-¿Donde estoy?
La oscuridad invade todo. Quiero abrir los ojos, pero no puedo, algo me lo impide. Yo, de verdad quiero vivir.
No quiero morir.
Ese es mi primer pensamiento.
El lugar es tan oscuro, es solitario. No me gusta.
¿Donde me encuentro? Siento que he estado aquí por mucho tiempo.
¿Donde esta Usagi-san?
A lo lejos escucho lamentos, las voces de personas que no puedo reconocer y como mencionan mi nombre una y otra vez.
***
Mis ojos lentamente se abrieron. Estaba en un lugar donde el color blanco invadía cada rincón de la habitación donde estaba. Un olor como a medicina inundo mis fosas nasales. Quise levantarme pero no podía, me dolía el estómago, pero no era un dolor común, sentía como si me hubieran atravesado.
Atravesado no, disparado si.
Mi memoria empezó a refrescarse, pero no del todo, tenia pequeños recuerdos inconclusos. Pero si recordé todo lo que paso relacionado al mangaka. Él me disparo, todo lo que me hizo, me hubiera gustado borrar esos recuerdos.
Pero aun así...
Aún así...
No morí.
Las lágrimas salieron sin control de mis ojos. Gire a mi derecha y vi que alguien dormía, en un posición muy rara, apoyando su cabeza en la cama pero sentado en una silla.
Acaricie su cabello plateado.
-U-Usa...gi-sa...n. -lo llame por su nombre. Vi como empezaba a reaccionar, hasta que por fin despertó.
-Misaki. -su cara era tan rara, pero destilaba felicidad. Era tan extraña. No reacciono del todo, no hacia nada más que observarme con esa cara tan confundida.
Sus ojos... Parecia que en cualquier momento lloraria. Tomo mi rostro con una mano. Y sus lágrimas, ya no se hicieron esperar.
-Misaki, bienvenido de nuevo.
***
Usagi-san, después de salir de su shock, por así llamarlo, salio corriendo y le habló a los médicos. Me siento muy raro. Aún estaré en el hospital, me tendrán que hacer muchas pruebas.
-Aún no puedo creer que estés despierto. -nuevamente tomo mi cara y la acerco a la suya, quedando frente a frente, mientras los dos sonreiamos con lágrimas en los ojos. Después de un rato nos separamos.
-Tengo que llamarle a tu hermano, seguro se alegrará. -Usagi salio corriendo, dejándome solo.
Observe mejor mi alrededor y había muchas flores y regalos. A mi lado, estaba un jarrón y en él, las flores que un día le regale a Usagi-san. "Baby Romantica".
-E-estoy vivo. -murmure para mi, mientras intentaba limpiar mis lágrimas sin éxito.
Pasaron los minutos y Usagi-san no volvia. Pensé que ya no lo haria, se estaba tardando. De repente, entraron a mi habitación mi hermano junto con mi cuñada y Mahiro en brazos. Por último venía Usagi-san.
-¡Mi-Misaki!
-Nii-chan... -Mi hermano corrió hacia mi. Tomó mi cabeza y la pego a su pecho. Creo que trataba de no lastimarme.
Mi hermano lloraba, él siempre ha sido sentimental pero esta vez es diferente.
-No sabes lo preocupado que estaba por ti. M-me alegra tanto que despertaras, pensé que ya nunca más te vería. -medio le correspondí el abrazo. Por unos segundos estuvimos así.
-Nii-chan. -lo separe de mi. -¿Cuanto llevo dormido?
Nii-chan, puso una cara extraña y volteo a ver a Usagi-san. Se hablaron con la mirada.
-¿Nii-chan?
-P-poco más de seis meses. -hablo bajito.
-¿Eh?
¿Escuche bien? ¿aun sigo soñando?
-Nii-chan, ¿Que clase de broma es?
-No lo es Misaki. Si, es dificil de creer pero es cierto.
¿Es en serio?
-¿Q-qué día es Nii-chan?
-18 de agosto...
-¿M-mi cumpleaños?
-Si. Es extraño.
Pareciera que mi regalo de cumpleaños fue despertar.
-¿Sabes? -mi hermano interrumpió mis pensamientos. -Necesito tu ayuda para regañar a cierta persona -volteo a ver a Usagi-san y le lanzo una mirada despectiva. Usagi-san solo se limito a cruzarse de brazos e imitar su mirada. -Usagi se negaba a salir de aquí. De vez en cuando lo hacia, para cambiarse e ir al baño. Las pocas veces que comía lo hacia a tu lado.
