Dreamcatcher

By nekodida13

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El detective alfa Choi Seung Hyun está tratando de resolver una serie de asesinatos de omegas que azota a la... More

Parte 2 Vibrato
Parte 3 Acompagnato
Parte 4 Aria
Parte 5. Contrapunto
Parte 6 Leitmotiv
Parte 7 Secco
Parte 8 Concertante
Postludio

Parte 1 Obertura

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By nekodida13

La casa se encontraba en una de los zonas más importantes de Gangnam. Era una inmensa propiedad, rodeada de un muro alto de color blanco y una única entrada, un portón negro lo suficientemente grande para que los autos pasaran. Sin embargo, para poder acceder a la casa había que identificarse con los dos guardias de seguridad que se encontraban custodiando la entrada.

Choi Seung Hyun soltó un pequeño suspiro, mientras sacaba su mano con un cigarrillo entre los dedos y se las arreglaba para tocar el botón que comunicaba con los dos guardias que se encontraban dentro de la protegida caseta de seguridad.Uno de los guardias lo miró a través del vidrio de la caseta antes de activar el comunicador.

-¿Si?- el tono del guardia no era nada amigable. Seung se tomó su tiempo para contestar, dándole una calada profunda a su cigarrillo, mientras dirigía una mirada penetrante al guardia, el cual bajó la mirada después de un momento. En la cara de Seung se dibujó una ligera sonrisa de suficiencia. Él sabía que su actitud probablemente había sido una reacción espontánea ante el tono desagradable del guardia, quien de alguna manera había desafiado su primitiva naturaleza alfa. "Muy primitivo, Seung. Contrólate. No estás aquí para intimidar", se regañó mentalmente.

-Soy el detective Choi Seung Hyun. Pertenezco al departamento de policía metropolitana de Seúl. Me están esperando-dijo con calma, para después llevarse el cigarrillo nuevamente a los labios con displicencia, darle una última calada y después apagarlo en el cenicero que estaba dentro del coche. Sabía que a su compañero, Daesung, no le agradaría en absoluto encontrar el par de colillas que se habían juntado en el pequeño lapso de tiempo que llevaban separados. Dae, como le decía de cariño, había emprendido una campaña para tratar de mejorar los malos hábitos del detective sin demasiado éxito. Sin embargo, no había perdido la esperanza y cada vez que podía le lanzaba aquella mirada de "No puedes seguir con este ritmo de vida si quieres llegar a viejo" y a relatar, como quien no quiere la cosa, los casos de cáncer de pulmón de algunos conocidos. Pensó por un momento en tirar las colillas fuera del coche, pero se dio cuenta de que su plan era poco práctico e antihigiénico. Quizás si su trabajo no fuese tan estresante, consideraría reducir el nivel de nicotina. Aunque, siendo sincero, eso era poco probable porque  disfrutaba demasiado del cigarro.

El guardia, que había vuelto a observar al detective Choi, se apresuró a dejarle libre el paso y a señalarle dónde tenía que estacionar. Si en un principio su actitud había sido altanera, había pasado a adoptar una actitud totalmente opuesta, con un dejo de servilismo excesivo que a Seung le pareció ciertamente irritante. Siempre le ocurría eso con las personas. Cuando se enteraban de cuál era su trabajo, el trato hacia él siempre cambiaba. Si bien era cierto que muchas personas antes de conocerlo lo trataban de forma deferente, debido a su condición de alfa y a su apariencia (un hombre alto de alrededor de 1.80, cabello negro, rasgos varoniles y mirada penetrante), la mayoría de las personas terminaban comportándose de manera excesivamente cuidadosa y cortés con él cuando se enteraban de que trabajaba para la policía y no sólo eso, sino que trabajaba precisamente en el área de Homicidios y Crímenes Violentos. Incluso a veces su madre, su hermana y el esposo de su hermana lo trataban de esa manera que tanto lo exasperaba. Aquella actitud lo hacía tener sentimientos contradictorios, puesto que si bien su instinto primitivo ronroneaba con cierta satisfacción ante la actitud sumisa de los demás, su lado razonable le decía que la gente sólo le estaba dando por su lado para complacerlo. Pero no se podía quejar, en ocasiones su condición de alfa, su apariencia y su estatus de detective, le habían ayudado para que los criminales cedieran más fácilmente. Y por otro lado, eso permitía también tener un buen equilibrio con su compañero Daesung, quien era un beta de fácil sonrisa y que siempre creaba una sensación de comodidad. La vieja táctica del policía bueno y del policía malo, que aún siendo demasiado trillado, funcionaba.

El detective Choi estacionó en el lugar que el guardia le había indicado y se bajó del auto. Admiró por un momento la propiedad que estaba ante él. Era una casa muy grande, de unos tres pisos, con ventanales altos y paredes blancas. Contempló la belleza del inmueble, el cual le recordaba vagamente a la arquitectura georgiana inglesa. "Hermoso. Esta gente realmente tiene dinero. Difícil, difícil", se dijo para sí, mientras se dirigía a la entrada principal, en donde un hombre lo estaba esperando.

-¿Detective Choi? Lo estábamos esperando hace rato, pensamos que llegaría hace una hora.-Seung miró al hombre mayor, con algunas canas en su cabello perfectamente peinado y que lucía un traje formal plateado.- Mi nombre es Choi Bool Am y estoy a cargo de los asuntos personales de la familia Kwon. Es un gusto conocerlo.

