Camila tomó el rechazo mejor que Lauren.
Había una rutina en la vida, una norma a la que Lauren necesitaba aferrarse. Incluso cuando Lauren odiaba la rutina, todavía era cómoda, todavía era como deberían ser las cosas. Las piezas del rompecabezas encajan de cierta manera, de la misma manera que los beanis de Lauren encajan en sus cajones, organizadas y perfectas.
Se suponía que Camila no la quería de esa manera. Se suponía que Lauren no quería a Camila de esa manera. Puede que no supiera otras cosas del mundo, pero esto lo sabía.
Entonces Lauren hizo lo que Lauren asía mejor. Ella tomó el recuerdo del beso y lo tiró al fondo de su mente. Ella fingió que no había sucedido.
Lauren no pensó en lo que podría haber sido o incluso si hubiera querido que fuera así. No se preguntaba si Camila se iría ahora. No se preguntaba qué haría sin Camila. Lauren no pensó en la sensación de Camila en sus brazos, la sonrisa estúpida de Camila y la forma estúpida en que hablaba y la estúpida forma en que hacía que la vida de Lauren fuera mucho mejor. No pensó en los suaves labios de Camila y sus dedos posesivos y sus ojos confiados. Lauren no contó los momentos, los segundos desde que los labios de Camila se encontraron con los de ella.
Ella contó los días. El primer día fue el más difícil. Todo se desvaneció con el tiempo.
Con su corazón tratando de abrirse camino al cuchillo fuera de su pecho con cada respiración, Lauren tenía que esperar que todo se desvaneciera con el tiempo.
Fue la primera noche que Lauren durmió sola en una cama que casi había sido suya. Se despertó al vacío y, en su somnolienta neblina, no supo por qué.
Lauren gruñó somnolienta, acariciando con su mano la almohada donde debería haber estado la cabeza de Camila pero inexplicablemente no. "¿Camz ...?" Lauren esperaba que Camila no estuviera en el armario arreglando sus gorros otra vez. Se frotó los ojos con el dorso de la mano, mirando alrededor de la habitación vacía. El silencio era extremadamente raro en la presencia de Camila. Incluso cuando dormía, Camila murmuraba, resoplaba y hablaba adormilada sobre los males de las farolas.
El silencio en la ausencia de Camila fue más fuerte de lo que Camila alguna vez pudo haber sido.
"Oh", dijo Lauren a la habitación vacía, la conciencia volviendo a ella en una carrera enfermiza. Oh.
De alguna manera, aún así, Lauren sabía que Camila no se había ido. Fue la diferencia entre el silencio y la sordera.
El olor a café flotaba bajo el marco de la puerta. Lauren se vistió lentamente, tratando de prepararse para la infelicidad de Camila, tratando de prepararse para decir no a los dedos de Camila y su mirada de deseo.
Cuando Lauren entró a la cocina, Camila llevaba un delantal descolorido con mariposas y una de las gorras rojas de Lauren en la cabeza. Ella estaba bailando con una espátula. Lauren miró frenéticamente alrededor de la habitación, medio preocupada porque Camila había encendido la estufa y estaba intentando un plato elaborado con ingredientes incomestibles. La estufa estaba apagada, para gran alivio de Lauren. Camila no parecía estar cocinando, simplemente bailando con una espátula.
"¡Lolo!" Camila llamó con inesperada alegría, saltando para cubrirse sobre los hombros de Lauren. Su toque hizo que la piel de Lauren se pusiera pálida como si acabara de despertar.
Lauren se debería de haber alejado.
"Hice un amigo", dijo Camila, golpeando alegremente el metal de la espátula contra la mejilla de Lauren. Lauren enredó sus dedos alrededor de la muñeca de Camila sin pensar.
"¿Cuál es el nombre de el?" Preguntó Lauren, su voz rasposa por el sueño.
"de ella," corrigió Camila, tocando nuevamente a Lauren en la mejilla con énfasis, "es Ariana." Cuando Lauren asintió vagamente, Camila resopló descontenta contra su cuello. "¡No seas grosera, Lauren! Di hola. A ella le gustas, por supuesto ".
Camila no tenía un solo amigo que no gustara de Lauren. Incluso ahora. "Camila ..." dijo Lauren vacilante, girándose para mirar a Camila que estaba examinando su espátula pensativamente. Lauren no sabía qué palabras debía decir, pero estaba segura de que había algo que se suponía que debía decir ahora: ¿no eres tú, soy yo? - después del silencio de anoche.
No había habido una sola palabra en los labios de Lauren, una sola palabra en su mente después de alejar a Camila. En una reacción tan inesperada como el beso en sí, Camila tampoco había dicho nada.
