No, Justin bajame, me voy a marear. -cerraban sus ojos mientras reía y se aferraba a su cuello.
No seas gallina, Leah. -se reía de la actitud de inocencia que tomaba.
Muchas veces deseamos que los momentos mágicos no terminen, que todo lo que es producto del alcohol y que nos hace vivir grandiosos momentos, aunque sabemos que a la mañana siguiente será un gran error.
Ambos no sabrían que cometieron, ni en verdad que hicieron, todo fue por una foto que todos verán cuando fue una confusión.
Bien, pequeña floja, te bajaré. -bajó un poco su cuerpo pero el rostro de Leah quedó cerca a sus labios, ella soltó una dulce risa y le dio un corto beso en sus labios.
Vamos, tonto, nos van a describir. -río, definitivamente la Leah que en verdad estuviera con todos sus cables bien puestos no lo haría.