"Lo único que he estado soñando es en follarte."
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PD: Como muchas me piden que les dedique un capítulo, voy de a poco. Lo siento si tardo.
Narrador Omnisciente
Como si pronunciar el nombre equivocado mientras tienes una noche de pasión con tres chicas no fuera suficiente, Justin se había encontrado completamente despierto a las cinco de la mañana las últimas seis noches, a raíz de los sueños. Básicamente en sus sueños, él arrojaba a Kylie sobre una cama, rasgando su ropa como si el mundo estuviera a pocos minutos de acabar, con las piernas envueltas alrededor de su cintura mientras ella gritaba su nombre de placer. Cada sueño terminaba con él respirando pesadamente a su lado, sosteniéndole una mano mientras acariciaba su cuello.
Había visto como Samantha y Kylie discutían acerca de Matty. Kylie no paraba de repetir que porque Matty pasara por su casa después de la escuela, no significaba que estuvieran durmiendo juntos. Bueno, tal vez no estuvieran durmiendo juntos pero, Justin sabía que no pasaría mucho tiempo para que eso ocurriera.
Kylie se paró de la mesa con una sonrisa diciéndole a Samantha que ella ya había perdido la virginidad y no había nada que ella pudiera hacer al respecto.
Sentí como alguien cogía mi brazo y lo agitaba. Tardé un segundo o así para darme cuenta de que había estado ignorando todo lo que ella estaba diciendo.
—¿Hm?—Levantó ambas cejas, mirando alrededor de la pequeña cafetería en la que estábamos almorzando. Samantha puso los ojos en blanco, reclinándose en su silla mientras masticaba cuidadosamente su salchicha, tocino y huevos, sabiendo que no la estaba escuchando. Nunca escuchaba cuando tenía las revistas de novias delante de ella. Siempre era para ver un vestido de novia.
—No estabas escuchando.—Murmuró, bebiendo de su té helado. No era la primera vez que la había ignorado por completo.
—Estás siendo monótona al seguir con el tema del vestido de encaje sin velo, que deseas cristales en la parte del corpiño, y también deseas satén blanco.— A pesar de que no estaba escuchando, sabía lo que quería porque la había oído durante meses.
Y la parte más divertida de sus órdenes era el hecho de que ella estaba esperando que él pague por todo admitiendo abiertamente que es millonario.
—Oh, tal vez estabas escuchando.—Ella lo miró de arriba abajo, con una sonrisa en su cara.—Pero te ausentaste en la parte de que deseo casarme en Nueva York.
—Puedes seguir soñando.—Respondió sin ninguna expresión en su voz, cruzando los brazos sobre su pecho.
—Oh, lo siento, debí haber pensado que eres quién paga la boda.—Comentó con sarcasmo en sus palabras.
—Mierda, lo soy. Y si quieres casarte en Nueva York, entonces puedo encontrar a alguien que sea tan tonto como para volar a Nueva York solo para casarse contigo.—Ella se encogió de hombros, ignorando el hecho de que estaba amargado. Y tampoco era amargado, estaba frustrado por el hecho de que, incluso cuando estaba sentado en frente de la chica con la que estaba dispuesto a pasar el resto de su vida, todo en lo qué podía pensar era en Kylie.
—Casarte en Las Vegas, Santa Mónica o algo por el estilo, seguro no harías ninguna queja.—Ella lo miró desde el otro lado de la mesa.
—Tienes razón.—Admitió, sabiendo que si de repente él quiere casarse en las Vegas, lo harían, incluso si significaba pagar por sus familiares cercanos para que pudiesen volar para presenciar los votos.—Pero eso es porque yo soy quién está pagando, así que básicamente será a mi manera o de ninguna manera. Hay que acostumbrarse.
Tal vez si ella estuviese pagando la mitad, o su padre estuviera pagando por la boda, ella podría opinar, entonces no iría todo tan en contra de sus planes y deseos, pero todo lo estaba pagando él.
—Usarás esa excusa para cualquier cosa, ¿verdad?—Suspiró, deseando ser ella la que estuviera prácticamente nadando en dinero, de esa manera podría utilizarlo como una excusa.
