Ella no pudo articular ni una sola palabra, parecía como si su garganta se hubiese cerrado. Su respiración aun era agitada, y sentía sobre sus labios una presión caliente que no se iba.
Niall la soltó dejando escapar un frustrado gruñido y comenzó a caminar para irse.
Allison estaba quieta en su lugar, tratando de encontrar sus pensamientos, de concentrarse en algo preciso. Vio como él desaparecía detrás de una de las puertas de salida, y sintió como el aire que estaba aguantando salía de su cuerpo.
- Me besó – susurró y se acercó a una de las sillas para sentarse.
-Allison, voy a llevarte a tu casa.
-No, no hasta que escuches todo lo que tengo que decirte.
-Bueno, pero por lo menos entra un poco. No quiero que te caigas.
-¡Ja! ¿Ahora te importo? Estoy segura que ayer ni siquiera sabías si estaba viva o muerta.
-No seas exagerada.
-¿Ahora me tratas de loca? ¿Qué pasó contigo? ¿Dónde está el Niall dulce y compañero de hace un mes? ¿Lo tienes por ahí?
Sacudió su cabeza y se puso rápidamente de pie.
- Oh, dios santo – dijo en voz alta. Ella había ido a la habitación de él, y lo había besado esa noche en la que salió con su mejor amiga. ¡No, eso no podía ser peor!
Corrió hacia la habitación de su amiga.
Katherine dio un saltó, del susto, cuando la vio entrar.
- ¿Qué pasa? – le preguntó mientras intentaba sentarse.
- Lo siento, perdóname. Soy una bestia, no debí decirte esas cosas – le dijo mientras se acercaba a ella y le hacía un gesto para que se quedara quieta.
- Tranquila cariño, se porque te pones así. Y tienes razón... soy una idiota – dijo y sus ojos otra vez se llenaron de lágrimas.
- No, no, no eres una idiota. Solo estabas asustada, y yo tengo que comprenderte y estar contigo. No enojarme e irme – habló Allison.
- ¿Dónde esta Niall?
- Se fue – sentenció ella mientras sentía como sus mejillas tomaban color.
- No peles con él, por favor. Solo está ciego, no sabe lo que hace...
- No, solo está hecho un imbécil – sentenció ella – Pero eso no importa.
- Si que importa.
- No, no importa...
La puerta del cuarto se abrió y una desesperada Adriana entró allí para acercarse de la misma forma a su hija, para besarla y comenzar a llorar.
- Ya mami, ya... – le habló Katty intentando calmarla.
- ¿Qué hice mal mi amor? ¿Qué hice mal para que hicieras una cosa así? – le preguntó.
- No mami, no. Tú no tienes la culpa de nada. Yo soy la única responsable... Lo siento tanto mamá – comenzó a llorar de nuevo para abrazar a su madre quien también volvió a romper en llanto.
Allison se puso de pie y salió de allí para dejarlas solas. Cuando salió se encontró con Harry, bastante serio para lo que ella lo conocía. Se acercó a él y se sentó a su lado.
- ¿Qué pasa?
- ¿Qué hacia Horan aquí? – le preguntó.
Allison se tensó y se dio cuenta de cómo sus mejillas se volvían a enrojecer.
- Mmmm... solo vino a ver a Katty – habló ella algo nerviosa.
- ¿Por qué te besó?
- ¿Qué? – soltó ella más nerviosa que antes – ¿De... de que estas hablando Harry?
- Allison, no soy imbécil. Lo vi...
- Mmm, no pero... no pasó nada. Él solo...
- Te besó – sentencio Harry – Y tú mucho no te negaste.
- Harry...
Él se puso de pie y caminó hasta la puerta del pasillo que daba para las habitaciones en donde se encontraba Katty. Ella vio como él se perdía en la puerta.
Se quedó allí sentada, totalmente confundida.
Primero lo de Niall, después otra vez lo de Niall y ahora Harry. Todo era una mierda.
Suspiró frustrada y se puso de pie para irse a descansar a su casa.
