Un nuevo comienzo

By Emmabk

187K 6.8K 410

Después de Tres años separados, Christian intenta entrar de nuevo en la vida de Ana, sin saber que hay algo q... More

50 Shades of Grey Fan Fiction
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
LEER!!!
16
17
FINAL

Final: Primera parte

7K 309 7
By Emmabk

Primera parte del final de esta historia!!! Espero sus comentarios y ojala  les guste!!! 

Como siempre les dejo los links para que puedan contactarme. 

BLOG: http://emmabrick.blogspot.mx/

FACEBOOK: https://www.facebook.com/EmmaBricknight

Final: 22 de Diciembre. 

**********************

Capítulo final
Primera parte

Siendo honestos. Mi vida ha sido una montaña rusa, momentos felices opacados por momentos de dudas, lágrimas y mucho sufrimiento. Pero cada vez que pienso en todo lo que ha ocurrido no siento ningún remordimiento o ninguna necesidad de cambar algo.

Dicen que todo en la vida pasa por alguna razón y la verdad no tengo ni la menor idea si eso es cierto o solo sea alguna una basura publicitaria de algún producto. Como sea. Solo puedo decir que las cosas en mi vida han mejorado hasta el punto de ser perfectas…o casi perfectas.

--¡Mamá! ¡Phoebe me está molestando! –Escucho gritar a mi hijo. Gracias a dios que no estoy sosteniendo algo en mis manos o lo hubiera tirado al suelo del susto. Escucho pasos en el pasillo dirigiéndose a la cocina. Se suponía que tendría unas horas más en silencio…pero veo que eso no ocurrirá.

-¡Eso no es cierto! ¡Mami solo quiero que me preste su IPod!

-¡Tú tienes el tuyo! –Abro los ojos y los veo. Mis hermosos hijos. Mientras suspiro cierro los ojos y recuerdo cuando eran unos pequeños niños que pasaban todo el tiempo juntos y me pregunto cómo es posible que ahora se peleen por las cosas más insignificantes.

-¡Pero quiero escuchar tú música! ¿Cuál es el problema?

-¡No me gusta que te metas a mi habitación y busques entre mis cosas! ¿Acaso no leíste el letrero que dice: prohibido entrar?

-¿Por qué eres tan malo conmigo?

-¡No soy malo! ¡Solo quiero mi privacidad!

--¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué discuten? –Siento como me trago una enorme carcajada. Abro los ojos y veo a mi amado esposo entrando a la cocina luciendo tan malditamente sexy como siempre. ¿Cómo es posible que ese hombre no envejezca? Me trago otra risa otra vez. Puedo escuchar mis propios pensamientos y veo como Taylor se está aguantando las ganas de reír. –Hice una pregunta. ¿Por qué discutían?

Mi mirada se va directo a mis dos hijos. Teddy está furioso y cierra los ojos tratando de controlarse, mientras que la niña de papá esta con esa cara otra vez. Sí. ¿La cara con ojos de perrito? ¿La conocen? ¡Esa cara!

Esa niña es capaz de manipular a su padre como nadie en el mundo, es ambiciosa y controladora. Igual a su padre. Por su parte, mi Teddy se parece un poco más a mí, o al menos en su forma de ser, puesto que ambos son el vivo retrato de su padre.

-Hice una pregunta y espero una respuesta.

-Phoebe se volvió a meter a mi habitación y se llevó mi IPod. Ya le dije que no la quiero ver ahí.

-¡No tiene nada de malo! ¡Eres un grosero!

-¡Yo no soy grosero! ¡Solo quiero que te mantengas alejada de mi habitación! ¿Quieres que te lo deletree? A LE JA TE DE MI HA BI TA CI ÓN

--Basta. –Mi Christian. Tan controlador. Nunca grita pero sabe cómo mantener a estos dos diablillos bajo control. –No quiero volver a escucharlos discutir por algo tan estúpido. Cada quien tiene sus propias cosas y si no las encuentra, pues más les vale buscarlas. No pienso volver a comprar nada más.

-Pero papi…

-Dije basta. Vayan a sus habitaciones y si los vuelvo a escuchar discutir los mandaré a ambos a ayudar a su tío Elliot en la construcción, y saben que siempre cumplo lo que prometo.

Teddy sale furioso de la cocina y Phoebe corre detrás de él. Se escuchan pasos y dos puertas cerrándose. Miró a mi esposo y veo una enorme sonrisa en su cara, mientras Taylor desaparece camino hacia él y me envuelve en sus brazos.

-¿Por qué no se quedaron de cuatro años? –Pregunta mi amado Christian.

-Porque eso es imposible.

-Solo no entiendo por qué discuten todo el tiempo.

-¿En serio no te has dado cuenta?

-No. ¿De qué debería haberme dado cuenta? –Me pregunta y yo suspiro.

-Phoebe solo lo hace para llamar su atención.

-¿De qué hablas?

