Harry veía atento a través de la ventana de la cocina. A un metro de distancia una pareja tenía intimidad con la ventana de su habitación abierta. El rizado inclinó su cabeza peluda prestando mucha atención a cada movimiento que aquella pareja desconocida hacía.
Louis: (ojos grandes; asustado) ¡Harry, no debes de ver eso!
El mayor cierra la ventana dejando a un gato apenado. Éste maulló bajando su cabecita y mirando sus patitas.
Louis: Gatito malo. No debes de espiar a las personas de esa manera.
El de ojos azules volteó para otro lado, permitiendo que el de ojos verdes pudiera transformarse en humano.
Harry: (curioso) ¿Qué estaban haciendo, Lou?
Louis: (nervioso) Eh... Ellos estaban... Am... Mimándose.
Harry: (confundido) ¿Mimándose?
Louis: Eso ya es un nivel más... alto de mimarse, mi amor.
Harry: (sonrojado) Pero estaban... desnudos, Loulou. ¿Se daban besitos en su pancita?
Louis: Sí, bebé. También en otros... lugares.
Harry: Oh... (Ojos iluminados) ¿Podemos hacer eso?
Louis: No es tan sencillo como parece, Hazz. Cuando estemos listos, te prometo que lo haremos.
Harry: (hace puchero triste) Pero yo lo quiero hacer ya, Lou.
Louis anhelaba hacer el amor con Harry. Tenerlo debajo de él, gimiendo agudamente, queriendo más, gritando el nombre del dominante, besando sus labios calmando sus jadeos. Con sólo pensar todo eso lo ponía duro y deseaba un poco más a que eso sucediera.
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