Capítulo 13| Aléjate de ella.
Melanie.
Últimamente los días han estado grises. No es que me esté quejando porque la verdad es que los días grises y nublados son mis favoritos. Cuando era pequeña amaba los días calurosos porque mamá me dejaba a salir a jugar con mis amigas o jugar al jardín delantero de la casa pero cuando los días estaban así y hacia muchísimo frio no me dejaba salir porque me enfermaba fácilmente y siempre me llevaba donde mi abuela y el abuelo a pasar las tardes frías con ellos.
Nos sentábamos las dos frente a la chimenea a tomar una taza de chocolate caliente y galletitas de chispas de frambuesas. Mi abuela cada día que pasaba con ella salía con cada historia de duendes, hadas y gigantes que llegue a creer que existían. Y, sus días favoritos también eran como estos.
Poco a poco fui creciendo y no iba como antes a su casa a escuchar sus fantásticas historias, pero hablábamos casi todos los días e iba a quedarme a su casa a dormir. Entonces fue cuando me dijo que no me preocupara por los días grises y no que no me sintiera triste porque el sol nunca dejara de brillar por mucho que lo intenten apagar.
Debe extrañarme mucho como yo a ella, me gustaría que estuviera aquí con mi abuelo Patrick.
— ¡Tierra llamando a Melanie!— Luna agita su mano frente a mis narices, logrando que vuelva a la realidad.— Llevas un buen rato mirando el cielo.— Dice, y se vuelve a sentar a mi lado.
— L-lo siento, es que...me gustan los días grises.— Le sonrío.— ¿Qué más falta para terminar el plan de marketing?
Luna revisa la pauta de evolución que nos entregó el profesor a cada pareja, ella marco todo con una "x" lo que ya teníamos listo.
— Nada, solo falta poner nuestros nombres.— Revisó la pantalla de su laptop.
— Bien, luego vamos a imprimir el trabajo y anillarlo para entregarlo mañana a primera hora.— Luna escribe nuestros nombres en el plan de marketing.
Minutos después ella envió por correo el plan a la fotocopiadora de la universidad. Guardamos nuestras cosas en nuestras mochilas antes de ir a imprimir nuestro trabajo.
— Mel.
— ¿Qué?— Le envió un mensaje a James confirmándole que venga por mí a la hora de salida.
— Kyle no deja de mirar para acá.— Me informa.— Más bien creo que te está mirando a ti.
Fruncí el ceño y me giro para mirar hacia donde él se encontraba confirmándome que efectivamente está mirando hacia nosotras, ni siquiera disimulo mirar hacia lado.
— ¿Qué tanto mira?
— No lo sé.— Respondió la rubia.
Meneo la cabeza y ambas nos dirigimos a imprimir nuestro trabajo antes de ir a nuestra próxima clase. Las dos horas transcurrieron con rapidez que para mi buena suerte por fin nos encontrábamos en la cafetería para comer algo.
Veo a Diana sentada en la mesa de siempre en cual nos sentamos las tres, así que tiro del brazo de Luna para ir a sentarnos con ella.
— ¡Hola Diana!— La saludo con emoción, pero ella parece ignorarme.— ¿Diana?
Luna dejo la botella con agua con fuerza sobre la mesa haciendo que Diana levante la mirada de su plato de pizza aun sin comer.
— Melanie te está saludando, no seas una mala educada.— Regañó Luna a Diana como si fuese una niña pequeña, coloco mi mano sobre su hombro.
— Luna, está bien.— Le sonrío.— Diana, estaba pensando en que podíamos ir al cine las tres.— Luna me mira y puedo decir que debe estar maldiciéndome en estos momentos.
— Chicas.— Oímos una voz masculina detrás de nosotras, cuando nos volteamos nos encontramos a Marcus y a Kyle con una soda y un pan con lechuga, tomate y quesillo envuelto en plástico. — ¿Hay sitio para dos más?
Luna por debajo de la mesa me toma de la blusa y noto lo sonrojad que esta al ver al rubio. En cambio Diana se paró de inmediato como si estuviese molesta y cogió su pizza par así irse sin darme tiempo de hablar con ella.
¿Qué le sucede?
— Por supuesto.— Contestó Luna.
Los chicos se sentaron con nosotras, Kyle se sentó frente a mi y Marcus al lado de Luna. No pude evitar mirar hacia atrás hacia la mesa de Katia y su grupito y desde aquí se puede ver lo furiosa que esta al ver a los dos de sus amigos sentado junto a nosotras.
Rayos.
Charlamos entre los cuatros, la verdad es que por mi parte no estaba muy pendiente de la conversación. Por qué no podía dejar de pensar en Diana, me pregunto porque actuó de esa manera y se fue así como así.
— Todos nos están mirando.— Dijo Luna de repente.
— Es porque estamos sentados junto a ustedes y no con Katia.— Le respondió Marcus.
Había olvidado que ambos chicos tienen el ego un poco alto.
