- ¿Qué? - le preguntó sorprendida. Él cayó el lo que había dicho.
- Si, para verte a ti y pedirte que me ayudes a cambiar mi imagen - acotó nervioso.
- ¿Cambiar tu imagen? - dijo ella sin entender.
- Si, estoy cansado de que me vean como el raro por vestirme así y necesito tu ayuda. Además te dije que quería un tatuaje.
- ¿Estás loco? ¿Un tatuaje? Eso es para toda la vida. Además de que si tu madre se entera te mata.
- Ya dije que mamá no se enterara y que además quiero uno porque creo que son geniales.
- ¿Y como que, por ejemplo?
- Mmmm, no lo se - dijo y sonrió.
- No seas extraño, extraño. Mañana lo hablamos mejor, ya es tarde - dijo poniéndose de pie.
Niall se paró rápidamente.
- Si, será mejor que me vaya. No quiero que Ronald me encuentre - le dijo divertido. Ambos se quedaron callados - Avísale.....que mi padre lo espera mañana.
- No te preocupes, estará allí. Y otra vez gracias, Niall.
- Ya te dije que no tienes porque darme las gracias. Para algo estamos los amigos.
Ella sonrió levemente.
- Es genial tener un amigo como tú - le dijo.
Él sonrió y giró un poco la cara mostrándole su mejilla.
Allison rió por lo bajo y se acercó para besar su cachete.
Él movió la boca y besó su mejilla también.
- Hasta mañana - le dijo antes de salir del todo.
- Hasta mañana - dijo ella sin dejar de sonreír.
Vio como él bajaba por el árbol y esperó hasta que lo vio entrar a su casa. Quería cerciorarse de que había llegado bien. Sonrió y volvió a entrar a su habitación. Él era tan...tan lindo. 'es tu amigo Allison, no puedes pensar cosas raras con tu amigo' pensó. Cerró bien la puerta de su balcón y salió del cuarto para ver a su hermano. Entró a la habitación de al lado. Ron dormía. Se acercó a él y comenzó a sacudirlo.
- Ron, Ron - lo llamó.
- ¿Qué? ¿Qué sucede? - dijo el sentándose en la cama. La miró bien - Me asustaste enana, ¿Qué sucedió?
- Solo quería avisarte que mañana debes ir a lo de Niall para hablar con su padre por el tema del trabajo - le dijo.
- ¿De que se trata el empleo? - le preguntó.
- Algo de arreglar computadoras que se tildan en una concesionaria de autos - dijo ella.
- Wow, pensé que sería algo horrible - le dijo.
- ¿Ves? A pesar de todo siempre pienso en ti - se puso de pie para caminar hasta la puerta de la habitación - Por favor no vayas tarde. El señor Horan quiere que estés ahí a las 9 de la mañana.
- Quédate tranquila, no voy a fallarte - le dijo.
Ella sonrió y volvió a su habitación. Se acostó y cerró los ojos, mañana sería un largo día.
Niall se dejó caer pesado en su cama. Ese golpe lo había dejado hecho un idiota. En realidad, ella lo había dejado idiota. Lo que sentía cuando la tenía cerca, a veces lo confundía. Era algo nuevo, algo que nunca había sentido por una chica. Ni siquiera por Tiffany. Giró en su cama y cerró los ojos para intentar dormir.
