Era el último día de clases. Las semanas siguientes pasaron volando y al fin Mina ya no tendría que estudiar para cada maldito examen, era realmente un alivio.
Más aún cuando últimamente las chicas del grupito le habían hecho la vida imposible y ahora que acababan las clases, ni las vería durante dos meses. Dos hermosos y largos meses.
De alguna manera, aquello debía alegrarle. Estaría divirtiéndose con sus amigos y sin la presencia de la imbécil de Im Nayeon, pero no pudo evitar sentirse deprimida ese día.
Podía notar que Sana se mostraba igual que ella. La única que parecía realmente feliz era Momo, que no dejaba de sonreír.
Hoy no había razón para ir a la biblioteca, así que no lo hizo. Mina no creía que la morena fuera a ir tampoco.
Pero, al llegar al comedor y no encontrar a sus amigas, se asustó. Fue al primer lugar donde esperó encontrarlas y ese sitio era el baño.
--Son unas zorras!-- escuchó la voz de su mejor amiga hablar, Momo.
--Qué coño les pasa?!-- bueno, últimamente su otra mejor amiga había mejorado el carácter, seguía siendo tímida pero a veces soltaba unos tacos cuando estaba muy furiosa.
Mina entró al baño y se encontró con las dos chicas cubiertas de pintura rosa. Habría reído si no fuera porque las chicas parecían furiosas y la pelirroja no quería que se desquitaran con ella.
--Siendo honesta, Moguri, tu color no es el rosado-- intentó bromear y las rubias la fulminaron con la mirada--. A ver, Tzuyu? Nayeon? Jihyo? Quién fue?
--Todas ellas-- respondió una molesta Sana y después de quitarse el pegote del pelo, soltó un chillido--. Cómo detesto a Tzuyu!
--A todas esas malcriadas!-- dijo Momo, sin referirse a alguien en especial.
Mina si lo había hecho. No soportaba específicamente a Nayeon, pero no lo dijo.
--Cómo sucedió?-- preguntó, dejando su mochila en el suelo y abriéndola.
Le entregó una camiseta limpia a Sana y luego una sudadera a Momo.
Ya era costumbre traer ropa de recambio, desde principios de año que llevaba haciéndolo aunque sus amigas nunca siguieran su consejo. A Mina le era muy útil.
--Estaba abriendo mi casillero tranquilamente, Momo estaba conmigo-- empezó a decir Sana mientras se lavaba la cara y el cabello--. Entonces, de la nada, algo explota en el y cuando abro los ojos estoy cubierta de pintura.
--Yo, por estar allí, también fui bañada en pintura. Que desagradable-- dijo Momo, mientras se cambiaba.
--Qué zorras-- comentó una Mina sorprendida, ellas cada vez mejoraban sus métodos de acoso para las chicas.
--Y Nayeon! Ella es una perra-- dijo muy enojada Momo y pudo ver cómo Sana la apoyaba, asintiendo.
--Nayeon simplemente pasó a nuestro lado y nos tomó varias fotos mientras se reía. Ahora deben estar por toda la red escolar-- dijo echando humo la ardilla, y Mina abrió los ojos. Nayeon había hecho aquello?
--Ella...Hizo eso?-- le sorprendía, ya que hasta el momento nunca había participado directamente en las bromas.
--Si!-- vociferaron las dos, ahora más limpias, y Mina tomó asiento en el frío adoquín del baño.
Ya era una costumbre para ellas sentarse en el sin temor a que las vieran, nadie nunca utilizaba el baño del tercer piso.
--Supongo que todas son zorras-- susurró un poco decepcionada, pero luego pareció molestarse.
--Más Tzuyu y Nayeon-- dijo Momo y las dos chicas saltaron.
--Todas-- corrigieron y después se miraron.
No las estaban defendiendo, verdad? Era simplemente porque en general las cuatro son unas zorras, no solamente ellas dos.
