@GladysRubiVr :')
Capítulo 20| Es ahora cuando entiendo que hasta el para siempre tiene su punto y final, y, este es nuestro final.
Esta parte sucede al día después de que James despierta en el hotel.
James.
Mis ojos se abren y veo la luz que se filtra a través de las persianas de la habitación. Miré a mi alrededor, me encontraba en la cama con mi torso desnudo cubierto por sábanas blancas. Todo me daba vueltas, ¿Cómo demonios llegue hasta aquí?
¿Qué hago yo en una habitación de hotel?
Me llevé las manos a la cabeza, que amenazaba con explotarme en cualquier momento, me siento bruscamente en la cama y veo mi ropa esparcida en la alfombra.
— Mierda...— Decidí quedarme sentado un momento. Todo me daba vueltas.
Salgo de la cama pero apenas me levanto sentí un pequeño mareo y tuve llevar mi mano a la pared para poder mantenerme de pie. Logro llegar al baño y me dejo caer de rodillas al suelo y posé mis manos en ambos lados del inodoro, devolviendo todo lo que bebí y comí. La visión se me torno de pronto un poco borrosa, cuando mi garganta no da más me levanto apoyando mis manos sobre el lavabo. Sentía mi cuerpo débil y tembloroso, puedo sentir una horrible opresión en mi pecho que daba dificultad para respirar.
Como puedo voy a la mesita de noche a buscar mi celular y llamar a Robert para que venga por mí, me sentía del asco y de las veces que he bebido jamás me había sentido de esta manera como ahora. Es como si me hubiesen...drogado.
Cierro los ojos con fuerza obligando a mi cerebro recordar algo. Me siento en el suelo de la habitación y con mis manos aun temblorosas marco el número de Robert.
"No muerdo..."
"Vamos a bailar..."
"Dijiste que estabas soltero..."
Mierda.
La chica de anoche, ella, estoy seguro que ella le metió algo a mi bebida. Mis ojos se quedan fijos en una pequeña nota que está pegada en la lámpara sobre la misma mesita de madera color gris.
— ¿James dónde estás?— Preguntó Robert desde el otro lado de la línea.
Cogí la nota y la leo:
"Espero volver a vernos pronto, me la pase increíble anoche ;)"
— Robert...
¿Me acosté con esa chica?
— Envíame tu ubicación, iré por ti.
— Creo que anoche me drogaron...— Le suelto y releo la estúpida nota sostenida en mi mano.— No recuerdo nada.
Maldita sea.
Melanie.
Estaba en el despacho de mi abuelo ayudando a mi abuela a buscar unos documentos para mi abuelo que necesita para esta tarde para su reunión aquí en casa. Ambas metidas en su gran despacho lleno de libros, archivador y cuadros antiguos.
— ¿Abuela estas segura de lo que estamos buscando?— Le pregunto, ella estaba parada sobre una pequeña escalera revisando la curta repisa de unos de los estantes.
En cuarenta minutos debo irme a la universidad, espero no tardemos tanto aquí.
— La verdad es que no.— Se ríe a mis espalda.— Sé es un sobre que rojo con el nombre de la empresa etiquetado.
Sin saber muy bien en donde seguir buscando, decido irme al estante más grande que estaba al lado de la ventana que daba al patio trasero de la casa. Sacudo algunos libros con la esperanza de encontrar el dichoso sobre rojo pero nada caía, mi abuela en cambio comenzó a guardar los archivadores en la estantería.
Pero entonces algo cae de uno de los libros, lo dejo sobre el escritorio del abuelo y me agacho para recoger lo que ha caído.
Es una foto, donde sale mi abuelo junto a mi abuela estando embarazada. Sonrío al pensar en mi padre cuando era tan solo un bebé.
— Es la primer foto que veo de ti estando embarazada de mi padre, abuela.— Le comento, mi abuela se gira hacia mí.— Tenías tu cabello muy largo cuando joven.
Mi abuela se acerca y yo le enseño la foto, sonríe y toca la fotografía con las yemas de sus dedos con sus ojos llenos de emoción.
— No estaba embarazada de tu padre en esta foto.— Dice y yo la miro.— Antes de que tu padre llegara a nuestras vidas, tu abuelo y yo tuvimos una hija.
— ¿Una hija?— Pregunto con asombro, mi abuela se sienta en la silla de mi abuelo sin apartar la vista de la foto.— ¿Y dónde está? Nunca la hemos visto, papá nunca no has hablado de ella.
— Mi pequeña murió.— Entonces veo como sus ojos se llenan de lágrimas.— Le detectaron cancer muy pequeña y no pudo seguir con la guerra.— Me pongo de rodillas y tomo las manos de mi abuela.— Tu abuelo no soporto la perdida de nuestra hija y quito todos las fotografías de ella, tuvimos que mudarnos tiempo después de su muerte porque era un sufrimiento para ambos ver sus cosas en toda la casa, su habitación...su ropita, todo.— Suspiró.
