" – ¿Dónde está papi? - Mami estaba ordenando la ropa de papi.
– Oh, papi fue a la empresa, pero dijo que llegaría temprano. - Escuchar aquello hizo que me molestara, me lancé al suelo y comencé a patalear.
– ¡Quiero jugar con papi! ¡Él dijo que jugaríamos! - Mami me miró sorprendida, pequeñas lagrimas comenzaron a caer por mis ojos.
– No llores mi conejito ¿te parece si vamos a comprar helado? - ¿Helado? Solo bastó escuchar aquello y mis ojos comenzaron a brillar.
– ¡Sí! Mami quiero helado. - Mi mami me sonrió, besó mi cabeza para luego ir en busca de sus llaves."
– Estoy de vuelta. - Mis mirada se dirigió a la puerta en donde se encontraban unos profundos y misteriosos ojos negros que me miraban fijamente, una pequeña sonrisa se formó en mis labios.
– Cumpliste...- El ceño se Jimin se frunció levemente al escuchar mi voz, caminó de manera lenta hasta llegar a mi lado.
– Te dije que volvería temprano. - Asentí con mi cabeza mientras miraba fijamente mis manos las cuales se comenzaron a retorcer en mi regazo. ¿Por qué me sentía tan feliz de que haya cumplido con lo que dijo? ¿Por qué siento que puedo confiar ciegamente en él?
– ¿Aun estas adolorido? - Su pregunta me tomó por sorpresa, me quedé un momento en silencio para luego negar con mi cabeza.
– Ya no duele...- Mentí, aun dolía y mucho, pero por alguna razón no quise decirle. Jimin se quedó un momento en silencio, llevó su mano a mi mejilla la cual acarició levemente mantuve mi mirada hacia abajo hasta que sentí nuevamente su voz.
– Entonces podemos repetir lo de anoche, sino te duele puedo follarte de nuevo. - Mi cuerpo se puso tensó de inmediato, la mano se Jimin se dirigió a mi mentón, mientras levantaba mi rostro.
Su mirada era seria, trate de bajar mi rostro, pero su agarre se hizo más fuerte, le miré a los ojos para luego negar con mi cabeza.
– Aún duele mucho...- Pensé que Jimin se molestaría al escuchar aquello, pero me equivoqué, una sonrisa apareció en su rostro fue algo fugaz, quizás algo producto de mi imaginación aún sino fue real era algo hermoso, pestañeé dos veces seguidas y su rostro nuevamente fue serio.
– Si me a vuelves a mentir te follaré sin piedad y esta vez no me detendré, ¿entendido?- Asentí con mi cabeza.
¿Por qué te sientes contento después de escuchar aquello? Eres un idiota Jungkook, que es lo que está ocurriendo contigo.
– Tengo algo para ti. - Tras decir aquello alejó su mano de mi rostro, se acercó nuevamente a la puerta y salió por un segundo de la habitación, luego volvió a entrar, al ingresar venía con varias bolsas y cajas de la última vez que salimos al centro comercial.
– Creo que olvidamos bajar tus cosas. – Murmuró mirándome a los ojos y juraría haber visto culpa y arrepentimiento en ellos.
– Acomoda tu ropa junto a la mía. - Don mandón ha vuelto, este hombre lo único que sabe es dar órdenes.
– ¿Aún puedo seguir usando tu ropa? - Mis ojos se abrieron de sorpresa al darme cuenta de lo que había preguntado, Jimin me miraba fijamente con una sonrisa ladina en su rostro.
– Puedes usar lo que quieras, aunque yo te prefiero desnudo. - Dijo guiñándome un ojo, provocando que un fuerte sonrojo invadiera mi rostro. No volví a decir nada más, sólo tomé las cosas e hice lo que me pidió, podía sentir su mirada sobre mí, pero traté de ignorarla.
– ¿Estuviste dibujado todo este rato? - Me giré de inmediato al escuchar aquello, vi como en la mano de Jimin se encontraba mi block de dibujo, me acerqué rápidamente a la cama con intenciones de recupéralo.
