Mi cabeza dolía, guié mis manos a mi rostro masajeando mi sien. Estúpidas migrañas no pueden dejarme tranquilo por una puta vez, mis ojos se cerraron nuevamente sintiendo las náuseas invadirme.
"Pensabas abusar de mi de nuevo, porque así siempre fue conmigo ¿verdad? me obligabas a estar contigo, quizás no usabas la fuerza, pero siempre me amenazabas, hazlo entonces, viólame, pero déjame ir de una maldita vez."
– Jungkook...- Mis ojos se abrieron de sorpresa al recordar lo que había ocurrido, me senté de inmediato.
– ¡Jodida mierda! - Mi cabeza volvió a punzar, cerré nuevamente mis ojos tratando de calmarme, esto no es solo una migraña, hasta el puto sonido del viento golpear mi ventana me molesta.
¿Por qué reaccionaste así? Maldita sea no te entiendo Jungkook, ¿por qué me besaste? fuiste tú quien buscó mi contacto, pero solo lo hiciste para recordarme lo mierda de persona que soy ¿verdad?
No era necesario que lo hicieras, eso ya lo sabía y no tienes idea de todo lo que me a atormentado todas estas semanas. Le fallé a todos, soy un maldito hijo de puta que no merece nada, soy igual a mi padre....
Me levanté de la cama de manera lenta afirmando mi cuerpo en la pared hasta que por fin llegué al baño. Al momento en que ingresé a la ducha, mi cuerpo se relajó, el agua caliente se encargó de relajar mi cuerpo.
Salí del baño, me vestí para luego mirar la hora y ya era tarde. Pasé por fuera de mi habitación, me quedé en frente de esta como lo hacía todos los días, batallando mentalmente si entrar o no, supongo que ahora menos tengo el derecho de entrar.
¿Por qué no puedo hacer lo que te dije? ¿Por qué mierda fui a verte ayer? ¿Por qué me confundes de esta manera? Ya no quiero esto, quiero volver al tiempo donde todo iba bien, donde me sentía bien planeando destruir a mi padre, ahora contigo ni eso puedo disfrutar. Mi maldita cabeza me juega malas pasadas en donde solo estás tú...
Meneé mi cabeza alejándome de aquel lugar. Tienes razón, todo lo que dijiste era cierto, te obligué, te engañé y me aproveché, me hice creer que yo no era como ellos, pero me equivoqué, no soy igual a ellos, soy peor que ellos, te hice cosas malas, te rompí más de lo que ya estabas, pero aun así no puedo dejarte ir...
Al ingresar a la cocina Danbi me miro a los ojos para luego sonreírle, correspondí su sonrisa mientras me acercaba a ella, saqué de mi pantalón aquella llave que tanto me encargue de proteger.
– Puedes encargarte de llevarle comida a Jungkook, hoy no volveré en todo el día y creo que estará feliz de ver que no soy yo quien aparezca con la comida. - Los ojos de Danbi se abrieron por la sorpresa.
– Joven Jimin, ¿está bien? - Asentí con mi cabeza ante su preocupación.
– ¿Desayunará? - Negué con mi cabeza.
– No tengo hambre, pero prometo comer algo en la oficina. No te preocupes. - Una mueca se formó en el rostro de Danbi.
– Joven Jimin ¿cómo me pide que no me preocupe? no ha comido casi nada, cada vez que lo veo está más delgado, mire esas bolsas en sus ojos, debe cuidarse. - Asentí con mi cabeza, no quería preocuparla. Las cosas con mi padre iban bien, deberías estar feliz Jimin, pero no puedes, algo sigue molestándote, algo dentro tuyo sigue sin entender que es lo que estas sintiendo.
– Buenos días hijo. - Mi padre ingresó a la cocina, en su rostro se veía la molestia, aun no podía recuperarse por todo lo que provocamos.
– Buenos días padre, ¿cómo estás? - Una mueca salió de sus labios.
– No muy bien, pero las cosas mejoraran. Acabo de encontrar otro hombre de confianza. - Mis ojos se abrieron de sorpresa, aunque ya sabía muy bien de que se trataba.
– ¿Cómo lo encontraste? ¿seguro que es de confianza? - Mi padre asintió con su cabeza.
– Es solo un novato, pero piensa igual que nosotros. Estoy seguro de que si lo entrenamos como corresponder será alguien muy eficaz. - Asentí con mi cabeza con falso interés.