Ella no había estado en desacuerdo con Lauren. Ella no había insistido en que Lauren fuera su alma gemela. Ella ni siquiera había divagado sobre las estrellas. Ella no había cantado ninguna letra incomprensible o exigió que Lauren tocara la guitarra. Cuando Lauren había murmurado algo acerca de lo sucedido Camila ya estaba durmiendo en su propia habitación, Camila se había ido sin quejarse. Una Camila agradable, silenciosa y poco exigente no era algo que Lauren había visto antes y no sabía lo que significaba. A ella no le gustó. No era natural para Camila. A Lauren le gustaba Camila tal como era: extraña, obstinada, brillante, risueña, musical, mágica, y Camila.
Lauren odiaba pensar que había hecho algo para desanimar a Camila, y dejara de ser lo que ella era..
Pero Lauren no era esa clase de alma gemela, simplemente no podía ser.
Camila había vivido en un edificio abandonado, había valorado una sudadera más que una Rolex, había escarbado sin pensar a través de botes de basura, se había dado un dolor de cabeza por el humo de la pintura al mirar dos estrellas dibujadas en el techo durante horas. Ella se había quemado sus dedos curiosos con la ardiente llama de la estufa. Lauren no sería el fuego que hiriera a Camila. Lauren sería la que empujara a Camila lejos del fuego, cuidandola mejor, manteniéndola a salvo. Camila podría haberselo ofrecido, pero eso no significaba que Lauren pudiera arrebatárselo.
Si Lauren quería o no, no era un problema al final.
"A ella realmente le gustas", dijo Camila consolando a la espátula, acariciando el mango en lo que Lauren pensó que probablemente se suponía que era una forma de reconfortarla. "Ella es tímida, no te preocupes". Ella vendrá".
"Camila-" Lauren comenzó en protesta pero Camila apartó la mirada de la espátula para darle una mirada molesta, una ceja levantada en una expresión que decía que creía que Lauren estaba siendo más densa que de costumbre.
Lauren cerró la boca y Camila sonrió en recompensa antes de volver a acariciar la espátula. "Claro", dijo Lauren, dando un paso atrás y solo entonces se dio cuenta de que sus dedos estaban enganchados alrededor de la muñeca de Camila. Ella los liberó a regañadientes. "¿Quién quiere cereal?"
Camila estaba ocupada susurrando algo secreto a la espátula que Lauren estaba bastante segura de que era sobre ella. Lauren le trajo un tazón de cereal con dulces de malvaviscos coloridos.
"Plantaremos un árbol hoy", declaró Camila durante el desayuno.
Plantaban un árbol todos los días. Habían plantado un árbol de una pua de guitarra, un árbol de un foco de luz e incluso un árbol de un bow.
"Está bien", Lauren estuvo de acuerdo fácilmente. Camila la recompensó con una sonrisa brillante y genuina, era de alguna manera feliz con las cosas que le daban, incluso cuando no eran lo que ella quería o necesitaba.
"¿Qué día es hoy?", Preguntó Lauren después de un momento, con el desayuno desagradable frente a ella. Lauren se preguntó si Camila diría lunes. Lauren se preguntó si Michael, o alguien adecuado para Camila, apareceria y se llevaría a Camila. Alguien que le daría a Camila todo lo que ella quería y necesitaba. Lauren no podría ser eso para Camila. Ella todavía no podia. Ella simplemente ... no quería que nadie más fuera eso para Camila, tampoco.
Camila separó otro malvavisco de su cereal y no respondió.
Hoy no sera, entonces. Los hombros de Lauren se hundieron con alivio.
"No te preocupes" dijo Camila claramente. Lauren levantó la vista para encontrar los ojos de Camila enfocados intensamente en ella.
"No soy tu alma gemela", dijo Lauren, las palabras se mezclaron en sus labios. Ellas quemaron. "¿Vas a buscar a esa persona? Sigue las estrellas, revisa la basura de tu alma gemela y mudate a la casa de tu alma gemela y ... "
Camila solo negó con la cabeza, dándole a Lauren una mirada exasperada. "Eres mi alma gemela."
"No lo soy", dijo, tan estúpida. "No lo soy no puedo ..." Camila levantó una ceja. "Ser eso."
"Eres Lauren", dijo Camila simplemente, como si todo fuera tan obvio para ella. Lauren deseó que pudiera ser tan simple. "Eres mi Lolo". Quiero serlo, casi dijo Lauren. Se detuvo en el último momento y se apuñaló a sí misma en la boca con la cuchara.
---
Ellas plantaron un árbol.
