Cásate Conmigo

By esBethCastro

3.3M 199K 21.1K

Todo lo que quiere Eduardo es algo de paz, a pesar de la prensa, los socios de su empresa y su familia. Todo... More

CÁSATE CONMIGO
1. INFORMES Y REUNIONES
2. SOLTERO DE ORO
Hey! How you doing?
3. LA PROPUESTA
4. CRISANTEMOS
5. TODO POR MI HIJO.
6. TENEMOS UN TRATO.
7. JUNTOS POR SIEMPRE, LO PROMETO
8. CASTIGADOS
9. PRIMERAS VECES.
10. UNA CITA
11. ELENA, MI FUTURA SUEGRA
12. ¿UN DÍA EN FAMILIA?
13. COMO ADOPTAR UN PAPÁ
14. VIAJE DE NEGOCIOS
15. SE DICE POR AHÍ
16. YA NO MÁS
18. EN EL OJO DEL HURACÁN
19. LA JUGUETERIA
20. UN PASEO, TU Y YO
21. ¿UNA CARRERA?
22. BAJO EL MUÉRDAGO
23. ALL YOU NEED IS LOVE
24. JUNTOS, PERO NO REVUELTOS
25. TODO REVUELTO
26. FELIZ AÑO NUEVO
27. DE REGRESO A LA REALIDAD
28. FIRST FIGHT
29. NADA MÁS DE HOSPITALES
30. LA FAMILIA DE MI PROMET...DIGO, NOVIA
31. NADIE DIJO QUE SERÍA FÁCIL
32. DE AMIGOS Y HOSPITALES.
33. BEBÉS, UN PEQUEÑO HUÉSPED Y UN POCO DE PINTURA
34. NO SON CELOS, O ¿TAL VEZ SI?
35. UNA SERIE DE EVENTOS
36. EFECTO COMPROBADO.
37. GALA DE LOS ENAMORADOS
38. REPERCUSIONES
39. FELIZ CUMPLEAÑOS, HIJO.
40. YOUR ONE AND ONLY
41. LA CHICA DE ORO
42. LA CALMA... Y CLARIDAD
42. ¿Donde esta Minerva?
43. Lista de sospechosos
44. Cabos sueltos
45. TODO LADRÓN NECESITA CÓMPLICES
46. CUANDO ACORRALAS A UN ANIMAL
47. SOLO QUIERO VER A MI MAMÁ
48. DREAM A LITLE DREAM OF ME
48. MENTIROSO
50. TU VOZ
51. PROMÉTELO
52. TELL ME YOU LOVE ME
53. Bandera Blanca
54. DÍA DE VISITAS
55. PARANOIA
57. UNA SEMANA "PASA VOLANDO"
58. EL AS BAJO LA MANGA
59. TODO CAE POR SU PROPIO PESO
60. DE BARES Y AMIGOS
61. AFTER THE STORM
62. ENCRUCIJADA
63. OSITOS Y HELADO DE CHOCOLATE
64. NEXT TO ME
65. LO QUE FUE DEL PASTEL
66. ROTHSTEIN
67. Cásate Conmigo
68. ¿SEGUIRAS AMANDOME?
69. ALL'AVVENTURA
70. LOOKING FOR REBECA (Parte I)
70. LOOKING FOR REBECA (Parte II)
70. LOOKING FOR REBECA (Parte III)
70. LOOKING FOR REBECA (Parte Final)
71. LO NUEVO Y LO VIEJO (PARTE I)
71. LO NUEVO Y LO VIEJO (Parte II)
71. LO NUEVO Y LO VIEJO (Parte III)
71. LO NUEVO Y LO VIEJO (Parte IV)
72. NOT UNUSUAL (Parte I)
72. NOT UNUSUAL (Parte II)
72. NOT UNUSUAL (Parte III)
73. PERFECT (PARTE I)
73. PERFECT (PARTE II)
73. PERFECT (PARTE III)
BTW
74. FINALMENTE, LA BODA (PREVIA)
74. FINALMENTE LA BODA (PARTE II)
74. FINALMENTE LA BODA (PARTE III)
74. FINALMENTE LA BODA (PARTE IV)
75. CADA DIA POR EL RESTO DE MI VIDA (PARTE I)
75. CADA DIA POR EL RESTO DE MI VIDA (PARTE II)
75. CADA DÍA POR EL RESTO DE MI VIDA (PARTE III)
75. CADA DIA POR EL RESTO DE MI VIDA (PARTE IV)
75. CADA DIA POR EL RESTO DE MI VIDA (FINAL)