El sonido del despertador hizo que abriera los ojos rápidamente. Como odiaba ese maldito sonido a la mañana. Se destapó y se puso de pie para ir al baño y darse una rápida ducha. Antes de entrar miró la hora. Eran las 5 am. Hubiera sido mejor dormir un poco más. Hoy era sábado, y anoche no se había acostado para nada temprano. Entró al baño y se metió a la ducha. Iba a salir a correr un rato. Como lo hacía siempre. Y si después tenía sueño, iba a volver a dormir. Terminó y se cambio. Había refrescado un poco, y parecía que iba a llover. Busco su buzo gris y salio a correr. No había nadie en la calle. No podía creer que nadie saliera a hacer ejercicios por la mañana. No había nada mejor que el aire a fresco de las mañanas. Era un aire puro y limpio. Que luego con los autos y gases contaminantes desaparecía. Sus pasos se escuchaban con claridad. Había algo raro en todo esto. La calle estaba muy vacía. Parecía que las casas estaban vacías. Miró a su alrededor y en menos de lo que esperaba llegó al parque que estaba cerca de su casa. Dejó de correr y miró fijo a la persona que estaba sentada en uno de los bancos. Era ella. ¿Qué hacía ella ahí? Se acercó y la miró bien.
- Allison, ¿Qué haces aquí? - le preguntó.
Ella levantó la vista y lo miró fijo a los ojos. .
Niall sintió un pequeño escalofrió recorrer su espalda ante su mirada. Su mirada era extraña.
Allison se puso rápidamente de pie y lo miró más de cerca.
- Vine a buscarte - le dijo.
- ¿A buscarme? ¿Para que? - le preguntó.
- Para besarte - contestó y se acercó a su boca.
Los ojos del azulino estaban bien abiertos ante su inesperada acción. Pero no tardo en cerrarlos ante la sensación caliente que lo invadió. No entendía el porque de su beso. Pero no iba a negarse a ello. Él quería besarla, lo había querido desde el primer día en la vio.
Allison se colgó de su cuello, acercándolo más a ella...
- Niall, Niall... ¡Nialler, hijo despierta!
Se sentó algo agitado en su cama y miró bien a su madre. Había sido un sueño, solo un simple sueño. Estaba confundido.
- Cariño ¿Estas bien? - le preguntó.
- Mmm... si, ¿Qué pasó? ¿Qué haces? - le dijo.
- Alguien quiere hablar contigo por teléfono - dijo ella.
- ¿Qué hora es? - dijo él apoyando sus pies sobre el suelo.
- Son las 10, no te has levantado para ir a correr.
- Lo se, me quede dormido ¿Quién es al teléfono? - preguntó.
- No lo se, no me dijo. Solo dijo que era una compañera - dijo y salió de la habitación.
Extrañado tomó el teléfono que estaba en su mesa de luz.
- ¿Hola? - habló.
- ¿Niall?
- Si, ¿Quién es? - preguntó.
- Soy Taylor - le dijo.
- ¿Taylor? - dijo sin poder creerlo.
- Si, Taylor Mon...
- Ya se quien eres, pero...es extraño tu llamado.
- Es extraño, ¿Verdad? - dijo con una pequeña risa..
- Un poco - dijo él.
- Niall, te llamo por que necesito un favor. Se que no somos amigos y que ni nos conocemos. Pero eres mi única salida - le dijo.
Él azulino extrañado, tomó su remera y como pudo se lo puso.
- Te escucho - dijo y caminó hasta el baño.
- Sabes que no me va muy bien en el colegio y mis notas son un desastre - él asintió con la cabeza - Me dieron un ultimátum para levantar algunas de mis notas y que me den el diploma. Necesito alguien que sepa mucho, y tú sabes mucho...
Ella bajó las escaleras y entró a la cocina. Tomó un poco de juego y caminó hasta la sala. Se acercó a la ventana y miró hacia la casa de su vecino. Sonrió involuntariamente y soltando un leve suspiro se tiró al sillón. Prendió la tele y comenzó a hacer zapping. No había nada entretenido. Miró la hora. Las 11 de la mañana. ¿Habrá ido Ron a la entrevista? Fue lo primero que pensó al ver la hora. Se puso de pie para ir a ver a su habitación, pero el teléfono comenzó a sonar. Lo tomó y atendió.
- ¿Hola? - contestó.
- Hay crisis - dijo ella del otro lado.
- ¿Katty? ¿Qué pasó? - le preguntó un poco preocupada y volvió a sentarse en el sillón.
