Como toda una gran Banner, te encontrabas en el inmenso laboratorio de la torre, moviéndote concentrada de un lado a otro sin parar desde temprano.
Tal vez sonaba un poco nerd pero a ti te fascinaba, estar ahí con tu bata blanca, tus converse negras, tus lentes redondos que te hacían lucir como científica loca mientras escuchabas a Muse.
Fue hasta que Friday te avisó que alguien solicitaba la entrada y sólo entonces prestaste atención al hombre en la puerta. Le sonreíste amable y te levantaste de tu silla por primera vez en el día.
—¿Qué estás esperando, Friday? Déjalo pasar —ordenaste.
Las puertas de cristal se abrieron dejando entrar al visitante que paseaba su mirada curioso por todo el lugar ya que nunca lo visitaba.
—Hola Bucky, ¿qué te trae por aquí? —lo saludaste un tanto confundida.
—Eh, yo... ahhh te traje esto —respondió con un deje de nervios, entregándote una bolsa de papel. La tomaste dudosa y antes de abrirla pudiste saborear el olor a comida.
—Oh genial —exclamaste, cogiendo la hamburguesa y la malteada que tanto te hacían falta en ese momento—. Gracias. No he podido ni desayunar con este trabajo.
—No fue nada. Espero no molestarte —murmuró con una pequeña sonrisa.
—Para nada, sólo estaba usando rayos gama para detectar fisuras en el metal de esta nueva arma que quiere Tony —explicaste como si aquello fuera lo mas normal del mundo.
—Oh —fue lo único que pronunció él, no sabia mucho sobre eso.
—Y... ¿a qué se debe tu visita? —preguntaste, levantando tus lentes a tu cabeza.
—Ah bueno, yo... yo quería saber si tú... quisieras salir conmigo —contestó al fin, recuperando su nerviosismo anterior.
—¿Enserio? —dudaste incrédula.
—Sí.
—¿Quién te dijo que hicieras esto, Wanda o Steve? —interrogaste.
—Ninguno de los dos, bueno, me dijeron que lo intentara porque tengo mucho tiempo queriendo hacer esto —admitió un poco tímido.
—¿Quieres tener una cita conmigo? —Bucky asintió— ¿Por qué no me lo dijiste antes?
—Tenía miedo de que no aceptaras.
—Oh Buck, no digas eso, claro que quiero tener una cita contigo —aceptaste sonriente.
—¿De verdad?
—Sí, pasa por mí a las 6, ¿okay?
—Bien, te dejaré para que sigas en lo tuyo.
Te despediste con un beso en la mejilla y el se quedó embotado ante tu tacto. Salió sin decir nada más y sonrío como niño de doce años al saber que habías aceptado su invitación.
El soldado sentía una gran atracción desde hace mucho tiempo pero no se atrevía a decirte nada al pensar que lo rechazarías ya que con tu trabajo creía que tal vez no tendrías tiempo para esas cosas. Además de que tu padre era Bruce. Es Bruce Banner de quién hablamos, el hombre que se pondría verde si se enteraba de que Bucky le pretendía a su única primogénita.
Barnes alejó todos esos pensamientos y se concentró en lo más primordial: la cita que tendría contigo en una cuantas horas. Corrió a buscar a su amigo Steve, necesitaba toda la ayuda posible.
★
5: 40 pm.
Bucky ya sentía que sus nervios lo devoraban como fieras. Ya tenía todo listo, pero aún así no podía evitar sentirse a morir.
Quería impresionarte y darte lo mejor para que disfrutaras la noche, pero sobre todo, para demostrarte lo mucho que le gustabas.
—Wow, jamás había visto un hombre así. Generalmente somos las mujeres las que actuamos así en la primera cita —Natasha comentó un poco burlona. Junto a Steve observaba desde el diván al nervioso Bucky frente a ellos.
—No lo molestes Nat. Es su primera cita en mucho tiempo —habló Steve.
—¿En serio no has estado con nadie desde el 43? —le interrogó la pelirroja asombrada.
—Sí —gruño él.
—Vaya, ahora ya entiendo tus nervios... aunque más deberías preocuparte por Bruce —le recordó ella divertida.
—______ es casi como tu hija también o lo será pronto. Escuché que sientes algo por su padre y él por ti —ahora fue Bucky quien se burló.
—Que dios me salve, no quisiera ser madre y abuela tan pronto porque ______ ya no es una niña y esto es el siglo veintiuno así que debes estar listo para algo de acción esta noche —le guiñó un ojo.
