Capítulo 8| No estoy lejos de ser un héroe.
Melanie.
Las lágrimas no dejaban de deslizarse por mis pálidas mejillas, aquellos chicos me estaban arrastrando con ellos a la fuerza a quien sabe dónde y mi cuerpo de no dejaba de temblar e intente con todas mis fuerzas zafarme de sus manos pero los tres eran mucho más fuerte que yo.
Quería gritar pero con la mordaza en mi boca es imposible, patalee pero fue en vano. Entramos a un callejón oscuro, hay unos cuantos conteiner de basura y gatos callejeros que apenas oyeron la risa macabra de aquellos tres hombres salieron huyendo.
― Ponte a vigilar.― Le ordenó el hombre robusto al pelinegro.
― Yo también quiero divertirme con ella.― Protestó.
― Cuando nosotros acabemos te la dejaremos para ti, imbécil.― Meneo la cabeza y no podía dejar de llorar, a la fuerza me acostaron en el suelo y comienzo a patalear a lloriquear y gritar con todas mis fuerzas.― ¡Quédate quieta!― Entonces me lanzó una bofetada y dejo de respirar por un momento.
― Quítale la chaqueta.― El encapuchado se subió encima de mí a sujetándome de las piernas, me beso a la fuerza a pesar que estaba con la mordaza , me toco parte de mi cuerpo y entonces me quita mi chaqueta tirándola lejos.― Pero que cuerpo tienes preciosa.― Me encojo apenas este se acerca a olerme.
James...
Por favor ayúdame mi amor...
― Quiero que sueltes a la chica ahora.― Oímos una voz, los tres giramos hacia la derecha en donde estaba Kyle y otro chico tomando del cuello del pelinegro quien supuestamente estaba vigilando.― ¿No me han oído par de imbéciles?
Para mi suerte ambos hombres me dejan libre y yo retrocedo apegándome contra la pared, mi cuerpo no dejaba de temblar y temía ponerme de pie.
― Un mocoso como tú no vendrá aquí a darnos órdenes.― Vuelve acercarse a mí y me jaló del cabello a lo que yo chille.― ¿No es así primor?
Kyle sin contenerse más cogió una botella de vidrio y se acercó apenas el encapuchado dio un paso al frente y sin más Kyle en un movimiento rápido le plantó un botellazo en la cabeza dejándolo inconsciente en el suelo.
― Ahora si eres niño muerto.― El hombre me soltó y caí al suelo, Kyle le lanzo un puñetazo con todas sus fuerzas en la boca del estómago al hombre a lo que él escupió una gran cantidad de saliva.
― ¡Ash llévate a ese imbécil de aquí!― Le gritó a su amigo, a lo que él le propició un golpe en la parte de atrás del cuello al pelinegro dejándolo inconsciente y como había dicho Kyle el tal Ash se lo llevo.
Todo había desaparecido para mí, no era capaz de reaccionar, todo se volvió oscuro y me abrace a mis piernas meciéndome hacia atrás y adelante olvidándome por completo lo que estaba sucediendo a mí alrededor.
El corazón me late con tanta fuerza que creo que va a salirse de mi pecho, entonces escucho un par de voces que retumban en mis oídos y salgo del estado de shock en el que estaba.
― No me gusta armar problemas y mucho menos con chiquillos como tú.― Escupió el hombre.― Mejor vete y déjame a tu amiguita para terminar con lo que recién estaba comenzando, después si quieres te la devuelvo sana y salva.
Miro a Kyle con miedo y la ira comenzó a crecer dentro de él, cerró sus manos con fuerza e intento acercarse a mi pero nuevamente el hombre robusto se interpuso en su camino.
― ¡Déjala en paz!― Kyle se lanzó sobre el hombre desconocido y le lanzó un golpe con todas sus fuerzas, lo tiró al suelo; su fuerza era muy superior a la de aquel hombre robusto y en ningún momento él tuvo la oportunidad de atacar al pelinegro.
