Sin una palabra me hiciste conocer el amor. Sin una palabra me diste tu amor y me hiciste respirar por ti y nadie más. Pero ahora huyes de mí de esta manera tan cruel y cobarde. Sin una palabra, sin una explicación, sin un adiós. Simplemente abandonándome y el amor me abandona...
La vida de HyukJae y Donghae fue empeorando cada día.
Si en su momento el castaño pensaba que había hecho lo mejor, hoy él se arrepentía. No había sido lo mejor y ahora se daba cuenta de lo estúpido que fue abandonar a Hyukjae.
Y, oh, Hyukjae. Ahora el lamentable y pobre chico era como un muerto en vida. Ya no reía, poco hablaba y pasaba su tiempo libre encerrado en su cuarto y echado en la cama. Heechul que lo sabía todo había tratado de hablar con él para sacarlo de ese aislamiento que Hyukjae había tomado. Pero no lo lograba, Hyukjae se empeñaba en que lo dejaran solo y no le preguntaran nada. Y los chicos ajenos a todo no sabían como ayudar. Ellos solo sabían que de un momento a otro Donghae había dejado a Hyukjae y todo en ellos, y cuando se dice todo. Había terminado.
Ellos culpaban a Donghae e irónicamente Hyukjae lo defendía y siempre decía:
–No fue culpa suya, fue culpa de ambos – y era todo lo que Hyukjae había logrado decir desde la separación.
No vamos a mentir, los chicos estaban preocupados por Hyukjae y por...Donghae. Pero ellos no sabían como ayudarlos y eso era muy frustrante para ellos.
Leeteuk a base de llamadas había tratado de hablar con Donghae y Hyukjae y todo lo que recibió fue un seco "No quiero hablar de eso" y estando lejos de casa y sin saber los detalles de lo que ocurría y no tener una solución para ellos. Leeteuk ya no sabía que hacer.
Los chicos por separado y todos juntos también lo intentaron y todos recibían la misma respuesta "No quiero hablar de eso" y una mirada tan fría de lograba hacerles poner la piel chinita.
Todo era un caos en casa.
Era una suerte que frente a cámaras ellos siguieran siendo los mejores amigos...sí, los mejores-que-no-se-aman-amigos.
Los chicos no lo entendían y ellos no estaban para explicárselos. Pero era así. Fuera de cámaras unos completos desconocidos y frente a cámaras eran los mismos mejores-sonrientes-amigos.
¡Que falso! –pensaban ambos al mentir.
Pasaron así los días y los chicos se habían dado por vencidos. De hecho, ellos comenzaban a acostumbrarse a ese ambiente tenso e incomodo que se creaba cuando Donghae y Hyukjae estaban en el mismo sitio y a tan pocos pasos. Había momentos en que incluso intentaban hacer bromas de eso con la esperanza de ayudarles a amistarse de nuevo y porque no a intentarlo una vez más.
Pero nada, sin respuesta a sus bromas y todos los intentos por juntarlos siendo fallidos.
Los chicos ya habían perdido la cuenta de los suspiros y negaciones que hacían ante la pareja terca.
Fue una mañana que todo eso cambio radicalmente.
Los chicos, incluyendo a Donghae, estaban en el comedor desayunando y charlando de sus actividades próximas cuando Hyukjae se apareció frente a ellos. Hyukjae llevaba ese bonito pijama rosa y puntos verdes que Donghae le había regalado en un cumpleaños, su pelo revoltoso y la cara somnolienta.
Donghae que tomaba de su vaso de zumo al verlo se atraganto y comenzó a toser. Heechul que tenia el bocado a nada de su boca se quedo inerte con la chuchara en su mano alzada. Kangin levanto la vista de su móvil y lo miró fijamente al igual que Kyuhyun y Ryeowook.
Un poco intimidado pero sin demostrarlo, Hyukjae pasó de ellos y se sentó junto a Donghae. Y todas las miradas, excepto la de Donghae, se fijaron en él intensamente.
--Hola –saludo con voz baja y una media sonrisa.
--¡Por Dios! –gritó Hee dejando caer el bocado por sobre la mesa.
Hyukjae sonrió un poco más.
--¡Dios! –Hee toco su corazón y sonrió para Hyukjae.
--¿Hyukjae?—llamó un poco confundido Kangin.
--¿Sí?
¿Qué decir? Se preguntaron los chicos al mirarse unos a otros y encogerse de hombros. Hyukjae había vuelto, era de nuevo su niño sonriente y eso era lo único que importaba.
--¡Hola! –saludaron al unísono los presentes, con entusiasmo y sonrisas alegres.
¿Quién entendería su felicidad? Si muy pocos saben lo que es ver a alguien de tu familia caer y caer y tocar fondo ¿Quién entendería lo felices que ellos estaban ahora? Si muy pocos sabían lo que era perder las esperanzas con ese alguien y que ese mismo alguien se levantara y volviera a sonreír demostrándoles que si se podía volver a levantar, que era fuerte y que él podría volver a sonreír.
