejor equipo de todo Miami." Todas gritaron un '¡Sí!' y juntamos nuestras manos en un conteo hasta alzarlas rápidamente y empezar a salir al campo.
El público se puso euforico al vernos, la tribuna estaba colmada de gente, todos con sus guantes gigantes y globos blancos y negros en forma de bastón, algunos incluso llevaban la cara pintada como chitas. Encontré a mi madre sentada junto a Chris y Tay, que agitaban sus guantes con fervor y sonrisas enormes en sus rostros. No muy lejos pude distinguir a Stefanie, que aunque me sorprendió verla, sonrió y saludó tímidamente con su mano. Dinah fue la primera en gritar al verme. No pude comprender lo que dijo por culpa de todo el bullicio a su alrededor, así que simplemente fruncí el ceño y le sonreí agitando mi mano en saludo. Vero estaba ahí también, justo al lado de Camila, que me miraba algo cohibida. Le sonreí para serenar su postura y ella devolvió el gesto, enseñando sus brillantes y blancos dientes mientras colocaba un travieso mechón de cabello detrás de su oreja.
Nos posicionamos todas en nuestros respectivos lugares en el campo y esperamos a que el referí marcase el comienzo del partido.
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Camila's POV
Cuando el equipo salió todo el mundo se volvió loco. Gritaron y cantaron incluso más cuando Lauren apareció en el campo, al parecer todos la conocían como 'La que llevó al equipo hasta las finales'. La ojiverde saludó a varios de los que estaban ahí, incluida una muchacha que según Dinah, era la compañera de pupitre de alguna clase suya. No pude evitar que un tantito de celos me invadiera, ella era muy bonita. Rápidamente se disiparon al ver que Lauren me miraba. Sonrió encantadoramente y me ruboricé mientras una sonrisita se formaba en mi rostro. Coloqué un mechón de cabello detrás de mi oreja y cuando alcé la vista el equipo ya se estaba poniendo en sus posiciones. Yo no entendía nada de softball, pero la posición de Lauren era una muy buena.
A lo largo del partido Dinah iba explicándome cosas sencillas como por qué una jugadora estaba fuera cuando la pelota era atrapada antes de tocar el suelo y detalles mínimos que todo el mundo debía saber. Menos yo, claro. Lauren de vez en cuando sonreía a sus hermanitos y mi corazón daba saltitos dentro de mi pecho, eran dos niños adorables y llenos de vida, al igual que su madre que atrapé varias veces mirando hacia donde nosotras estábamos sentadas, posiblemente buscándome a mí, que para su desgracia, era constantemente tapada por la mucho mayor altura de la polinesia.
"¿Por qué han puesto esa cuenta en el marcador?" Pregunté desorientada.
"Van a tomarse unos minutos, llevan más de una hora y media jugando." Asentí y busqué a la pelinegra entre el montón de chicas. Lauren había ido a echarse algo de agua en la nuca y el rostro, estaba toda sudada y se notaba como su pecho subía y bajaba junto con su respiración agitada. Mordí mi labio.
¿¡Que no puede dejar de ser sexy por un moment- Oh, espera, no. No, no, no y no.
Emily se aproximaba a las jugadoras con una sonrisa coqueta y las saludaba simplemente agitando su mano, pero claro, cuando llegó a Lauren tuvo que besar su mejilla. Bufé y puse los ojos en blanco. El uniforme de animadora debía admitir que le quedaba de fabula, pero a pesar de eso, y para mi fortuna, Lauren jamás se tomó el tiempo de observarla completamente.
Sonreí al ver a Emily dándole un beso en la mejilla a otra jugadora rubia y de cabello enrulado.
"Ya vuelven a jugar, va a batear Maia, la amiga de Lauser." Rodé los ojos.
"Ya sé quien es, Dinah." Dije molesta. No era estúpida, simplemente no entendía muy bien las reglas del juego, y la identidad de las jugadoras no tenía nada que ver con eso. Dinah rió.
"Queda una jugadora por batear y con tan solo un punto ganaríamos." Abrí los ojos y puse toda mi atención en Maia, que se acercaba a la zona de bateo. Por alguna razón todas la observaban preocupadas, y al alzar el bate un atisbo de dolor se hizo presente en su rostro. La lanzadora sonrió de un modo que no pude descifrar bien e hizo un lanzamiento veloz como una bala. Maia intentó darle pero falló, marcando el primer strike. Así también llegó el segundo strike y la tribuna estaba tan intranquila que casi se podían oír los ruidos de la gente comiéndose las uñas. La lanzadora hizo lo suyo por tercera vez y Maia movió el bate hacia adelante, dándole débilmente a la pelota, pero algo andaba mal. Tomó su brazo y un fuerte quejido escapó de su garganta mientras caía de rodillas al piso.
