Jimin.
-¿Jungkook...?- Lo llamo sin atreverme a acercarme. Mi mente me relata mil y una razones por la cual está haciendo las valijas y me destroza.- ¿Qué estás haciendo...?- Susurro sabiendo que no me contestará, ya que su respiración pausada me indica lo cuán profundamente dormido se encuentra.
Me acerco despacio y con miedo. ¿Pero a que le temía? ¿Le temía a que estuviera llorando? ¿Le temia a lo que tenía que decirme? ¿O le temía a esa valija sobre su cama?
-Pequeño... Te dolerá el cuello si duermes allí.- Me agacho a su nivel y acaricio su rostro aún húmedo producto de las lágrimas.- ¿Kook...?
El nombrado se remueve y, limpiando su rostro se sienta mejor en el suelo, aún somnoliento.
-¿Jimin...?- Pregunta desconcertado mientras se refriega los ojos con su puño derecho.- ¿Qué hora es?
-Las cinco.- Le informo.- Jungkook, ¿por qué te fuiste?
-¿E-Eh? Ah... mmmh... me aburría solo. Así que decidí volver a casa.
-¿Por qué no me avisaste? Creí que estabas...- Con Haejin. Pienso sin terminar de hablar.
-Te vi algo entretenido, así que le dije a Haejin que te avisara.- Me dice tratando de sonreír forzosamente Entonces si estaba con él.
-¿Y por qué lloras? ¿Te hizo algo malo Haejin?- No puedo evitar sonar molesto ante tal posibilidad.
-¿Eh? No, no, no.- Me dice agitando sus manos delante de él.
-¿Entonces?- Insisto.
Jungkook.
¿Por qué tiene que ser tan rebuscado? Porque se preocupa por ti. Lo sé pero no debería. Solo soy un monstruo que lo lastimó tanto tiempo y que ahora mismo no sentía ningún arrepentimiento.
-Solo... son cosas mías sin importancia y que no quiero tocar en este momento.- Intento desviar el tema.
-¿Fue porque estuve besando a Taehyung?- Siempre el mismo insistente y curioso Jimin. Claro que lloraba por eso. Lloraba por el miedo a que recuerdes su amor. Llorando por miedo a perderte nuevamente.
-Claro que no.- Finjo sonreír.- Eres libre de hacer lo que quieras. No tenemos ninguna relación de pormedio.- Asiente comprendiendo pero la duda aún aflora en él.
-Lo siento por dejarte solo. No volverá a suceder.- Me promete y yo asiento amable.
-No te preocupes...
Mis ojos arden producto de las lágrimas y ahora del sueño y tengo una excusa para sacar a Jimin de mi cuarto y seguir ahogándome en mis penas.
-Será mejor que vayas a descansar Jimin. Es muy tarde...
-¿Debería?- Pregunta en vos alta, sin darse cuenta.- Espera. ¿Qué era lo que me tenías que decir?- Pregunta preocupado.- Eso que me dijiste en la fiesta.
-Ah... eso... pues... que me voy a mudar.- Digo despacio.
-¿Eh?- Reacciona sin comprender lo que digo.
-Te lo quería decir con tiempo pero no tuve la oportunidad. Después de... ya sabes... lo que pasó.
-¿Cómo? ¿Por que? No.- Me dice acercándose a mi y yo me tenso al sentir como toma mis manos sin previo aviso.
-Lo siento...- Me disculpo por no habérselo contado antes.- Mis padres no pueden pagar más este sitio. Y es o la universidad o el departamento. Y decidieron priorizar mis estudios.- Jimin me miraba cada vez más triste y eso me destrozaba.
Sin embargo, era lo mejor. Después de un rato llorando por las palabras hirientes de su hermano pensé que realmente tenía razón. Ya he interrumpido en su vida lo suficiente.
-Dime cuanto necesitan. Los ayudaremos. Sabes que tengo dinero...
-No, Jimin.- Lo interumpo.- Ya no quiero aprovecharme de ti.- Y eso iba referido a todos los sentido posibles.
-No te separes de mí. No así.- Me ruega y me deshago en lamentos. ¡Oh, Jiminie! Cuanto deseo jamás separarme de ti.
-No lo haré.- Le digo controlándome para no llorar en frente suyo.- Nos veremos. Me quedaré en las residencia de la universidad mientras mis padres viajan por trabajo. Nos veremos todos lo días en clase.- ¿A quien estoy tratando de converser con esas palabras? ¿A Jimin o a mi?
-Ya no podré visitarte por el balcón.- Me dice con un puchero.
-Fue divertido mientras duró.- Intento bromear, pero él no ríe ni sonríe.
Instintivamente, miro a su boca y recuerdo que aquellos labios estuvieron ocupados esa noche. Creo hasta poder verlos rojos, todavía por la fricción.
-¿Taehyung?- Pregunto sin querer saber realmente.
-Me ha traído hasta aquí y se ha ido.
-¿Y ya son... novios?- Le pregunto inocente.
-¡Claro que no! Solo fue un beso. Jungkook, solo le enseñaba a besar.- Me explica y algo a en mi vuelve a la normalidad. Pero no todo, sé que algún día pasará. Mi Jimin lo recordará y me dejará como aquella vez. Repitiendo la historia. Repitiendo aquel dolor.
Estiro mi mano acariciando su rostro preocupado. Observando en silencio todo su rostro. Especulando que quizás sea la última vez que me ame. ¿A quién engaño? Jimin jamás me amó, solo amaba a Taehyung. Solo soy un reemplazo en su mente que tarde o temprano le devolverá sus recuerdos.