--Cómo sea. Esperemos no encontrarnos una sorpresa parecida en tu casillero, Mina-- dijo tomando asiento en el piso, las tres chicas suspiraron.
Faltaron a las primeras dos clases y fueron por el pasillo, hablando. Habían varios chicos que las miraban y se reían, pero ellas simplemente lo ignoraban. Oídos sordos.
Ahora era el momento de la verdad.
Se encontraban frente al casillero de Mina y esperaban una gran explosión. Mina se colocó a un costado, no quedando frente a la puerta, la abrió con cuidado y apartó rápidamente la mano cuando la explosión de pintura azul se hizo presente, empapando todo el piso y los casilleros del frente.
Las chicas sonrieron y la pelirroja suspiró de alivio, por poco. Todos contemplaron aquella escena y el conserje soltó la escoba.
--Ustedes siempre me dan trabajo!-- se quejó, refiriéndose a las chicas.
En cualquier desastre que hubiera en el colegio siempre estaban ellas y él terminaba limpiando.
Mina río fuerte e intentó salvar los libros que no hubieran quedado arruinados por la pintura. Por suerte, ya era el último día y no necesitaría ninguno.
De camino a clases, cuando entraron al salón, repartieron los anuarios escolares.
Mina aún recordaba ese día, justo cuando Nayeon y su grupo le habían escondido la ropa después de la clase deportiva. Las tres chicas en sus fotos salieron con el cabello mojado y una ropa muy grande para ellas.
Se las habían entregado en la enfermería y ahora las tres se reían porque era muy gracioso recordarlo.
Sin poder evitarlo, cuando las chicas ya no estaban mirando, Mina buscó entre las páginas del libro hasta encontrarse con la foto de Nayeon.
Aparecía con una sonrisa brillante y los ojos igual de hermosa que siempre. Su cabello estaba en una trenza y llevaba una camiseta de tirantes. Realmente había salido preciosa. *Obvio, es Im Nayeon, que te esperabas Mina 😂*
Observó la foto por más tiempo del que esperaba y cerró el Anuario de golpe. Debía dejar de hacer eso!
--Parezco un perro mojado-- opinó Momo, observando su foto, era verdad y por eso las chicas se burlaron--. Oigan! Que vosotras tampoco salís bien...Bueno, Mina. Tu no estás tan mal.
Las dos amigas de la pelirroja observaron que era cierto, no salía del todo mal. Su cabello húmedo peinado hacia atrás y sus ojos brillaban. Llevaba una camiseta de botones azules y le sonreía a la cámara sin mostrar los dientes.
Pero igual había salido linda. A Mina no le pareció así. Ella no usaba colores claros *Así me gusta Mina, como una verdadera Darks*, la mayoría en su guardarropa era generalmente oscura, pero no era gótica ni emo. Simplemente pensaba que ese color le quedaba mejor.
Sus amigas siempre decían que Mina podría ser la chica mala del grupo. Claro, si fuera cruel al igual que las del grupo de imbéciles.
--Si. Saliste muy bien, Minari-- dijo Sana, pero sus ojos observaban la foto de Tzuyu.
La pelirroja pensó que tal vez estaba planeando como hacerle una broma a la taiwanesa. Sana había estado hablando toda la semana sobre vengarse de las chicas al menos una vez. *Claroooo, será por eso que Sana mira la foto de Tzuyu, claaaaaro*
Pero ellas nunca podrían hacer eso, no era tan fácil.
Todos comenzaron a firmarse los anuarios y, en cambio, eso no le interesaba a Mina. Eran mínimamente compañeros y solo esas dos chicas eran sus amigas, sus mejores amigas. *Inserte grito aquí: J-TRINITY!*
Sana tampoco pareció importarle aunque estuvo todo el día muy ansiosa y Momo decía que no sabía el porqué. Mina no se preocupó mucho, ya que ella estaba con su propia lucha interna.
Por alguna extraña razón quería que Nayeon le firmara el suyo. Era muy tonto y ella lo sabia, por eso se sentía enferma.