El hombre hizo una ligera reverencia ante el más joven. El detective miró con detenimiento al encargado que compartía su mismo apellido, pero que era la única cosa en común que tenían entre ellos. Choi Bool Am parecía tener una fuerte presencia y también se notaba que estaba acostumbrado a mandar. No le sorprendía que aquel hombre no se sintiera tan intimidado por él, incluso no siendo un alfa. Más aún teniendo en cuenta que desde hacía mucho tiempo los antiguos prejuicios y la fuerte jerarquía de castas entre alfas, betas y omegas habían desaparecido y se les había tachado como algo totalmente primitivo y poco igualitario. Los antiguos impedimentos que habían dominado el siglo pasado, en donde se consideraba que un beta estaba por debajo de un alfa y que un omega sólo tenía el único propósito de procrear y satisfacer a un alfa, habían caído totalmente en el olvido. Si bien, aunque había un respeto generalizado por los alfas, este respeto se lo habían ganado los mismos alfas al volver a fungir su papel principal: el de ser líderes y protectores de la sociedad. Sin embargo, si un alfa no mostraba ser digno, era probable que el escarnio público, el desprestigio y la burla de la sociedad cayeran sobre él. Si un alfa no cumplía con lo que se esperaba de él, entonces nadie podía esperar tampoco que se le respetara sólo porque la naturaleza lo había favorecido. Por otro lado, los omegas que antes habían sido confinados a las labores del hogar y a procrear, ahora tenían un papel más activo en la sociedad y ningún trabajo les estaba abiertamente vedado. Sin embargo, por su misma naturaleza, había cierto tipo de trabajos, sobre todo los que implicaban un mayor peligro para ellos en sus ciclos reproductivos, que se les desaconsejaba fuertemente que ocuparan. Pero el caso era que sólo eran "consejos". Nadie podía obligar a un omega a no desenvolverse en el campo que quisiera si demostraba que tenía aptitudes para ello. Por último, los que se habían adaptado más fácilmente a este reajuste en la sociedad, reajuste que se había logrado después de fuertes revueltas de omegas y betas cansados de una sociedad poco igualitaria, habían sido los betas, los cuales fácilmente podían seguir el liderazgo de los alfas, pero también, de ser necesario, adoptar el papel de líderes o protectores de los omegas.

Si bien Seung sabía todo esto, el alfa que llevaba dentro se sintió ofendido por el hecho de que aquel beta no demostrara un reconocimiento de su autoridad como alfa. No obstante, su parte racional le advirtió que aquel instinto estaba completamente equivocado. Probablemente los que sufrían más con esta sociedad igualitaria, por el simple hecho de que muchas veces tenían que ir en contra de su propio instinto, eran los omegas y los alfas. Muchos simplemente se rendían y buscaban un lugar en la sociedad que les permitiera manejar mejor su propio instinto. Seung era precisamente uno de esos individuos, pero no era tan primitivo como para no darse cuenta de lo que estaba bien y de lo que estaba mal. Eso lo llevaba siempre a analizar la situación y a controlar su naturaleza alfa. Sin embargo, si bien su naturaleza alfa estaba disgustada con la falta de sumisión del beta, su lado racional también se sentía ofendido. El comentario acerca de su tardanza le hacía pensar en otro tipo de distinciones o jerarquías de poder. En este caso, el beta consideraba que los asuntos de la familia Kwon eran prioritarios a cualquier otro tipo de asuntos, simplemente por el hecho de que tenían dinero y poder en la sociedad. El detective Choi sonrió ligeramente, correspondió con una reverencia corta y contestó:

-Hay otros asuntos importantes que debemos atender. Me temo que su caso no es el único.-recalcó esta última palabra, lo cual hizo que el encargado levantara una ceja sorprendido. El encargado Choi simplemente asintió y procedió a acompañar al detective hacia el despacho principal de la casa. El joven recorrió rápidamente con la vista los muebles y el decorado del interior. Tenía que reconocer que los habitantes de esa casa parecían tener buen gusto. Quizá él hubiese escogido algunas obras más contemporáneas en algunas habitaciones, pero podía decir, como amante y aficionado del arte, que parecía que la familia Kwon no trataba sólo de aparentar cultura, sino que la tenían. No se sorprendió. Aquella familia era una de las más prestigiosas de Seúl y con una tradición de décadas. "Y eso es lo más raro de todo", pensó para sí mismo el pelinegro.

Después de un par de pasillos y habitaciones, llegaron ante una gran puerta de roble. El encargado Choi tocó ligeramente la puerta y esperó a que le contestaran. Una voz clara y vibrante contestó con un "adelante, por favor" desde el interior. El detective Choi sintió un ligero estremecimiento al escuchar aquella voz. Algo así como un tipo de cosquilleo, aunque no se detuvo mucho a pensar en ello, puesto que el hombre mayor abrió inmediatamente la puerta y lo dejó pasar.

Aquel estudio era simplemente inmenso. Con una gran cantidad de libros adornando las paredes, un gran ventanal que iluminaba la vista, una alfombra color borgoña con acabados dorados en medio del estudio y un gran escritorio de caoba. Aquel lugar era lo que cualquier hombre importante hubiese deseado tener como estudio. Había unas sillas a juego con el escritorio y unos sillones que combinaban con todo lo demás dentro de la habitación a un lado. Justo en los sillones, había tres personas sentadas. Dos personas jóvenes y una mayor. Dos mujeres y un hombre. En total, tres omegas que lo miraban atentamente. El pelinegro los observó rápidamente uno a uno. La que se encontraba en una butaca grande, la mayor de ellos, tenía el cabello negro recogido en un moño. Presentaba, al igual que el encargado, algunas canas, pero a diferencia de éste, lucía más joven. Llevaba un traje blanco con orillas negras, totalmente impecable. Sostenía con fuerza un pañuelo entre sus manos. Los otros dos omegas se encontraban sentados ambos en un mismo sofá, el omega hombre con una mano sobre la espalda de la omega mujer. Ambos eran hermosos. Muy hermosos y guardaban un increíble parecido entre ellos. La mujer joven usaba un vestido de estampado floral y también tenía entre las manos, las cuales estaban colocadas sobre su regazo, un pañuelo, el cual agarraba con bastante fuerza también. Él último al que observó el detective fue al hombre, quien poseía una belleza que podría rayar en lo profano. Sus rasgos eran delicados y armoniosos. Su piel era ligeramente tostada. Estaba vestido con un traje negro y camisa negra también, vestimenta que hacía que destacara aún más el sorprendente color de su cabello: rubio, en realidad, casi albino. Y su mirada...Aquel hombre posó sus ojos de color chocolate oscuro en los ojos negros del detective y el alfa pudo comprobar que poseía una mirada intensa, cautivante. Se miraron por lo que al policía le pareció una eternidad, antes de que el otro hombre alzara una ceja, al parecer divertido, soltara a la que Seung dedujo era su hermana, y se levantara.

-El detective Choi Seung Hyun. Acaba de llegar

El pelirubio asintió, se adelantó y le ofreció una mano. Seung correspondió el saludo de manera automática. No sabía por qué, pero la presencia de aquel hombre lo había desconcertado por un momento.

-Quisiera decir que es un gusto recibirlo, pero me temo que el asunto que lo trae aquí no me permite decir algo así.-dijo el joven omega. Seung cerró un momento los ojos y recordó el motivo por el que había tenido que viajar a la residencia privada de los Kwon. "Concéntrate, babo", se regañó a sí mismo. Abrió los ojos y asintió.

-Lo siento mucho. Sé que en este momento están pasando por una situación terrible. Pero esto es absolutamente necesario.