Apoyo mis manos contra la pared de bloques y me levanto, entonces el regordete intenta golpear a Kyle en el abdomen pero logra esquivarlo, pero Kyle le dio un rodillazo en la cara que le quebró la nariz al hombre y yo me quedo sin aire al ver la sangre chorrear de sus fosas nasales.
― K-Kyle...
El hombre se tambaleó y Kyle aprovecho para golpearle en el abdomen otra vez haciendo que aquel hombre se doblara de dolor y así con un golpe en la derecha logró que el hombre cayera al suelo de cara tragándose unos cuantos dientes.
― K-Kyle ya es suficiente.― Repito, me acerco a él con la esperanza de que ya no siguiera manchándose las manos con sangre.― P-por favor basta.
Kyle lo tomó del cuello levantándolo un poco, podía ver la furia en sus ojos que hasta mi me dio miedo. El hombre apenas estaba consiente, su rostro estaba manchado en sangre.
― En tu puta vida vuelvas a tocar a una mujer sin su consentimiento.― Lo soltó.
Entonces el pelinegro se gira hacia a mi, tomándome por los hombros aun con sus manos manchadas de sangre, no me di cuenta que mi cuerpo seguía temblando hasta que sentí sus manos sobre mis hombros desnudos.
― ¿Estas bien?― Preguntó, mirándome de pies a cabeza asegurándose estuviera bien.
<< Vamos Wells, respóndele al chico...>>
― Y-yo....―Solté un sollozo, aún estaba en shock por lo que paso.
― Shhhh tranquila.― Kyle cogió mi rostro entre sus manos notando lo asustada que aún estaba.― Voy a recoger tus cosas y te llevare a tu casa ¿ok?― Dijo, Kyle por un momento ha trasmitido confianza.
Asiento como respuesta, sus manos dejan mi rostro y va a recoger mi chaqueta, mi celular y mi bolso. Cuando estaba a punto de colocarme mi chaqueta siento un pequeño ardor en la parte trasera de mi hombro.
― Tienes un rasguño.― Dice.― Iré por el botiquín de primos exilios para desinfectar ese rasguño y colocarte un parche ¿sí?― Cuando Kyle estaba a punto de volver al gimnasio lo detengo.
― Sólo llévame a casa, por favor.
― Esta bien, déjame ayudarte.― Paso su brazo por sobre mis hombros y con su otra mano tomo la mía ayudándome a caminar hacia su auto.
Abrió la puerta por mí y me siento, él rápidamente se sube y con cuidado condujo llevando a casa.
Que noche.
***
Minutos más tarde Kyle detiene el auto frente a la casa de mis abuelos. Me había quedado dormida por un par de minutos por que el dolor de cabeza no me daba por más.
― Lamento lo de esta noche.
Miro a mi acompañante, Kyle mantenía sus manos firmes en el volante haciendo marcar las venas de sus desnudos brazos.
― ¿Por qué? No es tu culpa lo que paso.― Comento.
Él enciende la luz dentro del vehículo, sus manos aún estaban manchadas con sangre pero ya seca.
― Siento que lo fue, apenas te vi salir de ese lugar quise asegurarme de que estuvieras bien.― Murmura con tono arrepentido.― ¿Por qué no dejaste que Luna te acompañara?
― Porque estaba divirtiéndose, no quería arrastrarla conmigo...
― No debiste ir si no querías, Melanie.― Me interrumpió.
― ¿Qué?
― Vamos chica nueva, es fácil poder leerte y en donde yo estaba parado me di cuenta que tú no querías estar en ese lugar de mala muerte.― Creo que dio justo en clavo.― No está mal decir no en vez en cuando.
― No quería que Luna creyera que soy aburrida.
― ¿Qué paso con eso de que te importaba una mierda lo que dijeran de ti, eh?― Formuló, mientras apagaba el motor del auto.
―...― No supe que decir, pero era cierto lo que decía Kyle.