— Oh vaya pero que afortunadas somos de tenerlos aquí.— Ironizó la rubia.
Siento la mirada pesada de Kyle sobre mí, guardo mi botella con agua con sabor a limón en mi mochila y me levanto.
— Vengo enseguida.
— ¿Iras hablar con Diana?— Preguntó Luna, ambos chicos se miran y apoyan su espalda en el respaldar de la silla.— Vamos Mel, déjala que hace días está actuando muy extraño contigo ¿no?— Agacho la cabeza y suspiro.
— Quiero saber si está bien, nada más.
No espero a que Luna me conteste así que me apresuro en salir a buscar a Diana, creí que iba a tardar en encontrarla pero para mi suerte la encontré sentada en la fuente de agua leyendo un libro.
— Diana.— La llame, sus hombros se tensan.— Quiero hablar contigo ¿podemos?— Prefiero preguntar.
— Ahora no puedo.— Contestó con tono frío.
Decido sentarme a su lado, su mirada ya no estaba puesta en el libro sino que en alguien más e intento saber a quién a mira pero ella se gira a verme.
— ¿Ha pasado algo?— Le pregunto, pero ella no responde.
Simplemente se me queda viendo fijamente a los ojos, no puedo descifrar que es lo que quiere decirme pero me duele que se haya distanciado un poco conmigo cuando lo único que he hecho es prestarle mi ayuda.
— No quiero seguir siendo un problema para ti, Melanie.— Habló.
— Tú no eres ningún problema para mi, eres mi amiga.— Cogí su mano, pero ella la aparto con gentileza.— Diana, hemos avanzado mucho ¿cierto? con tus terapias, has hecho más amigos ¿recuerdas?— Ya no era la chica tímida que conocí en un principio y sí e incluso ha hecho más amistades aquí dentro de la universidad.— Tú y Luna son mis amigas.
— Y agradezco toda tu ayuda y por ofrecerme tu amistad pero no quiero seguir dándote más problemas.— Cerró su libro y lo guarda en el interior de su mochila.— Creo que es mejor que me vaya.
— Diana...
Ella camina en dirección a la entrada de la cafetería pero entonces se encuentra con Katia y ella cogió el vaso de malteada de una de sus amigas y se lo echo por la cabeza a Diana.
Demonios.
— ¡Tú definitivamente estas loca!— Grité, entonces Luna aparece.— Diana.
— Entiende de una vez que aquí nadie va ayudar a esta mosca muerta.— Se ríe junto a sus amigas.
Iba estrechar en mis brazos a Diana pero ella prácticamente me empuja sin siquiera mirarme, su respiración es agitada.
Iba a gritarle un par de cosas a la morena pero todos nos quedamos en silencio al oír la puerta abrirse de un golpe.
— ¡Ya es suficiente Katia!— Gritó Kyle, tomándonos a todos por sorpresa incluyendo a Diana.— Deja de una vez por todas de ensañarte con esa chica.
El cuerpo de mi amiga se tensó por completo y retrocedió llevando su mano al pecho. Puedo oír como Katia le pide a Kyle que vayan hablar a otro lado pero él se niega.
— Luna, ¿puedes acompañar a Diana al baño?— Le preguntó Kyle a Luna quien ella asiente.— Marcus, llévate a Melanie por favor.
Marcus me indica con la mirada que lo siga y obedezco, paso al lado del pelinegro y siento de inmediato la pesada tensión entre él y Katia.
Marcus y yo nos detuvimos en uno de los pasillos de la universidad, estábamos en completo silencio hasta que él por fin habló.
— Vas a salir lastimada, Melanie.— Levanto la vista para mirarlo.— Te está manipulando.
— ¿Qué?
¿De quién estamos hablando?
— ¿En serio no te das cuenta? hablo de Diana, Melanie.— Me mira.— Por favor, aléjate de ella.
Ya. No entiendo por qué sigue insistiendo en que me aleje de ella.
<< No es el único quien te lo ha dicho...>>
— Marcus, por favor no sigas insistiendo.— Dije.— No sé qué haya pasado entre ustedes para que la odies pero...
— No la odio, pero ella misma se buscó todo esto por sus mentiras y engaños.— Apreté los labios en una línea durante unos segundos.— Va apuñalarte por la espalda, Melanie.
— ¿Sabes qué? Yo mejor me largo.
Lo empujó hacia un lado y camino hacia la cafetería para ir a buscar a Luna pero entonces choco con alguien y levanto la mirada encontrándome con Kyle.
— Kyle...
— Debo irme.— Pasó por mi lado casi corriendo, lo sigo con la mirada hasta que desapareció de mi campo de visión.
Apenas doy un paso siento algo debajo de las suelas de mis vans blancas. Quito mi pie y me encuentro con su billetera, me agacho para recogerla encontrándome con una pequeña foto familiar.