-Lo sé-aseguró el rubio, quien no había apartado la mirada del detective. Una sombra pareció oscurecer por un momento su armonioso rostro- No nos molesta en absoluto su presencia, siempre y cuando se detenga al culpable de este horrible crimen.

Seung lo miró por un momento y asintió. Suspiró y deseó que Daesung estuviera ahí, con su cálida sonrisa y con las palabras correctas para decir en ese tipo de momentos. Como si el omega hubiese leído su tensión, se apresuró a preguntar:

-¿Cómo desea interrogarnos, detective? ¿Es posible que podamos permanecer juntos o es estrictamente necesario que nos interrogue por separado? ¿El estudio le parece bien?-el detective lo miró por un momento y sopesó sus respuestas. Tenía que ser cuidadoso con su trabajo, no podía equivocarse en esto.

-Me temo que deseo interrogarlos uno por uno. Por supuesto, no sólo a usted, a su madre y a su hermana. Espero que me deje hablar con los empleados que la vieron por última vez y también desearía platicar con el encargado Choi.

-No entiendo.-interrumpió de repente la hermana Kwon, quien Seung recordó que se llamaba Dami y en la cual centró su atención. Ella se sonrojó, pero prosiguió- Mi hermano nos ha explicado que la policía quiere hablar con todos para sacar el mayor número de pistas posibles, pero no entiendo del todo... Me hacen sentir como si creyeran que nosotros somos responsables, cuando todos sabemos muy bien que ese enfermo anda matando desde hace meses.

El tono de Dami, aunque al principio había sido dubitativo, había terminado en un tono de reproche. Seung deseó poder encender un cigarrillo en ese momento, pero se conformó con llenarse de paciencia y asentir con la cabeza.

-Es cierto que todo indica que el responsable de la muerte de su prima está relacionado con la serie de homicidios que hemos estado investigando últimamente. Sin embargo, el que su prima haya sido objeto de este crimen sale totalmente del patrón de nuestro asesino- el detective hizo una pequeña pausa, no quería sugerir tan abiertamente que en el departamento ya se había planteado la posibilidad de que aquel asesinato fuera en realidad una "copia". Se había sopesado la idea de que quizá alguien cercano a la víctima, el cual había escuchado de la serie de asesinatos de omegas que azotaba a la ciudad, había tratado de imitar el estilo del asesino tras el que estaba la policía para culparlo a él del crimen. El detective tenía que ser cuidadoso con lo que decía- Así que estamos tratando de encontrar el punto en común que existe entre su prima y las demás víctimas. Esto implica que tendremos que investigar más a fondo la vida privada de la Srita. Mina. Siento mucho que esto los afecte, pero podría arrojar pistas nuevas a nuestro caso y eso permitirnos atrapar por fin a nuestro asesino.

Dami le sostuvo la mirada un momento y luego asintió. La voz de su hermano salvó a la Srita. Kwon de soportar por más tiempo la mirada del detective.

-Muy bien, mi familia está más que dispuesta ayudar. Como sabe, todos nosotros amábamos mucho a mi prima, era la única hija de nuestro tío y creció con nosotros cuando sus padres murieron. Era como una hermana para nosotros y le aseguro que estamos dispuestos a hacer lo necesario para que se encuentre y se castigue al miserable que le hizo esto.-El tono del omega era fiero. Probablemente, viniendo de cualquier otro omega, cualquier alfa se hubiese burlado interiormente del joven Kwon. Pero Seung no era cualquier alfa y sabía que Kwon Jiyong no era cualquier omega. Era el cabeza de la familia Kwon, quien había ocupado su puesto de poder a una edad muy temprana, cuando su padre había muerto y les había demostrado a todos que era un genio en los negocios. No sólo había logrado cargar con las responsabilidades del imperio Kwon, el cual estaba compuesto por empresas de diversa índole, sino que también había demostrado que podía acrecentar el imperio. A sus 28 años era el hombre de negocios de Seúl del año. Todos admiraban a Kwon Jiyong y todos hubiesen dado cualquier cosa por estar cerca de él o hacer negocios con él de una forma u otra. Era el niño de oro, aquella empresa o negocio en el que se interesaba, resultaba tener un éxito inimaginable. Sin embargo, el detective Choi lo miró con recelo. Él nunca confiaba en nadie, ni en la madre llorosa, ni en el padre vengador, ni en la hermana desolada. Para él, todos podían perder la cabeza en cualquier momento y cometer alguna acción de la que luego se podían arrepentir. Eso si eran capaces de arrepentirse. Había visto suficientes cosas en su trabajo para saber que las apariencias siempre engañan. Simplemente asintió cortésmente a las palabras del Sr. Kwon y pidió amablemente hablar con las empleadas que estaban más en contacto con Mina. Choi Seung Hyun esperaba que para cuando terminara de hablar con el personal de la casa, su compañero Daesung llegara para ayudarlo a hablar con la familia.

En la siguiente hora, Seung se dedicó a interrogar al personal más cercano a Mina Kwon. Eso incluía a las dos sirvientas que estaban a cargo de su habitación, al chófer que la llevaba a todos lados y al encargado Choi. El Sr. Kwon se hizo cargo de mandarle primero a una de las sirvientas, la cual le contó lo alegre y divertida que era la señorita Mina y cómo todos en la casa la querían mucho. La sirvienta parecía horrorizada y muy afectada por lo que le había pasado a la joven. Al detective la información proporcionada por la sirvienta no le sirvió de mucho, ya que sólo pudo confirmar la personalidad amigable y extrovertida de Mina, cosa que de por sí ya sabía, puesto que el día anterior había ido a platicar con los conocidos de Mina a su Facultad. La Srita. Kwon era una beta querida, respetada y sumamente creativa. Estudiaba la licenciatura de Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Seúl. Era una de las alumnas más brillantes de la licenciatura, quien parecía tener una buena idea de cómo ser creativa y llevar un negocio, puesto que había logrado poner, junto con otros dos amigos mayores que ella, una pequeña empresa de diseño. Mina parecía no llevar los negocios de la empresa, según declaraciones de los socios de la joven, ya que prefería estar más involucrada en la creación y el desarrollo de los proyectos, dejando la parte de la presentación y venta de los mismos a sus compañeros. Al ser Mina todavía una alumna de octavo semestre, se podía decir que estaba logrando mucho. Parecía que la familia Kwon estaba llena de gente muy creativa y exitosa.