A veces siento que no sé mucho de mi familia, pero saber que mis abuelos tuvieron una hija y la perdieron siendo aún muy pequeña me partió el corazón mucho más al ver que un par de lágrimas salir de sus ojos.
— ¿Tienes alguna foto de ella?— Le pregunto con interés.
Mi abuela se levanta, se dirige a una de las estanterías con cajón buscando entre las cosas al parecer una foto de su hija. Saca una pequeña caja de madera con una pequeña llave puesta en ella, lo abre y saca una foto. Sonríe y me la acerca con cuidado como si fuese su mayor tesoro.
La tomo y la observo con detenimiento, en ella aparece una niña de no más de catorce años vestida con un pijama de osos pandas abrazado un peluche del mismo animal en una habitación de hospital, su cabello era del mismo largo de mi abuela en la foto.
Es sorprendente el parecido que ambas tenían.
— Era muy hermosa, abuela.— Le digo con dulzura.— Se parecía muchísimo a ti.
— Esa fue la última foto que logre tomarle, fue antes de que comenzara con las quimioterapias.— Mi abuela se me abraza y apoya su cabeza con la mía.— Ella no quería que le tomara foto después porque decía que prefería tener una imagen sonriente de ella para mi, no una imagen triste.
— ¿Cómo se llamaba?
— Valentina.— Mi abuela me mira con una sonrisa divertida.— Sí, como tu madre.
Mi abuela me abraza y apoyo mi mejilla en su pecho tan cálido, ella me acaricia el pelo, me aparto con la misma sonrisa y me dio un beso en la frente.
— Cariño, cambiando de tema.— Se limpia un par de lágrimas y va y guarda la foto nuevamente en donde estaba.— Sea lo que haya pasado con James, sé que lo van a solucionar.
Agacho la mirada, días sin saber de él. Los mensajes me los ha dejado en visto y no ha tenido la decencia de responderme siquiera. Solo ayer por la mañana me respondió un bien y nada más Incluso fui a su casa para hablar y solucionar las cosas ¿pero que creen? Le dijo a una de las damas de servicio que trabaja en casa de Robert que no me dejara entrar.
¿Qué pasa James?
— Eso espero abuela.
— Bueno, te llevare a la universidad antes de que se haga más tarde.— Asiento.— Lleva un paraguas que al parecer va a llover.
— Ok.
Voy a la sala a buscar mis cosas, cogí el paraguas y mi abuela y yo salimos de la casa. Me subo al auto y nos marchamos.
******
— La próxima semana hablaremos y realizaremos un afiche sobre que beneficios tienen las empresas del uso de las redes sociales tanto para la comunicación y el Marketing, ¿quedo claro?— Nos dice el profesor.
— Sí.— Contestamos todos.
— Bueno, ya pueden irse.— Todos comenzamos a guardar nuestras cosas, algunas de mis compañeras se acercan al profesor para preguntarle sobre la clase de hoy.
Luna y yo fuimos las primeras en salir del salón, nos dirigimos a la fuente de agua a sentarnos a una de las mesas que estaban alrededor al lado de la cafetería de la universidad.
Luna me hablaba de lo bien que ha surgido su nueva relación con Marcus (la verdad ni siquiera me sorprende) desde la fiesta ha quedado loquito por él y se olvidó por completo del hermano gemelo de Nath. Pero ni siquiera podía escucharla con la atención que se merece.
¿Por qué? Porque no puedo dejar de pensar en James.
— ¡Vengo enseguida!—Gritó Luna, sacándome de mis pensamientos.
— ¿A dónde...?
No me dio tiempo a terminar mi pregunta y salió corriendo directo hacia Marcus quien la toma de la mano y la lleva no sé a dónde, pero Kyle viene directo hacia a mi y se sienta a mi lado.
— ¿A dónde fueron?— Le pregunté al pelinegro, de manera cortante.
Kyle suspira.
— Marcus iba acompañarla a buscar algunas cosas a la oficina de su madre.— Contestó.
Asiento. Pero no digo nada más, saco mi celular del bolsillo delantero de mi mochila y entro a mi chat. Toco mi chat de conversación con James y me entristezco al verlo en línea y que la foto que tenía junto a mi la había cambiado.
<< Tranquila...>>
Puedo sentir la mirada de Kyle puesta sobe mí, tomo una gran bocanada de aire y me volteo para verlo con expresión neutra.
— ¿Tengo algo en el rostro?— Le observo.
— Ahora que estamos solos, necesito que hablemos ya me has estado evitando lo suficiente ¿no? Necesito explicarte...