Oh por Dios...su madre es realmente hermosa, su ex esposo es dos cabezas más alto que ella y el parecido que tiene con Kyle es asombroso y en medio de los tres sale un niño pequeño.
El hermano menor de Kyle es idéntico a su madre.
<< Ve a dárselo antes de que se vaya...>>
Cierto.
Fui a buscarlo, salgo de la universidad y comienzo a buscarlo por los alrededores hasta que por suerte logro encontrarlo e iba acercarme a él pero, estaba discutiendo con un hombre parado frente a un auto muy elegante, miro la foto y compruebo que es el padre de Kyle.
Entonces aquel hombre le lanza una bofetada a su hijo mayor, retrocedo al ver que el padre de Kyle camina hacia mi dirección por un momento creí que hablaría conmigo pero simplemente me saluda y sigue caminando.
¿Ira hablar con el rector?
Kyle se gira y nuestros ojos conectan, puedo ver el dolor en su rostro y busca el medio de como huir lejos de aquí. Fui hacia él antes de que se subiera a su auto para entregarle su billetera.
— Kyle...
— No quiero que le digas a nadie de lo que viste.— Su tono de voz es frío. Su mejilla esta roja por la bofetada que le dio su padre.
— Y-yo quería solo entregarte esto.— Le extiendo su billetera, él la toma y la abre para comprobar si estaba todo.— Tranquilo que no te robe nada.— Hace odios sordo y saca la foto que yo había visto hace unos minutos y la rompió en pedacitos.— Sobre lo que sucedió con Katia...
— No entiendo, Melanie.— Dice, sus ojos estaban fijos en la foto destrozada.— Intente mantener distancia contigo pero no puedo alejarme de ti...— Sus manos se vuelven puños.— Prometí no ayudarte y lo he hecho.
No sé qué expresión debí haber puesto porque Kyle sonríe, pero es una sonrisa triste.
— Si lo dices por Katia yo...
Kyle me abraza con fuerza dejándome atónita, me quedo boquiabierta más cuando lo escucho sollozar en mis brazos.
Kyle está llorando...
<< No veo a mi padre hace meses...>>
Recordé sus palabras. Acaricio su espalda con suavidad, es la primera vez que lo veía de esta manera.
— No sé qué haya pasado con tu padre, pero si quieres hablar con alguien aquí estoy.— Se separó de mi, le limpio una lágrima de su mejilla y llevo mis manos a sus hombros.— Yo voy a escucharte.— Kyle vuelve abrazarme.
— ¿Interrumpo algo?— La voz de mi novio me hace separar de Kyle al instante.
¡¿Por qué siempre el destino se encarga de que James me encuentre en esta situaciones con Kyle, eh!?
Kyle metió sus manos a sus bolsillos de su chaqueta de mezclilla, mirando a mi novio con seriedad. Ok, paso a sensible a chico serio.
Mierda.
James.
Me bajo de la moto y quito las llaves, camino buscando el celular en mi bolsillo para llamar a Melanie de que ya estoy aquí. Pero, me encuentro con una escena para nada agradable.
Intento guardar mis malditos celos y no armar un escándalo y voy hacia ellos donde mi novia estaba abrazado a ese maldito idiota.
— ¿Interrumpo algo?— Pregunto con seriedad.
Melanie se aleja de él al instante al oírme, el tal Kyle metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta mirándome con la misma seriedad que yo a él.
— Amor.— Melanie me da un corto beso en los labios.— Voy a buscar algo a m casillero y nos vamos ¿ok?— Le doy un beso en la frente como respuesta, ella le da una sonrisa sincera al chico y va nuevamente a la universidad.
Este idiota no me agrada.
— ¿Tienes algún problema conmigo, James, no?— Preguntó él, manteniendo los ojos en donde se había ido Melanie.— Te pregunto porque de las veces que hemos coincidido así has querido decirme algo.
— En lo personal tengo muchos problemas, pero es lamentable que uno de esos problemas seas tú.— Lo miro con seriedad, él sonríe de medio lado y da un paso hacia mi.
— ¿Te refieres por lo de Melanie? Deberías confiar en ella.— Me dijo.— Seria muy decepcionante que su novio no confié en la chica que tiene al lado.
Mantén la calma, James.
— Confió en ella plenamente en mi novia, el asunto aquí es que no me gusta la manera en como la miras.— Trato de mantener el tono de mi voz bajo para que las pocas personas quienes caminaban por alrededor nos escucharan.
— ¿Y cómo la miro según tú, James?— Sé que está provocándome.
— Con deseo, sé que te gusta.— Digo.— Pero déjame decirte que ella ya me tiene a mi.
— ¿Qué si es así?— Aprieto mis puños.
— ¡Ok nos vemos!—Oí decirle Melanie a su amiga.
— Aléjate de ella, imbécil.— Le advierto.
Melanie llega a mi lado, entrelazamos nuestras manos y ella le murmura un adiós a ese imbécil y nos marchamos.
No pienso volver a perder a Melanie, no otra vez.