Jimin iba a abrir el block por lo que sin pensarlo mucho me subí encima de él quitándole de las manos lo que era mío, pero un mal movimiento por parte de Jimin provocó que mi cuerpo cayera de lleno sobre el suyo, mi rostro cayo en su pecho, mientras que mi trasero aterrizo en su parte baja.
Mis ojos se abrieron de sorpresa al sentir como algo duro se clavaba en mi trasero. Traté de levantarme de inmediato, pero unos brazos envolvieron mi cuerpo impidiendo mi salida.
– No sabía que eras tan atrevido Jungkook, tanto así quieres que te folle. – Se burló, mi cuerpo de inmediato reaccionó, me tensé.
– Y-yo n-no...- Mi garganta se secó, no sabía que decir. Jimin llevó sus manos a mi trasero comenzando a tocarlo descaradamente mientras se encargaba de hacer fricción con nuestras partes bajas.
– J-Jimin n-no...- Mordí mi labio de inmediato al escuchar mi voz. Una pequeña risa inundo la habitación.
– No haré nada, sólo deja que me divierta un momento. - No entendía a qué se refería, entonces no volvió a decir nada y sus manos siguieron acariciando mi cuerpo.
– Mgh...- Un pequeño jadeo salió de mis labios al sentir como Jimin frotaba mi miembro junto al suyo, las manos de Jimin siguieron moviéndose por mis muslos descubiertos hasta llegar a mi trasero y seguir masajeándolo a su antojo.
Mordí nuevamente mi labio ahogando otro jadeo al sentir como la lengua de Jimin recorría mi oreja, mordió levemente el lóbulo de mi oreja ocasionando que mi cuerpo se estremeciese sobre el suyo.
– D-duele. - Mi voz sonó ahogada.
– Levántate un momento. - La voz de Jimin sonaba igual de dominante que siempre, pero esta vez se oía más ronca, hice lo que me pidió y me levanté levemente. Jimin desabrochó sus pantalones, los sacó junto con sus zapatos y calcetines, quedando sólo en bóxer, los cuales ya se podía ver su gran erección.
Mi cuerpo nuevamente se puso rígido.
– No te preocupes, dije que no te follaría así que no te pongas tan tenso. Ahora siéntate en mis muslos. - Tras decir aquello golpeó levemente sus muslos, dudé un momento, pero de igual forma hice lo que me pidió, deposité mi trasero en sus muslos, Jimin se sentó en la cama dejando que ambas erecciones se tocasen por sobre los bóxer.
– Sácalas. - Su ronca voz erizó mi piel.
Guie mis manos temblorosas a nuestras partes baja, bajé mi bóxer dejando a la vista mi erección, sentí como mi rostro se sonrojaba. Dirigí mis manos al bóxer de Jimin lo bajé levente dejando a la vista su erecto pene, se encontraba tan erecto que al salir se movió por si solo consiguiendo que ambos chocaran un leve jadeo salió de mis labios.
Jimin se acercó a un más a mí, guio sus mano a la parte baja de su camisa la levanto sacándola de mi cuerpo. Mi cuerpo se sonrojo al darme cuenta de lo que estábamos haciendo, nuevamente mi cuerpo se puso tenso, sentí como los labios de Jimin comenzaban a besar mi cuello un leve suspiro salía de mis labios.
– Tranquilo, sólo haremos esto. - sus labios siguieron subiendo por mi cuello hasta que llegó a mi oreja, mordió levemente mi lóbulo mientras ronroneaba.
– Júntalas y comienza a moverlas. - Cerré mis ojos al escuchar su voz, hice lo que me pidió guie mi mano hasta nuestras erecciones, envolví ambas palmas alrededor de nuestras excitaciones, al juntarlas sentí como un pequeño jadeo salía de la boca de ambos.
