Escuchando a tu destino

By KatnissSakura

16.1K 1.5K 262

Basada en la película Escucha tu destino (August Rush) con los personajes de cómo entrenar a tu dragon HTTYD ... More

Parte I
Parte II
Parte III
Parte IV
Parte V
Parte 6
Parte VII
PARTE XVIII
PARTE IX
Parte X
Parte 11
Parte XXII
Parte XXIII
Parte XIV
Parte XV FINAL

EPILOGO

1.4K 132 66
By KatnissSakura

Epilogo.

El concierto había terminado, después del discurso final y despedida de la coordinadora del evento, la gente se empezó a marchar poco a poco, al igual que los músicos, los únicos que se quedaron en el lugar fueron Hiccup, Astrid y Hikke, que desde que sus miradas se encontraron no las habían apartado.

También estaba Heather, quien encontró a su amiga con la mirada antes que su marido y hermano, quienes estaban agotados por estar buscando a Astrid por todos lados.

De lado del parque, Tannlos y compañía apenas llegaban, sorprendiéndose de que Hiccup se hubiera encontrado con su amada, aunque no entendían porque se le quedaban viendo al niño que reconocieron como el chico del parque. Gustav también estaba cerca, recargado sobre un árbol, deduciendo por sí mismo que su amigo había encontrado lo que tanto había buscado, se alegró por él y se iría, cuando de repente sintió que alguien lo jaló del brazo y lo llevó hacia un lugar apartado y oscuro del parque.

Una vez despejada el área, Hiccup y Astrid pretendieron ir con su hijo, pero este se adelantó y tímidamente bajó del escenario para acudir con ellos. Estaba tan nervioso que jalaba con insistencia el saco del elegante smoking. Al llegar con los adultos se paró frente a ellos a un metro de distancia.

Astrid contenía su emoción, quería lanzarse a él y apretarlo en un abrazo, aunque pensó que sería demasiado ruda cuando se apenas se acababan de conocer.

—Eh... ustedes...—titubeó Hikke, a pesar de sentir que ellos eran sus padres tenía la necesidad de preguntar.

Astrid se hincó para quedar a su altura. —Debes de tener muchas preguntas ¿verdad? Bueno... deben de tener muchas. —corrigió mirando a Hiccup.

Este asintió, también intrigado del por qué aparentemente todos estaban separados.

—Sí... eh...

—Me llamo Astrid. —se presentó gentilmente. —Y sí... yo... soy... tú mamá. —dijo con pesar, sintiendo que no podía tener aquel título si nunca había fungido como tal. —Lo siento. —Expresó con arrepentimiento, empezando a llorar. —Perdónenme los dos.

—Astrid...—Hiccup se puso a su altura y pasó su brazo alrededor de su espalda para consolarla. —Cualquier cosa que haya pasado sé que no fue tú culpa.

Hikke sintió su dolor, así como lo había sentido con su música, no creía que su madre lo hubiera abandonado, algo debió haber pasado, así que al igual que Hiccup se acercó.

—No llores por favor. —pidió melancólicamente. —Hicc... es decir... pa-pá... tiene razón. —Dijo con un sonrojo en las mejillas por haber pronunciado aquella palabra: "Papá".

Hiccup también se sonrojó, había alucinado con el día en que en un hijo le dijera papá, aunque claro que se lo imaginaba cuando este fuera un bebé, pero daba lo mismo, el sentimiento fue el mismo.

Astrid levantó la mirada, viendo a sus dos comprensivos hombres, se limpió las lagrimillas, dispuesta a empezar de nuevo. — ¿Puedo darte un abrazo? —pidió al niño.

Este con timidez asintió y se lanzó a los brazos de su madre, sintiendo por primera aquella calidez que tanto había deseado, así como su gran fuerza. Astrid lo apretó temiendo que se le fuera a ir, pero en cuanto sintió que Hiccup los rodeó a ellos supo que ni a ella la dejarían ir.

Mientras tanto, Tannlos y compañía seguían sin entender y Heather tras bambalinas brincaba de la emoción junto con su esposo y Dagur.

La familia reunida, antes de proceder con todas las presentaciones se llevaron a Hikke a los vestidores para poder platicar y explicarle algunas cosas, claro que tuvieron que pasar por la supervisión de Gobber y los maestros del niño, quienes no creían tal coincidencia, pero de las que no le quedó duda, más al ver el parecido de Hikke con su padre.

Estando a solas, los tres tomaron asiento en una pequeña sala, ahí, Astrid les contó lo sucedido. Primeramente indicándole al niño que ella y Hiccup eran novios de años, que mientras ella se dedicó a terminar sus estudios en el instituto, el castaño se hizo de una banda que empezaba a ganar popularidad. No entró en detalles de cómo había quedado embarazada, solamente le indicó que lamentablemente su difunto abuelo había sido el villano y los había separado, contándole posteriormente que se enteró que estaba embarazada de él.