-Jimin...- Lo llamo ya que este cerró los ojos disfrutando de mis caricias.- ¿Qué es más importante para ti? ¿El amor, el deseo o... la lealtad?- Pregunto torturándolo una vez más. Sin entender que muero por dentro con cada momento que paso pensando que nunca fue mío. Y que nunca lo será.
-Soy leal a ti...- Me dice y deseo creer en sus palabras con todo mi ser.
-¿Puedes quedarte conmigo esta noche...? Prometo que será la última.- Le digo nervioso al presentir que quizás me rechace.
El asiente y ayudándome, abre la cama. Se recuesta mientras yo voy a apagar las luces.
Al volver veo como me recibe sin dobles intenciones. Amaba su amabilidad. Amaba todo de él. Pero él no a ti. Y menos cuando recuerde.
Antes de comenzar a llorar me abrazo a Jimin y éste aprisiona mi cuerpo contra si mismo. Intentando acallar mis inexplicables sollozos. Al menos inexplicables para él.
Como lo siento...
Lamento confundirte como te confundo. Lamento lastimarte como te lastimo.
-L-Lo lament-to...- Le digo ahora recostados y yo escondiendo mi rostro en su cuello.
-Lo sé...- Me dice a pesar de sentir su confusión en cada fibra de su ser. Más no pregunta y le agradezco infinitamente.- Te amo, Jungkook.- Me susurra en medio de la noche.
Ojalá fuese así.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Taehyung.
El frío escuese mis miembros, pero poco me importa al esperar a Jimin en la parada. No dibujo esta vez. Mi concentración vuela hacia cualquier lado. A quién engaño solo vuela hacia Jimin.
Hacia Jimin y su boca. A Jimin y a sus besos. A Jimin y a su excitación después de nuestro encuentro de bocas.
Ya falta poco.
Sí, debía convencerme de que faltaba poco. Aquellos recuerdos que sin intención borré, debían volver. Él me perdonaría. No quería lastimarle, jamás lastimaría al amor de mi vida y sé que él no me lastimaría a mi.
Veo como el auto de Haejin aparca al frente de la parada, mientras un cabizbajo Jimin sale de allí.
¿Qué ocurrió? Otra vez te ha lastimado Jungkook. Si había algo que más odiaba era el hecho de que solo lo hayas logrado recordarlo a él.
¿Por qué a él? P¿or qué no a mi? Yo era más importante.
Pero ya no importaba, él me recordaba ahora y con el tiempo recordará nuestro amor. Lo pude presentir al mirarlo a los ojos en la fiesta.
No debía presionarlo. No quería presionarlo, ha vivido toda su vida creyendo en un falso amor y el recordar le resultaría shockeante. Pero allí estaría yo para estar con él, para acompañarlo y no dejarlo caer.
-Jimin...- Lo llamo y éste me mira algo contrariado.- ¿Ocurrió algo malo?- Le pregunto anticipando alguna artimaña que haya hecho su amigo.
-No es nada... Solo... Jungkook deberá mudarse.- Lo sabía. Como le gustaba hacerlo sufrir.
-¿Se irá muy lejos?- Le pregunto compresivo de su dolor. Cuando debía separarme de él después del accidente sufrí muchísimo. No quería irme, no después de lo sucedido pero no tenía otra, mis padres se mudarían al extranjero y yo era a penas un pequeño. Debía ir con ellos.
-No, sólo a la residencia de la universidad.
-Entonces, ¿por qué esa cara?- Intento bromear al oír que no se irá tan lejos.
-Estoy confundido, Taehyung.- Me explica y la sagre se me hiela.
-¿A qué te refieres?
-Ayer. Jungkook estaba raro...
-¿Raro? ¿En qué sentido?- No se lo diría, no aún. Quedamos en que lo dejaríamos recordar.
-Estaba triste por algo... que desconozco...
-Ah...- Digo para luego suspirar. Al menos era una persona de palabra.- Seguramente no le debe gustar la idea de separarse de Haejin.- Le explico sabiendo perfectamente que Haejin no es la razón, sino Jimin mismo.
-No... No era por Haejin.- Me asegura.- Él... nunca ha estado así de mal por Haejin.
-Eso no lo sabes.- Si no continúo con la mentira sabrá que algo anda mal.- Ayer tu hermano habló con Jungkook. Quién sabe que cosas le habrá dicho para que esté de ese modo...
-¿Tú crees?- Me dice menos confundido, pero con algo de duda.
-Estoy casi seguro.- Le digo tratando de no mentirle más de la cuenta.- A-Ahí viene el autobús.- Le informo nervioso al recibir aquella mirada dudosa.
Subimos los dos y caigo en la cuenta de que Jungkook no está. ¿Ya se habrá mudado?
-¿Jungkook ya se mudó?- Le pregunto algo ilusionado.
-Está en eso, por eso no vino hoy.
-Ya veo...
El autobús está llenísimo y solo Jimin va sentado, conmigo al frente de él.
De pronto, el chofer hace una maniobra brusca quedando yo sentado sobre él.
-L-Lo siento...- Le digo a Jimin intentando levantarme pero éste tira de mi hasta volver a sentarme en su regazo.
-No te preocupes.- Susurra en mi oreja derritiéndome por completo.- Quédate así. Podrías lastimarte.- Me dice igual de nervioso que yo.
Asiento y me aferro un poco a él, sin propasarme demasiado. No quiero asustarlo.