– Bien hecho, ahora mueve tus manos. - Su voz se escuchaba tan excitada que sólo oírle conseguía que mi cuerpo se estremeciera, comencé a mover mi mano de abajo hacia arriba en un lento movimiento. Cerré mis ojos fuertemente, mi boca se abrió levemente dejando salir pequeños suspiros.
– Mgnh... J-Jimin...- Un gemido ahogado salió de mi boca al sentir como la lengua de Jimin delineaba mi cuello, sus dientes se incrustaron levemente en mi manzana.
Mis manos aumentaron la velocidad mientras que mis dedos se encargaban de acariciar nuestras glandes, pequeñas gotas de nuestras esencias comenzaron a escurrir, utilicé eso mismo para poder lubricas.
– Joder...- Mi espalda se arqueó al sentir como un fuerte jadeo salía de los labios de Jimin dando de lleno en mi pezón izquierdo. Aumente aún más velocidad, Jimin guio sus manos junto a las mías, las envolvió, y comenzó a moverlas, sus movimientos eran aún más rápidos que los míos, haciéndome ver estrellas.
Levanté mi vista encontrándome con el rostro excitado de Jimin, ver su rostro me hizo jadear, su legua se paseaba por sus labios, mientras que pequeñas gotas caían por su frente sus ojos estaban oscurecidos debido al placer, cada una de sus miradas estremecía mi cuerpo.
Mordí mi labio levemente y sin pensarlo mucho incliné mi rostro hacia adelante juntando nuestros labios, cerré mis ojos al sentir sus labios, Jimin ingreso su lengua sin permiso alguno dentro de mi cavidad, comenzó a devorar mi boca de una manera desesperada, comencé a seguirle el ritmo, nuestro beso era intenso y erótica, su lengua se encargaba de lamer y succionar la mía, acaricio mi paladar provocando que un jadeo se atorara en mi garganta.
Saqué mis manos de nuestras erecciones, dejando que solo Jimin siguiera masturbándonos guiando de inmediato mis manos a su cuello y así atraerle más cerca de mí de sus labios, nuevos jadeos se escaparon de nuestros labios mientras succionaba sus lengua.
Creo que tengo un problema con sus labios...
– Nghm...- Un fuerte jadeo salió de la boca de ambos al sentir como un pequeño hormigueo comenzaba a crecer en nuestro interior.
– ¡Ah! J-Jimin n-no...- Separé nuestros labios levemente, ya no podía más.
– J-juntos. - Su voz sonó más ronca, volvió a acercar sus labios a los míos, los siguió atacando mientas sus expertas manos se movían hábilmente sobre nuestras erecciones.
No paso mucho tiempo para que mi espalda se arqueara, un ronco jadeo saliera de los labios de Jimin y ambas esencias salieran disparadas, caí sobre su pecho, mi respiración era agitada, mi pecho subía y bajaba, entonces el cansancio me invadió, mis manos continuaron temblando y mis ojos se cerraron por si solos para no volver a abrirse...
– ¿Mocoso? - Escuché la voz de Jimin llamarme, pero no pude hablar. Me encontraba agotado, intenté moverme y fue imposible. Lo único que recuerdo es como algo cálido me envolvía, no sé muy bien que era, pero no quería que eso acabara....
✝✝✝
Mi cuerpo se sentía cálido algo que en mucho tiempo no había sentido, pensé hasta que había olvidado lo que era aquella sensación. Mi cabeza dolía levemente, me encontraba un poco desorientado, pero de igual forma abrí los ojos encontrando completa oscuridad.
Intenté llevar mi mano derecha a mi ojo para refregarlo, pero no pude, mis brazos se encontraban aprisionados, me moví levemente dándome cuenda de donde estaba. Mis ojos se abrieron de sorpresa al encontrar el pecho de Jimin tan cerca mío, mis manos descansaban en su cintura, mientras que mi rostro en su pecho.
Sentí la tranquila respiración de Jimin chocar en mi frente, traté de mirar sus brazos, pero no pude hacer mucho estos sólo se encontraban sobre mí, ni siquiera era un abrazo por parte de él, pero en cambio por mi parte es como si me estuviera aferrando desesperadamente a él.