— ¿Explicarme qué?— Dejo mi celular sobre la mesa circular.— ¿Y no crees que tengo motivo suficiente para alejarme de ti? escucha Kyle, no sé qué se cruzó por la cabeza en ese momento pero ¿sabes el problema en que me has metido? Yo fui la estúpida por haber confiado en ti, por no alejarme de ti antes cuando James me lo dijo. Ahora mi novio ni siquiera quiere saber de mi ¿Cómo mierda crees tú que me siento ahora, eh?
— Lo que hice fue un impulso, no me di cuenta lo que estaba haciendo hasta que lo hice ¿entiendes? Demonios Melanie, mi intención no era arruinar tu relación con James yo realmente quería formar parte de tu vida como un amigo.
— Lo arruinaste, Kyle.— Murmuro.
Yo lo arruine.
— Lo sé y sobre las fotos...
— No quiero seguir hablando de esto contigo, voy a ir a buscar a los chicos.
Cogí mi mochila y oí a Kyle gruñir, camine adelante mientras que él me seguía detrás. Cuando estaba a punto de abrir las puertas de la cafetería veo a Marcus y a Luna acercarse, me hago hacia atrás y ellos salen compartiendo miraditas extrañas.
— Me pasaron esto para ti.— Dijo Luna, extendiéndome un sobre blanco.
— ¿Quién?— Pregunto, el sobre únicamente tiene corazones con marcador rojo y rosado.
— Tal vez tienes algún admirador secreto.— Dijo la rubia, con una sonrisa de oreja a oreja.
¿Eso es posible?
— ¿Cómo podría ser un admirador?— Marcus me quitó el sobre de las manos para revisar tal vez si lleva algún nombre de la persona que lo haya enviado.— Nos los entrego una chica de primer año de nutrición.
¿Qué?
Vuelvo a quitarle el sobre al rubio de las manos y decido abrirlo para matar la curiosidad. Kyle se pone al lado de Marcus con sus manos en los bolsillos y mi rubia amiga esperando con ansias a que lo abra.
Al abrir el sobre lo primero que encuentro es una nota escrita a mano, la saco por completa afirmando el sobre con mis dedos.
"La venganza es tan dulce y no tienes idea cuanto lo disfrute".
Con el ceño fruncido le entrego la nota a Luna y los tres la leen.
— Melanie es mejor que...
Entonces saco de su interior unas cuantas fotografías, y fue cuando el aire apenas conseguía llegar a mis pulmones.
No puede ser...
En las fotografías salía James besándose con Katia en una habitación de hotel, las demás salían desnudos sobre la cama teniendo sexo debajo de esas malditas sábanas.
Revise una y otra vez las fotos para asegurarme que no estuvieran alteradas y no, aunque doliera las fotos si son reales.
Los latidos de mi corazón se sentían por todos lados de mi cuerpo como si cuchillas se clavan en el. Mis piernas flaquean y siento un pequeño desvanecimiento a lo que Kyle e sostiene enseguida.
— Melanie.
— No...— Digo, en un hilo de voz.
Trago el pesado nudo en mi garganta y guardo las fotografías con mis manos temblorosas nuevamente en el sobre.
Las lágrimas ya habían conseguido salir de ms ojos. La última vez que sentí esta horrible presión en el pecho que llegaba afirmarme como no tiene idea fue cuando James se fue.
— D-debo irme.— Guardo el sobre en mi mochila.
— ¿Qué había en el sobre?— Preguntó Luna al notar mi expresión.
No contesto. Simplemente me fui de ahí para ir a buscar a James para que él mismo me confiese si todo esto es real.
No puede ser real, ¿cierto?
*****
No sé cuánto tiempo llevada parada frente a la casa de Robert, ni siquiera soy capaz de moverme e ir hacia la puerta. Un par de gotas caen sobre mi cabeza y a paso lento con mis piernas temblorosas camino hacia la puerta, subo las escaleras y saco el sobre de mi mochila. Toco el timbre de manera desesperada al recordar las imágenes vistas hace un rato.
"Démonos un tiempo..."
"Confié en ti..."
"Tu forma de amar de asco..."
Aprieto mis puños junto con el sobre, entonces por fin se dignan abrir la puerta y la mujer del servicio es quien me abre con cara de pocos amigos.
— ¿James está aquí?— Le pregunto, conteniendo las lágrimas.
— Señorita no puede entrar si es que el joven James no...
La hago un lado y subo corriendo por las escaleras seguidas por los gritos de la mujer del servicio, entonces veo a Kevin salir de su habitación.
— ¿Melanie?
Entro a la habitación de James sin siquiera tocar la puerta, él se encontraba sin camiseta en el suelo fumando y sus ojos al conectar con los míos se quita los audífonos.