- Taylor dejó de Mathew - dijo la ya no rubia.
- ¡¿Qué?! - dijo sin poder creerlo.
- Lo se, estuve tan asombrada como tú cuando me llamo.
- ¿Quién te llamó?
- Mathew. Me llamó llorando.
- ¿Llorando? - preguntó.
- Te lo juro, y no era broma. Estaba destrozado.
- Pobre...
- Si, me dio mucha pena.
- ¿Sabes el motivo?
- Al parecer a ella le gusta otro, o algo así.
- Vaya que va rápido - dijo divertida Allison.
- Tan rápido como se lo permiten sus piernas - dijo Katty y rió luego.
- ¿Pero porque Herver te llamó a ti? - dijo sin entender aun Allison.
- No lo se. Solo me llamo y me dijo que necesitaba verme. Que se sentía muy mal, que Taylor lo había dejado. Y que me necesitaba.
- ¿Qué le dijiste tú?
- Le pregunte si estaba ebrio.
Allison no pudo reprimir su risa. Su amiga a veces era tan sincera y no se daba cuenta cuando algo estaba mal o bien.
- ¿Y que te dijo? - le preguntó divertida queriendo saber más.
- Que no, que solo necesitaba verme.
- ¿Ya lo viste?
- No, voy a verlo ahora.
- Katty, ten cuidado. Esto no me huele nada bien - dijo cuando sus intuiciones comenzaron a llamarla.
- Tranquila Allison, a mi tampoco me huele. Solo iré a ver que es lo que quiere. Si se pasa de listo, ya sabes lo que hago.
- Si, y por eso mismo ten cuidado. No creo que quieras ir presa tan joven.
Ambas rieron. Allison volvió a suspirar luego de una larga risa de amigas.
- Oye ¿y ese suspiro? - le preguntó a Allison.
- ¿Qué suspiro? - dijo ella.
- El que acabas de hacer - dijo Katty.
- No se de que estas hablando.
- ¡Te gusta un chico! - dijo sin poder creerlo su amiga - ¡Dime quien es ahora mismo!
- Katty, te aseguro que no tengo idea de lo que estas diciendo.
- Allison. Te conozco tanto, pero tanto amiga. Te gusta Niall, ¿verdad?
Allison comenzó a toser, ya que se había ahogado con un poco de jugo que acababa de tomar.
- ¿Qué? ¡Claro que no!
- Admítelo, te atrae.
- No Katty.
- ¿Ni un poco?
- Nada.
- ¿Un poquitito? - dijo agudizando su voz.
- Niall es mi amigo. Es un chico increíble. Y no voy a decirte que no es atractivo...
- ¡Te gusta! - la interrumpió contenta.
- No, no me gusta. Solo dije que era lindo.
- Te mueres por besarlo, te mueres por salir con él. Te mueres porque te bese, y que terminen en algo mas...
- ¡Katherine McClain! ¡Deja de decir taradeces!
- ¿Ves como te pones? Tengo razón.
- Juro que si insistes voy a cortarte.
- No, bueno. Ya no digo más nada pero no me cortes.
- ¿Por donde andas? Escucho mucho ruido - dijo Allison.
- Estoy yendo hacia lo de Mathew - contestó ella - No puede ser.
- ¿Qué pasó? - preguntó Allison.
- Esto no es verdad - dijo ella.
- ¿Qué sucede Katty? - dijo un poco más intrigada.
- ¿A que no sabes a quien estoy viendo sentado en un Bar con Taylor? - le pregunto.
Allison se puso a pensar de quien se podría tratar pero nada venía a su cabeza.
- No, no se quien podría ser - dijo ella.
- Piensa un poco más. Es que no vas a creerlo.
- ¡Entonces solo dímelo! - dijo nerviosa - Voy a acercarme un poco para confirmarlo - le dijo y Allison escuchó como caminaba.
- Si, es él. Niall.
- ¡¿Qué?!