—Sí.—Se encogió de hombros, sacando su billetera para pagar el almuerzo.—¿Y sabes? cuando estamos casados, y tengamos que vivir juntos, voy a poner la casa sólo a mi nombre, así cuando me cabrees, podré decir que salgas de mi casa y no serás capaz de decir que es nuestra casa.—Justin sonrió, dejando cuarenta dólares sobre la mesa.
Samantha se puso de pie, aferrándose a su brazo para salir de la cafetería.
—¿Estás de broma?—Preguntó, mirándolo con confusión.
—Tal vez.—Ella no sonrió, Justin pasándole un brazo por encima del hombro, los hizo quedar frente a todos como si fueran la pareja más feliz del mundo, pero las parejas felices no tienen sexo vainilla, y cada vez que ellos tenían sexo estaba lejos de no ser sexo vainilla.—Tal vez no.
Samantha ignoró eso último tomando su mano, entrelazando sus dedos con los suyos mientras caminaban hacia su coche. Era un día raro ya que Justin tenía tiempo libre en el trabajo.
—Tengo que pedirle un favor.—Frunció los labios cuando se acercaron a su coche.
Justin asintió.—Y si digo que no a ese favor, me convertiría en un mal novio, ¿verdad?—Justin ya conocía demasiado bien todo eso.
Ella asintió. Una vez dentro del coche Samantha volvió a hablar.
—Sabes que Kylie realmente confía en ti, ¿verdad?—Ella lo miró, poniéndose el cinturón de seguridad mientras se acomodaba en su asiento. Tragó saliva sin despegar la vista al frente.
—No me he dado cuenta, ¿estás segura?—Èl no podía evitar mentir. Por supuesto que sabía que Kylie confiaba en él, ¿por qué otra cosa podía tenerla desnuda delante de él y que ella dejara que la tocara a su manera?
—Bueno, lo hace. Eres algo así como el hermano mayor que nunca quiso, pero tiene de todos modos, y te puede decir cosas que no puede contarle a Kyle porque Kyle la juzgará.—Dijo.—Y no puede tampoco decírmelo a mi porque...
—Y no puede decírtelo a ti porque la juzgarás más que nadie.—Terminó la frase por ella.
—De todos modos, Kyle está preocupado por ella. Necesito que hables con ella más tarde cuando venga de la escuela. No es necesario preguntarle si está utilizando protección porque no es idiota, pero creemos que realmente está durmiendo con alguien mayor.— Justin dejó escapar un suspiro apenas audible.
—¿De verdad crees que va a querer admitirme algo así a mí?—Inclinó la ceja.
—Sí.—Samantha respondió sin vacilar.—Ella siempre a estado un poco loca por ti.
Kylie's POV
—Así que, ¿éste fin de semana por fin vamos a poder pasar la noche juntos?—Preguntó Matty, deteniéndose fuera de mi casa al igual que lo había estado haciendo durante los últimos días, sosteniendo mi mano como si fuéramos pareja oficial.a Aunque seguía ligando con chicas en el Instituto.
Soy sólo otra chica que está ansioso por conquistar.
—Cuando quieras.—Le dije.
—Siempre dices cuándo quieras, y luego, cuando quiero hacer planes, ya tienes planes con Amber o con Jay.—Se quejó Matty poniendo los ojos en blanco, se apoyó contra el portón de mi casa.
—Porque Jay me reclama primero.—Respondí, una cierta emoción cruzó por mi cuerpo al saber que él piensa que hay otro hombre en mi vida.
Y no es una mentira.
Justin era parte de mi vida, aunque no tuviéramos relaciones sexuales, todavía es alguien al que veo de forma regular, alguien que ha hecho que me retuerza innumerables veces de placer y gemir su nombre mientras sus dedos entran en mi.
—Jay tiene que encontrar a una chica de su misma edad.— Hizo un puchero.— Oh, espera, él tiene a alguien de su edad, pero prefiere follarse a una adolescente de dieciséis años.
Me quedé sin aliento, mis ojos se fijaron en Justin que salía caminaba con las llaves del coche en la mano. Justin asintió con la cabeza, haciendo caso omiso de la presencia de Matty.
—¿Estás ocupada?—Preguntó, con el ceño fruncido en su rostro. Matty se dio la vuelta, con las cejas arqueadas, pero no pronunció ni una palabra.
—Depende.—Le dije mirando las llaves en su mano.—¿Me necesitas para algo?
No había estado a solas con él durante un largo tiempo, parte de mí anhelaba estar con él.
