Mingyu ya no encontraba modo de poner a Wonwoo de buen humor. Había intentado hacer caras graciosas y comprarle algo de comer, pero seguía algo sentido después de lo que había pasado.
Y no era que su novio... digo, Mingyu no entendiera lo grave de la situación. Sabía que Wonwoo incluso había gastado algo de dinero de su bolsillo para comprar trajes más llamativos.
—Wonnie, ¿vas a estar todo el día así?
Era día viernes y ambos se habían juntado para tomar el desayuno en el casino de la escuela. Si había algo bueno en que Wonwoo se hubiera enfadado con Seungkwan, era que este pasaba más tiempo con él.
—¿Así? ¿Así como?
—Como... depresivo —hizo algunos gestos con la mano—, como si no te importara nada.
Wonwoo se encogió de hombros.
—Así soy.
—Así no es el wonnie del que me enamore.
Y pareció que había logrado lo que llevaba horas intentando. Un brillo apareció en los ojos del mayor y su rostro pareció recobrar el color, más que solo eso, sus mejillas estaban totalmente ruborizadas, y aunque Mingyu no quería decir aquello, había servido para devolver a su wonnie algo de alegría.
—Ahora si eres tú —comió un bocado de pan—, ¿Ya te había dicho que te ves hermoso cuando te sonrojas?
Wonwoo no entendía como era que Mingyu hacía y decía las cosas tan fácilmente, incluso tenía la teoría de que el más alto no pensaba antes de hablar, era un impulsivo hablador.
—Cierra la boca cuando comes —había dicho el más bajo, lo que solo era una forma más amable de decir cállate.
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A decir verdad, Wonwoo extrañaba a Seungkwan y a Seokmin, extrañaba las bromas y las ruidosas conversaciones que estos siempre mantenían, aunque había pasado menos de un día, dolía no dirigirse la palabra.
Era una bendición que Mingyu estuviera en tres de las cinco clases del viernes.
Este estaba sentado junto a él, escribiendo notas que no tenían nada que ver con el taller de ajedrez. Eran los únicos que no ponían atención a sus juegos.
"¿Ya no estás triste?" Preguntaba la primera nota.
"Tengo que decirte algo muy importante wonu:(" decía la segunda.
La razón por la que el más alto mandaba notas era bastante lógica, el ajedrez requería concentración, y la concentración requería silencio. El profesor Ernest era muy estricto cuando se trataba del silencio.
"Sácame de aquí" había escrito el más bajo como respuesta a las notas del insistente compañero.
En menos de dos segundos, el más alto se las ingenio con su mejor mentira para salir del salón, de la mano de Wonwoo.
Lo llevó al pasillo superior y estaba a punto de decirle lo que era tan importante cuando un agitado Vernon apareció corriendo hacia ellos.
Mingyu lo odió. Estaba a punto de... agh.
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Heys tengo un one shot de meanie terminado, les gustaría leerlo??
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