17. UN LARGO, LARGO VIAJE

49.9K 2.9K 315
By esBethCastro



Rebeca




-Mami – Tomi corrió hasta a mi más que feliz, me agache a su altura para recibirlo con los brazos abiertos – Te extrañe ayer – comento –

- Y yo a ti mi amor, pero no podía venir –

- Si, lo sé – me sonrió - Vino una señora con un traje muy chistoso y estuvo dando vueltas por todas partes – me conto

- Y por eso mismo no me dejaron venir cariño –

- Si tía Ana me lo dijo – me dio una sonrisa – pero ahora estoy feliz porque estás aquí y has traído a Eduardo – el aludido que hasta ahora se había mantenido el silencio se incluyó a nuestra conversación.

- ¿Cómo estás campeón?

- Bien, gracias por venir a verme.

- Oh, pero no he venido solo a verte.

- ¿De qué hablas? – salto emocionado con su rostro reflejando confusión por no entender, lo que me llevo a intervenir

- Amor, ¿recuerdas a Elena?

- ¿La mamá de Eduardo? Sí, sí que la recuerdo.

- Pues mi madre quiere que los lleve a pasar las festividades a casa. Que dices pequeño ¿Quieres ir? – Tomi sonrió ampliamente, pero luego me miro.

- Mamá, ¿Tú crees que nos den permiso para ir? – no pude evitar sonreír ampliamente ante su pregunta, más aún conociendo la respuesta.

- Ah, pero esa es la mejor parte – le sonrió Eduardo, y Tomi lo miro sin entender nada.

- Tenemos permiso de la corte para vivir juntos los siguientes dos meses amor.

- ¿Es enserio? - yo solo asentí con la cabeza tratando de tragar el inmenso cumulo de emociones que aflojaban al ver a mi hijo tan feliz y emocionado.

- Si, así que debemos apresurarnos si queremos llegar antes que anochezca – Eduardo capto toda la atención de Tomi.

- ¿Viajaremos?

- Los padres de Eduardo viven a un par de horas de aquí amor -

- Seis para ser más exactos, así que tenemos un largo camino por delante. Entonces ¿Qué dices? ¿Quieres ir?

- Si – alargo la "i" abrazando a Eduardo – Si, si, si, si, si – salto por todas partes - Sera muy divertido

Dos horas de empacar ropa – la mía y la de Tomi para ser más exactos pues Eduardo prácticamente uso la misma de su viaje anterior junto con todo lo que se podría necesitar para un viaje de casi dos semanas – y tres horas de viaje más tarde realizábamos nuestra quinta parada en una gasolinera esta vez para almorzar algo al paso y continuar nuestra travesía.

Eduardo había calculado el tiempo de viaje acorde a dos adultos, que no se aburren, ni tienen hambre o ganas de ir al baño cada media hora. Por lo que, a pesar de su bastante bien planeado itinerario de viaje, en ningún momento había pensado en que tendríamos que parar tan seguido.

La primera vez fue cuando Tomi insistió que quería ir al baño, por lo que tuvimos que parar en el primer lugar que encontramos, una vez abajo no hubo forma de que fuese conmigo al baño, pues el quería que Eduardo lo acompañara al de hombres.

La segunda vez, se podría decir que fue más bien mi culpa, el sol estaba demasiado fuerte como es típico del periodo de navidad donde el verano comienza a sentirse con mayor intensidad y me preocupaba que termináramos deshidratados por lo que le pedí a Eduardo detenernos en algún servicentro o algún lugar para comprar bebestibles y talvez algo para comer.