Salió por los pasillos, intentando dar vueltas y aclararse la cabeza, pero lo que si le sorprendió fue la escena que tenía delante de ella. Se detuvo, con una mueca de desagrado en su mayor expresión.
Mark estaba muy cerca de Nayeon y jugaba con su cabello, la morena parecía muy lejos de molestarse y le sonrió coquetamente. Mina sintió la sangre hervirle en las venas. *Preparadas para odiar a Mark? Porque os aviso, lo vais a odiar*
Iba a ir justo a su casillero, ahora que estaba limpio, a buscar unas cosas y la peor noticias era que ellos estaban recostados justo en el. Mierda. Por qué a ella?
Tomó varias bocanadas de aire. Nayeon se mordía el labio y parecía estar muy divertida coqueteándole al chico la pelirroja no sabría hacer aquello ya que su cerebro no se lo permitía.
Ella nunca se comportaría así y ver a Nayeon actuando como una princesita con un chico, la hizo irritarse. Lo peor era que Mark parecía encantado.
Fue hasta donde estaban ellos y con la mejor voz inexpresiva que encontró, les habló.
--Con permiso, este es mi casillero-- dijo señalando la puertecita, Nayeon la miró divertida y Mark bufó.
--Ándate a otra parte, fenómeno-- habló bruscamente y Mina apretó los puños.
--Es mi casillero. El que tiene que largarse eres tu-- replicó muy seria, sentía la necesidad de darle un golpe en la nariz.
--Quieres que golpee esa carita? Porque yo podría-- amenazó Mark, separándose de la morena y acercándose a Mina.
Si a Nayeon le preocupaba el bienestar de la pelirroja, nunca lo demostró.
Mina alzó las cejas y por un momento sonrió de tal manera que Nayeon la miró fijamente. Era una sonrisa burlona que no se le veía desde hace tiempo, como si Mina fuera superior.
--Atrévete-- lo retó y por un segundo las facciones de Nayeon cambiaron.
Ella pensaba que la pelirroja tal vez se haría para atrás, pero no lo hizo.
Antes de que el chico alzara el puño dispuesto a golpearle, Nayeon lo llamó, intentando aparentar diversión.
--Mark, es un mosquito muerto. No vale la pena, si?-- le dijo acariciando su brazo y de inmediato el chico le sonrió, olvidándose de la existencia de Mina. *Señores y señoras, el poder de seducción de Im Nayeon*
La pelirroja estaba echando humo por las orejas al observar las caricias que Nayeon le daba al chico.
--Mira tu, pedazo de...
--Mark, podrías guardarme un asiento en la cafetería? Por favor-- pidió Nayeon, interrumpiéndola, mientras hacía un puchero y Mark como un tonto le sonrió y le obedeció.
Se dio la vuelta, olvidándose por completo de Mina y se fue por una esquina.
Se resignó y volvió sus ojos a la morena. Nayeon ya no sonreía, pero sus ojos chocolates estaban clavados en ella.
--Si me disculpas-- hizo un alemán para que se apartara, pero Nayeon no se movió ni un pelo, es más, se recostó en su casillero.
--Yo estoy cómoda, podrías irte tu a otro lado-- comenzó a mirarse las uñas en un acto despreocupado, Mina rechinó los dientes.
--Im, es mejor que te hagas a un lado-- le dijo acercándose a ella, Nayeon la fulminó con al mirada.
--Oblígame, Myoui.
Mina no habló más y la tomó por la cintura, tan rapido que la morena no alcanzó a reaccionar, para apartarla de su casillero y abrió la puerta mientras escuchaba los chillidos de Nayeon.
--Quien te crees tú para tocarme?! Idiota! Imbécil! Fenómeno!-- cada vez que gritaba pegaba un pisotón en el suelo, ahora sí parecía una niña malcriada.