-Vamos Christian, ¿No te habías dado cuenta?

-Explícate.

-Cariño, nuestro hijo está por cumplir diez años. Está en la etapa donde le avergüenza que estemos cerca, se empieza a vestir de otra manera, se arregla más, incluso se ha peinado de diferente. Ya no le interesa quedarse a jugar con su pequeña hermana, prefiere salir con sus amigos y ver chicas. Y a ti hija eso no le agrada para nada.

-¿Estás diciendo que Phoebe está celosa de su hermano?

-Cariño, nuestra hija está furiosa por qué Teddy la ignora y solo haciéndolo enojar logra captar su atención.

-¡Eso es estúpido!

-¿Lo es? ¿Recuerdas cuando te decía: por favor Christian, no le des todo lo que te pida o si no cuando crezca va a demandar más atenciones? O tal vez te suene: No la consientas. No la trates como una princesa. ¿Lo recuerdas?

Suspiro y nos reímos de la situación. Nos besamos y nos escabullimos a nuestra habitación por los próximos treinta minutos. Añoro tanto Escala. No hemos ido en siete días y la tensión se ha acumulado demasiado. No es como si no tuviéramos nuestras sesiones en casa, pero no es lo mismo.

Desde que los niños aprendieron a moverse mucho más rápido tuvimos que tomar precauciones, así que cuando queremos una buena sesión solo nosotros dos…buenos solo digamos que Escala es nuestro refugio.

Esa noche escucho un leve ruido proveniente del fondo del pasillo, cerca de las habitaciones de nuestros hijos. Me levanto y camino. Está cayendo una tormenta y los pasillos se iluminan por los constantes rayos que caen. Camino y escuchó un leve ruido. Me detengo y suspiro. Abro los ojos y veo a Christian caminando hacia mí.

-¿Otra vez? –Me pregunta.

-No puedes culparlo.

-No lo hago. Pero hace años que prefiere estar solo que venir con nosotros.

-Tiene nueve años y siente que ya no nos necesita. –Suspiro y escucho un leve sollozo proveniente del cuarto de mi hijo. La necesidad de entrar y consolarlo me consume, pero no quiero invadir su privacidad. Nos quedamos parados en silencio, tomados de las manos mientras la tormenta empeora y los sollozos de mi hijo aumentan.

La odio. Detesto a esa maldita mujer. Estúpida perra.

Por su culpa mi Teddy le tiene un gran temor a las tormentas.

Aún recuerdo la primera tormenta que cayó después del accidente de nuestro pequeño. Teddy tenía cuatro años y llovía muy fuerte, de pronto escuchamos un fuerte grito proveniente de su habitación y como si nos hubiéramos coordinado, Taylor, Luke, Gail, Christian y yo corrimos hacia él. Mi pequeño lloraba desconsoladamente y no dejo de llorar hasta que se quedó profundamente dormido en mis brazos.

Cuando le preguntamos a John nos dijo que era una marca que había quedado en nuestro pequeño después de su secuestro. La segunda noche de su secuestro una fuerte tormenta cayó acompañada de rayos y truenos. Si tan solo hubiera estado con mi bebe en esos momentos ahora no tendría que tragarme las ganas de entrar a consolarlo.

-¿Mami? –Abro los ojos y veo a Phoebe saliendo de su cuarto- No me gusta escuchar llorar a mi hermanito.

Dice mientras se refugia en mis brazos y su padre la consuela. No es la única que se siente de esa manera. Puedo ver la frustración en la cara de Christian. Sé que a pesar de haberle dado su merecido a esa perra, no fue suficiente.

Ni siquiera yo me sentí satisfecha.

Pero la cara de la zorra me dio un poco de satisfacción o al menos controlo las irresistibles ganas de matarla.

-¡No puedes hacer esto Christian!

Decía mientras Luke y Taylor la sujetaban en la oficina de Christian. Mi esposo parado con esa mirada de quererla asesinar en sus ojos.

-¡Me das vergüenza! Te has convertido en un hombre débil y miserable. ¡Esa maldita zorra –Gritaba mientras me apuntaba con sus repugnantes dedos- te manipula, es una maldita cazafortunas y esos hijos si siquiera son tuyos! ¡Te ha estado usando!

-¡No te atrevas a hablar mal de mis hijos y mucho menos de mi esposa! ¡Ella no es como tú Elena y más te vale que la respetes o yo mismo te saco la mierda de la boca!

-¡Eres patético! ¿Acaso no te das cuenta que esos bastardos no soy tuyos? –Escupe con toda su rabia mientras yo termino perdiendo la calma y me lanzó sobre ella pero Christian me sujeta antes de que logre tocarla.

-¡Cállate maldita perra! ¡No te permito que insultes a mis hijos!

-¡La perra aquí eres tú! ¡Te metiste en mi vida y arruinaste todo! –Una risa burlona se forma en su boca mientras sigo luchando con mi esposo para matarla o por lo menos arrojarla por la ventana y no me importaría limpiar sus restos de la calle.