Seung enfocó toda su atención en la segunda sirvienta. También parecía muy afectada por la muerte de la joven beta y también le confirmó la personalidad alegre y sociable de la chica. Sin embargo, ella le agregó un pequeño dato que su compañera anterior no le había dicho. Parecía que en las últimas semanas, Mina Kwon había estado un poco decaída. Cuando el detective le preguntó si sabía la causa de ese estado de humor de la beta, la mujer tardó un momento en responder, dudando de si era correcto o no decir lo que pensaba.

-No estoy segura... Aunque la señorita siempre era amable y hablaba con todos, nunca decía mucho de sí misma.-la mujer volvió a dudar antes de continuar casi en un susurro- Creo que... quizás el Sr. Kwon le había llamado la atención...

El detective no demostró sorpresa al escuchar aquello; sin embargo, sintió cierta incomodidad y no estaba muy seguro de por qué. Miró a la sirvienta y, con su voz profunda y calmada, trató de indagar el por qué creía eso.

-Yo...quizás los escuché discutiendo un poco. Una noche, fui a ver si la Srita. Mina no necesitaba nada más antes de irse a dormir y la escuché un poco alterada discutiendo con el Sr. Kwon...

La mujer se calló después de decir aquello y rehuyó la mirada del pelinegro, como sorprendida y asustada de sí misma.

-Ya veo-el detective le dedicó una pequeña sonrisa para darle ánimos y prosiguió-¿El Sr. Kwon parecía alterado también? ¿Sabe el motivo de la disputa?

La sirvienta negó con la cabeza antes de contestar.

-No, el Sr. Kwon parecía muy calmado. No sé por qué la Srita. Mina estaba tan alterada, sólo escuché que...que ella...que ella lo acusaba de tener un corazón de piedra y que no podía entenderla. Eso es todo lo que sé.

Eso fue todo lo que el pelinegro pudo sacar de la segunda sirvienta, pero lo consideraba suficiente. Sabía que tendría que seguir indagando acerca de ese asunto. Su celular sonó antes de que entrara el chofer de Kwon Mina.

-Hyung, está confirmado. El omega de hoy en la mañana también es una víctima.

El detective Choi evitó soltar un suspiro. Esa misma mañana había aparecido otro omega asesinado en Hongdae. Daesung y él habían ido al lugar donde se había encontrado el cuerpo de la víctima, un basurero detrás de un restaurante. A pesar de todos los indicios, Seung le había insistido a Daesung para que fuera con el cuerpo y estuviera con la forense a la hora de la autopsia y así pudiera confirmarle que la víctima tenía el mismo perfil que las otras. Si contaban a Kwon Mina, serían en total 5 víctimas hasta el momento. Si contaban a Mina...

-No hay duda,¿verdad?

-¿Acaso dudas del trabajo que hacemos Sena-noona y yo, hyung?-replicó Daesung fingiendo indignación. Como su hyung no contestó, el menor agregó-No hay duda, las mismas características. La causa de la muerte fue estrangulamiento y el cuerpo presenta traumatismo post-mortem. La persona que esté haciendo esto en verdad debe estar muy perturbada.

-Lo sé. No podemos permitir que esto siga sucediendo, Dae. Sin embargo, no sé qué pensar de lo que ocurre con los Kwon...-contestó el mayor con pesar. En ese momento entró el cabeza de la familia Kwon acompañado del que suponía Seung era el chofer de Mina. Seung levantó un dedo para pedirle que esperara un momento.- Bien, apúrate a llegar acá. Ya empecé a hablar con los allegados a la Srita. Kwon, pero me gustaría que estuvieras presente.

-Ya sé que no puedes vivir sin mí, hyung-contestó riendo el detective Kang. El mayor soltó un pequeño gruñido- Ya, ya. Salgo inmediatamente para allá.

El detective Choi volteó a ver a los dos hombres que estaban esperando a que terminara su llamada. El Sr. Kwon lo miraba con clara curiosidad dibujada en la cara, Seung se preguntó si había escuchado sus dudas con respecto al caso de los Kwon.

-Lo siento, mi compañero llamó para darme noticias importantes. Sr. Kwon, ¿podría avisarle a su personal que el detective Kang Daesung no tardará en llegar?

El pelirrubio lo miró un momento antes de asentir y contestar:

-Por supuesto. Detective Choi... tengo que pedirle un favor-el pelinegro sintió que se tensaba de repente. De ser posible, deseaba que el Sr. Kwon no le pidiera nada, pero no dijo aquello, sólo lo miró interrogante- Sé que le he ofrecido mi estudio para que realice los interrogatorios, pero me temo que debo atender algunos asuntos importantes en mi empresa. Como debo esperar a que me interrogue, no puedo ir allá, así que haré una videoconferencia. Sin embargo, el único lugar que está acondicionado para eso en esta casa es este lugar. ¿Le importaría trasladarse a la sala en la que recibimos a las visitas? Sé que le concede menos privacidad, pero es lo mejor que le puedo ofrecer.

El detective se le quedó viendo un momento al Sr. Kwon. Parecía sinceramente apenado por esa situación. Seung hubiese esperado que lo tratara con mayor desdén o con algún aire de superioridad dado su posición social, el puesto que ocupaba y el hecho de que estaba en su casa. Claro, el detective era el que representaba el poder de la autoridad; sin embargo, ya había tratado con personas del mismo estatus y poder social antes y había tenido que recordarles más de una vez quién era él. ¿Qué pasaba aquí? ¿Quizás era la naturaleza omega de Kwon Jiyong? Lo dudaba, aquel hombre no había dejado que nadie, alfa, beta u omega, le dijera lo que tenía que hacer. Tal vez era que se sentía nervioso, pero si ese fuese el caso, sería porque era culpable de algo. Seung siguió mirando al omega y decidió que no estaba nervioso. Se había disculpado con él, pero no parecía nervioso o servil. Simplemente era amable. El detective finalmente negó con la cabeza y declaró que no había ningún problema. El rubio le agradeció y los acompañó hasta la sala en donde Seung podría seguir con sus preguntas.

El chofer no aportó mucho al principio. Le confirmó el horario de la Srita. Kwon en la Facultad y en su pequeña empresa. Le dijo que a pesar de que Mina era una chica sociable, no solía irse muy seguido de fiesta. En opinión del chófer, era una estudiante e hija modelo. Asimismo, le explicó que Mina a veces no deseaba que la acompañaran a todas partes. Según el hombre, aquello había suscitado algunos desacuerdos entre el jefe de la familia y la chica.