Mina sacó algunos libros y cerró la puerta, observó a Nayeon y vio que tenía las mejillas coloradas de tanto gritar. Pensó que se veía hermosa, incluso toda enojada. Pero se marchó por el pasillo, dándole la espalda.
--Myoui, no me ignores!-- escuchó que le gritaba y no pudo evitar sonreír, no se percató de que su anuario se deslizó de sus brazos y cayó al suelo.
Se fue sin ni siquiera notarlo.
El resto del día transcurrió con normalidad y la última clase se sentía muy ansiosa. Cuando se escuchara esa campaña sería la libertad de todos. El único detalle negativo era que no encontraba su anuario y era muy importante para ella, ya que tenía anotadas las dos dedicatorias de sus mejores amigas.
Aunque igual se iban a ver todos los días del verano, Mina quería tenerlo para guardarlo.
--Segura que ya revisaste todos los lugares?-- preguntó por cuarta vez Sana, que había estado ayudándole a buscar el libro.
--Estoy segura.
--Volviste a hacer todo el camino que hiciste hoy?-- preguntó Momo mientras mascaba un chicle.
--Fui a cada lugar en el que estuve-- dijo muy deprimida, sus amigas le dieron palmadas en la espalda.
--Bueno, el próximo año volveremos a escribirte algo y esta vez lo guardo yo-- resolvió felizmente Momo, dándole un guiño.
--Si!!-- exclamó Sana muy alegre, sostenía el suyo contra el pecho, como si fuera muy valioso.
Cuando entraron al salón y Mina llegó a su mesa, observó con emoción que ahí estaba su anuario, soltó un suspiro.
--Te lo habrás dejado ahí antes de salir del salón-- le dijo Sana, ahora feliz porque su amiga hubiera encontrado lo que buscaba.
--Supongo-- dijo no muy convencida y así estuvo el resto de la clase, con la duda.
Todos parecían realmente ansiosos, incluso la profesora observaba su móvil con disimulo, verificando la hora.
--3...2...1...--comenzaron a contar todos-- YA!
En ese momento se escuchó el timbre y todos los gritos de los alumnos mientras lanzaban cuadernos por el aire. Mina recibió abrazos de sus amigas y todos comenzaron a salir del salón.
Ya en el aparcamiento las chicas debían esperar a la madre de Mina que venía por ellas, para celebrar su último día tendrían pijamada en su casa.
Todos los estudiantes reían y gritaban, logró visualizar a Nayeon que casualmente no quitaba los ojos de ella. Mina tragó nerviosamente.
--Qué sucede, Mina?-- preguntó Sana, observando el nerviosismo de su mejor amiga.
Mina no respondía y casi de inmediato sintió su anuario quemarle las manos.
Lo abrió y fue hasta su foto. Ahora completamente alterada: en su rostro había dibujado un bigote y un parche de pirata: junto con un sombrero de payaso y la palabra "loser" escrita varias veces.
Mina fue hasta la tapa y una hoja después de la dedicatoria de sus amigas, estaba la hermosa letra de la morena. Decía: "Espero que pases unas vacaciones en el salón de belleza (lo necesitas) y porfavor rómpete una pierna (literal). Cuídate, fenómeno. Con gran desprecio tu queridísima no amiga, Im Nayeon" y junto a aquel discurso había un dibujo de la pelirroja con la cara llena de granos y una barriga enorme.
Mina enrojeció y cerró el libro de golpe. Levantó la mirada, furiosa, y observó con desagrado como Nayeon reía al ver su reacción, para luego lanzarle un beso y subirse al coche de los padres de Mark con unos amigos.
La pelirroja lanzó el libro contra el suelo.
--Im!-- gritó con todo lo que pudo y sus amigas la observaron, alarmadas.
Tendrían que comer mucho helado esta noche, para así calmar el humor de su mejor amiga.
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2425 palabras escritas a móvil, llevo 1 día escribiendo 😂😂
Espero que mis comentarios en el capítulo no os hayan molestado 😔❤
Hasta la próxima 😙
~Blade~