Mala idea, porque mientras le entregaba medio vaso con jugo a Tomi, Eduardo hizo una extraña maniobra tratando de esquivar un animal que había cruzado de repente, lo que termino conmigo y un vaso vacío. ¿Adivinen donde quedo el jugo? Pues sí, en la cara, polera y parte del pantalón de Tomi. Quien al principio me había mirado asustado, pero luego de que me largara a reír por la tragicómica situación él se unió a mi risa. Aunque le había insistido a Eduardo que podía cambiar a Tomi sin tener que para en algún lugar, aun así, él termino parando en una especie de parque público en medio de la carretera, el cual para nuestra fortuna contaba con baños donde una vez más Tomi se hizo acompañar de Eduardo para limpiar el jugo de su cara.

La cuarta vez, fue básicamente porque Eduardo olvido cargar gasolina antes de empezar el viaje, por lo que el auto dio la alerta en medio de la carretera.

La quinta parada finalmente fue algo más planificada y por acuerdo mutuo, el reloj marcaba ya las tres de la tarde y cómo íbamos no tuvimos mucho que pensar, Tomi tendría hambre tarde o temprano y nosotros también. Una parada para almorzar era lo más práctico y eficiente.

- ¿Mami podemos comprar papas fritas?

- No cariño, debes alimentarte bien, esperemos que tengan algo además de comida rápida – dije buscando entre los menús que aparecían.

- Pero mamá – reclamó Tomi haciendo maña

- Cariño –

- Por fis – me miro con ojitos suplicantes, pero no caería tan fácilmente no era la primera vez que hacia mañas como esta y seguramente no sería la última.

- Vamos amor – justo en ese momento Eduardo cruzaba las puertas de la tienda luego de haber cargado combustible una vez más, para juntarse con nosotros.

- Eduardo, ¿Comemos papa fritas? –

- Claro, vamos a comprar – yo solo me limite a rodar los ojos molesta. Tomi se había aprovechado de la situación, pequeño rufián.

- Bien – dije no muy contenta – Hijo quédate con Eduardo, iré al baño mientras compran.

- Si mami – tomo la mano de Eduardo, pescándolo por sorpresa – aquí me quedo con él – me sonrió

- Volveré rápido – le guiñe un ojo a Eduardo y me aleje al baño

A todas prisas llegue al baño pues ya me urgía, había pasado gran parte de la mañana tomando agua como loca para rehidratar mi cuerpo luego de la borrachera - y luego de vomitar como lo había hecho - aunque era lo único que me quedaba por hacer para sentirme mejor, llenarme a mas no poder de agua mientras hacemos un viaje de unas 6 horas no era tan buena idea como pudiese sonar — ni siquiera suena bien — le hable a mi reflejo mientras me refrescaba un poco.

Cerré los ojos intentando reconstruir la noche anterior, a mi parecer todo estaba en orden, por primera vez había bebido y terminado estúpidamente emborrachada, recuerdo haber dado un buen espectáculo sobre la barra mientras cantaba s todo pulmón "Sigo siendo el rey" y "Cielito lindo" creo que borracha amaba las rancheras. Luego recuerdo haberle pedido al chico del bar que me había estado sirviendo tragos que contestara el teléfono para que Eduardo dejara de molestar, pero el tiro me salió por la culata por alguna razón - que mi cerebro distorsiono - en algún momento entre la llamada y Eduardo, recuerdo haber ido al baño ayudada por la caritativa alma del chico de la barra, si es que algún día vuelvo a verlo le agradeceré como es debido incluso le daré un gran abrazo y talvez uno de los tan amados vinos de papá. Finalmente, y por alguna estúpida razón que no puedo definir a ciencia cierta - otra cosa qué mi cerebro distorsiono - Eduardo estaba peleando con el chico de la barra, me levante a defenderlo, pero eso no fue una gran idea porque mi vista se puso borrosa y entonces me desmaye. Desperté hasta hoy, pero Eduardo había insinuado que algo más había pasado, ya sé que no nos acostamos pues mi ropa estaba tal cual recordaba – al menos la mayor parte - lo cual me quitaba un enorme peso de encima pero no sabía a ciencia cierta que otra estupidez pude habar hecho.

- ¿Qué más? ¿Qué más? - intenté forzarme a recordar, pero nada venía a mí, resignada me di una última mirada antes de volver con mi pequeño y con Eduardo, pero mientras salía me topé con unas chicas de más menos mi misma edad y no pude evitar escuchar lo que comentaban.

