Mientas Rias se encontraba luchando en la muralla, Kiba seguía teniendo problemas con el maldito ariete, Kiba sabía al igual que todos que si traspasaban la muralla con esa cosa, iba a tomar mucho tiempo reconstruirla, y tiempo era lo que menos tenían.
- Maldición, a este paso no lograremos nada...- se decía a el mismo.
Pasan los minutos y nada parece funcionar, los compañeros de Kiba estaban perdiendo la moral a una velocidad gigantesca, y muchos de ellos ya pensaban en retirarse, en ese momento fue cuando Kiba recordó un rostro, un rostro que inspiró valor en él y en sus compañeras. Si, recordó a Issei Hyodou. Aquel chico castaño que lo salvó de su sed de venganza un año atrás, y que salvó muchas más vidas que las que tuvo que quitar. En ese momento, Kiba pensó que si dejaba las cosas así, todo por lo que Issei luchó en el pasado sería en vano, asi que dijo lo siguiente...
- ¿Saben? Hace mucho tiempo me sentí tan débil e impotente como ustedes, no podía ver con claridad, mi vista estaba nublada...pero cierto hombre me alumbró el camino, y entonces comprendí...que quería seguir a ese idiota. Salvó a mis compañeras y también ellas lo siguieron! Salvó a los mundos y también decidieron seguirlo! Asi que...quiero que me acompañen siguiendo al idiota de Issei Hyodou-kun!
Ese grito que dio Kiba subió la moral de sus hombres a una escala gigantesca, soltando gritos tan fuertes como la determinación del chico rubio que los dirigía, fue cuando los demonios que quedaban al mando de Kiba, lo siguieron, sin importarles si morían o no.
- Espada Sagrada Demoniaca! Balance Breaker! - Kiba, al activar su Balance Breaker, de un solo corte despedazó el enorme ariete que durante bastante tiempo los tenía en problemas, y en ese momento Kiba mostró su verdadero rostro, un rostro lleno de orgullo y respeto por aquel castaño, estupido y pervertido sujeto. En unos minutos no tardaron en acabar con el grupo de magos alrededor del ariete, y así poder despejar el campo para un contraataque, y así, Kiba llamó a Rias, quien ya acabó con los problemas en la muralla.
- Coronel, lo logramos
- Buen trabajo Yuuto, regresa con tus hombres a la muralla, no tardan en llegar mas enemigos, pero me comentan que vendra la Caballería aliada, asi que retirate por ahora.
- Entendido, voy en camino - y asi corto la llamada entre ellos. Kiba al levantarse, miró al horizonte y vio reflejada la imagen de Issei de espaldas, a lo que él alza su mano hacia él diciéndo: - Gracias, Issei-kun...