—Sí.—Asintió, sin pestañear.—Ven, vamos a dar una vuelta. Tu papá está en el trabajo, y Erin fue a tomar el sol, no necesitas estar en casa.—Puso las manos en su cadera esperando por mí.
Tenía que hacer la tarea, pero ¿quién soy yo misma rechazándolo mientras él se quedaba esperándome? La respuesta era no.
—Espera, ¿realmente vas a dejarme?— Matty nos miraba asombrado.
—No tienes nada de qué preocuparte, es prácticamente mi cuñado.—Rodé los ojos, ni siquiera le dije adiós antes de meterme en el coche de Justin, tirando del cinturón de seguridad para pasarlo por mi pecho mirando hacia adelante.
—Así que ese es él famoso Matty, ¿eh?—Justin arqueó las cejas, mirando por el espejo como Matty se perdía por la calle.
—Sip.—Miré alrededor de su coche, era una atmósfera incómoda entre nosotros. Sentía como si él quisiera decirme algo, pero no sabía cómo. O tal vez, no quería decirme nada en absoluto, y no había una razón por la cuál él me llevara con el repentinamente.
***
—Eso es divertido.—Junté los labios mientras él conducía por Toronto, de fondo sonaba la radio, sin embargo, ninguno de los dos había intentado empezar una conversación.
—Samantha y Kyle me dijeron que lo haga.—Pronunció, haciendo su camino a McDonalds.—Parece ser que están preocupados por ti.
Fruncí el ceño.—¿Preocupados por qué?
Tenía sentido porque Samantha se empeña en hablar conmigo más a menudo y Kyle siempre está tratando de saber a dónde voy o con quién voy, que hago o dejo de hacer.
—Sobre con quién estás follando.—Respondió, golpeando el volante mientras avanzábamos lentamente. Incluso mis hermanos piensan que he abierto mis piernas para alguien, los rumores realmente tienen efecto en Toronto.
—Pero no estoy follando connadie.—Deje escapar un suspiro, pasándome los dedos por el pelo.
—Tal vez no, pero creen que si, simplemente no lo saben son solo suposiciones. ¿Quieres algo?— Me preguntó y apagué la radio cuando nos acercamos a la ventanilla.
—Sólo una coca cola...—Murmuré, mirando por la ventana.
—Dos coca colas, una ración de patatas fritas, y un McFlurry pequeño.—Habló por el altavoz, esperando a la voz que me diera paso.— De todos modos, piensan que Matty es sólo una tapadera para ocultar a la verdadera persona con la que estás durmiendo.
El coche comenzó a avanzar de nuevo.
—Podrías sólo...—No sabía lo que estaba tratando de decir.
Justin no me dejó decir nada.
—¿Sólo decir qué?¿Podría haberles dicho que eres virgen? Sí, porque eso habría sido fantástico, Ky.—Parecía molesto, no podía averiguar si lo estaba conmigo, o con el mundo en general.
—Estás de buen humor hoy.—Puse los ojos en blanco, él estiró la mano para pagar el pedido. Ni siquiera le dio las gracias antes de poner el coche en marcha otra vez.
Podía ver la expresión de sus ojos mientras se comía sus patatas fritas, como si hubiera algo dándole vueltas en la mente y no debería.
—Justin, para el coche.— Señalé el estacionamiento que estaba cerca.—Aparca ahí, o simplemente para el coche.—Le ordené levantando ligeramente la voz.
—Espera, ¿por qué?—Frunció el ceño, pero lo hizo de todos modos.
—Porque simplemente hazlo.—Encontró lugar enseguida, lo miré atentamente cuando el motor del coche se apagó.—Bien, ahora dime qué demonios te pasa hoy.— Desabroche mi cinturón de seguridad, girando mi cuerpo para enfrentarme a él.—Y no me digas nada porque te conozco desde hace años, lo que significa que sé cuando te pasa algo.
Él se encogió de hombros.
—No lo sé.
—Si lo sabes.—Protesté, esperando una respuesta.
—Kylie.—Se quejó, sonando como un adolescente de dieciséis años de edad, en lugar de un hombre de veintidós años.
—Justin.—Me burlé de él, haciendo un puchero con mis labios como hacía cada vez que quería conseguir algo.
—No quieres saberlo.—Murmuró en voz baja, pasándose los dedos por el pelo.
