Todavía sueño contigo.
No había luz más allá de tus ojos,
No había más maravillas que tus palabras
Susurradas,
Que resbalaban por mi oreja hasta acurrucarse en mi oído.
Todavía sueño que me disparas y aciertas de lleno.
Ahí, justo en el corazón,
Se parte en dos y te vas
Sin decir adiós.
No recuerdo mayor dolor
Que tus manos arrancándome
Trozos de mi.
Aquellos que se esconden tras mi pecho.
Todavía me sangra el alma,
Como un manantial
Que se seca lentamente.
Cada vez más fría, cada vez más cuerda.
O más demente.
Lejos de mi cuerpo y de mi mente.
Nunca supe estar sola
Y soledad fue mi compañera.
Todavía respiro,
Todavía no te olvido.