Yo no quería ir a ese lugar pero acepte en ir sólo para que la rubia creyera que no era aburrida y que podía contar conmigo en lo que quisiera. ¿Pero a que costo? Ella y Diana son lo más cerca a una amiga aquí.
<< Estoy segura que Luna lo va a entender cuando le digas no...>>
― No estoy lejos de ser un héroe.― Lo escucho decir, volviéndose a ganar mi atención.― Me alegra saber que pude salvarte de ese imbécil.
― Gracias Kyle.― Le regalo una sonrisa sincera.
Dicho eso me quito el cinturón de seguridad, me bajo del auto y cierro la puerta, pero entonces Kyle también se baja parándose a mi lado.
― No vuelvas a ese lugar, mucho menos si sales sola.
― Créeme que no lo haré.― Él asiente.― Por cierto, ¿Cómo estás del golpe en la cabeza?― Le pregunto.
― Me pusieron un par de puntos, debo ir a curación dos veces a la semana.― Sonríe pero yo me avergüenzo.― No te preocupes que yo me lo busque.
― Creo que en eso si tienes razón.
― ¿Y en lo demás no?― Su sonrisa se anchó, pero esa sonrisa se desvaneció apenas miro detrás de mi.― Será mejor que vaya, buenas noches Melanie.
Cuando me doy la vuelta me encuentro con James sentados en las escaleras de la entrada, con sus manos cruzadas sobre sus rodillas mirando directamente a nuestra dirección.
El auto de Kyle se puso en charcha y se fue, la luz de los faroles de la calle apenas iluminaban. Cuando camino para ir con él, él se pone de pie y pasa por mi lado dejando su delicioso aroma en el aire pero dejándome a mi con el corazón en la mano.
― James.― Lo llamé, me volteo para mirarlo pero él siguió caminando con sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta de cuero negra.― ¡Puedes detenerte por un demonios!― Y lo hace.― N-no te hagas ideas estúpidas en la cabeza.
― Dime, Melanie. ¿En serio crees que ese chico tiene buenas intenciones contigo?― Me pregunta.― ¿En serio eres tan ingenua para no darte cuenta o simplemente te haces?
Honestamente eso me dolía, me dolía la manera tan fría en que me hablaba sin darme la oportunidad de explicarle porque Kyle venia conmigo.
― No quiero discutir contigo, James.― Juro que estaba haciendo lo posible en mantenerme firme, porque aun mis manos temblaban por lo que sucedió con aquellos hombres.― Hablemos por favor.
― No, es mejor que mañana hablemos.― Fue su respuesta.― Tampoco deseo herirte como lo hice.
Muerdo mi labio y doy unos cuantos pasos, pero James sin más sigue caminando en dirección a su moto ¿Cómo es que no la he visto?
― ¡¿Puedes terminar con el maldito drama!?― Le espeto y vuelve a detenerse a unos cuantos de mí.
― ¿Disculpa?― Se giró hacia mí con el ceño fruncido.― ¿Sabes por qué estoy molesto?― Preguntó.
Mi mejilla aun dolía por la bofetada que se atrevió en darme aquel hombre y ni que decir de mi cabeza por el jalón de cabello que me hizo.
― No, ¿por qué James?― Mi voz tiembla.
― Por lo ingenua que puedes llegar a ser, no tienes ni la menor idea de quién es ese chico y apenas fui a buscarte a esa estúpida fiesta de fraternidad ¿Qué es lo que me encuentro? Exacto, al muy imbécil acariciarte los labios y ahora él es quien te trae a casa.― Soltó.― Te lo dije y te lo vuelvo a repetir, ese chico no me agrada.
― Estamos volviendo a lo mismo James, no quiero que te hagas ideas equivocadas entre Kyle y yo.
― Entonces no me des motivos para creerlos.― Expresó con cierta molestia pero podía ver tristeza en sus ojos.