– Espero que las cosas se arreglen, ahora voy de salida. Adiós padre. - Mi padre frunció su ceño.
– Hijo ¿estás bien? hace días que no comemos juntos. La empresa puede esperar. - Negué con mi cabeza sonriéndole con aquella falsa sonrisa que he utilizado por tantos años.
– Las migrañas han vuelto, es solo eso. Tengo mucho trabajo en la empresa, no todos tenemos la suerte de ser el gran Park Dongsun. - Mi padre sonrió ante mis palabras, aproveche aquello para salir de aquel lugar...
✝✝✝
"Eres un maldito Jimin, ¿no dijiste que ibas a dejarme libre? ¡¿Qué estas esperando para hacerlo?! Ve a revocarte con la persona que te dejó así. Te odio, todo lo que me pasó, todo lo que estoy sintiendo es tu culpa. No quiero volver a verte nunca más, dijiste que se acabó, pues acabalo de una maldita vez. Tírame, bótame como todos lo hacen, después de todo veo que ya no me necesitas"
Sus palabras seguían repitiéndose en mi cabeza, su mirada... Nunca había visto esos ojos en Jungkook, él nunca me miro con odio y desprecio, ni siquiera cuando abuse de él recibí esa mirada, siempre espere que me diera esa mirada, pero ahora que lo conseguí me siento fatal.
¿Qué mierda te pasa con ese mocoso?...
– Joven Jimin, ¿puedo pasar? – Sentí un golpeteo en la puerta, me bastó escuchar esa voz para que mi piel se erizara y mi estómago se revolviera. Entonces la frustración al no saber que pasaba con Jungkook se convertía en enojo.
– ¿Qué mierda quieres? Creí haberte dejado claro las cosas anoche. -
<Flash Back>
Desde hace dos semanas que las cosas con Jungkook se fueron a la mierda, donde en lo único que fui capaz de refugiarme, para mantenerme entretenido y de esta forma poder mantener mis manos lejos de Jungkook fue la empresa de mi padre. Descubrí muchas cosas, conseguí muchos papeles que son precisos para acusarlo por lavado de dinero, pero todo eso no lo hice solo, Min Hee fue la encargada de encontrar cada papel que le solicité, claro que sin que ella se diese cuenta.
– Joven Jimin conseguí toda la información que me pidió, no cree que merezco algún premio. Me he portado muy bien con usted. - Mis ojos se abrieron de sorpresa al ver a Min Hee de pie en frente de mi escritorio, completamente desnuda con una botella de whisky en sus manos, dejándome ver cada una de sus perfectas curvas, su voluptuosa delantera no era ningún juego, pero lo que más me gustaba de ella era ese culo tan grande que se gastaba, siempre andaba poniendo su culo frente a mis ojos, cada vez que tenía la oportunidad se insinuaba, pero creo que por fin encontró la oportunidad perfecta para que la folle.
Alejé mi silla del escritorio para luego golpear mis piernas dándole a entender que se sentara, después de todo he estado sin tener sexo durante dos semanas, estoy tan malditamente caliente que cualquiera servirá.
Apenas Min Hee se sentó, llevé mis manos apretaron su trasero un jadeo salió de sus labios, por mi parte no me ocurrió nada, comencé a masajear su trasero, pero no era lo que esperaba, no era tan suave como el de Jung...
Mis ojos se abrieron de sorpresa ante el curso de mis pensamientos. Min Hee comenzó a moverse sobre mi regazo tratando de hacer algún tipo de fricción entre nuestro cuerpo y nuevamente nada, no sentía nada. Su cuerpo no me calentaba, no lograba excitarme.
Dirigí mis labios a su boca comenzando a devorarla, su lengua comenzó a batallar con la mía, mientras mis manos apretaban sus senos, sus pezones se pusieron duros de inmediato con el sólo contacto de mis manos. Un jadeo ahogado salió de sus labios, intensificó el beso, pero no era lo mismo, su lengua no me provocaba el querer morderla, su boca no me provocaba el querer devorármela.
Negué con mi cabeza, para luego alejarla de mí, Min Hee me miro extrañada.
– ¿Qué ocurre? – Preguntó abultando su labio inferior intentando verse adorable fallando completamente.
– No me excitas, no logras calentarme. Esto no funcionará. - Su mirada se asombró ante mis palabras me hizo querer reír en su rostro, pero me contuve.
