Mi semblante cambio radicalmente cuando vi a lo lejos un gran letrero que indicaba que ya estaba en casa, el silencio aun invadía el auto así que decidí romper el hielo.
-¿Podrías dejarme primero a mi?
-La casa de Kenzie queda de camino.-dijo Alex son voltear a verme
Me recargue en el asiento y voltea ver a Kenzie quien estaba profundamente dormida.
-Makenzie hemos llegado.
-¿Ehhh?-dijo entre dormida
-Estas en casa.-marco Alex
Makenzie bajo sus cosas y nos despedimos, era domingo por la tarde así que nos veríamos mañana en la escuela.
Alex se estaciono fuera de mi casa, sin decir nada bajo del coche y me ayudó a sacar mis cosas, hize lo mismo y tome mi mochila.
-¿Estas molesto?-sabía la respuesta
-No tengo porque.-dijo en tono seco
-Alex, eres mi amigo y no quiero que eso cambie.
-Ese es el problema... ¿Es todo verdad?-dijo refiriéndose a los maletas.
-Es todo.-repetí. Gracias.
Hizo una señal con la mano y subió al coche.
Entre a casa, el aroma a hogar me hizo sentirme muy feliz, mis papás no se encontrban, decidí prepararme algo de comer y ver una película.
-Nathan...
-¿Nathan?
Abrí los ojos y era mi mamá quien me veía confundida.
-¡Mamí!-grite como niña pequeña.
-Hablas dormida.-seguía confundida
-¿Lo hago?
La abracé y me fui con ella a la cocina, me había quedado dormida en el sofá, ¿Por qué habría dicho el nombre de Nathan, sería que estaba soñando con él?, la verdad no lo recordaba pero se suponía que tenía que dejar esos pensamientos fuera de mi cabeza
Subi a mi habitación y tome una larga ducha, no sacaba de mi cabeza a Alex no quieria que estuviera molesto, si pensaba en Alex, Nathan también venía en mis pensamientos.
La mañana del lunes por fin tenía mi coche de vuelta, arranque el motor y me dirigí a la escuela, llegue justo a tiempo, habían varios espacios disponibles en el estacionamiento, lo cual me parecía raro, pero sin más aparque.
El ambiente de la escuela no era el mismo, algunas caras largas se veían por el pasillo, lo ignore, fui a mi casillero en busca de los libros de las clases. Varios profesores salían de la sala de reuniones, la maestra de Lectura me dijo que avisara a la clase que la primera hora sería libre, tenía que arreglar un asunto.
Llegue a el salón de clases y sólo habían unos cuantos chicos entre ellos Kenzie, me sonrió de una marea apenas predecible y se acercó con cautela hacia mi, deje los cosas en el baco.
-Hola, ¿como estas?-le dije con actitud.
-_____,.-pronunció mi nombre como si algo estuviera mal.
-¿Que pasa?.-dije curiosa.
- Talvez no te interese, pero creo que no te has dado cuenta.
-Kenzie, de que hablas?
Tomó un largo respeto.
-Nathan.
-¿Que tiene Nathan? ¡Ay Kenzie! Otra vez con tus rollos de que me gusta, ¡¡Por favor!!.-dije algo molesta.
-No es eso, Nathan está en el hospital, junto con Kaila, un camión los saco de la carrtrta y el coche....
Una oleada de pavor me recorrió el cuerpo, dime aire y me sente, de repente todo estaba nublado, Nathan estaba en el hospital, ¡No!, él no!.
Intenté controlar las lágrimas y salí corriendo del salón de clases.
¡Hola!, cuanto tiempo, espero y sigan leyendo la novela, he tenido tantas cosas, pero aquí les dejo un capítulo, intenatre actualizar lo más pronto posible.
Felices Fiestas!♡