-Al Sr. Kwon no le gustaba que la Srita. Mina saliera sin acompañar. Siempre que lo hacía, él le llamaba la atención. La Srita. Mina solía responderle que ella podía cuidarse sola y...-el hombre se calló. Seung empezaba a fastidiarse. Sabía que debía tener paciencia para que la gente le contara lo que realmente le interesaba, pero los sirvientes parecían estar dudando demasiado. Incluso el chófer que era un alfa parecía dudoso de decir algo incorrecto o que pudiera considerarse "desleal". El hombre miró al piso y luego nuevamente dirigió la mirada al detective- A veces la Srita. Mina parecía considerar que el Sr. Kwon la trataba como si fuese una omega o eso fue lo que le dijo una vez. Ella sostenía que era una beta y que no necesitaba de tantos cuidados, pero ya ve...Ella era una beta y de todos modos ese loco asesino la atacó...

Y he ahí el punto. Lo que no terminaba de encajar en todo aquello. Mina Kwon era una beta, no una omega. La serie de asesinatos que habían estado ocurriendo los últimos seis meses habían estado relacionados sólo con omegas. Es por ello que muchos habían considerado que el asesino estaba cometiendo crímenes de odio. La mayoría de la gente pensaba que podría tratarse de un alfa desadaptado a la nueva sociedad, quien no podía entender que los omega ocuparan puestos privilegiados dentro de la jerarquía social y que trataba de dominarlos. Sin embargo, la psicóloga encargada del perfil del asesino opinaba diferente.

-Si el asesino quisiera dar un mensaje claro de dominación y poder hacia los omegas, ¿por qué ninguno de ellos ha sido violado o marcado? Eso no encaja en absoluto.-había declarado con convicción ante la cara de perplejidad del jefe de policía, Jung Yong Joon, quien había dicho minutos antes que estaban ante un "alfa depravado y alfista" con bastante desprecio. Lee Ha Nui era una beta bastante inteligente y directa que nunca se andaba demasiado por las ramas. Si ella consideraba que estabas diciendo alguna tontería, probablemente te lo diría sin importar tu posición, edad o tu cara de "malas pulgas". Seung recordó que trató de contener una risita ante la cara estupefacta de su jefe. Seguramente, a la naturaleza alfa del jefe Yong Joon no le había hecho ni pizca de gracia que le llevaran la contraria enfrente de varios miembros de su personal, pero ya estaba un poco acostumbrado a la actitud franca de Ha Nui.

-Sin embargo,-interfirió Dae- parece claro que sí se trata de crímenes de odio... Me refiero a que no hay ninguna necesidad de que el asesino golpee los cuerpos con tanta saña después de haberlos estrangulado, ¿no es así, Ha Nui-noona?

El angelical Daesung le sonrió tímidamente a la psicóloga, quien asintió y le guiñó un ojo descaradamente- Muy bien, pequeño Dae. Así es... Hay mucha ira en nuestro asesino y mucho odio reprimido... Es probable que no demuestre lo que siente hacia los omegas en público o que incluso se muestre muy amigable con ellos ante la sociedad.

-Disculpe- la interrumpió otro de los oficiales involucrados en el caso, Kim Yoon Suk, alfa también- ¿Sólo a los omegas? ¿Qué pasa con Kwon Mina?

Todos los presentes en la junta guardaron silencio un momento. Todos estaban ahí precisamente porque el jefe de policía había llamado a una reunión urgente después de que el cuerpo de Mina Kwon había aparecido en un basurero detrás de un hotel lujoso en Mapo-gu.

-Sena, querida, ¿estás segura de que la forma en la que mataron a Mina es igual a la de los anteriores asesinatos?- preguntó con un dejo de ironía Lee Ha Nui a Kim Sena, la forense. Aquellas dos siempre habían tenido algunos roces en el trabajo, aunque nadie sabía muy bien por qué. Sena era una omega bastante brillante que hacía muy bien su trabajo. Se rumoraba entre los pasillos que la disputa entre la beta y la omega había sido porque ambas se habían relacionado sentimentalmente con el mismo alfa. Seung no sabía si creer aquello, debido a que él mismo había escuchado que en una de las versiones de los rumores lo implicaban a él en todo aquello y aseguraban que al final Seung había dejado a las dos chicas por su compañero de trabajo.

-Lo hice, sunbaenim.-contestó Sena sin dejarse perturbar por el tono de la beta- Es efectivamente el mismo procedimiento. Pero como deben de saber, debido a que alguien filtró la información de que los traumatismos eran post-mortem, el copiar la forma en que asesina este individuo no es tan difícil. Puesto que no sigue tampoco un patrón con el objeto que utiliza para estrangular, ya que al parecer toma simplemente lo que está más al alcance, es fácil que alguien pueda replicar su método.

Una sensación de incomodidad recorrió al grupo presente. Era cierto que después del segundo asesinato alguien había filtrado a la prensa aquel dato y hasta el momento no habían podido descubrir quién había sido

- Por otro lado, como bien saben, el asesino no deja ninguna otra marca.

-Por supuesto, no es tan estúpido- interrumpió la psicóloga Ha Nui con impaciencia- Hoy en día sólo un verdadero retrasado mental o un tipo muy brillante, seguro y desquiciado, dejaría una marca que pudiera hacerlo más fácil de rastrear.

-Así que no estamos ante ninguno de esos dos tipos de individuo- intervino el jefe Jung, un poco para calmar el tono de voz afilado de ambas mujeres- No hay otra marca distintiva de los asesinatos todavía, ¿verdad, Seung? Es decir, sólo el que estrangula a las víctimas y después de muertas las golpea.

Seung negó con la cabeza. No había otra marca efectivamente. Quien fuera que estuviera haciendo eso, no era un criminal brillante, ni tampoco era un retrasado, pero sí alguien peligroso al que debían detener lo más pronto posible. Ha Nui habló nuevamente.

-Bien, aunque Kwon Mina sale del patrón omega, parece cumplir con todo lo demás, así que debemos pensar que el asesino parece sentir odio por aquellos que quizá no están cumpliendo un papel de acuerdo con su naturaleza- levantó una mano para pedir tiempo antes de que el jefe dijera algo para reclamarle- Eso no lo hace un "alfa depravado y elitista", pero es cierto que tiene algo en contra de aquellos que no cumplen con las expectativas de su naturaleza. Los objetivos han sido hasta el momento omegas exitosos dentro de su área de trabajo. Seung-oppa, tendrás que investigar si Mina Kwon cumple también con el perfil o si ese crimen no tiene nada que ver con los otros.