- Él niño era realmente lindo – comento una enternecida

- Pero quien se llevó toda mi atención fue el padre – se abanicó con la mano para luego agregar - No me molestaría en ser como una madre para ese niño si el premio es ese bombón – ambas reían como si del mejor chiste se tratara, hasta que finalmente su risa quedo fuera de mi rango de audición.

- Me gustaría saber de quienes hablaban ese par de locas – murmure para mí misma. La proximidad de la fecha navideña significa temporada alta para todo lo que tiene que ver con viajes y vacaciones por esa misma razón la estación de servicio y la tienda – para nada pequeña – estaban totalmente abarrotadas.

Me alcé en puntillas buscando con la vista a Eduardo o al menos alguna señal de ambos, pero no fui capaz de localizarlos por lo que decidí recorrer la fila donde se compraba, pues era donde los había dejado hace unos minutos atrás, pero nada. Si ya habían comprado entonces estarían sentados comiendo por lo que me encamine al sector de las mesas, pero yo seguía sin encontrarlos un par de mesas más allá de donde yo me encontraba, parecía haber un monto de chicas mirando algo muy interesante por lo que me tapaban la visión de gran parte del lugar, si ellos estaban más allá de todas esas personas no había forma en que lograra verlos. Tome mi celular y marque el número de Eduardo, bastaron apenas unos segundos para escuchar el sonido de llamada entrante clásico que Eduardo tenía en su celular, pero aun así seguía sin verlo

- ¡Mamá! – la voz de Tomi se hizo escuchar entre toda la gente y entonces el grupo de chicas que parecían muy interesadas en algo que no lograba ver, se abrió dejándome ver a mi pequeño de pie sobre una silla buscándome con su mirada y a Eduardo sentado junto a él. Rápidamente me acerque a ambos bajo la vigilante mirada de algunas.

- Aquí estas mi amor – mi hijo salto a mis brazos y yo lo aferre a mí, eso fue suficiente para que algunas siguieran con su camino, pero para otras pareció no ser suficiente.

- Mami – mi hijo me sonrió – La cajera le dio a papá un regalo

- ¿A papá?

- Si – sonrió aún más ahora mirando a Eduardo – muéstrale papi – mi hijo me dejo boquiabierta al dirigirse a Eduardo como si fuera su papá, pero entonces pude notar el resto de mujeres alrededor continuaban con su camino. Mire a Eduardo sorprendida, él estaba algo sonrojado posiblemente avergonzado por la situación. Pero mi hijo acababa de espantar a esas mujeres – buitres – mejor de lo que jamás podría hacerlo yo.

- Si, bueno la... la señora de la caja me felicito porque mi hijo es todo un caballero y te envió esto felicitándote a ti también – Eduardo extendió una caja pequeña de cartón corrugado que contenía dentro un chocolate artesanal en forma de rosa, era realmente bonito.

- Es muy bonito

- Me dijo que papá y mamá habían hecho un gran trabajo conmigo – me sonrió mi hijo – solo que Eduardo aun no es mi papá – me susurro para que solo yo escuchara. Decidí omitir ese comentario, a veces los comentarios de mi hijo no parecían de un niño en lo absoluto, negué mentalmente pero aun así sonriendo.

- Pues claro que sí, mi hijo es todo un caballero – lo abrace y el me correspondió - ¿Qué hare contigo amor? Las chicas te perseguirán.

- No importa mami, tu siempre serás la numero uno – me mostro un uno con sus dedos y yo solo pude abrazarlo más.

- Gracias por cuidarlo – la di una inclinación de cabeza a Eduardo y él sonrió.

- No hay problema – Me sonrió devuelta – Tomi es genial – acaricio su cabello.

- ¿Qué han comprado para comer? – pregunte mirando la mesa con dos platos a medio terminar.

- Pastel de papa y ensalada – me respondió con una sonrisa pilla, por lo que enarque una ceja

- ¿Y las papas fritas?

- Hemos llegado a un acuerdo – respondió Eduardo, pero luego mi hijo agrego.

- Eduardo ha dicho que si me como todas las verduras, Elena me dará galletas de jengibre – su emoción tenía una razón bastante fuerte – Mama ¿crees que sean como las de la abuela Aida? – arrugo la nariz.