"Oh santa virgen. ¿Qué le ocurrió?" Preguntó Ally y todas negamos sin tener idea de lo que estaba sucediendo. Los médicos pronto estaban ayudándola a levantarse y llevándola a la enfermería para darle asistencia. El referí le dijo algo a la coach y señaló a la fila de jugadoras que ya habían pasado a batear. Todas se miraron entre sí sin saber qué hacer hasta que la Srta. Benson señaló a Lauren y luego al campo. La ojiverde, también conocida como la estrella del equipo, perpleja, se apuntó a sí misma con su pulgar y al notar la irritación de la entrenadora, comenzó a trotar rumbo a la zona de bateo.
"¡Mila! ¡Lauren bateará por Maia!" Exclamó Ally emocionada. Sonreí de igual manera y asentí furiosamente.
Lauren se paró en la base y colocó el bate a unos centímetros de su hombro, sus brazos derechos y sus codos apuntando recto hacia cada lado. El ritmo de mi corazón de aceleró a mil cuando la lanzadora le dedicó la misma estúpida sonrisita y Lauren la miró desafiante.
Tú puedes, Lo. Tú puedes, Lo.
Pensé, rezando que ella pudiese oír mis pensamientos en ese momento. Quería abrazarla, besarla, cualquier cosa que ayudara a calmar mis nervios.
Como si la pelinegra pudiese realmente leer mi mente, su mirada se dirigió hacia la tribuna, directo a mí, para luego besar sus dedos indice y del medio, señalarme con los mismos y tocar el bate.
Oh. Dios. Santo.
La pelota hizo su camino hacia Lauren y un segundo después toda la tribuna estaba gritando de forma ensordecedora. Todos se habían puesto de pie, bloqueando mi visión, por lo que debí subirme a mi asiento. Cuando lo hice pude ver justo como Lauren llegaba a la última base y todo el equipo corría a alzarla y lanzarla por los aires.
La bola ya ni siquiera estaba dentro del territorio del instituto.
Las chicas gritaban y se abrazaban entre ellas, pero yo aún no podía reaccionar. Ella me había dedicado esa carrera, ¿verdad?
Sí, tal y como yo se lo había pedido.
Con mis labios entreabiertos y mis manos temblando ni siquiera pensé en si estaba permitido, pero lo hice de todos modos. Corrí, corrí bajando la tribuna y hasta ingresar al campo, pero cuando Lauren se volteó y me vio mi corazón se detuvo y permanecí quieta por un momento.
¿Qué rayos estás haciendo?
Jadeante, negué con la cabeza a la voz dentro de mi mente. Lauren sonrió y abrió los brazos.
No tengo idea.
Y acorté los pocos metros que quedaban en medio de nosotras saltando encima suyo. Ella colocó sus manos detrás de mis muslos y me alzó, dando vueltas. Mis piernas se enlazaron alrededor de su cadera y mis brazos abrazaron su cuello. Estaba sudada, pero me valía, no quería estar en ningún lugar más que en sus brazos. Se detuvo para evitarnos los mareos y me dejó en el suelo, posando sus manos en mi cintura. Mantuve mis brazos en su lugar.
"Eso estuvo... Wow." Dije y ella largó una carcajada.
"Gracias, espero que te haya gustado la dedicatoria." Me sonrojé ligeramente y vi sus ojos con algo que ni yo podía decir exacto que era. ¿Tal vez ilusión?
"¿E-eso fue para mí?" Sonrió de lado sin separar sus labios.
"Claro que fue para ti, Camz." Mi pulso estaba golpeando como un martillo y al verla a los ojos lo supe. Lauren Michelle Jauregui me tenía completa y locamente enamorada.
Su rostro se acercó al mío y su mano apretó mi cintura. Mis labios, que nunca habían dejado de estar separados, ahora se encontraban expectantes y quizás nerviosos al sentir la misma mano aproximándose a mi mejilla...
"Lauren." La inconfundible y severa voz interrumpió el momento aclarándose la garganta.
"¡Señor!" Se alejó de mi rostro más rápido que Speedy Gonzales y vi a mi madre tapándose la boca mientras reía junto a la figura de mi padre. "¿Q-qué hace aquí?" Tartamudeó. Noté como mi padre estaba conteniendo las ganas de poner una barrera en medio de nosotras dos.
"He venido a verte, Sinu insistió en que viniese por al menos unos minutos y aquí estoy. Quería felicitarte, fue un gran partido y una muy buena jugada, deberías dedicarte a esto." Lauren asintió y le regaló una sincera sonrisa.
"Muchas gracias, señor."
