"Bienvenido, idiota"
Después de enviarle el mensaje a Harry con mi dirección me fui a mi casa caminando, como siempre. Mañana por la mañana llegaría y tenía que ordenar la habitación en la que se quedaría. Odiaba la idea de tener que vivir con Stone, tanto o más que lo que lo odio a el.
Llegue al departamento y subí a mi habitación. Me puse ropa cómoda y entre a la habitación de huéspedes. Era un poco más pequeña que la mía. Pero el solo estaría unos meses. Saqué todo el desastre en cajas que guarde en la azotea y cambie las antiguas y nunca utilizadas sábanas y almohadas por colchas nuevas y de color azul marino. Es hombre, y esas son las únicas sábanas que tengo como para el.
El profesor ya nos había puesto la pulserita. Que se activaría mañana a partir de las 9:00 am. Por lo cual el llegaría a las 8:50. Ninguno de los dos quiere pitidos molestos.
Ya que termine de acomodar todo el cuarto salí sudada y cansada hacia mi habitación. Me duche y me puse el pijama. Ya eran las 9:57. Se había ido rápido el tiempo en acomodar todo. Baje a la sala y me aventé a uno de mis sillones verdes azulados y prendí la tv. Me quede viendo un programa raro, de concursos a personas que se encontraban en la calle. Sin sentido común, supongo. No se cuánto tiempo pasó hasta que me quede dormida.
Me desperté por el sonido del timbre.
-MIERDA- pensé.
Es Harry.
Estoy en pijama y está Harry tras la puerta. Tengo dos opciones. Ir a cambiarme o abrirle así y volver a dormir.
Preferí la segunda opción. Así que me levanté y fui hacia la puerta. Efectivamente era el. Abrí y el me vio serio. Paso sin si quiera yo permitírselo y dejo dos maletas en la entrada.
-¿Dónde dormiré, Nerd?
-Sígueme. -le dije desganada, esto iba ser más difícil de lo que pensé-
Subí las escaleras y el iba atrás de mi. Abrí la puerta de la habitación de huéspedes y hice un ademan con la manos tipo presentación de circo. Se metió a la habitación y la escaneo con la mirada. Hizo un gesto indiferente a lo que yo bufé y me fui hacia mi cuarto.
Me duche y me cambie. Me hice una cola alta y me puse mis lentes. Mi cabello lacio como baba caía como cascada hasta la cintura. Pero estábamos en verano y daba mucho calor traerlo suelto. Baje las escaleras y me encontré con un Harry echado en el sillón más grande de mi sala con una soda en la mano y viendo la tv como si estuviera en su casa.
-Que rápido se acopló-pensé irónica.
Me senté en otro sillón y tome mi laptop para hacer los deberes.
Sentía una mirada sobre mi. Voltee hacia Harry y efectivamente el me estaba mirando. Rodee lo ojos y seguí haciendo lo mío. Pero la sensación no cesaba y ya me estaba hartando. Voltee de nuevo a verlo y el sonrió hipócritamente.
-Deja de mirarme.
-Uy, la Nerd anda enojada.
-Me molesta que me mires, eso pasa.
-Mjm
-Idiota.
-¿qué dijiste?
-Te dije IDIOTA -caso grite la última palabra- ¿qué no oyes, sordo?
-Cállate estúpida si no quieres sufrir.
-¡Haber hazme algo, así tengo un pretexto para no hacer este estúpido proyectó contigo!
-Tarada
-Estúpido
-Zorra
-Mujeriego
-Tonta
-Ya madura
-Mira quien habla-rió sarcásticamente-
-Alguien mejor que tu
-Muérete
-Nunca, para tu desgracia nunca.
Bufo y siguió viendo la tele con el ceño fruncido.
Enojada. Enojadisima. La ira me recorría las venas en ese momento. No llevaba ni tres horas ahí y ya quería que se fuera. No lo soportaba.
Me subí a mi cuarto. Su simple cercanía me alteraba. Era mejor estar lo más alejada posible de el.