- Amor la última vez que la abuela cocino galletas incluso les puso sal en vez de azúcar, así que definitivamente no creo que sean tan malas como las de Aida.

- No eran malas, mamá – frunció el ceño y los labios - solo no tenían buen sabor – respondió llevándose una gran porción de comida a la boca, ocultando una risotada.

- Siempre hablan así de la pobre abuela – pregunto Eduardo mientras me sentaba frente a él.

- Si, la abuela tenía un humor bastante negro, y Tomi aunque no recuerda mucho de ella, adoraba su humor.

- Entonces su manera de bromear es algo así como un legado.

- Puede ser – le sonreí y el me devolvió la sonrisa, pero luego algo tras de mi pareció captar su atención, pero cuando intente saber que era desvió la mirada y se rasco la nuca.

- Yo, hem.... – carraspeo - Iré a por tu almuerzo – en cuanto lo termino de decir se levantó de la mesa, Tomi se dispuso a imitarlo, pero lo detuve.

- Amor, quédate con mamá – el me miro y luego miro a Eduardo que ya se alejaba, alterno su mirada unas dos veces más, como si estuviera decidiéndolo y finalmente me miro resignado. Vaya, Gracias se rio mi cerebro.

Eduardo pareció demorarse más de lo normal, pero Tomi me distrajo hablándome de su nuevo colegio y de que María había ido de visita a La Granja con sus padres adoptivos.

Había pasado más de media hora desde que Eduardo había ido por mi comida, y ya comenzaba a preocuparme por que tardaba tanto. Incluso Tomi noto su tardanza.

-Mamá talvez está en el auto – sugirió Tomi al tiempo que se encogía de hombros.

- Si talvez, porque no lo veo por aquí – Volví a recorrer el lugar con la mirada, sin gran suerte, por lo que terminamos saliendo de la tienda de comida. Pero Eduardo tampoco se encontraba en el auto. Estaba regresando a la tienda para buscarlo una vez más, cuando mi teléfono comenzó a sonar, en la pantalla en nombre de "Eduardo – Hijo de Gregorio" ocupaban gran parte del espacio el nombre databa de hace un par de años atrás cuando recién lo conocí. Y desde entonces siempre pienso en cambiarlo, pero termino haciendo algo más.

- ¿Dónde estás?

- Surgió un problema, y tuve que salir para solucionarlo.

- ¿De qué hablas?

- Recibí una llamada urgente, pero el teléfono no capturaba bien la señal por lo que tuve que salir y termine perdiendo tu orden, lo siento.

- No hay problemas, pero debiste avisar antes.

- Si cariño, lo siento – respiro profundo – ¿Dónde estás?

- En la entrada del servícentro ¿Por qué?

- Del uno al diez que tanto te importa mantener nuestro compromiso en secreto

- Eduardo estas preocupándome – le recrimine, pero el no contesto – bien, yo diría que un diez.

- Bien, porque acabo de ver a una reportera y su camarógrafo.

- ¿Es enserio?

- Si, al parecer un artista decidió tomarse unas vacaciones por aquí.

- Entonces cual es el problema.

- Son paparazis Rebeca – obvio – están alerta a todo, todo les sirve.

- ¿Entonces qué hacemos?

- Tendremos que evitarlos, llévate a Tomi a la placilla que hay junto al servicentro, los recogeré allí.

- Bien, nos vemos allí – corte la llamada y Tome la mano de mi hijo.

- Donde vamos mami

- Eduardo me dijo que por aquí hay unos juegos, lo esperaremos aquí mientras el vuelve – Aunque Tomi no entendió mucho, lo olvido rápidamente cuando vio los juegos. Al primero que corrió fue a una especie de puente colgante y luego de eso ya fue imposible bajarlo de allí.

Lo mire jugar desde la comodidad de una banca con sombra, a pesar de estar a pocos metros de la carretera estatal se veía un lugar bastante tranquilo.

-Está ocupado aquí – me consulto un hombre de barba.

- No – negué con la cabeza y lo vi sentarse junto a mí – Dios, que calor está haciendo – se pasó el antebrazo por la frente quitándose una fina capa de sudor.

- Sí que se hace sentir el verano – comente por cortesía, mirándolo levemente para luego volver a fijar mi vista en mi hijo. Lo poco que había captado me hacía suponer que debía estar en los treinta.