Ellos estaban inmensamente felices.
Hyukjae sonrió de nuevo para ellos antes de comenzar su desayuno. Todo era normal, al menos para algunos de ellos, porque Donghae, que todo este tiempo había estado callado y con la mirada baja, se sentía tenso y con ganas de salir de ahí. Él no podía soportar estar junto a Hyukjae y no hablarle o poderle tocar. Era su culpa, él lo sabía. Pero dolía y mucho. Por eso él comenzó a removerse con la intención de levantarse e irse de ahí donde él sentía no era bien recibido.
Su cuerpo tembló y sus mejillas se sonrojaron cuando una mano en su muslo lo detuvo. Lentamente fue girándose y mirando a quien estaba a su lado.
El movimiento de Hyukjae no había pasado desapercibido por los chicos que una vez más se quedaban con la boca abierta, inertes y esperando el ataque.
Nervioso por el toque y la mirada de Hyukjae, Donghae se dejo caer de nuevo en la silla.
Donghae pensó que más nervioso no podía estar... ¡Que error! Se puso mucho más nervioso cuando Hyukjae le sonrió y se acercó a él.
--Hola—susurro Hyukjae – Hae – y sucedió lo que menos imaginaban los presentes. Hyukjae beso la mejilla sonrojada de Donghae.
El cuerpo de Donghae templo.
Sorprendidos, agua escupida y comida esparcida por la mesa por los chicos que no se esperaban eso y que ahora estaban atentos a la reacción de Donghae.
Donghae se sonrojo y miro de reojo a Hyukjae. Hyukjae le sonreía.
--Yo...yo—Hae se puso de pie lo más de prisa que pudo – Tengo que irme – dijo y literalmente se echo a correr fuera de ahí, muy lejos de Hyukjae.
--¿Hyukjae?—llamo un confundido Hee.
--¿Qué? –contestó aun sonriendo.
--¿Qué ha sido eso? –añadió Kangin.
Hyukjae se encogió de hombros. Ya nadie dijo algo más y el desayuno paso en silencio.
De nuevo en su habitación, Hyukjae se tocaba sus labios. Aun podía recordar la sensación de calidez que la piel de Donghae le brindo. Imaginarlo se quedaba a nada. Él se había atrevido, lo había hecho ¡Joder! Su cuerpo aun temblaba con recordar la mirada, el sonrojo y la suave mejilla de su Hae.
Por un momento, al verlo ahí, él pensó que no podría hacer lo que su hermana le había aconsejado, que no tendría el coraje para hacerlo. Pero lo había hecho. Ahora tenía claro lo que tenía que hacer y nada ni nadie lo detendrían.
Hyukjae giro en su cama y miro la pared frente a él, recordando la llamada de su hermana.
--FlashBack--
Cansado de mirar la nota y maldecir al castaño él planeaba tomar una siesta cuando su móvil sonó. Al mirar el noto que quien llamaba era su hermana, con pesadez contesto.
La dulce voz de Sora le lleno por un segundo el vacío de su corazón. Ella le conto sobre su novio, sus padres, su estudio y la salida que recientemente había hecho con unas amigas al extranjero. E incluso lo hizo reír un poco con sus anécdotas. Ella era una cura muy agradable para su corazón destrozado.
Todo iba bien, ellos estaban hablando como normalmente lo hacen, ellos reían, bromeaban y recordaban su niñez. Que aunque fue dura y de bajos recursos, fue muy hermosa y divertida. Recordar todos esos momentos lo hizo feliz. Fue cuando Sora le pregunto cómo estaba que él no supo responder y comenzó a sollozar.
--¿Qué pasa, Hyuk? –pregunto dulcemente Sora.
--Yo...--Hyukjae ni siquiera podía hablar.
--Tranquilo Hyukkie. –Calmaba Sora ---Respira y dime que ha pasado. ¿Está todo bien, verdad?
Hyukjae negó aun sabiendo que ella no lo podía ver.
Escucho el suspiro de Sora y se imagino como ella rodaba los ojos.
–Hyukjae... --ella le llamo con voz cauta --¿Esta todo bien con... Donghae?
¿Cómo lo hacia? Sabrá Dios, pensó Hyukjae. Siempre y aunque tratara de ocultarlo Sora terminaba por saberlo. Hyukjae podría engañar a todos, incluso a Donghae. Pero a su hermana ¡Nunca! Como ahora, volvía a terminar por adivinar lo que le pasaba y él cansado de todo y sentirse solo dejo de ocultarlo. Comenzó a llorar y decirle una y otra vez a su hermana.
Él me ha dejado.
Sora no lo sabía pero eso no la detuvo para escucharlo y consolarlo.
--Lucha por él –aconsejo cuando Hyukjae se calmó.
--Yo...no puedo, Sora.
--¿No puedes o no quieres, Hyukjae?
