Capítulo dedicado a @Esther1816
Capítulo 24| Quisiera poder tenerlo a mi lado justo ahora.
Melanie.
Un ruido de voces me hace abrir los ojos. Pero la claridad me molesta y los cierro de nuevo, intento abrirlos nuevamente pero sigo sintiendo mis ojos pesados y cansados, puedo oír pasos y voces que me parecen lejanas.
Así poco a poco intento nuevamente abrir mis ojos mientras lucho a que no se vuelvan a cerrar, miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en el hospital ¿qué hago aquí?, ¿Qué me ha pasado? Dirijo mi vista a mi brazo y veo que tengo una vía puesta en mi brazo derecho con una bolsita de líquido conectada a ella y noté justo en este instante que la puerta esta entreabierta.
Lo único que recuerdo es haber sangrado, Kyle cargándome en sus brazos y Luna tomándome de la mano.
<< No te asustes, tranquila...>>
Sigo mirando a mi alrededor y me doy cuenta que hay otra cama al lado vacía y un sofá blanco con mis pertenencias.
Arrugo las sabanas entre mis dedos preguntándome que es lo que me ha pasado pero en ese momento entra Luna por la puerta.
— Mel.— Luna se acerca a mi lado.— ¿Cómo te sientes?— Preguntó, cogiendo con cuidado mi mano.
— C-creo que bien, pero me siento muy débil.— Ahogo un gemido apenas me siento en la cama.
— La doctora de turno está hablando con tus abuelos.— Comentó.
— ¿M-mis abuelos están aquí?
— Sí, Kyle se fue hace un momento y me pidió que lo llamara cuando despertaras para saber si estabas bien.— Con su pulgar acaricia mi mano.— Fue el rector quien llamo a tus abuelos para informarles que estabas aquí.— Asiento.— Voy a ir por la doctora ¿ok?
Asiento nuevamente, la cabeza de pronto me duele y me obligo a mi misma a dejar de darle vuelta al asunto y esperar a que la doctora llegue y me explique es lo que sucede conmigo.
Entonces mi abuela junto con la doctora esta vez sin acompañada de Luna y cierran la puerta. La doctora se acerca y me mira a los ojos como si estuviera pidiéndome que mantuviera la calma.
— ¿Cómo te sientes Melanie?— Preguntó.
Miro a mi abuela pidiéndole con la mirada que por favor se acercara y ella pareció entender el mensaje y lo hizo.
— Me siento débil, pero creo que bien.— Repito.— Pero quiero saber qué es lo que me paso.
La doctora compartió una mirada con mi abuela y entonces ella me toma de la mano.
— Necesito hacerte un par de preguntas, ¿ok?— Yo asiento.— ¿De cuando has sentido esos calambres y dolores pélvicos?— Preguntó, me observa esperando mi respuesta.
Lo calambres seguro que Luna debió decirle pero mis dolores pélvicos nadie más lo sabía, bueno, solo Rebeca lo sabía pero ella está demasiado lejos para informarle aquí a la doctora o mis abuelos.
— Alrededor de dos o tres semanas.— Contesto.— También he estado con vómitos y dolor abdominal.— Vuelve a mirar a mi abuela.— ¿Por qué?
— Necesito que me escuches con mucha atención e intentes tomar esto con calma.— Miro a mi abuela y ella me pide que escuche a la doctora.— Te realizamos un examen de sangre y lo primero que nos arrojo fue que tienes anemia.
Ok, creo que me estoy asustando.
— ¿Y por qué el sangrado?— Dirigí mi mirada hacia ella, siento como mi abuela aprieta más mi mano.
¿Qué pasa?
— Estas embarazada.— Me informa, en ese momento olvido como respirar.— Tienes trece semanas comenzando recién el segundo trimestre.
No puede, James y yo nos estuvimos cuidado durante toda nuestra relación sexual e incluso él usaba condón para prevenir cualquier accidente como solía llamarlo.
Suelto una risita nerviosa.— E-eso es imposible, a mí me llego mi menstruación. Yo tomaba mis anticonceptivos...— Fue entonces que recuerdo nuestro último acto sexual, estaba tan presionada por los trabajos, presentaciones que olvide tomarme la pastilla.— ¿E-es una broma cierto, abuela?— La miro y ella parece estar conteniéndose.