Usagi-san.
Me le quede viendo un momento y él a mi. Poniéndole más atención pude notar que esta más delgado, tiene ojeras debajo de sus ojos y está algo pálido.
-Ahora recuperate Misaki. -devolvi la vista a mi hermano. -Quiero cumplir mi promesa contigo. -decia Nii-chan mientras sonreía.
-¿Promesa?
-¿Eh? ¿No la recuerdas?
-Mis recuerdos, algunos están borrosos, aun están volviendo poco a poco. Lo siento Nii-chan.
-¡Oh! No importa. Pronto lo sabrás. Sera como una sorpresa.
-Esta bien.
Nii-chan se paso todo el día conmigo. Contándome historias, haciendo planes acerca de donde salir a pasear y cosas así. De vez en cuando Nee-chan intervenía y Usagi-san solo se quedaba callado, pero con un rostro tranquilo y feliz.
-¡Ah! Misaki, alguien más quiere verte. -solto de repente mi hermano.
-¿Alguien? -pregunté algo extrañado y una sensación de escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Si, iré por él.
Nii-chan salio de la habitación, mientras mi mente se imaginaba quien podría ser.
La puerta se abrió y entro mi hermano con mi amigo.
-¡Takahashi!
-¡T-Todō! - corrió hacia mi y me abrazo. Bueno, solo un poco. Creo que tiene miedo de lastimarme.
-Takahashi... Te extrañe mucho. -senti como una de sus manos me acaricio levemente mi cabello.
-Yo... también.
Despues de un rato, recorde a Usagi-san y lo busque con la mirada. Estaba recargado en la pared, cruzado de brazos y viendo hacia otro lado. Era fácil de descifrar, no le gusto que Todō se acercara a mi con tanta familiarización.
Usagi-san volteo a verme y fue hacia donde estábamos.
-Bueno, ya. Misaki aún esta recuperándose. -tomo a mi amigo por el cuello de la camisa y lo hizo a un lado.
-A-ah, lo siento señor casero. Fue de la emoción. -Todō, le sonrió a Usagi-san, pero lo ignoro por completo.
-No te preocupes Todō-kun. -intervino mi hermano. -Cuando Misaki salga de esa cama podrás abrazarlo mejor y todo el tiempo que quieras.
-¡Claro, Takahashi-san!
Después de ese comentario Usagi-san le lanzo una mirada intimidante a mi amigo y mi hermano. Por supuesto ellos no se dieron cuenta y lo ignoraron por completo. No pude evitar reír y repentinamente todos los de la habitación se me quedaron viendo.
Extrañaba incluso los celos de Usagi-san.
***
Mi recuperación fue lenta y algo dolorosa, despues de todo, dure seis meses en cama. No me puedo imaginar el dolor y la soledad que sintió Usagi-san.
Es raro pero, de vez en cuando, podía escuchar las conversaciones que había a mi alrededor. Los ánimos que me daban, los te quiero que me dedicaban y por supuesto los te amo de Usagi-san.
Había ocasiones en las que tenia ganas de gritar, ¡estoy vivo! ¡veanme! ¡yo también los extraño! Pero, no podía. Era un muerto en vida.
Lo que mas me dolía, era ver a mi alrededor sufriendo, por mi causa y no poder hacer nada.
***
-Misaki, bienvenido a casa. -decia Usagi-san mientras abría la puerta de entrada.
Usagi-san innecesariamente compro una silla de ruedas para mi. Le dije que podía caminar... Claro que con esfuerzo pero lo podía intentar.
-Gracias Usagi-san.
-¿Tienes hambre?, ¿O sueño? Si gustas yo mismo te puedo dar un baño.
-Ehmm... No, no y no. ¡Ah! Y creeme que lo último no es necesario. Puedo hacerlo por mi mismo.
-¿Seguro? No hay que arriesgarnos.
-Muy seguro...
-Misaki...
-¿Si? -gire hacia donde estaba Usagi-san.
Él, se agacho hasta mi altura, tomo mi cabeza entre sus manos y me dio un beso en los labios que con el tiempo se fue profundizando. Nos separamos por un momento por falta de aire.
-Lo siento, es que, extrañaba hacer eso. -y de nuevo comenzó a besarme.
-¡Misaki, bienvenido a casa! -se escucho que abrieron la puerta y Usagi-san se separo de mi, pero no a tiempo, sin duda la persona que abrio nos vio.