Los dos varones escuchaban atentamente, Hiccup sintiendo coraje por todo lo que le había hecho el Sr. Hofferson a su familia. Mientras que Hikke empezaba a comprender porque sus padres estaban separados.

Con dolor, Astrid le contó el día que tuvo el accidente, explicándole que no supo siquiera cuando nació, que sólo cuando despertó su padre le había dicho que había muerto, una noticia que la había destrozado.

Hiccup, trató de disimular su ira y su dolor, recordando también aquel día, cuando aquel viejo sin una pizca de misericordia le había dicho que su hijo estaba muerto, y el como un tonto le había creído.

—Hace unos meses me confesó la verdad. —seguía relatando Astrid con pesar. —Casi me volvía loca... él murió, pero lo que les hizo a ambos...

—A los tres Astrid. —corrigió Hiccup mostrando sus ojos rojizos. —De no haber sido por él...

— ¡Pero ahora estamos juntos! —dijo Hikke con optimismo, lo menos que quería es que hubiera sentimientos negativos. —Yo siempre supe que ustedes me querían, lo sentía... por eso me fui del orfanato.

— ¿Cómo? —preguntó enternecida Astrid.

—Con la música. —respondió el chico con ilusión. —Este don que ustedes me regalaron. Era como si a través de ella pudiera escucharlos.

—A mí me pasa algo similar. —Dijo Hiccup dándole un coscorrón. —Aunque por tonto la dejé ir un tiempo, hasta que volvió a mí.

—Por eso me dijiste aquello ¿verdad? —preguntó Hikke recordando su consejo.

Su padre asintió con una sonrisa, para Astrid también fue increíble saber que ellos se habían encontrado por la mañana y muchos problemas se hubieran ahorrado si ellos hubieran estado enterados.

—No sé ustedes. —Dijo Hiccup mirando a su ya "familia" —Pero creo que es hora de comenzar de nuevo, está misma noche, debemos festejar.

— ¿Podemos hacer más duelos de guitarras? —preguntó Hikke emocionado, deseaba competir de nuevo con su padre.

—Lo que quieras amiguito. —concedió este. —También puedes retar a tu mamá... ella es más competitiva que yo.

Hikke volteó a ver a esta para confirmar si era verdad, y ahora que lo pensaba, un violín era lo que le faltaba practicar.

— ¿Podrás vencerme? —retó Astrid.

—Lo intentaré. —dijo orgulloso.

—Creo que ya sé a quién más parece. —comentó Hiccup bromeando. —Entonces... ¿nos vamos?

—Sí, pero me quisiera cambiar de ropa, ¿y tú, Hikke? —preguntó Astrid viendo el smoking rentado del niño.

—Eh... sí, es algo molesto. —contestó aflojándose la corbata. —Pero mi ropa está en el otro vestidor.

Pronto el chiquillo salió de la habitación dejando a Hiccup y Astrid solos, estos se ruborizaron como si fueran novios primerizos, tanto que el castaño dijo que saldría para dejarla cambiarse a pesar de ya conocer su cuerpo.

—Iré por Tannlos y los demás. —avisó nerviosamente.

Una vez sola, Astrid procedió a cambiarse, si era posible quería festejar toda la noche.

.

.

Hikke terminó de cambiarse, iría a la habitación donde su madre probablemente seguía cambiándose, apenas tocaría la puerta cuando sintió una mano pesada sobre su hombro. Creía que era su papá; sin embargo al girarse se encontró con la molesta cara de Viggo, y no sólo él, Gustav estaba con él y lo tenía del brazo apretándolo con fuerza.

—Vámonos de aquí R-y-k-e-r

— ¡No! Y me llamó Hikke. ¡Suelte a Gustav!

— ¡Tú no me das ordenes! —gritó este enfurecido y lo tomó del brazo para empezar a arrastrar a ambos chiquillos con él.

— ¡No, suélteme!

— ¡Hikke! —Astrid salió presurosa de la habitación al escuchar a su hijo en peligro, encontrándose con que un desconocido se lo quería llevar. —DEJE A ESOS NIÑOS EN PAZ

—Señora no me moleste, son mis hijos y hago lo que quiera con ellos.

—He dicho que los sueltes, él es MI hijo. —exigió señalando a Hikke.

Viggo se espantó, no esperaba eso, pero aun así no pensaba dejar a su fuente de dinero.

—Usted lo abandonó, por ende es mío.

—Está loco. —Astrid se acercó para encararlo, mientras que Hikke temía por la seguridad de su madre. —Suéltelos o no sabe de lo que soy capaz.

—¿Ah, sí? ¿Y que me va a...—no terminó de hablar pues Astrid le propinó un golpe justo en medio del rostro, rompiendo su nariz. Esto provocó que Viggo soltara a ambos chiquillos quienes se refugiaron detrás de ella.

—Ahora váyase o llamaré a la policía.

—¡NO! —Viggo enfureció y a pesar de tremendo golpe estaba a dispuesto a pelear.

Sin embargo, sintió que alguien toqueteó su hombro, al girarse, se encontró con otro puño en su rostro, el causante, Hiccup que había llegado justo en el momento indicando junto con toda su banda, los amigos de Astrid e incluso Gobber y Mala.