"Por nada." ¿No podía disfrazar su molestia mejor? "Lo siento pero ya debo irme. Karla, tu madre te llevará a casa." Fue como si se lo aclarase a Lauren en vez de a mí. Mi madre seguía riendo y cuando mi padre se marchó ella se acercó a Lo y le dio un gran abrazo.
"Estoy muy feliz por ti y por el equipo, continúen jugando."
"De eso no tenga dudas." Se sonrieron cordialmente.
Clara, los hermanitos de Lauren y las chicas caminaban rumbo hacia nosotras mientras charlaban. Chris y Taylor corrieron y abrazaron las piernas de la jugadora.
"¿Les gustó el juego monstruitos?" Los pequeños movieron la cabeza positivamente y todos sonreímos enternecidos.
"¡Ha sido geniaaaaal!" Expresó Chris.
"Me alegro, un día de estos voy a enseñarles a jugar." Abrieron sus ojos y sus boquitas alegremente y estrujaron más fuerte sus piernas.
"¡No hasta que tengan al menos diez años cada uno!" Bufaron desanimadamente.
"Tú debes ser Clara, yo soy Sinu, la madre de Karla." Clara la miró algo confundida hasta que al parecer unió los puntos y dijo un largo '¡OH!'
"¿Y cuál de todas ustedes preciosuras es la famosa Camila?" Preguntó adorablemente.
"Uh, esa soy yo." Levanté la mano y ella jadeó cubriéndose la boca al verme. Su mirada fue a parar con la de Lauren.
"Mija, ¡si es hermosísima justo como tú dijiste!" Mis mejillas se tornaron de un rosado brillante al igual que las de Lo.
"Ya, ma, ve a charlar con Sinu de tu nuevo empleo." Dijo medio entre dientes y Clara se carcajeó junto con mi madre.
"No trates así a la madre, Lauser." Rodó los ojos y Clara hizo un gesto con la mano quitándole importancia.
"Mi hija finge ser dura, pero la verdad es que es un lindo osito de felpa."
Tiene razón, señora.
Lauren no aguantaba más de la vergüenza, así que Dinah habló para cambiar el tema.
"¡Hey! ¿Irán a la fiesta que dará Tori Kelly en su casa? Ya saben, celebración por haber ganado el campeonato..." Normani, Ally y Vero asintieron sin más.
"¿Puedo ir mami?" Había prometido que iría a la siguiente fiesta, así que debía hacerlo. No es que fuese un sacrificio, Lo también estaría ahí.
"Claro que sí, jamás asistes a las fiestas, ya me estaba preocupando un poco, mija." Soltó una risita y la copié sarcásticamente.
Las chicas observaron fijamente a la pelinegra que faltaba confirmar su asistencia.
Rascó su nuca. "Uh... No lo sé, no quiero estar demasiado cansada, debo ir a trabajar el lun-"
"Ya no trabajas para Alejandro, Laur, puedes ir a la fiesta sin preocupaciones."
"¿En serio lo dice?" Preguntó sin poder creerlo.
"Por supuesto, además no quiero que te pierdas una fiesta a la que irán todas tus amigas. Ve y diviértete." Las séis festejamos contentas de que asistiríamos a una fiesta que posiblemente sería la mejor del año y minutos después mi madre anunció su partida.
"¿Vienes conmigo, hija?" Dinah con prisa tomó mi mano.
"Sí iremos todas contigo, Chanch, debes prestarnos ropa para ponernos."
Mmm... ¿Qué?
"Per-" Estrujó mi mano y por fin capté sus intenciones. "¡O-oh, sí! Uhm, tengo varias cosas que podrían quedarles." Seguí la corriente.
"Excepto a ti, Vero, tienes un estilo muy diferente al nuestro." Normani hizo un puchero.
"Meh, no habrá problema con eso, la verdad es que no me imagino con un vestido floreado ni nada como eso." Se encogió de hombros.
"¡Nos vemos en la fiesta, Ralph!" Lauren agitó su mano, sus hermanos copiandola y causándonos ternura a todas mientras nos encaminábamos hacia el estacionamiento.
"Hoy será el gran día, Chanch. Te ayudaremos a elegir tu ropa, irás a esa fiesta, ¡y la pasaremos de maravilla!" Dijo Dinah a mi oído para que mi madre no oyese.
Oh dios. ¿En qué me he metido?
Nota: Casi 15K y creo que voy a explotar, muchas gracias! Este capítulo me llevó un poco más escribirlo y editarlo ya que quería que quedase perfecto (que espero haberlo conseguido...) Si no fue así, lo siento :(
PD: Todavía no estoy segura si el cap tiene dos o tres partes, pero no hay de qué preocuparse, lo divida como lo divida, el cap va a ser siempre exactamente lo mismo.
Si les gustó, por favor voten, comenten, pásense por mi otro fic y tengan un bellísimo día (o noche.)