Sentía mi rostro arder de vergüenza. Mi corazón latía sin parar y me quede prácticamente congelado, no podía moverme. No sabia ni como reaccionar.
-¿N-nii-chan? -mi hermano estaba parado en el marco de la puerta y solo se nos quedaba viendo raro. Solto una bolsa que traia en mano haciendo que cayera al suelo y vi que se acercaba a nosotros.
De repente, un estilo de ilusión vino a mi cabeza, una donde Nii-chan golpeaba a Usagi-san.
¿Que fue eso?
Él seguia avanzando peligrosamente. Moví mi silla para quedar enfrente de Usagi-san.
-¡Espera, Nii-chan! ¡No lo golpees! -mi hermano dejo de caminar. -N-no lo golpees. -de repente me dieron muchas ganas de llorar.
-¿Misaki? -Usagi se acerco a mi y se agachó para quedar a mi altura. Mi hermano también se acerco. -¿Por qué lloras? -preguntó Usagi.
-Es que... Yo... ¡No sé! Siento como si esto ya hubiera pasado... Nii-chan, espera ¡Deja explicarte!
-Misaki -intervino mi hermano. -Tranquilo.
Me dio una clase de ataque de nervios.
-¿No recuerdas...? -pregunto mi hermano.
-¿Qué?
Nii-chan no se veía molesto, si no que tenia una mirada triste.
¿Sera que se decepcionó de mi?
-Lo siento, hermano.
Lo siento hermano, creo que no hubieras querido que tu único hermano tenga una relación con un hombre. Tu querías que formara una familia.
-No, lo siento yo, no quise asustarte, solo quería hablar sobre eso con ustedes.
Sobre eso...
-¿Eso...? ¿L-lo sabias?
Nii-chan suspiro.
-Bueno, creo que si hay mucho que hablar. Ahora Misaki, por favor tranquilizate. No estoy enojado si es lo que piensas.
Intente calmarme al ver que mi hermano estaba calmado. Al parecer lo logre.
-Usagi, sientate y... bueno, Misaki, quedate ahí. -Nii-chan bromeo conmigo, sonrió y alboroto mi cabello.
Yo sonreí algo nervioso, movi mi silla y me acerque más a Usagi-san. Limpie los rastros de lágrimas de mis ojos. Él se sentó en el sillón de enfrente.
-Emmm... Bueno. Demonios, no se como empezar. -Nii-chan rascaba la parte trasera de su cabeza en señal de nervios. Veía a todos lados menos hacia donde estábamos.
Vi a Usagi-san y él lucia sereno. Tomo mi mano con fuerza, eso me hizo sonrojar y querer quitárla de inmediato pero él la sostenía mas fuerte.
Agghh... ¡BakaUsagi! ¿Qué acaso no ve la situación? ¿Por qué se le ocurre hacer algo así en este momento?
-Takahiro. -hablo Usagi-san. Mi hermano volteo a verlo. -Estoy enamorado de tu hermano, él es mi todo, sin él no soy nada. ¿Habra alguna posibilidad para tener tu consentimiento y que aceptes que podamos estar juntos?
Espera...
...
¡¿Qué?! Usagi-san... ¡Usagi-san! Él, lo dijo.
Agghhh... En este momento no puedo ver a Nii-chan a los ojos.
Preferí bajar la mirada. Mi cara aun seguía roja y mi corazón latía sin parar.
-"Siempre insistí en que Misaki se mudara para que buscara a alguien con quien formar una familia, alguien que lo sacara del sufrimiento que ha vivido desde que era niño por la muerte de nuestros padres. Estaba tan absorto en eso que me olvide por completo que una familia también puede ser de dos personas, incluso del mismo género." ¿Recuerdas eso Usagi?
-Claro. -contesto Usagi-san.
-Pero ahora lo digo enfrente de Misaki. -levante la mirada cuando oí eso y vi que Nii-chan se había tornado serio, al parecer su nerviosismo desaparecio. Se acerco a mi, se agacho y tomo mis manos. -Misaki, eres mi hermano. No me importan tus preferencias, ni con quien sales ni nada eso. Pero, ¿Sabes que si me importa? -confundido negue con mi cabeza. -Tú. También me importa tu felicidad, tu comodidad, tus sentimientos, todo acerca a ti, porque te amo hermanito. Esa ilusión de la que hablas es cierta, lo siento.
-¿Cierta? Entonces...