Las miradas de todos se centraron en él. Sabía que Ha Nui lo estaba fastidiando, el término "oppa" lo dejaba bastante claro. Pero algo había de cierto en todo aquello y eso era que a él le tocaba, junto con Daesung, encontrar las relaciones entre las víctimas del caso. Ése era su papel en el área de Homicidios y Crímenes Violentos. Lo cual lo traía de nuevo al momento presente. Podría ser que Mina Kwon tal vez no estaba tan fuera del patrón de los asesinatos como habían creído, pero el detective Choi no se quería dejar llevar todavía por lo que había descubierto. Tenía que estar alerta, puesto que había por lo menos dos personas que pensaban que el jefe de familia no se estaba llevando tan bien con su prima y eso debía investigarlo más a fondo.

Si entrevistar a las dos sirvientas y al chófer le había parecido un poco desesperante, su paciencia estuvo a punto de agotarse con el encargado Choi Bool Am. El hombre mayor se dedicó a contestarle con monosílabos y el menor número de palabras posibles a sus preguntas. Sólo confirmó el carácter afable de la chica y que era una estudiante bastante brillante. Cuando el más joven le preguntó acerca de la relación entre los otros miembros de la familia Kwon, el beta le contestó que era totalmente amigable y fraternal. Nada más. Seung suspiró exasperado, había pensado en coaccionar un poco más al encargado, quizás amenazarlo un poco con decirle a su jefe que no estaba ayudando, pero tendría que explicar cuáles eran las preguntas que el beta no estaba contestando. "Muy mala idea, Choi. Deja eso de las amenazas para cuando lo necesites", se regañó a sí mismo. Vio la hora en su reloj y maldijo al bendito de su compañero. ¿Qué diablos le estaba tomando tanto? Él había calculado que Daesung estaría ahí para cuando empezara a interrogar a la familia Kwon, pero no había dado señales de haber aparecido. Sopesó sus posibilidades y decidió empezar con la madre de los Kwon.

La Sra. Kwon se sentó enfrente de Seung, con los ojos rojos al parecer por haber llorado y todavía con el pañuelo en la mano. El servicio funerario se había realizado justo el día anterior, por lo que seguramente mucha gente había ido a ofrecer sus respetos a la familia y ellos no habían tenido mucho tiempo de descansar. Efectivamente Kwon Soo Hee se veía agotada, pero todavía conservaba un aire de dignidad en su postura.

-Sra. Kwon, siento mucho su pérdida y las molestias que le estoy ocasionando en este momento, pero es absolutamente necesario.

-Lo sé- lo interrumpió la mujer mayor asintiendo con la cabeza- Dígame, ¿qué necesita saber?

-¿Me podría contar un poco acerca de Mina y de ustedes?

La mujer mayor volvió a asentir, colocó sobre su regazo sus manos, soltó un pequeño suspiro y asintió. Parecía alguien que había tomado una resolución, como un luchador que se prepara para entrar al campo de batalla.

-Mina es la hija del hermano de mi difunto esposo. Mi esposo y su hermano eran muy allegados, muy unidos. Fue gracias a eso que lograron consolidar los negocios familiares. Sin embargo, Dios no permitió que estuviéramos juntos por mucho tiempo. Mi cuñado y su esposa murieron en un accidente de carro después de volver de un viaje de negocios. Mina entonces tendría unos 7 años. Nosotros, por supuesto, decidimos hacernos cargo de ella. Era una niña dulce, tierna y, a pesar de todo, alegre. Ella era como una hermana para mis hijos. Una buena estudiante, una mujer responsable y trabajadora.- el detective Choi esperó a que la mujer continuara- No sé qué más le puedo decir, sólo que aún no termino de creer todo lo que está pasando. Nunca me imaginé que algo así fuese a suceder jamás...

La Sra. Kwon calló, sin nada más que agregar. Seung meditó bien sus palabras antes de continuar.

-Ha dicho que Mina era una hermana para sus primos. A veces entre hermanos suelen haber disputas o pequeñas diferencias. Dígame, ¿alguna vez sucedió algo así con los primos Kwon?

La mujer, que había bajado la mirada un momento, volvió a mirar de nuevo al detective.

-No, mis hijos no discutían.-la señora bajó la vista un momento y luego agregó- A veces Jiyong creía que Mina era demasiado audaz, que no se cuidaba lo suficiente o que no se daba cuenta de que por el simple hecho de pertenecer a una familia acomodada podía correr un riesgo. Pero todo era por la preocupación que Jiyong siempre ha sentido por cuidar a su familia.

Aquella declaración le pareció curiosa al detective Choi. Él había preguntado por todos los primos Kwon, sin especificar quién, pero la señora había hecho énfasis en que su hijo se preocupaba por su sobrina.

-¿Las discusiones entre ellos eran fuertes?

-No lo eran. Jiyong suele ser bastante persuasivo sin necesidad de ser agresivo. Si él le dice a alguien que debe hacer algo, esa persona tiende a hacerlo por lo general. Y Mina sabía que todo lo que le decía Jiyong era por su bienestar.

El detective asintió. Lo que decía la Sra. Kwon parecía estar de acuerdo con la descripción de la sirvienta acerca de que el Sr. Kwon no se había alterado cuando había discutido con su prima. Lo que no coincidía era la forma en la que al parecer Mina le contestaba a su primo mayor. Ella parecía estar más bien cansada de obedecerlo."¿Qué juego se traen aquí?", se preguntó Seung.

-Bien, Sra. Kwon, dígame ¿hay alguien que crea que quisiera hacerle daño a su sobrina?- preguntó el detective con voz tranquila y desapasionada.

-No, Mina era una buena chica. No sé de nadie que quisiera perjudicarla... Dígame, detective, ¿acaso mi hija tenía razón hace rato?

El pelinegro no se inmutó ante la mirada inquisitiva de la mujer mayor. Sabía que aquello era lo que iba a suceder en cuanto empezara a interrogar a la familia. Que interrogara a los sirvientes y al chófer no parecía tan raro, puesto que ellos tenían más contacto con los lugares que frecuentaba Kwon Mina y que de manera lógica para cualquiera arrojarían una pista de en qué lugar había podido encontrar al asesino. Pero interrogar a los familiares, el hacer las preguntas que él estaba haciendo, obviamente generaría sospechas. Seung dibujó una pequeña sonrisa en su apuesto rostro y sacudió la cabeza ligeramente.

-Me temo que no sé exactamente a lo que se refiere, señora.

