Choose me: Un Final Definitiv...

By hyori17

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(Segundo libro de Choose me) Ya disponible en Wattpad, si les gusta no olviden dar estrellita y comentar. ―... More

Sinopsis.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9: Cumpleaños 1/2
Capítulo 10: Cumpleaños 2/2
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Epílogo parte I.
Epílogo parte II.
Agradecimientos.
Capítulo extra I.
Capítulo extra II: Kevin.
Capítulo extra III.
Capítulo extra IV.
Stay With Me.

Capítulo 4.

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By hyori17

Capítulo dedicado a: Camilita_Belen_

Capítulo 4| A veces lo único que nos queda son los recuerdos.

James.

Miro a mi hermana por el retrovisor, mantenía su cabeza apoyada contra la ventana del auto con sus brazos cruzados y sus auriculares puestos. Ella siente que la observo y me mira detiene la música de su móvil.

― Pereces molesta por algo.― Le digo.

― No estoy molesta, es sólo que no tenía ganas de ir a casa de Matilde.― Dice.― Quiere que siempre hagamos todo a su gusto y ya me harte, se supone que somos un grupo en ese estúpido proyecto.

― Si no te sientes cómoda con ella ¿por qué no lo realizas sola? Sé que eres capaz de hacerlo, Catt.― Comento a lo que me gano su total atención.

Catalina a sus trece años es una chica muy madura y sabe lo que quiere, es decidida y muy confiada en sí misma. Nunca se le está con rodeos con nadie, cuando quiere ser directa lo es y es por eso que me sorprende que no haya hecho nada para intervenir con su grupo de compañeras respecto a ese trabajo suyo.

― Lo primero que hice apenas supe que compartiría grupo con Matilde fue hablar con la profesora para realizar yo el proyecto yo sola, ¿pero qué crees? Me dijo que debía aprender ser tolerante y trabajar en equipo pero esa chica me saca de mis casillas.― Se quejó.― Tengo cientos de ideas para el proyecto de ciencias pero la muy tonta se cree la mejor y ni siquiera nos toma en cuenta.

― Grábala.― Digo.― Grábala y le enseñas el video a tu profesora y hasta veras que te hará caso y acepte que realices el proyecto sola.

― ¿Crees que funcione?― Preguntó con una pizca de emoción, apoyándose con ambos brazos sobre los hombros de los asientos delanteros.

― Estoy cien por ciento seguro que va a funcionar.― Ella sonríe y me da un beso en la mejilla.

― No le digas a Kevin, eh.― Me advierte y yo detengo el auto frente a la casa de su compañera.

― ¿Qué tiene que ver Kevin aquí?― Ella no dice nada y se baja con rapidez del auto.― Catalina Russell.― La llamo, apenas bajo el vidrio del auto.― Sabes que odio que me dejes con la palabra en la boca.

― Bueno es que sabes cómo es...le había contando también este tema y me dio una charla de que debo aprender ser tolerante y todo eso.― Pareciera que n quiere decepcionarlo.

― Ok, no le diré nada.

― ¡Si por eso te adoro!― Chilló y me lanzó un beso.

Ruedo los ojos y vuelvo a subir el vidrio, me pongo en marcha para ir a buscar a mi novia a la universidad. Minutos después me detengo frente a la universidad, me bajo del auto y lo rodeo apoyándome contra la puerta del copiloto, saco de mi bolsillo mi cajetilla y saco un cigarro, vuelvo a guardar la cajetilla y llevo el cigarro a mis labios, busco el encendedor y lo enciendo.

A la segunda calada veo a mi novia caminar hacia a mi totalmente furiosa, apago el cigarro ya que a ella no le gustaba que fumara. Me hago un lado porque sabía que al estar enfada era mejor no molestarla, ella se sube sin siquiera saludarme y cierra la puerta con fuerza.

<< Vamos James, intentemos entenderla y no la cagues...>>

Me subo también y enciendo el auto para así irnos y poder llevarla a casa. Durante el trayecto no ha dicho ni media palabra y eso comenzaba a inquietarme.