– ¿Sólo eso? No te preocupes, yo me encargaré de ponerte muy caliente ya lo verás. - Tras decir aquello acercó sus labios a mi oreja, mordió mi lóbulo, pero lo hizo con demasiada fuerza, más que un jadeo consiguió un quejido por mi parte.
Acercó aquella botella a mis labios, comencé a tragar ese líquido sintiendo como mi garganta ardía, mientras llevaba sus manos a mi camisa, la comenzó a desabotonar, con sus dedos comenzó a acariciar mi abdomen, sus dedos eran delicados, pero fríos.
Acercó sus labios a mi torso comenzando a besarlo, su lengua y dientes recorrían todo mi torso, sentí como sus dientes se incrustaban en mi piel, como succionaba mis pezones, pero nada pasó, solo conseguí sentir asco de su besos, la alejé de mí al momento en que se dirigió a mi cuello.
– Esto no funciona, vete. Me aburres...-
<Fin Flash Back>
– Min Hee no estoy de ánimo. Mi cabeza va a explotar y no estoy de ánimos para escucharte quejar porque ayer no te folle como querías, no es mi culpa que no me calentaras. - Mi voz sonó molesta, descargando una parte de mi enojo con ella.
– Sólo quería decirle que uno de los inversionista de su padre llamó, dijo que no podrá venir a la junta de hoy. - Malditos holgazanes.
– Está bien entiendo, ahora déjame solo. -
No volví a escuchar la voz de Min Hee, lo que me dio la oportunidad de seguir con los documentos de mi padre. Me había decidido a revisar cada plan de contabilidad que la empresa había utilizado, este ya era el décimo plan y en todos se podían ver muchas fallas, de las cuales ninguna tenía respaldo.
✝✝✝
Mi cabeza dejó de doler, ni siquiera me di cuenta cuando pasó. Miré la hora y ya era tarde nuevamente me salté las comidas "No creo que te atrevas a tirar la comida en mis narices, estoy tan malditamente molesto contigo Jungkook, ¿creíste que no me daría cuenta? ¡Maldita sea, haz perdido como cuatro kilos!" Una sonrisa quiso salir de mis labios al recordar aquello, con qué moral le digo a Jungkook que coma si ni siquiera yo soy capaz de cumplir...
"¿No dijiste que ibas a dejarme libre? ¡¿Qué estás esperando para hacerlo?!" ¿Qué estoy esperando? Ni yo mismo lo sé, sólo no puedo dejarte ir, maldita sea no puedo.
Llevé mis manos a mi bolsillo, tomé el celular con intenciones de hacerlo.
– Debes hacerlo Jimin, deja que se vaya. – Dije dándome ánimos mientras marcaba el número de Yoongi, pero como el imbécil que soy colgué de inmediato, no puedo...
"Ve a revocarte con la persona que te dejo así. Te odio" Una sonrisa se formó en mi rostro al recordar nuevamente nuestra conversación, eso sonó mal Jungkook, sonó a celos...
No me digas que estabas celoso mocoso tramposo. Una sonrisa de satisfacción que no había sentido en mucho tiempo me atacó.
Me levanté de inmediato de la silla, necesitaba hablar con Jungkook, si no fui capaz de dejarle libre tenemos que llegar a un acuerdo, debo saber por qué reaccionó así. Necesito saber que mierda es lo que quieres Jungkook...
✝✝✝
Ingresé a la casa de manera rápida necesitaba verle. Mi ceño se frunció al darme cuenta de que Danbi no estaba, ella siempre viene a recibirme, me dirigí a la habitación de inmediato, pero me detuve al darme cuenta de que la puerta se encontraba entreabierta, Danbi no pudo dejarla así y Jungkook no pudo salir..
Abrí la puerta de un solo golpe sintiendo como el peso del mundo enteró cayó sobre mí, el asombro y rabia e impotencia me atacaron para no soltarme...
J-Jungkook, é-él, m-mi m-mocoso se encontraba tirado en la cama golpeado, su ropa estaba rasgada mientras que de su hermoso rostro caían millones lagrimas algo que nunca pensé ver en él...
¿Q-qué mierda había hecho? ¿Qué mierda te hice Jungkook? ¿Por qué tuve que traerte conmigo? ¿por qué no puedo retroceder el tiempo y salvarte de todo esto...?