-Si, si paso. Veras... Hubiera preferido que lo olvidarás por completo pero tengo que contarte. Dime... -hizo una pausa y continuo. -¿Recuerdas a Ijuuin Kyo?
El solo oír su nombre hacer que me dé escalofríos.
-Si. -dije casi en susurro y desvíe la mirada.
-Perdon por recordártelo.
-No... Pasa nada.
-Un día vine aqui y vine de mal modo, ese día les grite cosas hirientes y si, los vi en una situación parecida y también golpee a Usagi. Esa persona me obligó a decir y hacer todo eso a cambio de que te dejara en paz. Yo lo hice porque no quería que ese hombre se acercara más a ti. Pero él no cumplió lo que dijo y de todas maneras él te hizo daño.
Lo siento. Aunque tu no lo recuerdes del todo, yo si, y me siento fatal. Cada día recuerdo esa vez y no sabes lo mal que me siento. Creo que actúe por impulso, no pensé bien las cosas, lo único que tenia en la cabeza era a ti y lo mal que lo estabas pasando. ¿Podrias perdonar al idiota de tu hermano?
No lo dude ni un poco y lo abrace, lo abrace lo más fuerte que pude.
-No deberías de pensar en eso. Si piensas que te llegaria a odiar por eso, quitate esa idea de la cabeza, yo seria incapaz de odiarte. Nii-chan, te quiero tanto. Deja de atormentarte, yo ya estoy bien. Los tengo a ustedes.
-Misaki... -mi hermano lloro por un buen rato en mi hombro. No lo pude evitar, yo también llore con él.
Debió haber sufrido tanto.
No pude ver la reaccion de Usagi-san. Debe haber sido incomodo ver a dos personas llorando y él cono si nada. Después de un tiempo se calmo.
-Lo siento Misaki.
-No pasa nada Nii-chan. -se separo de mi y me dedico una sonrisa misma que le correspondí.
-¿Sabes Misaki? Usagi... Realmente nunca me imaginé verlo tan preocupado por alguien. Se ve que te quiere mucho, estos meses que han pasado me pude dar cuenta de ello. Siempre cuidando por ti, siendote fiel hasta el ultimo momento e interponiendote a ti antes que a él mismo. Parecía otra persona. Sin duda lo has cambiado.
-¿Eh? N-no lo se. -me sonroje cuando decia eso. Es muy incomodo hablar de Usagi con mi hermano y más si él esta ahí presente.
-No sabes cuanto, Takahiro. -interrumpio Usagi. -No sabes cuanto me ha cambiado. Él es lo mejor que me pasado.
Estoy tan nervioso.
-Sobre la pregunta de hace un rato... Antes de contestarla quiero saber algo. Misaki, ¿Tu eres feliz con Usagi?
-Eh... Nii-chan... -él me veía directamente a los ojos, esperando la respuesta y yo con ganas de que me tragara la tierra.
¿Q-qué puedo decir en estos momentos? Estoy tan rojo que he de parecer un tomate. Ni siquiera me sale la voz.
Nii-chan ¡¿Por qué preguntas eso?!
-Yo... Si. -apenas pude decirlo en un susurro.
Mi hermano se río y acaricio mi cabello.
-Jaja~ pero no te pongas tan nervioso, es una simple pregunta.
Ya estaba en mi limite, no soportaría otra pregunta más.
-¿Y bien Takahiro? -preguntaba Usagi-san.
-Eres muy molesto y desesperante Usagi. -decia bromeando Nii-chan. -Creo que ya deberías saber la respuesta. Mientras Misaki sea feliz, creo que no tengo ningún inconveniente en que estén juntos.
Usagi-san tenia una sonrisa en su rostro, mientras yo intentaba calmar mi cabeza y mi corazon. Son muchas emociones en un día. Mi hermano se veía calmado pero ha de estar igual de avergonzado que yo, después de todo tenemos casi la misma personalidad.
-Pero... -mi hermano cambio du semblante a uno mas serio. -Si le haces daño a mi hermano, realmente me conocerás enojado.
-Tranquilo Takahiro, eso nunca pasara. -decia Usagi-san con una sonrisa en su boca.
-Por tu bien... Es mejor que nunca pase ¿Verdad Misaki? -decia sonriendo.
-Supongo... -sonrei nerviosamente.
-Bien, creo que ya quedo todo claro... Ahora no siento mis rodillas ¿Como me levanto de aquí? -decia mi hermano entre risas.