— Joven, lo siento pero entro a la fuerza.— Se disculpó la mujer.
James se levanta y apaga el cigarrillo sobre el cenicero.
— No te preocupes, déjanos solos por favor.— Le ordenó.
La mujer me mira con fastidio y sale de la habitación cerrando la puerta. La ira y el dolor que tenía dentro se apodero por completo y me acerco a su estante de colección de discos y los lanzo todos al suelo.
Entonces James me toma de la muñeca con fuerza para detenerme.
— ¡¿Qué mierda te pasa!?— Exclamó con fuerza.
Me suelto y lo empujo, saco las fotos dentro del sobre y se las lanzo en la cara a lo que él únicamente consigue atrapar una.
— ¡¿Para esto querías que nos diéramos un tiempo!?— Las lágrimas no tardaron en amenazar en volver a salir.— ¿P-por qué James? todo este tiempo me la he pesado llorando como una estúpida por ti ¿y tú acostándote con otra chica?— Musité.
Miro sus ojos verdes y veo la desesperación, confusión en su mirada. Y termino recogiendo las demás fotografías del suelo.
— ¿B-buscabas vengarte o algo así de mí?
— Estaba borracho, ni siquiera recuerdo nada de esa maldita noche.— Se defendió, las lágrimas habían conseguido abrirse paso hasta escapar de mis ojos.
Y sin más le lanzo una bofetada con todas mis fuerzas, él de inmediato llevo una mano a la zona afectada de su rostro.
— L-la has cagado hasta el fondo, James.— Sollocé.— ¿Cómo pudiste hacerme esto?— Hablé con una voz quebrada.
— ¿Qué la he cagado dices? No seas hipócrita.— Escupió.
— Eres...eres un...— Las palabras no salían de mi boca.— N-no puedo creer que me hayas hecho algo como esto.
Mi corazón dolía y lo tenía por el suelo, y yo estaba al borde de quebrarme frente a él. Comienzo a golpearlo en el pecho una y otra vez, él simplemente se dejaba golpear por mi mirando el techo de su habitación y sé que al igual que yo estaba destrozado.
Entonces me sostiene de las muñecas.— Escúchame.
¿Cómo puede pedirme que lo escuche cuando él ni siquiera lo hizo?
— ¡Suéltame!— Chillé.— Suéltame...— Sollocé, con la cabeza agachada.
— Sé que estad dolida pero...— Empieza a decir.
¿Dolida?
— ¡Estoy destrozada!— Grité.— ¡Te perdone una vez James por lo que me hiciste! Quería todo contigo, todo, añoraba una vida junto a ti ¿pero qué paso?—Lo empujo.— ¿Así va ser siempre?— Murmuré por lo bajo.— U-una semana estamos bien y la siguiente nos estamos destruyendo.— Finalicé.
James retrocede y note como aprieta sus puños con fuerza.
— No quiero ser el malo de esta historia, Melanie.— Dijo James, repentinamente exaltado.— Y sí, admito mi error de haberme acostado con esa chica.
<< No cualquier chica...>>
Sorbí por la nariz y con mis dedos aparto las lágrimas de mis mejillas.
— No debí haberte dado una oportunidad, no debí abrirte las puertas de mi corazón una segunda vez.— Solté y su expresión cambio drásticamente a una que no logre descifrar.— Simplemente míranos, ¿Qué no estamos haciendo? Te amo como no tienes ni puta idea, p-pero ¿es suficiente para ti?— De pronto todo comenzaba a darme vueltas.
James se estaba conteniendo, lo conocía tan bien que justo ahora estaba conteniendo las ganas de llorar y de gritar.
— Yo quería solucionar las cosas contigo...
— No puedo seguir con lo nuestro, Melanie.— Habló, dejándome callada.
¿Qué acaba de decir?
— ¿Q-qué estás diciéndome?— Lo miro con mis labios entreabiertos.— ¿Esto se acabó?— Pregunté, al borde de mi voz se quebrara.
Por milésima vez.
— Sí, lo nuestro termino.— Respondió él, con una frialdad y tan firme que termino rompiéndome el corazón por completo.
Con lágrimas en mis ojos me di media vuelta y comencé alejarme, limpiando las lágrimas con las mangas de mi suéter. Con la esperanza de que me detuviera pero, él no lo hizo. Abrí la puerta y sin mirar atrás baje corriendo por las escaleras a lo que oí a Kevin gritar mi nombre.
Salgo de la casa de Robert y las gotas de lluvia me bañan por completo, caigo de rodillas por culpa del lodo y me abrazo a mí misma dejando escapar un grito.
Se terminó...
— ¡Melanie!— Los brazos de Kevin me rodean y me abrazo a él.
Es ahora cuando entiendo que hasta el para siempre tiene su punto y final, y, este es nuestro final.