-Me refiero a que parece estar haciendo preguntas que no parecen relacionadas con el loco que anda suelto por Seúl.- contestó con calma la Sra. Kwon, mirándolo con cierta intensidad. Seung levantó una ceja, aparentemente sorprendido.

-Sé que parece raro, pero debo hacer mi trabajo. Entiende, ¿verdad? Debo hacer todas las preguntas de rutina, como si no existieran otros crímenes. Sólo para cumplir con las fórmulas.

La Sra. Kwon se le quedó viendo un momento y asintió. Seung sólo le hizo algunas preguntas más acerca de si sabía cuáles eran los lugares que frecuentaba Mina, de si la había visto actuar extraño últimamente o de si se había estado juntando con nuevas personas. La omega le contó al detective que Mina era agradable, sociable, hablaba con todos, pero no contaba tanto de lo suyo, sólo quizás lo más importante. Que la Sra. Kwon recordara, nunca había llevado a ningún amigo a casa.

-Con frecuencia ella bromeaba acerca de que sus únicos verdaderos amigos eran mis hijos. Creo que había muchas cosas que ella pensaba y que se las guardaba para sí misma. No la culpo, a pesar de todo, es cierto que perder a sus padres pudo haberla hecho una muchacha más reservada, ya sabe, que no le abría su corazón tan fácilmente a las personas. Con respecto a los lugares que frecuentaba, probablemente el chófer Song puede ayudarlo más con eso.

El detective tuvo mucho qué pensar de aquella descripción de Mina. Lo que le decía la Sra. Kwon no estaba alejado de lo que los demás le habían dicho. Amigable, sociable, pero no comunicativa. Seung le agradeció a la Sra. Kwon y decidió pasar a entrevistar a la prima de Mina.

Kwon Dami era más grande que Jiyong y Mina, sin embargo nunca se había interesado en llevar la empresa de su padre. Lo cual  no significaba que ella no hiciese nada, al igual que su hermano y su prima, parecía ser buena también en los negocios. Sin embargo, ella había decidido incursionar en el campo de la moda. Tenía una tienda de ropa en una de las áreas exclusivas de Dongdaemun y su negocio, aunque pequeño, parecía que iba bastante bien. Dami todavía guardaba una actitud recelosa frente al detective, de cierta manera parecía estar demasiado alerta y ese comportamiento hacía que Seung también sospechara de ella.

-Mina era una buena chica, tenía muchos conocidos, pero no tantos amigos. Por lo general, ella siempre pasaba el tiempo con nosotros o con nuestros amigos. Pero no sé de nadie que quisiera hacerle daño, nadie tendría motivos para hacerle daño. Todos la queríamos mucho.

Seung asintió tranquilamente mientras fingía que anotaba algo en una libreta que había sacado de su abrigo. Esa libreta era su salvadora cuando tenía que interrogar a alguien que le hacía perder la calma. El fingir que escribía en ella le ayudaba a romper el contacto visual y a aliviar la tensión. Sospechaba que Kwon Dami podía ser una de esas personas con las que no quería tener tanto contacto visual, por lo menos no cuando no fuera conveniente.

-Dígame, ¿la relación entre ustedes era buena?- preguntó Seung como quien pregunta si lloverá el día de hoy o habrá sol. Ya le había explicado lo mismo que a la Sra. Kwon, acerca de que lo que hacía eran meras formalidades, pero eso no había hecho que la muchacha modificara su tono agresivo.

-Sí, éramos como hermanas. Nunca discutíamos- respondió con rotundidad Dami.

-¿Y la relación entre su hermano y su prima?- preguntó el detective aún con voz desapasionada e incluso aburrida.

-Ellos se llevaban muy bien. A veces Mina se quejaba de que Ji era muy sobreprotector, pero nada más.- Dami frunció el ceño, pero no agregó nada más. Seung asintió y le hizo un brazo al bearbrick que estaba dibujando.

-Dígame, ¿últimamente habían peleado por ese asunto?-preguntó el pelinegro retirando la mirada de su libreta y mirando a Dami directamente. Dami se puso nerviosa, aunque Seung no pudo determinar si era por la pregunta o porque por fin Seung la estaba observando con detenimiento.

-Ellos... no... verá... Bueno, sí. Mina últimamente había estado saliendo mucho sin que el chófer Song la acompañara y tengo entendido que Jiyong le había reclamado por ello. Le pidió que no volviera a hacerlo. Y justo el día que Mina sale y contraviene las indicaciones de Ji, le sucede esto. Sé que esto es estúpido, pero no dejo de pensar... No dejo de pensar que simplemente debió dejar de ser tan cabezota y hacerle caso a Ji...-el tono de la omega había ido subiendo cada vez más, hasta que se convirtió en un sollozo. Seung nunca sabía muy bien qué hacer en estas ocasiones, pero no tuvo que pensarlo mucho, porque en ese momento entraron a la sala de estar tanto el hermano de Dami como Daesung. Jiyong se dirigió hacia donde estaba su hermana y la abrazó. Dami empezó a sollozar más fuerte, apretando con insistencia la espalda de su hermano.-¿Por qué Ji? ¿Por qué? ¿Por qué nos tenía que pasar esto a nosotros?

Daesung se colocó a un lado de su compañero, ambos intercambiaron una rápida mirada y luego observaron la escena. Después de un momento, Dami logró controlarse y salió de la habitación con su hermano.

-¡Vaya, hyung! ¡No pensé que harías llorar tan rápido a una testigo!-dijo en tono jocoso Dae. El detective llevaba un traje azul oscuro con corbata a juego y su cabello castaño peinado hacia un lado. Parecía bastante divertido.

-Dime, ¿fuiste a construir el coche en donde viniste hasta aquí?¿Por qué diablos tardaste tanto?- refunfuñó el otro de mal humor. El menor levantó las manos en señal de paz y le contestó rápidamente.

-Llegué hace rato, lo que pasa es que le pedí al Sr. Mirada Sexy Kwon que me dejara revisar la habitación de la chica. Pensé que así terminaríamos más rápido y podríamos empezar antes los interrogatorios de la otra víctima.-Seung lo miró con el ceño aún más fruncido, así que el castaño agregó- Sé que querías que estuviera en los interrogatorios, hyung, pero he encontrado algo que te puede interesar.

El detective Kang sacó de dentro de su saco un pequeño cuaderno, el pelinegro lo interrogó con la mirada.

-Es el diario de Mina Kwon, lo he encontrado por ahí....-dijo con frescura el menor. Seung lo miró de forma recriminatoria.- Ya sé que uno no debe andar hurgando en los diarios de las chicas, hyung. Pero debemos ser prácticos, ¿quién puede darte más información que el mismísimo confidente de la chica?

