- No has dicho una palabra desde que has llegado, ¿Te encuentras bien? - Asentí, mirando los verdes ojos de James.
- Solo estoy ... nerviosa. - Le susurré.
Aiden y mi madre charlaban animados de alguna tontería, sin darse cuenta de mi pequeña conversación con James.
- Todo va a salir bien, si sales elegida, me tendrás a tu lado, siempre.
Lo miré, agradeciéndole con una sonrisa.
- ¿¡Y recuerdas cuando casi me ataca un tiburón?! - escuché decir a mi hermano.
Mi madre lo miraba sonriente, recordando la historia.
Aunque papá no estuviera, ahora estábamos más unidos que nunca.
No me he olvidado de Adams y de su familia, los Hudson. Estaba segura de que iba a vengar a mi padre, pero necesito tiempo.
No puedo dejar que la sed de venganza maneje mi vida.
No voy a permitirlo.
Me levanté, dirigiéndome al jardín.
Sentí la mirada en mi espalda al levantarme de golpe, pero no me importó.
La brisa me golpeó en la cara, dándome una sensación de relajación increíble.
Me senté en el césped, observando la luna llena.
Una inmensidad de estrellas se levantaban en el horizonte, mirándome.
Dicen que una estrella puede morir, pero su luz seguirá llegando por millones de años.
Como mi amor por Ryan.
Puede que esté muriendo, poco a poco, pero mi amor hacia él sigue siendo igual de intenso que el primer día.
- ¿Pensativa? - La voz de James se hizo presente bajo la fría noche.
Me levanté observándolo con palos de madera a su lado. Uno más largo simulando una lanza y dos mas pequeños simulando dos espadas.
Me decanté por las dos espadas.
- Necesitas desahogarte, adelante, hazlo. - Me provocó.
Se puso en posición de combate, me reí, haciéndo lo mismo.
Esperé el primero golpe, pero no lo hizo, así que tome la iniciativa.
Intenté golpearlo, pero bloqueó mi golpe.
Rápidamente nos enzarzamos en una batalla dónde ambos soltábamos golpes, pero ninguno llegaba al oponente, bloqueándolos por el camino.
Localicé un punto débil en sus pies, y lo golpeé, provocando que cayera.
Coloqué la otra "espada" en su cuello.
- Has mejorado. - Exclamó.
- ¿Se puede decir que la alumna ha mejorado al maestro?
- Eso jamás. - Sonrió, golpeándome en los pies cómo yo había echo antes, haciendo que cayera al suelo.
Me levanté rápidamente, volviendo a la batalla.
Estuvimos más de 30 minutos combatiendo, ocasionando algunos golpes que estoy segura que más tarde iban a doler.
Caí al césped, rendida.
Él hizo lo mismo poco después, a mi lado.
Nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en la fría noche.
- Lo siento por eso. - Señalé un hematoma en su costilla, bastante morado.
- Y yo por eso. - Señaló mi brazo, dónde tenía uno exactamente igual.
Ambos reímos.
- Supongo que son marcas de guerra. - Solté sin importancia.
- Supongo que sí. - Contestó poco después. - Será mejor que vayas a dormir, mañana va a ser un día duro.
Asentí, levantándome para después ayudarle a levantarle a él.
- Mañana nos vemos entonces. - Sonreí.
Asintió, dándome un beso en la mejilla.
- Ten cuidado. - Me susurró, marchándose.
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Miré el reloj, las 8 de la mañana.
No he dormido en toda la noche, supongo que mis nervios tienen algo que ver.
Me levanté cuidadosamente dirigiéndome al baño.
Mi cara gritaba "matadme no quiero seguir viviendo." Era de esperar.
Me lavé un poco la cara, me vestí algo formal y apliqué maquillaje para ocultar mis ojeras.
Cogí mi nuevo teléfono ya que el otro se lo tiré a Ryan y abrí mis mensajes.
"Buena suerte hoy, nos vemos allí" - Jayce.
Lo que significa que los Price van a estar .. Genial.
Bufé, poniéndome aún más nerviosa.
La puerta sonó y murmuré un adelante.
Pude ver a mi madre con una sonrisa entrar a la habitación.
- ¿Estás nerviosa? - Me preguntó con una sonrisa.
Asentí rápidamente, mirando al suelo.
- Tranquila, todo va a salir bien. Si no sales elegida, podrás seguir con tu vida normal, y si sales elegida, lo harás genial, serás la mejor presidenta que haya tenido la Orden.
Le sonreí, abrazándola.