Minutos más tardes ya nos encontrábamos parados frente a la casa de sus abuelas y al parecer aun se ha dado cuenta que hemos llegado ya que aún estaba sumergida en sus pensamientos.

― ¿Vas a decirme lo que paso?― Mi voz la saca de sus pensamientos.

― ¿Qué?― Pregunta.

― ¿No vas a decirme que es lo que tiene así?― Me quito el cinturón de seguridad y ella hace lo mismo dándose cuenta que ya había llegado.― Si no me dices, ¿Cómo podría ayudarte?

― No quiero hablar de eso ¿sí? Lo único que quiero en estos momentos es estar sola.― Suspiró.― Gracias por traerme.― Me dio un beso en la mejilla, cogió su mochila y se bajó del auto.

Pongo el freno de mano y me bajo para ir tras ella, la tomo del antebrazo haciéndola girar hacia a mí y la abrazo.

― ¿Recuerdas que me dijiste que incluso en mis peores días nunca ibas a dejarme solo?― Ella asiente en mis brazos.― ¿Por crees que yo lo haría, eh?

― Hablemos a dentro.― Murmura.

Subimos a su habitación aprovechando que su abuelo no estaba en casa. Ella dejó su mochila sobre un pequeño sofá color rosa y me pidió que me acostara a su lado a lo que yo no dude y lo hago.

Entonces fue cuando me conto todo lo que había pasado en la universidad, por una parte me sentía molesto con ella por haberse involucrado en un problema que no le corresponde pero por otra puedo entenderla porque ella paso algo parecido en nuestro último año con las hermanas Collins.

― Sabes lo que pienso al respecto.― Dije, y comienzo acariciar su hombro.

― ¿Y que querías que hiciera?

― Hablar de lo que paso con el rector o con algún profesor, Melanie.― Respondo.

Ella se alza contra su codo apoyado en la cama para mirarme, parecía triste y la entiendo pero tengo miedo a que esa chica se atreva en hacerle daño.

― Estoy segura que no hubieran hecho nada.

― No lo sabrás si no lo intentas, debes hablar con alguien sobre lo que le está sucediendo a esa chica, Melanie.― Me siento en la cama y ella apoyó su mentón sobre mi hombro.― No quiero que esa tal Katia se desquite ahora contigo, no podría sopórtalo mucho menos ahora que no estoy cerca de ti para cuidarte.

Ella sonríe y me da un beso en la mejilla.

― No me dejare intimidar por ella, ni por nadie. No esta vez.― Suspiro.― Puedo cuidarme sola, no te preocupes por mi.

Si dice eso, claramente me preocupare.

Estaba por responderle pero entonces el tono de que un mensaje nuevo me ha llegado, Melanie me da espacio y saco mi móvil del bolsillo de mi pantalón, desbloqueo la pantalla encontrándome con un mensaje de mi mejor amigo.

Eich volvió, ha venido a buscarte James y me ha dejado su dirección y número telefónico para que te contactes con él.

-Kevin.

Por un momento creí que había leído mal y vuelvo a releer el mensaje, quería creer que no era cierto de que él había regresado cuando le dije bien claro que no quería volver a verlo nunca más.

¿A que ha regresado?

¿Por qué ha vuelto?

― ¿James?― Al sentir el tacto de mi novia sobre mi piel, regreso a la realidad.

Melanie nunca supo y nunca le he dicho quien fue realmente Eich.

― Eich ha vuelto.― Me miró con sorpresa.

Un sabor amargo me recorrió la boca, me levanto y camino hacia la ventana llevándome las manos a la cara soltando un suspiro.

― Creo que sería una buena oportunidad en que hables con él.― Dijo y siento sus manos rodearme la cintura.― Lo admitas o no, él siempre será una parte de ti.

