Daniel

Od ElizabethMJones

175K 10.8K 407

El primer libro estaba narrado por Melody Smith, pero esta vez será narrado desde el punto de vista de Daniel... Více

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Mil Disculpas
Continuación en Progreso
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20

Capítulo 4

10K 691 12
Od ElizabethMJones

Sus delgado brazos me envuelven por la cintura y con su rostro hundido en mi pecho rompe en un llanto desgarrador. ¿Pero qué demonios ha sucedido?

Por supuesto su gesto me toma por sorpresa, paso mis brazos alrededor de su delgada figura y acaricio su cabello en un intento fallido para calmarla pero sólo logro que llore con más intensidad y me preocupa lo que pueda haberle sucedido.

-Hey, preciosa -hablo con voz suave porque siento un nudo en la garganta- ¿Qué sucede?.

Tomo su rostro húmedo entre mis manos para que me vea pero se escabulle todavía más entre mi pecho.

Esto está mal, está muy mal.

Camino con ella aún abrazada a mi hacia adentro del apartamento y cierro la puerta a mis espaldas, camino hasta llegar a la mesita de centro de la pequeña sala de estar y me inclino un poco para dejar la caja de  la pizza encima.

Melody se separa un poco de mi y se limpia la nariz y las lágrimas de una forma que me resulta adorable, consigue que le dedique una media sonrisa que desaparece en el instante en el que veo su rostro.

Prácticamente la arrastro hasta el sillón para que se siente y examino con más detalle su rostro y el área de su cuello y su clavícula.

-¿Quién te hizo esto? -escupo furioso.

Juro que voy a encontrar al imbécil que le hizo esto y lo voy a matar.

La observo seriamente mientras espero a que me conteste.

-Caleb -es lo que logro escuchar de sus labios.

-No puede ser -esto me hace enojar todavía más-. Quiero matarlo.

-No pierdas tu tiempo...

-¿Que no pierda mi tiempo? -la interrumpo- ¿Melody ya te viste en un espejo? ¿Viste lo que te hizo?

niega ante lo que le acabo de contar, asi que la tomo de la mano y la guío hasta encontrar el cuarto de baño. La pongo de pie frente al espejo y sus ojos de nuevo se llenan de lágrimas al ver la imagen de las horribles marcas rojas que ha dejado ése idiota en su perfecta piel blanca.

No puedo permitirme verla sufrir y no hacer nada al respecto, asi que la abrazo fuertemente contra mi pecho.

-Por favor, no me vayas a negar el placer de hacer sufrir a ése infeliz -mi voz se encuentra cargada de un dolor y una ira profundos.

-No lo haré -niega para mi sorpresa.

Se separa de mí y se da media vuelta para caminar de regreso a la sala. 

-¿Quieres pizza? -es una pregunta que me resulta contrastante con respecto a toda esta situación pero sé que lo que no quiere es quedarse sola.

Acepto y busco entre su alacena dos platos para servir la comida y unirme a ella en el sofá en donde nos cubre con una manta a ambos mientras empieza la película que ella puso.

-¿Qué hacías con mi pizza? -interrumpe mi concentración de la película.

-Venía a verte y me topé con el repartidor, así que le ahorré la molestia -me encojo de hombros mientras intento seguir viendo la televisión.

-¿Cómo sabes en dónde vivo? -esta vez si me dedico a observarla mientras medito mi respuesta.

-No lo entenderías -niego-

-Tal vez si, cuéntame.

-Entonces no querrás saberlo.

-Cuéntame -exige, ¿Por qué es tan testaruda?

Suspiro antes de empezar a hablar y arriesgarme a que me eche a patadas de su apartamento.

-No quiero que te enojes, ya te advertí -señalo.

Permanece en completo silencio y con una expresión en su rostro completamente neutra, no me permite saber qué está pasando por su cabeza, es frustrante.

-No podía dejarte -es la mejor forma para empezar la frase-, mucho menos si estabas en peligro.

-¿Peligro?

-Yo te dije que recibo constantes amenazas, Melody, es por eso que tengo todo un equipo de seguridad, y es por eso que insistí tanto en que tuvieras aunque fuera un guardaespaldas, pero nunca quisiste aceptarlo. Cuando te fuiste, no quería que estuvieras desprotegida ni bajo ninguna amenaza, así que mi equipo te ha estado rastreando y hay mínimo un guardaespaldas contigo, a veces más, las veinticuatro horas del día y tu ni cuenta te das.

Por fin puedo ver una expresión en su rostro que reconozco, asombro. Lo que no puedo identificar es si su asombros será del bueno o del malo.

Pero, si al fin y al cabo termina por enojarse conmigo no me importa, prefiero que se moleste y que esté protegida que a que no lo esté, y claramente la irrupción de su ex novio al apartamento fue una micro falla que pudo haber terminado en una desgracia, lo que me recuerda que debo hablar muy seriamente con Wilson.

-Por esta vez te voy a perdonar -murmura-, por que además se que no lo haces con malas intenciones.

¿Disculpa?

-Jamás podría hacerte algo con malas intenciones, preciosa -no puedo más que sonreír aliviado.

-Bueno, olvidemos el tema por ahora. Quiero ver la película -se encoge de hombros y se acomoda en el sofá para centrar su vista en el televisor.

Aunque se supone que es una película de terror lo que estamos viendo, no puedo evitar reír al verla taparse los ojos o gritar cada vez que se asusta. Me resulta cómico y fascinante.

Cuando la película llega a su fin y me incorporo un poco para retirarme, veo que Melody se ha quedado dormida así que la cargo y la llevo hasta su habitación.