Era el tercer corazon de manzana en el jardín. Apenas cabe entre la púa de la guitarra y el malvavisco en el pequeño espacio de terreno despejado en un jardín muerto desde hace mucho tiempo. Lauren no estaba segura si Camila recordaba cuántos árboles habían plantado allí. Ella no supo cuánto tiempo estuvieron sentados, Camila mirando fijamente al suelo, solo esperando. Lauren miró la hierba amarilla, miró al gato junto a la cerca, miró el cemento de la casa, miró a la señora Smith y la miró con los binoculares desde la ventana.
Trató de no mirar a Camila.
Camila tenía un pequeño lunar debajo de su labio inferior. Por supuesto, Lauren no se había dado cuenta de eso.
"No crecerá por un tiempo", advirtió Lauren, viendo a Camila mirar el suelo. Probablemente nunca crecería. "Está creciendo ahora", discrepó Camila, siempre optimista y tan absolutamente segura. "Simplemente no puedes verlo". Lauren miró la tierra con recelo. "¿Cómo lo sabes?"
Camila se volvió para mirar a Lauren cariñosamente en respuesta. Sus ojos se encontraron con un extraño calor que corría por las venas de Lauren.
Lauren miró hacia otro lado y Camila se arrojó de vuelta a la hierba para mirar al cielo. Lauren se mordió el labio nerviosamente y se recordó a sí misma que todo se desvanecía con el tiempo.
La risa de Camila hormigueó en el aire, feliz sin razón.
"¿Mirando las estrellas?" Preguntó Lauren. Ella se movió para acostarse sobre su espalda al lado de Camila, ver lo que Camila estaba viendo. El sol brilló brillantemente en los ojos de Lauren e hizo una mueca, rodando de lado para mirar a Camila. Camila todavía estaba mirando hacia arriba, sin preocuparse.
Lauren tendría que llevarle un par de lentes de sol a Camila, podría quedarse ciega de esa manera. Lauren había escuchado cosas como esas.
"No", dijo Camila. "Esta vez me están mirando".
---
Incluso cuando el mundo alrededor de Lauren era confuso y vertiginoso, la música no cambiaba. Camila regreso la música a la vida de Lauren.
Cuando Lauren levantó la guitarra después de empujar a Camila, no había música.
Se sentó en el sofá, con la guitarra en el regazo, mientras Camila yacía en el suelo, leyendo un libro de cocina boca abajo.
Cuando Lauren rasgueó la púa contra las cuerdas, solo había ruido. No era ruidoso y brusco como lo habría estado en las manos de Camila, no era melodioso como debería haber sido, no significaba nada.
Ella toco más, más rápido y más duro, pero todavía no sonaba como música. Su abuela no sonrió orgullosamente. Camila no cantaba.
Lauren Jauregui levantó su guitarra y todavía no importaba.
Una cuerda se rompió, casi faltando poco para cortar la piel de Lauren. "¡Mierda!", Maldijo en voz alta. Lanzó la pua de la guitarra por la habitación con frustración.
Y luego Camila estaba allí, arrastrándose por el suelo para recoger el pequeño trozo de plástico, murmurando consoladoramente. Se arrastró de regreso a Lauren con la púa ahuecada de forma segura en su mano. La boca de Lauren se abrió sin palabras y Camila se arrodilló a sus pies, sus dedos se enroscaron alrededor de Lauren, el calor en las frías manos de Lauren.
"Ya verás," dijo Camila en un tono consolador, deslizando la púa en la palma de la mano de Lauren.
"No veo nada", dijo Lauren sin esperanza. "Sigues diciendo ... ¿Qué se supone que debo estar buscando? ¿Por qué no puedes simplemente mostrarme?
"Te lo estoy mostrando. Ya verás. "Camila se giró para apoyarse pesadamente en las piernas de Lauren, el calor de su cuerpo reconfortándose contra el de Lauren.
Lauren rasgueó otro acorde sin melodía y Camila cantó una nota extraña contra la rodilla de Lauren.
Puede que Lauren no haya sido buena en eso, pero al menos todavía era una estrella de rock.
---
La cama de Lauren nunca había estado vacía desde que conoció a Camila.
Acababa de ser una cama en una habitación de una casa que no era realmente suya.No importaba que cuando se dio la vuelta no había nadie presionando su calor contra ella, nadie se volteo y le lanzo su pelo a la boca, no habia nadie que le lanzara su aliento caliente contra su hombro o sus pies fríos contra su espinilla.
No duele perder algo que nunca has tenido. Duele ahora
Pero Lauren no había tenido a Camila, no tenía a Camila, y no podía tener a Camila.