--Él lo ha decidido. Él fue quien me ha dejado.
Hyukjae no lo dijo y Sora no pregunto. Ambos sabían la palabra escondida en las palabras de Hyukjae "Él me ha dejado" Hyukjae no tenía miedo de decírselo a Sora, la chica era toda una dulces y comprensión andante y, oh, también adoraba a Donghae. Él sabía que Sora lo apoyaría. Sabía que era la indicada para escucharlo. Y no se equivoco. Sora lo escucho por horas hablar del castaño y aquí estaban. Sora tratando de convencerlo que luchara por Donghae y Hyukjae cada vez más cayendo en la tentación.
--Él te ama –dijo un rato después Sora.
--Ya no estoy tan seguro.
--Te ama.
--Ya, pero...él no quiere. Él me dejo, Sora.
--Te ama, Hyukjae.
--No le defiendas.
--Habla con él.
--¿¡Crees que no lo he intentado!? Él simplemente me huye.
--O simplemente tú te vences muy rápido.
--¡Ya! ¿Estás de su parte o de la mía?
--De ninguna de las dos. Hombre te amo pero a Donghae también. Y chico, diablos. Donghae te ama.
--Yo no...
--Mira Hyukjae. Si Hae no viene a Hyukkie, Hyukkie va a Hae. Entiendes ¿no?
--Sora...
--Si no es él, entonces Hyukjae se tú. Lucha por él.
--¿Y cómo?
--No lo sé. Tú lo conoces mejor que yo.
--Él no quiere hablar conmigo, incluso me huye cuando trato de acercarme.
--Ve despacio pero no tan despacio.
--¿Qué?
--¡Hombre! –Grito exasperada Sora – vuelve a cortejarlo. No dejes que tu orgullo o el de él te gane.
--Pero...
--Basta de peros Lee Hyukjae. ¿Lo amas?, lucha por él.
Y Sora termino la llamada.
--Fin Flashback--
Y aquí estaba tomando la palabra de Sora. Dejando atrás su orgullo, su ego, su negatividad y todos los miedos y nervios. Todo por su castaño.
Después de ese beso en la mejilla fueron los roces, los días en que estaban el uno junto al otro en silencio y ahora los mensajes.
Donghae no los respondía pero eso a Hyukjae no le importaba.
Ya nada le importaba.
Su objetivo era traer a sus brazos a Donghae y volverlo a escuchar decir "Te amo, Hyukjae."
Donghae no decía nada y últimamente dejaba de huirle. Aunque no le contestara los mensajes o seguía la charla que Hyukjae intentaba hacerle. Para Hyukjae el que ya no le huyera era mucho y él pensaba que ya tenían un gran avance.
Sora al saberlo estaba feliz y dándole los ánimos que le faltaban.
Una tarde-noche llego al piso arrastrando los pies de cansancio y con la sola idea de caer en su cama y dormir profundamente. Cuando entro se encontró a Hee mirando la televisión.
--Hola –saludo sin detenerse.
--Hyukjae – llamo Hee.
Hyukjae se giro sin soltar el pomo de su puerta.
--¿Sí?
--¿Qué haces? –interrogo, su ceño levemente fruncido y su cabeza ladeada.
Heechul estaba confundido y molesto.
--¿Qué? –dijo sin entenderlo Hyukjae. Él arrastro sus pies de nuevo a la sala y se dejo caer junto a Heechul.
Heechul lo tomo de la mano.
--Hyukkie ¿Qué haces, chico?
--No te sigo.
--Donghae...--lo dijo todo con un tan simple y perfectamente claro nombre.
--Oh –Hyukjae suspiro –No lo sé.
Se encogió e hombros.
--¿No crees que es momento de parar?
--¿Parar?
--Sí, parar.
--No...no.
--¿No lo ves? Te estas lastimando y él no...
--No lo digas, no hables mal de él.
--¿Por qué le defiendes después de lo que te ha hecho?
--Porque lo amo –dijo sin duda en su voz.
--Tanto es tu amor por él, ¿que merece la pena que te rebajes? –pregunto un tanto ya molesto.
--Sí.
--Hyukjae.
--No lo entiendes, Heechul.
--No me digas eso, sabes que lo entiendo, te entiendo. Yo estuve ahí ¿lo olvidas?
--Tú lo juzgas por eso, pero él...no es así.
--¿Por qué te engañas, Hyuk? –Hee acarició su mejilla con el dorso de su mano libre –No me gusta verte lastimado.
--No me engaño. Sé que él sigue amándome.
--Hyukjae... ¿No tienes dignidad?
--Lo amo.
--Hyukjae...
--¡No! Heechul...--dijo con voz cansada. Él se levanto y retomo su camino hacia su habitación. – Sabes Hee – la puerta de su habitación se abrió y él entro. Se giro y miró profundamente a Heechul – Para el amor no hay dignidad.
Dijo y cerró la puerta frente a la mirada atónita de Heechul.