— Hay un porcentaje que las mujeres estando embarazadas les llega aun su menstruación, que olvidándose de tomar la pastilla es noventa por ciento de quedar embarazada.— Mi corazón está a punto de salirse del pecho.
¡Yo no puedo estar embarazada mucho menos ahora!
La cabeza comenzó a dolerme nuevamente de tan solo imaginar cual puede ser la reacción de mis padres, pero en especial la de Christopher.
<< Creo que la cigüeña los ha escogido a ustedes este año...>>
— ¿P-pero por qué el sangrado?— Susurré aun aturdida por la noticia.
Mi abuela derrama un par de lágrimas y su mano se aferra más a la mía esta vez causándome un pequeño dolor.
— Cuando comprobamos lo de tu estado, te hicimos un ultrasonido vaginal con urgencia para saber si estaba todo bien con el bebé. Pero nos encontramos con la sorpresa de que no solo esperabas uno, sino que eran dos.— Mi boca se entreabrió.— Ibas a tener gemelos.
¿Acaba de decir gemelos?
No, no, no, esto debe ser una broma.
¡No puede estar pasándome esto!
Esperen, ¿dijo eran?
— Lo que a ti te ha sucedió se le denomina Síndrome de gemelos evanescente. Esto ocurre cuando un gemelo desaparece en el útero durante el embrazo como resultado de un aborto involuntario de uno de bebés.— El dolor que estaba sintiendo ahora es completamente inexplicable.— Uno de los bebés presenta latidos de corazón y crece de manera normal, pero el otro no presento latidos y estaba mucho más pequeño que el primer feto.— Solté un sollozo involuntario y miro a mi abuela con miedo.
¿Hay un bebé muerto dentro de mí?
¿En serio esto está pasándome?
Esto es mi culpa...uno de mis bebés murió dentro de mí sin yo tener idea del estado en que estaba.
No comía.
No dormía.
Estaba cansada por todo lo que había pasado con James.
Oh por el amor de Dios, James...
— N-no, n-no...yo...— Sollocé.
— El tejido fetal es absorbido por el otro gemelo. Para mi esto me impacta mucho porque estos casos se ven en mujeres más mayores.— Ella también me toma de la mano.— Melanie, hay una alta posibilidad que puedas perder también al otro bebé si no comienzas a cuidarte y poner de tu parte de ahora en adelante.
— ¡N-no puedo con todo esto!— Grité, ella intenta tranquilizarme y mi abuela solloza.— E-es muy doloroso.
— Lo sé linda, lo sé.— Las lágrimas bañan mis mejillas.— Pero tienes que ser fuerte y luchar por ese bebé que viene en camino.
— ¿Qu-qué más...?
— Lamentablemente el bebé murió estando en el segundo trimestre y tu embarazo en sí ya es tratado como alto riesgo.
No...
— D-debo salir un momento.— Mi abuela se disculpa y sale un momento.
— V-voy hacer lo mejor posible para poder mantener a este bebé con vida.— Me limpio las lágrimas.
— Voy a dejar que descanse y mañana por la mañana te evaluare antes de darte de alta.— Asiento como respuesta y la doctora sale de la habitación a lo que mi abuela vuelve a entrar.
Le hago un espacio para que mi abuela se siente a mi lado, ella con sus ojos rojos e hinchados intenta sonreír.
— Quisiera poder tenerlo a mi lado justo ahora.— Digo, refiriéndome a James.— Tengo tanto miedo, abuela.
— Mi niña.— Acunó mis mejillas en sus manos.— Vamos a salir de esto todos juntos. Vas a comenzar a comer saludable y a cuidarte ¿bien? No estás sola en esto, sé que es duro pero haremos nuestro esfuerzo para puedas traer al mundo a ese bebé.
Sonrío y abrazo a mi abuela pidiéndome a mi misma no llorar.
¿Qué mas debemos pasar James y yo?
Intente explicar lo mejor posible este caso, quise hablar un poco de ese síndrome porque mi prima lo paso y fue un proceso muy duro. Hay tantas cosas que desconocemos y que nos sorprenden de alguna manera.
-Besos y abrazos.