—Sí, quiero.
Justin bufó cogiendo un puñado de patatas fritas.—Vale, pero no hablaremos de esto en un aparcamiento.—Él me miró con las cejas elevadas. Entendía lo que quería.
—¿Tu apartamento está vacío?—Le pregunté con una sonrisa en mi cara.
Justin's POV.
Kylie tenía las piernas estiradas sobre mi cama. Era gracioso darse cuenta que nunca teníamos conversaciones en el sofá, siempre íbamos directo a la cama.
—¿Recuersas cuando solía engañar a Samantha cada semana? ¿Alguna vez te dijo acerca de cómo algunas veces esos engaños se convertían en algo especial para mí?
Kylie asintió, lanzando una almohada al aire para cogerla de nuevo.—Sí, se vuelve loca.—Ella se rió, aún bebiendo de su coca cola.
—¿Qué dirías si te dijera que he dormido con tres chicas en Montreal?—La miré, sentada en el borde de la cama. Ella se quedó pensando por un momento mientras yo le contestaba a Samantha, quién estaba anciosa por saber que tal me estaba yendo con su hermana pequeña.
Estamos en McDonalds, es más difícil conseguir que se abra conmigo de lo que piensas...Pero, estoy llegando a alguna parte.
—Te preguntaría si tienes alguna enfermedades de transmisión sexual.— Rodó los ojos, su boca estaba sujetando un cubo de hielo.—Pero algo me dice que eres lo suficientemente inteligente como para usar condón.—Añadió inocentemente.
—¿No te importaría que la estuviera engañando de nuevo?— Fruncí mis cejas hacia ella, tal vez no le importaba porque sería su hermana la que saldría con el corazón roto si alguna vez se enterara.
—Enfadarme o reprocharte, no cambia el hecho de que lo has hecho.—Ella tenía razón. Pero todo esto me molestaba por el hecho de que era ella en quién estaba pensando mientras me follaba a tres mujeres.
—Bueno, ¿qué dirías si te digo que pronuncié el nombre equivocado mientras follaba?—Me mordí el labio inferior, casi con fuerza suficiente para hacerlo sangrar.— Y no, no el de Samantha.
—Yo diría que es incómodo, ¿por qué?—Kylie ladeó las cejas. Mis ojos estaban persistentes en sus piernas bronceadas, la forma en la que la falda de la escuela apenas cubría sus muslos, y su camisa estaba apretada.
—Porque fue tu nombre el que pronuncié.—Acababa de sonar como un adolescente declarándome, en vez de un hombre de veintidós años. Kylie se quedó con la boca abierta.—Loco, ¿verdad?—Puse los ojos en blanco.—Oh, y en los últimos días lo único que he estado soñando es en follarte.—Me reí de mí mismo.
—¿Tu follandome, o yo follando?—Quería una aclaración.
—Yo follandote.—Dije rápidamente sin saber cómo reaccionaría.
—Pero, ¿por qué es eso algo malo?—Frunció el ceño, arrastrándose para estar a mi lado. ¿La respuesta no era obvia?
—¿Por qué eres la hermana de mi novia?—Tiré mi cabeza hacia atrás, odiándome por no ser capaz de controlar mis hormonas.
—Es como en el porno.—Dijo arrastrando su dedo por mi brazo.—La hermana se va y el novio decide follarse a la hermana pequeña.—Habló en voz baja, estaba claro que yo no era él único que no podía controlar las hormonas.
—¿Qué estás tratando de decir?—Tragué saliva, preguntándome cuánto tiempo tendríamos antes de que Samantha comenzara a ponerse nerviosa y curiosa sobre que estaba ocurriendo.
Kylie me empujó hacia la cama.—No puedes follarme, pero puedes jugar conmigo.— Ella se mordió el labio inferior, comenzó a desabrocharse la camisa de la escuela sin previo aviso.
—¿Sabes que Sammy nos espera?—Sin embargo, no me podía detener ahora que tenía mis manos en su cintura. Mis ojos captaron como ella se desabrochaba su sujetador negro, dejándolo caer al suelo.
Tal vez habérselo contado no había sido una mal idea después de todo.
¡Hasta aquí la maratón! Como ayer les quedé debiendo este capítulo, hoy os lo doy con uno extra que subiré en un rato.
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