- Tu hermano y James te esperan abajo. - Me dio un beso en la mejilla, desapareciendo de la habitación.
Suspiré, saliendo detrás de ella y bajando las escaleras.
- Vaya cara. - Se rió de mi hermano al verme.
Fruncí el ceño, golpeándole en el hombro.
- ¿Lista? - Me preguntó James sonriendo.
- Supongo. - Suspiré, acercándome a él.
- Yo no puedo entrar adentro, aunque os esperaré fuera. - Informó Aiden.
Asentí dándole las gracias, saliendo de mi casa.
Cuando por fin llegamos a nuestro destino nos encontramos con miles de personas apelotonadas a la entrada.
Me bajé del coche acompañada de Aiden y James, acercándonos a la entrada.
- Es ella, ¡es Sophie Parker! - Me apuntó con el dedo una chica pelirroja.
De repente todos empezaron a acercarse a mí, a preguntarme cosas e intentar agarrarme.
Los guardias situados en la puerta salieron en mi ayuda, protegiéndome de la gente, entre los 4 pudieron llevarme adentro.
Una vez a salvo cerraron la puerta principal, dejándome anonadada.
- ¿Que diablos fue eso? - pregunté atónita.
- Ni idea, nunca había visto nada igual. - Respondió James.
- No te tienen respeto Sophie Parker. - Uno de los supervisores se acercó a nosotros, él también era un candidato a la presidencia. - Y nunca te lo tendrán, buena suerte si sales elegida, la necesitarás.
Y salió de la sala, sin dejarme siquiera tiempo a responderle.
- Ignóralo, le duele que una chica de tu edad sea candidata. Si sales elegida, serás la más joven hasta el momento, además de la segunda mujer.
- ¿Sólo ha habido una mujer presidenta? - Pregunté atónita.
- Sí, hizo un gran trabajo, aunque murió asesinada, la traicionaron. - Se encogió de hombros, intentando restarle importancia.
Gracias James, eso me ayuda mucho.
- Id ya, vais a llegar tarde. - Me avisó mi hermano.
Asentí, abrazándole para despedirme.
- Buena suerte. - Me susurró.
James me cogió la mano, en señal de apoyo, y nos dirigimos hacia la sala del consejo.
Una vez en la puerta, nos la abrieron, dejándonos ver el interior, prácticamente casi lleno.
La gente empezaba a tomar asiento, así que eso hicimos nosotros.
Una vez en mi sitio, con James a mi lado pude ver a los Price en sus respectivos asientos.
Sin poder impedirlo, busqué con la mirada a Ryan, sin éxito.
No ha venido.
- Hey. - escuche una voz a mi lado, sobresaltándome.
Me encontré con la perfecta sonrisa de Jayce.
- No se lo tengas en cuenta, está siendo bastante idiota últimamente.
Supe a quien se refería, aunque opté por hacerme la tonta.
- ¿Que dices? - Pregunté.
- Los dos lo sabemos. - Hizo una pausa. - Sabes, él lo niega, pero estoy seguro que te ha estado espiando todos estos días.
Fruncí el ceño, ¿que coño dice?
- No está cómodo Sophie, teme por tu seguridad, todos lo hacemos. Espero que medites bien tus acciones, no le tomes mucho en cuenta sus errores, al fin y al cabo te ama como nunca lo ha echo, ni siquiera creo que él sepa lo que puede hacer por ti.
Bajé la mirada, sin saber que decir.
- Buena suerte, no te olvides de lo que hablamos. - Me dio un beso en la mejilla, marchándose.
Sé que se refería al tema de Kylie, y de lo que debía hacer.
- Bien, por favor. Silencio. - Uno de los supervisores habló, ganándose nuestra atención.
- Bienvenidos a la elección del 28º presidente.
Todos aplaudieron, y opté por hacer lo mismo.
-He de decir que las votaciones han estado bastante reñidas, aunque tenemos a un claro ganador.
El silencio se hizo en la sala.
- El 28º presidente, es ...
El tiempo se paró, me sudaban las manos.
Todos miraban expectantes a que el supervisor pronunciara el nombre del elegido.
Cerré los ojos, agudizando mi oído.
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Tan tan tan tan taaan.
Hasta aquí el capítulo de hoy!
Viva la intriga😂
Subiré el próximo capítulo mañana. (Que es cuando toca) este lo he subido porque ... bueno, lo he subido y ya esta😂
Aprovecho para dar las gracias a todos los que votáis y apoyáis la novela, es un placer escribir para vosotros!