-¡Ya basta Elena!

-¡Me das lástima Christian!

-¿Yo? ¿Acaso no te has dado cuenta Elena? –Dice y me suelta. Se acerca a la zorra y se inclina hasta tenerla a centímetros de su cara- Lástima da una mujer como tú Elena. Jamás sabrás lo que es la felicidad o el amor porque no tienes nada. Estas podrida al igual que tu sucia y asquerosa alma. Ni con todos los azotes o sumisos del mundo, jamás podrás sentir ni una partícula de la felicidad de yo disfruto y disfrutaré el resto de mi vida. ¡Sáquenla de aquí!

-¡Adelante, hazlo Christian! –Dice burlonamente, camino hasta mi esposo y lo envuelvo en mis brazos ajenos de todo el espectáculo que la perra está ofreciendo- Te diré lo mismo que le dije a la perra que tienes ahí, esta vez no esperaré. Será mucho antes y tu hijo será el que venga a mí.

Sentí como la furia de Christian salió. Me soltó y casi corrió hacia Elena. Taylor y Luke estaban furiosos. Mi esposo la tomo y la sacudió.

-Escúchame bien maldita estúpida. Si te veo cerca de mi familia, me voy a encargar personalmente de enterrar tu cuerpo en lo más profundo del desierto donde nunca nadie te va a encontrar jamás. Tienes veinticuatro malditas horas para salir del país o te juro que acabaré contigo de la manera más lenta y dolorosa posible.

-Si me hundo tú te hundes conmigo. –Dice arrogante, me siento furiosa y quiero arrojarla por la ventana. No me importaría pasar unos años en la cárcel, además, estoy segura que con las influencias de mi esposo, podríamos comprar mi libertad. La risa de mi esposo me saca de mis pensamientos homicidas, incluso la perra esta... ¿Es miedo lo que tienen en la mirada?

-¿Tú hundirme a mí? No seas estúpida Elena. Si yo quiero puedo comprar a toda la maldita prensa del país y controlarlos. Puedo hundirte, tengo testigos y una grabación donde tú misma aceptaste que el secuestro de mi hijo fue tú maldita idea. ¿En serio quieres retarme? Si no te he refundido en la cárcel es porque no es un castigo suficiente. Te quiero fuera del país y no vuelvas. Si lo haces, te juró por lo más sagrado que tengo que te vas a sentir orgullosa del maldito dominante que creaste. Acabaré contigo y con todo lo que tenga que ver con tu maldita existencia. ¡Sáquenla!

Taylor y Luke la sacan de la oficina y Christian casi corre a mis brazos. Nos quedamos en silencio por varios minutos.

Solo abrazados.

Sin decir nada.

El solo recuerdo de la cara de la perra hace que mi estómago se revuelva. Hace años que no sabemos nada de ella, o al menos eso creo. Sé que Christian la tiene vigilada por si intenta algo, pero no es estúpida y sabe que mi esposo cumple sus promesas.

Un fuerte relámpago ilumina el pasillo y me quiebro. Suelto a mi hija y abro la puerta de la recamara de Teddy. Ni siquiera enciendo la luz, solo caminó y me siento a su lado, mi hijo se mueve hasta quedarse entre mis brazos sollozando. Phoebe camina y se sienta a su lado y lo abraza. Y lo mismo hace Christian. Los cuatro nos quedamos en la cama, juntos y poco a poco, mi Teddy se queda dormido.

-Me duele tanto verlo así.

-No podemos hacer nada. Y lo sabes Ana. Lo hemos intentado todo. –Christian se levanta y carga en sus brazos a nuestra hija y la lleva a su habitación. Regresa unos minutos después y se sienta a mi lado- John dice que solo el tiempo le ayudará a superarlo.

-¿Cuánto tiempo más Christian? Han pasado seis años y sigue igual. Odio verlo de esta forma, pero más odio que reprima sus miedos. Sé que no voy a estar toda la vida a su lado, pero quisiera haberle dado una infancia diferente.

Pero sin importar cuan grandes sean mis deseos por tomar los miedos de mi Teddy y que él sea feliz, sé que no puedo. El resto de la noche nos quedamos a su lado y cuando la luz del sol empieza a entrar por la ventana, salimos dejándolo solo. 

Continue Reading

You'll Also Like

672 101 34
Melissa trabaja para Evan Fisher, desde hace más dos años, y en ese tiempo a logrado enamorarse de ese hombre atractivo, ella lo ve como una botella...
2M 215K 130
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
38.6K 3.4K 16
La vida estable y tranquila de Anastasia Steele está apunto de cambiar tal y como la conocía. Los castillos que tanto se había esforzado por construi...
22.2K 2.5K 30
Anastasia Steele es la diseñadora de ropa interior más famosa del mundo. Jamás podría haber esperado el reto profesional en el que se vio envuelta al...