Lo único que le dije a Melanie es que Eich me había mentido respecto a lo de mi madre y que por eso es que no quería volver a verlo, porque si le decía que fue cómplice de los delitos de mi difunto padre ella y su familia hubieran hecho lo imposible para pudrirlo en prisión.

Y aunque yo mismo lo amenace con eso, no estaba dispuesto verlo tras las rejas.

― No, no puedo ni quiero verlo.― Por alguna razón mis manos comenzaron a sudar frio.― Eich es parte del pasado.

<< ¿Qué pasa James?>>

― Si volvió es porque debe extrañarte mucho, me dijiste que siempre estuvo contigo cuando eras un niño.― La tomo de la mano haciendo que se pare frente a mi.

Lo único que quiero recordar de él son los buenos momentos, nada más que eso.

― A veces lo único que nos queda son los recuerdos, los buenos momentos que tenemos grabado en una cierta parte de nuestro corazón, Wells.― Formulé, con algo de tristeza al recordar aquel hombre a quien vi como una figura paterna y que al final termino decepcionándome.― Y eso es lo único que quiero recordar de él.

― Dale una oportunidad de escuchar lo que tenga que decirte, no perderás nada con hacerlo.

― Lo voy a pensar.― Le doy un beso en la frente.― Debo irme, mañana iré por ti a la universidad.

― Estaré esperando por ti entonces.

― Te amo.

― Yo también te amo a ti.

Melanie acerca su rostro al mío, con una sonrisa de esas que me entregan paz. Tomo su rostro entre mis manos y unimos nuestros labios.

No me cansaré de decir lo loco que me tiene esta mujer.

Melanie.

La segunda clase de la mañana había dado por finalizada, aprovechamos en ir a la biblioteca a buscar un libro que nos pidió el profesor que debíamos leer de aquí a dos semanas para nuestro primer examen.

Así que aquí estábamos, buscando el libro de fundamentos de markeing quinta edición. No podía creer que la biblioteca de esta universidad fuera tan enorme.

― El viernes por la noche hay una fiesta.― Comentó Luna, mientras buscaba el libro.― Y cómo eres mi nueva amiga me encantaría que fueras conmigo.

― No.― Respondo de inmediato, ella se gira hacia a mí con su boca semi abierta.― Cuando voy a fiestas siempre sucede algo así que esta vez yo paso.

― Mel, nos la pasaremos genial las dos.― Me tomo de las manos.― Es la segunda fiesta a la que me invita la facultad de derecho.

― Tú lo has dicho, te invitaron a ti no a mi.― Reí.

― ¡Pero puedo invitar a quien sea!― Rápidamente la rubia baja la voz, ruedo los ojos.― Puedes invitar a tu novio si quieres.

― Lo voy a pensar ¿ok?

― Ok.― Dijo, con emoción.

Cuando por fin encontramos los libros que hemos estado buscando nos fuimos a nuestra última clase que consistía en un breve taller de diseño, cuando entre al salón nos encontramos al profesor hablando con alumno.

― ¿Señorita Wells?― Preguntó el profesor.

― Soy yo.― Contesto, estaba a punto de sentarme.

― El rector necesita verla en su oficina.― Miro al chico que estaba a su lado y me doy cuenta que es ese tal Marcus.― Vaya por favor.

Miro a Luna y me mira con confusión, entonces supuse que debía ser por lo que paso ayer con Katia ¿Qué diablos voy hacer? No digo nada, cogí mi mochila nuevamente y sigo al rubio detrás.

En el camino yo no dije nada y el tampoco, seguí a Marcus pero él me tomo de la mano con brusquedad llevándome a quien sabe dónde.

― ¡¿Qué haces!?― Chillé.

Entonces Marcus abre la puerta de una habitación y me arrastra a dentro, él cerró la puerta y me mira con molestia como si hubiese hecho terrible.

― ¿Sabes en el problema en te has metido?― Pregunta.― Te estas metiendo en la boca de lobo, chica nueva.

Ok, sé perfectamente a dónde quiere llegar.