- Si, Antón es quien más disfruta del verano – señalo a su hijo, un niño algo menor que Tomi quien estaba subiendo a duras penas a una especie de barco.

- Tomi es igual – me anime a hablar – lo que más adora es ir a la piscina.

- Es genial verlos tan felices – Tomi y Anton se encontraron en uno de los juegos y parecieron llevarse bien – Pero mi esposa ahora está esperando a nuestra segunda beba, y apenas puede soportar la temperatura – pude notar como el tono de su voz y sus ojos brillaban al hablar de su familia.

- Entonces ¿Viajan en busca de frio?

- Si, vamos a casa de mis suegros es bastante austral por allá – sonrió y luego me miro – ¿Dónde vas tú?

- A casa de mis suegros también – lo cual no era cien por ciento una mentira

- A puesto que tu hijo debe estar emocionado por ver a sus abuelos.

- Pues sí, los adora bastante

- Y dan los mejores regalos en navidad – rio con ánimo.

- Dios moriré de calor – se acercó una mujer hasta nosotros, traía el pelo húmedo y una panza de unos 7 meses, el hombre junto a mi rápidamente se levantó y le cedió el asiento a quien supuse seria su esposa – Gracias cariño – le sonrió y luego me miro – espero que no te haya estado aburriendo con sus historias – rio – trabaja en un laboratorio de computación todo el año y cada vez que sale no le para la lengua.

- Amor – reclamo avergonzado el hombre.

- Aun así, es lo que más me gusta de ti cariño – el hombre, aunque avergonzado se alejó con una sonrisa para encontrarse con su hijo, mientras su esposa se abanicaba con las manos.

- Sabes, en ocasiones el embarazo puede ser una real molestia, pero nada se compara a la felicidad de tener a mis pequeños entre mis brazos – Me sonrió - ¿No lo crees?

Apostaba que sí, pero yo no había vivido un embarazo, más bien me había saltado todos los pasos antes de eso y había terminado con un bebe en brazos, pero no quería ser descortés y tampoco quería explicar toda la historia por lo que simplemente le seguí el juego.

-Sí, hacen que todo valga la pena – aunque no nos referíamos a lo mismo ella pareció satisfecha con mi respuesta.

- ¿Cuándo planeas tener otro? – la pregunta me tomo por sorpresa

- Oh... yo... hum...

- Pregunta incomoda ¿eh?

- Si, bueno aún no hemos tocado el tema ...

- Vamos, es un tema que siempre está en el aire.

- Talvez, pero nosotros realmente no hemos concretado nada.

- Concretar o no concretar no siempre es su decisión cariño, a veces simplemente las cosas pasan.

- Dímelo a mi – solté pensando en lo loco he increíblemente extraño que seguía pareciéndome mi relación – si es que así se puede llamar – con Eduardo.

- No me digas – dijo sorprendida con los ojos abiertos de par en par – pero que locura me ha pasado igual – sin entender mucho el hilo de la conversación intente descifrar a que se refería.

- ¿Si? – pregunte intrigada.

- Si bueno cuando nos casamos, ambos estábamos recién graduados y yo quería ejercer mi profesión ya sabes, desarrollarme laboralmente y ganar buen dinero, por lo que decidimos que nada de hijos, al menos por los próximos años, pero entonces un mal cálculo de pastillas termino conmigo y las dos barritas frente a frente. Al principio no lo pude creer, y luego estuve aterrada había estado trabajando muy duro para llegar donde estaba y no quería que él bebe cambiara eso, cuando le conté a Alan él estaba tan sorprendido como yo, pero se lo tomo bastante bien luego que se levantara del suelo donde se había desmayada – se largó a reír para luego terminar enjuagándose una lagrima con el dedo – si tan solo lo hubieses visto, él estaba más aterrado que yo, pero aun así me reconforto y me dijo que todo saldría bien.

- Debio ser una locura al principio –

- Si que lo fue, el primer hijo es un gran reto pero decidimos llevarlo dia a dia y hasta ahora todo a salido a la perfección - me sonrio - ¿Qué tal tú?

- Uf, yo era muy joven y no sabia bien que hacer con un bebe, solo tenia algo claro y era que lucharía con el esta el fin – me encogí de hombros con una sonrisa.