Otra semana pasó, Katty salio del hospital pero le dijeron que por su embarazo era mejor que se tomara unos días más de reposo en el confort de su casa. El bebe estaba sano y salvo, fuera de peligro, era un milagro que las pastillas que ella ingirió no le hicieran daño.
Mathew Herver no dio señales de vida después de lo que pasó con Allison en el colegio. Como todo un cobarde se había borrado. Ahora Katty cargaba con un hijo sin padre. Pero sabía que no estaba sola, tenía a sus padres, a Allison, a Harry y a Niall.
Niall iba a verla casi todas las tardes y le llevaba un paquete de galletitas de limón, más de una vez se cruzó con Allison, pero no se dirigieron la palabra. Se notaba la tensión que había entre ellos, y Katty no pasaba por alto aquello.
- Oye – le habló a su amigo. Niall se giró a verla – ¿Vas a decirme que pasa?
- ¿Con que? – le preguntó a Katherine.
- ¿Cómo con que? Con Allison. Aquí pasa algo que yo no se, y ustedes no me lo han dicho.
- No seas paranoica, no pasa nada.
- ¿Acaso me ves la cara de tarada? – le preguntó. Niall tragó saliva y la miró, sabía que ella no era ninguna idiota.
- Tranquila, no pasa nada – le dijo él. Su celular comenzó a sonar. Lo tomó y era su 'novia'
Katherine soltó un gruñido.
- ¿Aun no te has deshecho de ese calvario? ¿Cuándo lo harás? – le preguntó nerviosa.
Niall le hizo un gesto para que dejara de hablar.
- Tay – dijo al atender.
- Bebé, ¿Dónde estas? – preguntó ella.
Niall rió por lo bajo al ver la cara que su amiga hacia, imitando a lo que ella creía que Taylor decía. Y aunque no lo crean, Katherine acertó.
- Estoy en lo de Katty – le dijo.
- ¿Qué haces ahí todavía? Te dije que no me gusta...
- Taylor – la detuvo él – No voy a dejar de ver a Katty porque a ti se te da la gana.
La castaña, se sentó orgullosa en la mesa mientras tomaba y comía una galletita de limón.
- Ay, pero ¿Por qué me tratas así?
- No te estoy tratando de ninguna manera en particular. Solo te digo lo que voy a hacer. Termino aquí y voy a verte.
- ¿Lo prometes?
- Si – dijo revoleando los ojos – Lo prometo.
- Bueno, entonces te dejo tranquilo con la futura mamá – dijo burlona – Adiós, te quiero.
- Adiós – dijo él y colgó. Se giró para ver a Katherine.
- Ay, pero ¿Por qué me tratas así? – dijo ella imitando la voz de Taylor.
Niall volvió a reír para acercarse a ella y sentarse para comer un poco también. Siguieron hablando sobre las cosas del colegio y sobre el bebe que dentro de unos meses vendría a casa.
- Y si, ahora Allison está por empezar a trabajar – habló ella sin darse cuenta. Niall la miró bien.
- ¿Qué? – preguntó. Ella lo miró y se dio cuenta de lo que dijo.
- Mmm, no nada. Solo...
- Katherine – dijo él en tono de advertencia.
- Bueno, pero me parece que a ti no te interesaba saber. Allison consiguió un trabajo de mesera en la cafetería del papá de Harry. Trabajará allí porque Connie...
Dejó de hablar y Niall la miró.
- ¿Connie que?
- Connie se está muriendo Niall – habló ella.
- ¿Qué? – preguntó sin entender.
- Eso es lo que quise decirte desde hace un montón de tiempo, pero como te encaprichaste no te lo dije. La mamá de Allison esta enferma.
- Pero... ¿Cómo?
- Hace años, le diagnosticaron un cáncer mortal, del cual no iba a curarse ni salvarse. Desde entones Connie trabaja de eso que ya sabes, ya que es el único que trabajo que encontró para poder mantener a sus hijos y tener una casa para ellos.
- ¿No va a salvarse?