Incluso cuando Camila se inclinaba adormilada contra el marco de la puerta al otro lado del pasillo, vistiendo el pijama de Lauren con su cabello desordenado y todavía húmedo con el mismo champú que Lauren usó, una expresión en su cara que Lauren solo podría haber descrito como anhelo.
Todavía.
"Buenas noches", dijo Lauren guturalmente, dando un paso atrás en su habitación y agarrando el pomo de la puerta con los dedos sudorosos.
Camila frunció los labios, sin moverse para seguir a Lauren. Lauren podía decir que estaba temblando para evitarlo, quería meterse en el espacio de Lauren como solía hacerlo, insistir hasta que Lauren cediera.
Por alguna razón, esta vez no lo hizo.
Lauren casi deseó que lo hiciera.
Camila no cerró la puerta, solo desapareció en la oscuridad de la habitación que fingían que era suya. Separar espacios para personas separadas.
Lauren estaba parada allí, su mano se curvó alrededor del metal de la perilla de la puerta cuando escuchó el crujido de las sábanas, el suspiro silencioso de Camila mientras se relajaba en las mantas. Camila probablemente estaba agarrando la costura de la almohada como solía hacerlo. Ella fruncía los labios y los lamía lentamente, enterrando su nariz en la tela de su almohada y aspirando el aroma. Sus párpados se agitarían, adaptándose a la oscuridad, sus pestañas negras contra su piel incluso a la luz opaca. Entonces ella se presionaría cerca de Lauren, la calidez de su piel caliente contra la de Lauren y su aliento cosquilleo en la oreja de Lauren. Ella tiraba del pelo de Lauren y lo peinaba con los dedos, tarareando alegremente hasta que se estaba quedando dormida o Lauren.
Excepto que esta vez Lauren no estaría allí.
Lauren agarro violentamente su puerta y peleo ante la necesidad de no cerrarla en absoluto.
Ella se tiró agitadamente a la cama donde debería haber estado Camila. Cuando Lauren se dio la vuelta para mirar al techo, todo lo que pudo ver fue el pequeño brillo en las estrellas oscuras que Camila había pegado allí.
Ella duró ocho minutos. No era medio malo considerando que había estado apuntando a diez.
La puerta de la habitación de Camila todavía estaba abierta, una simple invitación.
Camila estaba acurrucada de lado en la cama. Lauren caminó tan silenciosamente como pudo, maldiciendo mientras tropezaba en la oscuridad, lejos de ser sigilosa.
Camila estaba presionada cerca del borde de la cama, sin ocupar todo el espacio incluso cuando tenía todo para ella sola. Se veía tan pequeña entonces, como si se hubiera ahogado entre las sábanas y las almohadas. Camila se veía frágil, solitaria y pequeña, nada como la persona apasionada y excitable que Lauren sabía que era, que se aferraría al calor de Lauren y pelearía con las mantas y patearía a Lauren si intentaba obtener su parte justa de la almohada.
El cabello de Camila estaba desordenado como siempre, suave alrededor de su cara, mechones de él se extendían por su mejilla. Lauren apartó un mechón sin pensar, revelando labios suaves - Lauren sabía la sensación de esos labios sobre los de ella - y sus pestañas oscuras.
Los ojos de Camila estaban muy apretados como si requiriera un gran esfuerzo y concentración para dormir. O pretender estar dormido.
Una sonrisa cariñosa se dibujó en los labios de Lauren. Presionó su fría palma contra la cálida mejilla de Camila por un momento antes de apartarla lentamente, super consciente de la forma en que Camila intentaba seguir el toque.
"¿Aún despierta?"
"No", negó Camila infantilmente, con los ojos aún cerrados.
Lauren resopló suavemente, pasando su pulgar por la línea de la mandíbula de Camila. Camila siguio su mano instintivamente.
Su dedo se curvó dolorosamente alrededor de la muñeca de Lauren como si Lauren planeara alejarse. Camila tiró lastimeramente sobre el brazo de Lauren. Lauren obedeció la orden sorda y se metió en la cama con ella. Camila se enroscó inmediatamente sobre Lauren, acariciando su hombro y sus labios suaves contra la piel de Lauren.
"¿Tienes frío?" Preguntó Lauren, su voz tranquila en la oscuridad a pesar del hecho de que ambas estaban despiertas,y que nunca habían estado dormidas.
"Mucho frío", susurró Camila, envolviendo un cálido brazo alrededor de la cintura de Lauren, abrazándose a ella como si realmente tuviera frío a pesar del calor entre ellas.
Lauren se relajó contra su toque y empujó a Camila increíblemente más cerca con un brazo alrededor de los hombros de Camila. Se aferraron la una a la otra. "Yo también."
---