― ¿Lo dices por lo que tu novia le está haciendo a tu ex?― El chico me mira con ceño fruncido.― Vaya sí que tienes los pantalones bien puestos para venir aquí y encararme por lo de ayer, eh.― Digo en son de broma.

― No sé qué mierda te habrán dicho sobre mí y de Katia pero nada de eso es cierto. Sí, nos hemos liado un par de veces pero nada serio ha surgido entre nosotros.― Dijo, como si fuera lo más normal del mundo.

― ¿Y Diana?― Noto como aprieta sus puños.― Escuche que sí tuvieron algo.

― Apenas llegas ayer y ya estas enterada de todo, eh.― Dio un paso hacia mí pero yo no me muevo.― Lo que paso entre Diana y yo no es tu problema ni el de nadie, pero veo que tienes mucho interés por saber lo que paso ¿cierto?― Dio otro paso, inclino mi cabeza hacia un lado con una sonrisa.

― Mentiría si dijera que no estoy interesada en saber que paso, pero no por ser de esas viejas chismosas no. Sino porque quiero encontrar un motivo del por qué tanto odio hacia ella.― Él chico se recarga contra el pupitre.― Tú mismo viste lo que le hicieron, ¿no te duele ver sufrir a la chica que una vez quisiste de esa manera?― Esperaba ver algo de culpa en sus ojos pero no vi nada, absolutamente nada.

― No.― Confesó.― ¿Sabes por qué? Porque caminar con ella es como caminar en el infierno.― Mi cara de confusión lo hace sonreír.― Quizás al inicio no te vas a dar cuenta como es ella realmente, pero cuando medida que vaya avanzado su amistad verás porque la he dejado.―Dice.― Pero será mejor que te alejes de ella.

― ¡¿Acaso no te das cuenta lo mal que esta!?― Brame.

― Ella misa se lo busco y a mí ni siquiera lastima me da.― Soltó.

― Eres...

―Va a lastimarte de la misma manera como lo hizo conmigo.― Dicho eso, él camina hacia la puerta la abre de golpe y se va.

No pienso dejarla sola, ella necesita ayuda y yo quiero ayudarla.

Tomo una gran bocanada de aire antes de volver a mi clase, cuando salgo me encuentro con Luna quien venía ya con sus cosas.

― ¿Por qué sales de ese salón?― Preguntó, mirando por sobre mis hombros.― ¿Qué quería el idiota de Marcus?

― Nada en especial, ¿ya acabo la clase o qué?

― El profesor sólo nos quería dar un par de instrucciones y nos dejó ir.― Dice, me muerdo el labio.― Ven, vamos a sentarnos al césped.

Luna me toma de la mano y me lleva a fuera, había dos canchas una era de tenis y la otra de fútbol. Nos sentamos en el césped dada a la cancha de fútbol, dejamos nuestras cosas a un lado.

Luna pregunto qué era lo que había pasado con Marcus, no le dije mucho de mi conversación sobre lo de Diana tuve que decirle que sólo me estaba divertido en no volverme a meter con Katia y que la fiesta estaría en paz pero ¿eso sería realmente posible?

― ¡Oh espera aquí!― Chilló la rubia, se levantó tomando su mochila y fue corriendo a la cancha de fútbol y veo que se lanza a los brazos de un chico pelirrojo mucho más alto que ella.

Yo también me pongo de mí y justo en ese momento veo a Diana, alzo mi mano al cielo en forma de saludo y ella hace lo mismo y entonces decido acercarme.

― Diana, me alegra verte.― Digo.― Ayer salí a buscarte pero te habías ido.

― S-sí, necesitaba curar mi nariz antes de volver a casa.― Dijo, relamió sus labios.― Por cierto te he traído tu pañuelo, lo lave ya sabes...por mi nariz sangrada.― Abrió su mochila y saco de su interior mi pañuelo.― Gracias por preocuparte por mi ayer, oí lo que paso entre Katia y tú y lo menos que quiero es causarte problemas.― Le doy una sonrisa de boca cerrada, tome mi pañuelo y lo amarro al arcial de mi mochila.

