Ya llevamos una semana en Jerez y estamos a punto de volver a Madrid
Emanuel se encuentra en su consultorio y yo estoy loca empacando maletas. No quiero irme, pero mi vida en Madrid tiene que continuar, además de empezar con los preparativos de nuestra boda.
Cuando Emanuel llega, almorzamos en silencio. Sabemos lo importante que es Jerez para nosotros. Nos acostamos a dormir toda la tarde, y cuando despierto Emanuel esta bien bañado, y con un traje; al lado de el se encuentra un vestido verde y unos tacones puntilla negros.
-¿Que es esto?- Digo aun con el efecto de morfeo.
-Vamos a salir- dice él
-¿A donde?
-¿Que creías? ¿Que te ibas a ir de Jerez sin una bonita despedida? ¡Vamos! párate de la cama y ponte mas hermosa de lo que ya eres.
Sonrió. Voy a disfrutar al máximo mi ultima noche aquí.