El mayor asintió. Sabía que no estaba bien hurgar en el diario privado de Mina Kwon, pero nadie mejor que el diario para decirle los datos importantes que necesitaban obtener para resolver su asesinato. Miró un poco más a su compañero, evaluándolo. Sabía que nadie creería que Kang Daesung, el tierno Kang Daesung, fuera alguien tan atrevido. Pero lo era y Seung sabía de primera mano que no era en lo único en lo que el "ángel" del área de Homicidios y Crímenes Violentos era atrevido. Negó un poco con la cabeza y tomó el diario, para guardarlo en su abrigo antes de que volviera su anfitrión.

El Sr. Kwon volvió después de un rato. Ambos detectives se encontraban sentados en uno de los sillones de la sala, tomando un poco de café, el cual una de las sirvientas les había llevado junto con unas galletas. El omega les sonrió ligeramente y después les pidió disculpas por la interrupción.

-Es difícil para mi familia sobrellevar todo esto-les dijo mientras se sentaba en el sillón enfrente de ellos y cruzaba una de sus piernas sobre la otra- Estamos acostumbrados un poco a las tragedias, la muerte de mis tíos, la muerte de mi padre... Pero nunca esperamos que esto le pasaría a nuestra pequeña Mina...Pero estoy siendo estúpido, es obvio que nadie nunca espera que una tragedia así les suceda...

El omega se quedó callado un momento con la cabeza apoyada en una mano, mirando hacia la nada y reflexionando. Se le veía ciertamente preocupado y angustiado. Después de un momento, pareció recordar que los detectives se encontraban frente a él y concentró nuevamente su atención en ellos.

- Díganme, ¿en qué puedo ayudarles para atrapar al responsable de la muerte de mi prima?-dijo con aire serio.

- Sr. Kwon, ¿podría hablarnos un poco de su prima? ¿De la perspectiva que tenía usted de ella y de la relación que tenían todos ustedes con ella?-Daesung había dicho aquellas palabras con voz suave y tranquila. El Sr. Kwon lo miró un momento y asintió.

-Supongo que todos ya les habrán dicho esto, pero Mina era una buena chica. Amable con todos, pero reservada. No me enteré de que quería estudiar Diseño Gráfico hasta que me mostró su carta de aceptación. A ella le costaba mucho abrirse con los demás-el omega soltó un pequeño suspiro antes de continuar- No es raro, ¿saben? Creo que a veces le daba miedo encariñarse con la gente y que ésta desapareciera de repente. Le ofrecí muchas veces que fuera con un psicólogo, pero me dijo que después de la muerte de sus padres y de las infinitas charlas con ellos, había terminado por pensar que eran unos simples charlatanes. A Mina le gustaba llevarme la contraria, a veces discutíamos por eso. Ella siempre pensaba que yo exageraba acerca de su bienestar, pensaba que debía darle más crédito, siempre quería demostrarme que ella podía hacerse cargo de ella misma y de sus asuntos. Incluso inició su pequeño negocio sin decirme nada. Ni siquiera me pidió que la ayudara económicamente. Cuando le reproché su actitud, ella simplemente me aseguró que no necesitaba depender de nadie para salir adelante. No sé, a veces pienso que no quería debernos más de la cuenta...Es raro, ¿no? Éramos su familia, si ella me hubiese pedido cualquier cosa razonable, yo se la hubiese dado, porque la quería y era mi familia.

Había mucha nostalgia en el tono de voz del omega. Nostalgia y cierta amargura. A pesar de que esa no era siempre su dinámica, Seung decidió presionar.

-¿Cuál fue el motivo de su última discusión, Sr Kwon?-El pelirrubio centró su atención en el detective Choi, mirándolo evaluativamente, antes de contestar. Los labios del omega se curvaron lentamente en una pequeña sonrisa, de una forma que le hizo pensar a Seung que estaba ante un hombre muy astuto, sin estar seguro muy bien de por qué. Instinto, quizás.

-Le podría decir que simplemente se trataba de la pelea de siempre: su seguridad. Pero la última vez que discutí con ella, tenía que hacerle otros reclamos de naturaleza diferente, aunque relacionados con eso mismo. Verán, mi prima estaba perdidamente enamorada de mi mejor amigo y compañero de negocios, Dong YoungBae. Me temo que ella últimamente había estado siendo demasiado insistente con él, había estado visitándolo demasiado en la empresa y le había estado pidiendo al chófer Song que no la acompañara, porque sabía que yo me iba a enterar- Kwon Jiyong frunció un poco su boca, de una manera que en lugar de afear su rostro, lo hacía ver ciertamente más agradable- Mmm... sí... Sé que no soy nadie para meterme en las relaciones de mi prima; sin embargo, tuve que darle una advertencia a Mina para que dejara de ser tan insistente con Bae. Mi amigo está comprometido desde hace dos años con el heredero del imperio hotelero Lee y están próximos a celebrar su boda. Por supuesto, si el novio de Bae se hubiese enterado de que Mina estaba tratando de seducir a su futuro esposo, las cosas se habrían complicado seriamente.

-¿Cuando dice "seriamente" se refiere sólo a nivel personal o de negocios?-preguntó Seung con el ceño ligeramente fruncido.

-De las dos maneras. Verán, mi empresa justo está pensando en conseguir más activos en el área hotelera y tener a la familia Lee en nuestra contra no sería nada conveniente.-Jiyong asintió para sí mismo con la cabeza, viendo un momento hacia arriba y luego volviendo a enfocar su vista en el detective Choi- En cuanto al nivel personal, estoy seguro de que mi amigo no correspondía al interés de mi prima de la misma forma en la que ella deseaba, así que hablé con ella y le dije que debía dejar de intentar de forzar las cosas si no quería salir lastimada.

-¿Lastimada?- preguntó el detective Kang sorprendido.

-Me refiero a emocionalmente hablando-dijo Jiyong negando con la cabeza-Como podrán declararles todas las personas que trabajan con nosotros, yo nunca le haría daño a mi prima.

El pelirrubio pasó la mirada de uno a otro detective y detuvo su mirada en la del alfa antes de proseguir.

-Hay muchas cosas de las que se me puede acusar, desde que soy un bastardo sin corazón hasta que soy necio y ferozmente competitivo. Pero les aseguro, detectives, que nunca nadie me podría acusar de hacerle daño a alguien de mi familia. Mi familia siempre ha sido lo primero para mí.

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