– Tan desesperado estás en busca de cariño, Jungkook...- Mi voz sonó bajita. Traté de moverme, pero el cuerpo de Jimin se aferró al mío, y esta vez sí sentí como sus brazos envolvían mi cuerpo, sentir aquello me hizo sentir tan tranquilo y feliz que mis estúpidos pensamientos se fueron a un lugar más lejano.
Acomodé mi rostro en su cuello apretando aún más su agarre en su cintura, Jimin se movió un poco dejando de igual forma su rostro en mi cuello, juraría haber sentido una pequeña sonrisa ¿Habrá estado despierto? Ignoré aquella pregunta y nuevamente cerré mis ojos perdiéndome en aquel embriagante aroma...
✝✝✝
– Jungkook despierta...- Sentí como una voz me llamaba, unas manos me comenzaron a mover. No quería abrir mis ojos, pero enserio aquellos movimientos me comenzaron a molestar.
– Hasta que horas piensas dormir mocoso ¡levante! Te saltaste el puto desayuno Jungkook, abre los ojos y almuerza. - Quería sonreír, pero tuve que contener la sonrisa, la voz de Jimin ya se encontraba cabreada.
– Tienes un minuto para abrir tus ojos mocoso, ya me conociste cabreado, no me quieres conocer enojado...- Su voz sonó peligrosamente cerca de mi oreja, mis ojos se abrieron de inmediato, mire a Jimin dándole una sonrisa nerviosa.
– ¿Estabas despierto? - Mi garganta se secó, negué de inmediato con mi cabeza, pero esta vez vi una sonrisa ladina en el rostro de Jimin.
– ¿Recuerdas lo que te pasaría si me volvías a mentir? - Mi cabeza se movió levente, dándole un asentimiento, mi corazón no dejaba de latir mis manos volvieron a temblar.
– Entonces te vuelvo a preguntar, ¿estabas despierto? - Pasé saliva pesadamente, mordí levemente mi labio y asentí con mi cabeza.
– Entonces ¿me mentiste? - Volví a pasar saliva, mi garganta se volvió a secar, sentía que en cualquier momento mi corazón se iba a detener.
– S-sí. - Jimin se acercó a mi rostro, su ceño se encontraba levemente fruncido.
– ¿Sabes que hiciste mal? - Volví a asentir con mi cabeza, Jimin llevó su mano a mi mentón.
– ¿Entonces estás de acuerdo conmigo, que mereces un castigo?- Mis ojos se abrieron de sobre manera.
– Respóndeme Jungkook, ¿piensas que necesitas un castigo? - Cerré mis ojos, para luego negar con mi cabeza.
– ¿Estás seguro? Yo pienso que si...- Acarició mi mentón, para luego levantarlo y hacer que nuestras miradas se encontraran. Iba a responderle cuando el sonido de un mensaje me hizo saltar, Jimin se alejó de inmediato de mí, tomó su celular, no sé qué contenía el mensaje, pero sentí una punzada en mi pecho al ver aquella sonrisa en el rostro de Jimin.
Dejó de ver su celular para luego marcar un número.
– Ya lo tenemos, Incheon a las 23:00, ya sabes que hacer. - Una nueva sonrisa salió de sus labios, pero esta vez vi como su mirada se oscurecía.
– No seas idiota, háblame cuando hayas hecho lo que te pedí. No hagas ninguna idiotez, cuídate. - Dijo eso ultimo para luego colgar.
Jimin se giró para luego mirarme, su mirada recorrió todo mi cuerpo.
– Dónde nos quedamos nosotros dos, ah claro ya me acordé, dime Jungkook ¿mereces un castigo? - Algo dentro mío seguía molestando, me levanté de la cama sin decir nada dirigiéndome al baño y antes de entrar le dije.
– No, Jungkook piensa que no merece nada. - Tras decir aquello ingresé al baño, cerrando la puerta.
¿Qué fue eso Jungkook?...