-Wilson, me quedaré con ella -hablo por mi celular-. Parece que tuvieron una falla con el protocolo de seguridad y su ex se infiltró en su apartamento, no quiero que vuelva a suceder. Está algo lastimada así que les conviene empezar a buscar al desgraciado si no quieren que empiece a despedir al personal ineficiente.

-No lo sabíamos, señor. Pero puede contar con que no volverá a suceder -escucho antes de colgar.

Vuelvo a la habitación para arropar a Mel y tomo una almohada para volver a la sala y acostarme en el sofá con la manta que teníamos. Aunque me muero por poder volver a dormir a su lado y despertar mañana junto a ella, prefiero ser un caballero y darle su espacio.

Si quiero que vuelva a mi lado, tengo que hacer las cosas bien.

Me despierto muy temprano y le pido algo de ropa a Wilson mientras me dirijo al cuarto para ver si ya ha despertado.

-Wilson, también tráeme algún desinflamatorio. Esto es peor de lo que esperaba, añade algunas flores coloridas.

-Si, señor -dice antes de colgar.

Veo con claridad las horribles marcas de los gigantescos dedos de ese idiota en su delicado cuello y me dan ganas de arrancarle la cabeza, tiene la zona inflamada y de un color morado intenso.

Vuelvo a la cocina para empezar a registrar las gavetas y buscar algo que pueda ingerir sin que le vaya a producir mucho dolor.

¡Lo tengo!

Agarro cuanta fruta me encuentro y la corto en trozos grandes mientras la meto en la licuadora con un poco de agua y azúcar.

La puerta suena y cuando abro es Wilson con una bolsa con mi ropa, los medicamentos y las flores que pedí.

Vuelvo a mi labor de hacer el zumo de frutas y cuando he terminado decido hacer puré un par de bananos que me he encontrado.

Entro en la habitación con un vaso lleno de agua y el medicamento y me siento en el borde de la cama junto a Mel que empieza a despertarse poco a poco.

-Buenos días.

-Buenos días, ¿Qué haces aquí? ¿Qué hora es? -su voz es apenas audible y tiene un tono raro que ella también nota.

-No quise dejarte sola, así que dormí en el sofá. Son las siete -acomodo un mechón de su cabello detrás de la oreja mientras le ofrezco el vaso.

Toma el vaso y le da un pequeño sorbo antes de casi vomitarlo.

-Agh, ¿Qué es esto?

-Es para disminuir la inflamación y que no te duela la garganta en un rato -explico-. Bébelo.

-No -niega.

-Melody -me siento como un papá regañándola, pero tiene que entender que es por su bien.

-No -niega nuevamente antes de ponerse de pie y encerrarse en el cuarto de baño.

Sólo espero el momento en el que se vea en el espejo y acepte mi vaso.

Vuelve un par de minutos después y sonrío. Sólo puedo pensar en: "Te lo dije".

-Dame eso -agarra el vaso y tapando su nariz con sus dedos ingiere todo el líquido.

-Te va a ayudar en unos minutos -me pongo de pie y le quito el vaso de las manos antes de acariciar con delicadeza su espalda-. El desayuno está listo, vamos para que comas algo.

-Daniel no puedo ni hablar -susurra con dificultad-, jamás voy a poder comer.

No dije que tuvieras que ingerir algo sólido -tomo su mano y la llevo hasta la mesita del comedor.

Puedo percibir que sonríe al ver las flores en el centro de la mesa mientras le acerco el zumo y el plato con el puré.

-Aquí está tu desayuno, más te vale darte prisa si no quieres llegar tarde al trabajo.

Observa el zumo por un tiempo un poco muy prolongado con cierta desconfianza.

-¿Qué sucede?

-Nada -contesta sin apartar la vista del vaso.

Mientras toma el desayuno decido tomar una rápida ducha y empezar a alistarme.

La espero pacientemente en la sala y cuando sale veo que ha optado por una forma de ocultar las marcas en su cuello sin que llame demasiado la atención, una bufanda.

-No es necesario que hagas esto.

-No, tienes razón -asiento-. Pero quiero hacerlo.

Salimos de su apartamento y la guío hasta la entrada en donde Wilson nos espera con la puerta del auto abierta.

-Buenos días, señor Wohlberg, señorita Smith -nos saluda al vernos y me resulta cómico que la forma en la que Melody decide devolverle el saludo es agitando su mano frenéticamente.

El tráfico matutino nos envuelve y mientras Melody se dedica a observar distraídamente por la ventada del auto me pongo a contestar algunos correos urgentes. Finalmente después de algunos minutos estacionamos afuera de la fundación y comienzo a darle las indicaciones.

-No vayas a esforzar tu garganta para nada, ¿entiendes?

-De acuerdo -asiente dócilmente-. De por si no tengo muchas ganas de hablar hoy y menos con este dolor.

-Bébelo cuando sientas dolor -le alcanzo un termo con agua que contiene el mismo medicamento que ingirió esta mañana.

Asiente nuevamente.

-Gracias -sonríe y siento que mi corazón me late desbocado al ver que he logrado serle de aunque sea un poco de ayuda.

-Cuídate -me inclino y deposito un suave beso en su mejilla que intento prolongar todo lo que me es posible-, vengo a buscarte cuando salgas.

Sale del auto con ayuda de Wilson y la veo desaparecer por las puertas del edificio.

Por el momento vamos bien.

 



Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

104K 6.4K 26
"Mírame solo a mi Jungkook" "¿Acaso no lo hago Taehyung?" "No,solo la miras a ella" Porque amarte es lo más bonito y doloroso que me ha pasado. #kook...
30.2K 5K 22
Que pasaría si tienes 17 años y de quién pensabas estar enamorada no lo estás y sin embargo te sientes atraída por una mujer 8 años mayor que ella...
328K 22K 28
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...