—¿Así es ahora? Antes en la primera cita teníamos suerte si nos besaban en la mejilla —dijo el rubio.
—Ustedes si que son unos ancianos —rió Natasha.
—Buck, el momento ha llegado —Steve señaló el reloj.
Bucky no perdió un segundo más y salió de ahí casi corriendo.
—¡No me hagas abuela aún! —exclamó Natasha antes de verlo desaparecer.
Bucky llegó a tu puerta, sus manos apretando el tallo de las flores que había comprado para ti, largó un suspiro antes de llamar con dos simples toques. La primera en recibirlo fue Wanda quien ampliamente sonrió al verlo.
—Justo a tiempo. Su cita ya esta lista para usted, caballero —anunció la castaña, abriendo por completo la puerta sólo para que Barnes pudiera contemplar el increíble trabajo que había hecho contigo.
Lucías diferente ahora que ya no tenías esa larga bata, esos molestos lentes que no dejaban admirar tus ojos y esa coleta que controlaba tu hermosa melena azabache. Estabas radiante para él con tu vestido rojo manzana, tus zapatillas negras, tu cabello libre peinado a un lado dejando una oreja descubierta y tu bonito rostro ligeramente maquillado. Él se quedó mudo y le dio gracias a tu padre y a Dios por hacerte tan perfecta.
—Hey, tierra llamando a Bucky —Wanda chasqueó los dedos para traerlo de regreso— Se les hará tarde para su cita.
Bucky al fin reaccionó un poco avergonzado y con la mirada baja te entregó las flores.
—Son muy lindas, gracias —le sonreíste antes de pedirle a la gemela que las pusiera en un florero— ¿Nos vamos?
Él asintió rápido y entrelazó sus brazos como lo hacía en los 40's. Tu no dijiste nada, te parecía muy tierno de su parte que conservara sus viejos modales aunque eran un poco anticuados, te encantaban.
★
Las horas pasaban y realmente ninguno de los dos lo notaba ya que estaban tan distraídos disfrutando de la maravillosa velada entre risas y anécdotas que cada uno compartía de si mismo.
Disfrutaron de una maravillosa cena de pasta y vino en un ambiente de lo más relajado con música suave para complementar la ocasión. Cualquiera diría que sólo eran otra pareja más en aquel elegante restaurante pero la verdad es que no todos los días se veía a una súper científica y a un soldado del pasado en una cita como si fueran adolescentes.
Entre más conocía de ti, más estaba seguro de que aquello que sentía por ti sólo podía mencionarse como amor.
Sí, estaba enamorado de ti, de tu risa tan contagiosa, de tu aroma embriagador, de tu dedicación al trabajo, de tu inteligencia, de la manera en que sonreías para él, de tu belleza incomparable. De ti y de nadie más. Y te sentías nerviosa de sólo pensar en confesarle tus sentimientos hacía él. Porque sí, también sentías lo mismo.
Al terminar la cita, ya era casi media noche por lo que él te acompaño hasta la puerta de tu habitación donde comenzó a sentirse nervioso al recordar las palabras de Natasha.
—Bueno, gracias por la cita, me divertí mucho —agradeciste, moviéndote sobre tus talones
—También yo —coincidió él.
Se quedaron un momento en silencio, sus miradas en el suelo.
—Amm buenas noches —te apresuraste despedirte.
—Sí, descansa —besaste leve su mejilla antes de entrar a tu cuarto dándote un golpe mental por tus nervios.
Te recargaste en la puerta y respiraste profundo cada vez más convencida de lo que ibas a hacer. Era ahora o nunca.
Abriste de nuevo y para tu sorpresa Bucky seguía de pie en el pasillo. Ninguno dijo nada, no fue necesario, unieron sus bocas y aquello les pareció el mismo cielo. Tomó algo tímido tu cintura, tu decidiste poner las manos sobre su cuello para poder tener el mejor acceso a sus labios los cuales disfrutaste con vehemencia.
Él parecía más respetuoso, sus movimientos eran más sutiles hasta que no pudo controlarse y te pegó a la pared. No quería separarse ni un segundo para no perderse la maravilla de tus labios los cuales seguramente se volverían su adicción.
—Me gustas —susurró contra tu boca al separarse para buscar aire.
—Yo iba a decir eso—confesaste en voz queda.
—Tu padre va a matarme —rió leve sin separar su cuerpo del tuyo.
—Tranquilo, yo te protejo —le dijiste con una sonrisa.
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Siento que este Shot podría tener segunda parte pero no se me ocurre nada por el momento :v Como siempre, la decisión la tienen ustedes, hijas de Odin <3