- No, y en este último tiempo ha estado mucho peor. Por eso Allison decidió buscar un empleo y así poder ayudarla.
Niall no podía sentirse peor, porque no sabía como. Eso era lo que tanto había estado evitando saber. Ahora entendía todo y lo comprendía. Se maldijo a si mismo, y a sus malditos impulsos por no haberla escuchado.
El timbre sonó Katty se puso de pie y fue a abrir. Eran Allison y Harry. Entraron y Niall se giró a verlos. Allison bajó la mirada para no enfrentar a sus ojos y se dedicó a hablar con Katherine.
Mientras que Harry no quitaba ni un solo segundo su vista de Niall.
El azulino se puso de pie y se acercó a ellos.
- Bueno Katty, yo ya me voy – habló él.
- Pero, ¿Por qué? – preguntó ella.
- Taylor... me espera.
- Aaag, cierto – dijo la castaña exasperada – Ve tranquilo, y gracias.
- No es nada – dijo él y se acercó a ella para besar dulcemente su cabeza. Se giró a verlos a ellos dos – Adiós.
- Adiós – dijo Harry, pero Allison guardó silencio.
Katty se giró a verla cuando él se fue.
- ¿Podrías por lo menos despedirte de él, verdad?
- Como si eso lo afectara – habló ella y entraron del todo a la casa.
Se sentó en la misma silla en la que se había sentado anteriormente en azulino, y su perfume entró por su nariz.
- ¿Y que pasó con el empleo? – le preguntó Katty mientras se sentaba frente a ella y Harry también lo hacia.
- Empiezo a trabajar hoy en la tarde – dijo ella.
- Oh, eso es muy bueno – dijo contenta ella.
Ambos vieron como Katty rápidamente se ponía blanca y salía corriendo hacia el baño.
- Está terrible – afirmó Harry.
- Y no es para menos. Los primeros meses son terribles.
Katty entró a la sala, secándose las manos y con cara de asco. En su otra mano una caja de tintura. Allison la miró bien.
- ¿Qué es eso?
- ¿Una caja de tintura? – ironizó su amiga. Harry rió.
- Ya lo se tonta, me refiero a que haces con eso – dijo ella.
- Quiero volver a ser rubia – sentencio.
- ¿Platinada otra vez? – preguntó con cierta emoción Harry.
- Exacto – dijo ella.
- Katty, tal vez el olor a la tintura no le haga muy bien al bebe. Es muy fuerte y...
- Usaré un barbijo.
Allison dudó unos cuantos minutos en hacerlo, hasta que accedió a ello. Entre los tres prepararon todo y entraron en la cocina.
Allison no pudo evitar sentir nostalgia al recordar que hace unos meses atrás ella estaba en esa cocina, tiñéndole el cabello a su amiga, pero con Niall de testigo.
Recordó que lo había visto sin camisa, y lo cerca que él había estado de ella.
A su cabeza vino el beso que él le había dado en el hospital y lo extraño que había sido aquello. No pudo evitar sentir un dolor en su pecho, un vacío que apenas lograba entender.
Ahora él estaba con su 'novia' riendo y haciendo sociales con gente superficial y prejuiciosa.
No pudo evitar sentir que lo extrañaba, y aun no entendía porque. Mucho que se diga, no lo conocía, pero le hacía falta.
Pero no iba a perdonarlo, él se había comportado como un verdadero idiota con ella, diciendo todas esas cosas de las cuales él no tenía ni idea.
- Allison, ¿me estas escuchando? – le preguntó Katty sacándola de sus pensamientos.
- ¿Qué? – preguntó ella mientras se daba cuenta de que no estaba haciendo bien las cosas que estaba haciendo.
- No me estabas escuchando – afirmó la ex rubia, ahora castaña, para luego ex castaña y otra vez rubia.
- Lo siento, lo siento. Estaba pensando.
- ¿En que?
- En Niall – respondió sin darse cuenta de lo que había dicho.
Harry la miró bien y Katherine giró su cabeza para mirarla.
- ¿En Niall? ¿Qué estabas pensando de Niall?