― ¿Sabes qué? Vete, vete si es lo quieres.― Apunto su moto.― P-pero para tu información si Kyle me trajo hasta aquí fue porque me salvo de manos de unos infelices que querían aprovecharse de mi.― Me señalo a mi misma y entonces la expresión de James cambia por completo.― Si no hubiera sido por él...tal vez que hubiera pasado conmigo.― Respondí triste.
Sin poder contenerme las lágrimas salieron de mis ojos, ya no soporto el dolor de mi cuerpo provocado por los golpes que me propicio uno de esos tres sujetos.
― ¿Qué estás diciendo?
― Que...― Los brazos de James me rodean sintiendo su calor, me apega más contra él y siento su rostro contra mi cuello.
Es tan cálido estar en sus brazos ¿podría permanecer así toda mi vida? Porque es lo que quiero.
― Perdóname nena.― Susurra.
Y entonces me quiebro entre sus cálidos brazos, él me abraza con fuerza sosteniéndome porque aun mis piernas flaquean.
― T-tenia tanto miedo― Digo, en un hilo de voz.
― Lamento no haber estado ahí para ti, perdóname.― Sus labios se posan sobre mi frente dejando un profundo beso.― ¿Quieres que vayamos a dentro?
― Sí.― Me limito a responder.
James es quien abre la puerta, subimos por las escaleras y me daba igual si mi abuelo se daba cuenta de que James estaba aquí a las tantas horas de la noche. Entramos a mi habitación y siento como mi novio cierra la puerta colocando así el seguro.
Me quito mi chaqueta y cierro mis ojos al sentir los dedos de mi novio deslizándose por mis hombros descubiertos.
― El corte parece un poco profundo.― Lo escucho decir.
― No es nada.― Me siento en la cama, me quito mis vans; desabotono el botón de mis jeans y me los bajo.
― ¿Qué te hicieron?― Preguntó James, se colocó de cuclillas frente a mi posando sus manos sobre mis piernas.
― No querrás saberlo.― Le doy un beso en la frente, me dirijo al baño para lavarme la cara; los dientes y cepillar mi cabello con cuidado porque sentía que mi cráneo iba a explotar.
Me quito la blusa de tirantes y me miro en el espejo para comprobar si tenía algún otro golpe en mi cuerpo por la caída pero gracias al cielo que no. Solo tenía ese rasguño en la parte de atrás de mi hombro así que salgo del baño y veo a James quitándose su camiseta negra.
― ¿Qué haces?― Le pregunto, mientras trio hacia atrás las sabanas para acostarme.
― Dormiré contigo esta noche.― Se quitó sus botines y se acuesta a mi lado, oír esas cuatros palabras me hacen sonreír.― Me iré apenas cante el gallo.
― Aquí no hay gallos.― Reí.
― Lo sé.― Se acomodó a mi lado y estira su brazo por sobre mi cabeza invitándome a recostar mi cabeza sobre su pecho y ni siquiera tengo que pensarlo.― Quiero disculparme por la manera en que te hable ayer.
Me remuevo, en cambios los brazos del hombre que amo me tienen prisionera y se aferran más a mi acercándome a su cálido cuerpo.
― Yo también quiero disculparme por haberte echado.― Suspiro en sus brazos.
Hace mucho tiempo que no dormíamos de esta manera.
― No puedo imaginarme mi vida sin ti, ¿lo sabes?― Sonrío como respuesta a pesar de él no lo puede ver.― Eres la única persona que puede ser capaz de darme paz y calmar todo ese caos en mi cabeza.
― Siempre voy a estar aquí para ti mi amor.― Susurro.
― Pensar en el hecho en que pueda algún día perderte por completo me pone muy mal.― Siento su mano acariciar mi cuerpo con ternura.
― No vas a perderme, James.
― Te amo, Melanie.― Recargo mi peso sobre su abdomen y lo miro a los ojos.
― Te amo mucho más, James.― Él sonríe y terminamos uniendo nuestros labios y en cálido y romántico beso.
No nos vamos a perder.