- Eso es muy lindo, y muy cierto – acaricio su pancita.

- ¿Cómo piensan llamarla?

- Aun no estamos seguros, me gusta Nelly, pero a mi esposo le gusta Anastacia, y Anton dice que su hermana será su rayo de Luna y quiere que lleve ese nombre.

- Vaya, tiene un gran trabajo por delante -

- Si, y Antón está realmente emocionado por ser el hermano mayor.

- Es genial, apuesto a que lo hará de maravilla.

- ¿Tienes más hermanos?

- Si – le sonreí

- Yo fui hija única, pero me hubiese gustado tener un hermano o hermana con quien compartir. Por eso apenas Antón tuvo los tres años cumplidos le insistí a mi marido en ir por el otro, al principio se negó, pero finalmente logré convencerlo. Ahora que sabemos que es una niña, es el más entusiasmado. Si quieres más hijos no te costara mucho convencer a tu marido, ya sabes – me guiño un ojo – las mujeres tenemos nuestras tácticas – A la par que la mujer frente a mi terminaba su frase una mano se posó en mi hombro haciéndome saltar del susto.

- Ya estoy aquí, cariño – Escuche la voz de Eduardo

- Cielos – ahogue un grito sobresaltada – me has asustado. Eduardo me miro con un "Lo siento" que jamás fue pronunciado.

- Él es tu marido – salto entusiasmada la mujer frente a mí.

- Si – respondió el –

- Eres muy guapo, apuesto a que tu pequeño será igual a ti.

- O a su madre – Eduardo apoyo su mano en mi hombro y beso mi coronilla en un acto cariñoso que me dejo congelada por unos segundos – ¿Estas lista para continuar?

- SI – asentí con la cabeza

- Bien, entonces andando aún queda bastante comino por recorrer – palmeo mi brazo y luego se despegó completamente – fue un gusto.

- Igualmente – le sonrió mientras Eduardo se alejaba nuevamente.

- Bien, ha sido un placer conocerte ... -

- Adriana – termino ella.

- Soy Rebeca – le sonreí

- Lindo nombre - me despedí de ella y luego llamé a mi pequeño para continuar el viaje.

Aunque Tomi estaba fascinado jugando, corrió rápidamente a mí en cuanto lo llame.

-Mami tango un nuevo amigo – me comento mientras caminábamos hasta donde Eduardo estaba esperándonos –

- Eso es genial cariño – el asintió y luego soltó mi mano para correr hasta Eduardo, dio un salto y se lanzó a él, Eduardo lo atrapo ágilmente en el aire para darle una vuelta y dejarlo aterrizar en la parte trasera de la SUV, Tomi sonrió mientras Eduardo le indicaba que se sentara en su lugar y abrochara su cinturón. En cuanto se aseguró que estaba bien amarrado le desordeno el cabello y cerró la puerta. Entre tanto yo había llegado hasta la puerta por lo que se desocupo justo a tiempo de abrir mi puerta como todo un caballero.

- Bien nuevo plan – dijo una vez en su lugar – espero que no necesiten hacer más paradas, porque mama está esperándonos para la cena – me sonrió - ¿Sobrevivirán? – pregunto melodramáticamente, por lo que rodee mis ojos con una sonrisa.

- Por supuesto, no debemos hacer esperar a Elena, ¿verdad amor?

- Si – me respondió seriamente – Vamos nos – modulo graciosamente.

Continue Reading

You'll Also Like

873 56 14
H-hola....soy kobeni y este es mi diario....eh-eh-eh....escribo de mi vida, secretos y....Espera dije secretos??? Eh...eh....uhmmm....por favor no le...
760K 40.2K 83
segunda parte de "Matrimonio por Contrato" Aquí descubriremos que sucedio con Madison, Erick y el pequeño Mateo. ¿volverán a estar juntos nuestros...
10.4M 681K 57
¿Y si descubres que el chico que te detesta en realidad está loco por ti? Hugo no soporta a las feministas y Bea no soporta a los fuckboys como él...
245K 36.1K 44
*Fueron los libros los que me hacían sentir que quizá no estaba completamente sola, y tú me enseñaste que el amor solo es una debilidad.* Isis descub...