—Deje a mi familia en paz. —Advirtió el castaño con el puño en alto.

Ese fue el final de Viggo, que ya no tenía escapatoria e iría a prisión por explotación de menores. (Según Gobber)

— ¡Oye! Tú viejo es genial. —Dijo Gustav admirando al castaño. —Y creo que ya me enamoré de tú mamá. —expresó cambiando su mirada ensoñada a la rubia que aun los protegía a ambos.

—¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?! —Se escandalizó dramáticamente el pequeño Hikke.

.

.

.

Unos meses después.

A Hikke no le había costado nada adaptarse a una nueva vida en familia, después de todo es lo que siempre había querido, tenía un papá con el que le gustaba practicar, cantar, tocar, divertiste y una mamá, que le enseñaba muchas cosas, que le exigía como cualquier madre, que le aconsejaba al igual que su padre y lo más importante que lo amaban.

Tenía unos tíos que era muy escandalosos pero eran tan buenos músicos como sus padres y a los que les gustaba retar solo por satisfacción personal, también tenía una abuela muy cariñosa que le enseñaba sobre otra cosas y que cocinaba igual de horrible que su mamá.

Los amigos de sus padres que también se autodenominaban sus tíos, también llegaron a ser parte de su familia, e incluso Gustav quién prefirió quedarse con Gobber, pues según no podría ser hijo de una mujer tan hermosa como su mamá, algo que causaba celos en el pequeño.

Además de eso, seguía estudiando en el instituto, si seguía con el mismo ritmo sería el graduado más joven que ese instituto pudiera tener.

¿Qué más podía pedir?

Sólo pensaba que le hacía algunas cosas para que su vida estuviera completa y era algo que sólo sus padres le podían otorgar.

—¡Feliz cumpleaños! —Felicitaron con animosidad Hiccup y Astrid al igual que todos los invitados.

Hikke estaba frente a un pastel cubierto de chocolate y en la parte alta estaba el número 11.

—Pide un deseo. —Dijo Hiccup, quien cargaba a Astrid en su regazo, abrazándola por la cintura.

— ¿Puedo pedir dos?

—Pide los que quieras. —Concedió su madre.

—Bueno... es que...

—¡Ay, ya niño!... quiero pastel. —Se quejó Snotlout ruidosamente.

—Lo siento tío, es que es algo que les quiero pedir a mis papás. ¿Se puede?

Estos se miraron sin entender qué es lo que quería su hijo.

—Lo que quieras, siempre y cuando esté a nuestro alcance. —Dijo Astrid.

—Bien, mi primer deseo es algo que quiero que haga papá.

— ¿Yo? ¿Qué es lo que deseas? —preguntó este confundido.

—Por favor, cásate con mamá. —Pidió Hikke ilusionado, pues a pesar de que eran familia Hiccup y Astrid no habían culminado con la propuesta de años atrás.

Hiccup levantó la vista, notando a su lady abochornada por las ocurrencias de su hijo, pero no era mala idea.

—Mi Lady, ¿te casas conmigo? —Pidió con una sonrisa.

Astrid llevó sus manos a sus coloradas mejillas, tratando de contener el bochorno.

—Sí. ¡SÍ! —gritó y le robó un beso tras otro un acto que todos aplaudieron.

—¿Y cuál es tu segundo deseo Hikke? —preguntó Stormfly intrigada.

Todos enfocaron de nuevo su vista al cumpleañero.

—Sería algo que creo que mamá me lo puede dar.

— ¿Qué? —preguntó Astrid curiosa.

—Mamá... quiero una hermana o hermanito.

Pronto todos abuchearon a la pareja que se sonrojó de inmediato, era claro que no sólo sería cosa de Astrid cumplir el deseo del pequeño Hikke.

—¿Y qué dices cuñadita? —preguntó Tannlos picaronamente.

Esta miró a Hiccup, quien estaba igualmente nervioso que ella, le sonrió y este le devolvió el gesto, luego miraron a su hijo que esperaba alguna especie de veredicto.

—Hikke... deseo concedido.

FIN

XD, tuve que cortarlo ahí, lo demás lo dejó a su imaginación, espero que les haya gustado todo en general, muchas gracias por sus comentarios y por seguir la historia hasta el final.

Nos seguimos leyendo.

Saludos.

30 ago. 16

#KatnissSakura

Continue Reading

You'll Also Like

1.2K 415 71
Cuando la amenaza de una catástrofe inminente se cierne sobre Misaki, una joven emerge de su letargo. Con determinación forjada por la amargura de u...
8.9K 1.3K 52
Todo artista tiene una musa que lo inspira. Una persona que inmortaliza Y sin duda Ella es inmortal. Precuela de "Mí fotógrafo" No es necesario leerl...
582K 91.5K 36
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
630 81 5
"No sabia que dolía tanto, se ignorada por la persona que quieres".... Portada hecha por mi 🤗💖