― Voy a estar para ti cuando lo necesites.― Ella sonríe.― ¿Has pensado ir con la psicóloga de la universidad?― Ella negó con la cabeza.― ¿Por qué?

― Siento que no va entenderme, tengo miedo ir yo sola.― Murmuró.

― Yo estoy dispuesta en acompañarte a las citas, bueno obviamente no podre entrar contigo pero si esperar por ti en el pasillo.

― ¿Harías eso por mi?― Su sonrisa se ancho.

― ¡Por supuesto que sí!― Me enseñó sus perfectos dientes blancos.

― V-voy a pedir una cita con ella ahora, creí que las personas buenas ya no existían.― Entonces me sorprende lo que hace, me abraza.― Gracias Melanie.

― No me agradezcas.

Se separa de mí y me agradece por segunda vez, pasa por mi lado para ir a pedir una cita con la psicóloga.

"Caminar con ella es como caminar en el infierno..."

No pidiendo darle la espalda a esa chica, no como me la dieron a mí.

Cuando me volteo ya no veo rastro de la rubia, miro hacia alrededor pero ella ya no estaba. No puedo creer que me haya dejado sola.

¡¿Y así quiere que la acompañe a la fiesta!?

Entro nuevamente al pasillo dirigiéndome a mi taquilla, saco del interior un par de libros que pedí prestado en biblioteca esta mañana. Cierro la puertecilla y apenas me giro Katia me empuja contra m taquilla causando que mis libros cayeran al suelo.

― Lo lamento, chica nueva.― Ella y sus amigas se ríen, piso uno de los libros y sus amigas patearon los otros dos lejos de mi.― Vámonos chicas.

¡Dios por favor dame un poquito más de paciencia!

Me dispongo a recoger los libros pero un par de vans rojas con caña aparecen en mi campo de visión. Levanto la mirada y me encuentro con esos ojos marrones.

Genial.

― Si vienes a reírte por lo que acaba de hacer la loca de tu amiguita será mejor que te largues.― Le espeto.

Kyle me extiende su mano para ayudarme a levantarme pero la aparto de un golpe, me paro yo sola y le arrebato el libro que él ha recogido por mí.

― Un gracias no estaría demás.― Dijo.― Al parecer ya eres el nuevo objetivo de Katia.― Noté como una leve sonrisa sele curvaba en los labios.― Tienes tiempo en alejarte de Diana y terminar con toda esta estupidez de creerte héroe, chica nueva.

― ¿Crees que le tengo miedo a esa imbécil?― Sus ojos estaban fijos en los míos.― Pues fíjate que no, y te diré lo mismo que le dije a tu amiguito. No voy alejarme de Diana porque así lo quieren ustedes, voy ayudarla y haré lo que este en mis manos para hacer que echen de aquí a esa arpía de Katia Hamilton.― Le advertí.

― Tienes agallas, eh.― Su sonrisa se borró por completo.

Siento un par de ojos sobre nosotros y miro a mi alrededor dándome cuenta que un par de estudiantes nos estaban mirando y murmuraban un par de cosas.

― ¿Qué tanto miran?― Entonces me doy cuenta de la gran cercanía que teníamos Kyle y yo.

― Me miran a mi.― Vaya, me salió egocéntrico el chico.― No suelo hablarle a chicas tan corrientes como tú, deberías sentirte afortunada.

¿Cómo dijo?

― Vete a la mierda.

Camino hacia la salida y al salir me encuentro con mi novio esperándome como lo había prometido, corrí directamente hacia él y me lanzo a sus brazos uniendo nuestros labios.

James abrió la puerta del coche y me subo, cuando me asomo por la ventana puedo ver a Kyle y su amigo mirando a nuestra dirección, agradezco que mi novio no se haya dado cuenta de eso.

Algo me dice que no se darán por vencido.

- Besos y abrazos.

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