Después de la platica con Usagi-san y mi hermano, tuvimos una pequeña cena para conmemorar que ya había regresado a casa y lo más importante, que había despertado.
Mi hermano, ni cuñada, mi sobrino Mahiro, los primos de Usagi-san, Kaoruko y Mizuki, Aikawa-san, Isaka-san, mi amigo Todō e incluso el hermano de Usagi-san, Haruhiko. Todos estuvieron presentes, dandome apoyo, riendo y platicando, haciéndome sentir mejor.
Todō estaba muy cerca de mi, Kaoruko peleaba con él porque no dejaba de abrazarme y Mizuki le lanzaba unas cuantas miradas a ella y de paso a mi. Usagi-san intentaba separarme de ellos pero no lo lograba porque Isaka-san y Aikawa lo interrumpían. Mi hermano veía divertido la escena, mientras que Haruhiko se encontraba con una actitud seria pero de alguna forma, feliz.
Es muy lindo cuando tienes tanta gente que te quiere.
***
-Al fin se fueron todos. -suspiro Usagi-san mientras se dejaba caer en el sofá.
-Nunca cambias Usagi-san... -susurre para mi y me acerque hacia donde él.
-Usagi-san. -lo llame nervioso.
-Dime.
-Quiero que me digas algo... Pero necesito la verdad. Usagi-san, ¿Qué paso con Ijuuin...? -dije casi en susurré mientras bajaba la mirada.
La verdad aún me da algo de miedo recordarlo.
-Misaki. -Usagi-san se acerco a mi y me abrazo. -No tienes que tener miedo ya. Yo estoy aquí. Yo te protegeré de todo.
-Lo sé y gracias Usagi-san, pero quiero saber lo que paso con él.
-Bien. -Usagi suspiro. Me soltó y se a como mejor en el sillón. -Desde ese día ya no supimos de él. Desapareció de la ciudad y quizá del país. Su carrera de mangaka se acabo desde ahi. Hubo un escandalo porque entre tu hermano y yo lo denunciamos. Aunque dije que todo esto iba a ser en privado, no se como los medios se enteraron, pero al menos pude esconder tu identidad y no se enteraron completamente de la situación.
Solo que "el famoso escritor Usami Akihiko había puesto una orden de alejamiento contra el autor de manga Ijuuin Kyo" y eso fue todo. Debes quitarte la idea de que vendrá a buscarte, no le conviene regresar ni creo que lo haga.
¿Se rindió tan fácil de mi? ¿Podre ser capaz de recuperar mi vida? No quiero adelantarme a los hechos porque cada vez que pienso que algo va bien, termino sufriendo.
-Misaki. Te protegeré. No lo dudes, pero para eso tienes que confiar en mi, quiero suerte útil. Por eso necesitas contarme todo lo que te preocupa, lo que te molesta, lo que te incomoda, lo que no te gusta.
¿Puedes hacer eso, Misaki?
Usagi-san...
-Misaki, ¿Puedes cerrar los ojos un momento y poner tus manos?
-¿Eh? ¿Por qué?
-Confia en mi por favor.
-Esta bien. -le hice caso y cerré los ojos. Acerque mis manos a él.
¿Acaso me iba a dar un regalo?
Sentí como tomo una de mis manos y un objeto se acercaba a mi dedo anular... Un...
-¡¿Un anillo?! -pense en voz alta.
-Si. ¿Te gusta? -Usagi-san estaba hincado en el suelo y con una gran sonrisa en sus labios.
El anillo era plateado y con una pequeña piedra color violeta, con nuestras iniciales grabadas por dentro. Era hermoso. El de él era igual, con la diferencia de que el pequeño diamante era color verde.
-Yo se que no nos podemos casar. Pero eso no me importa Misaki, eso es solo una formalidad, porque es obvio que nosotros permaneceremos juntos hasta el final de nuestros días. No necesito de un papel para que lo certifique. Pero admito que me gusta la idea de usar anillos.
Gracias por permanecer a mi lado Misaki.
-Usagi-san, gracias a ti por querer permanecer a mi lado. Yo, un chico tan problemático, tan indeciso, tan tímido, tan diferente a ti en todos los aspectos. -mis ojos se empezaron a humedecer y las lágrimas bajaban lentamente.
Cada día, este hombre me hace sentir sensaciones nuevas. Estoy tan feliz de haberlo conocido.
-Y también tan sentimental. -decia divertido Usagi-san mientras limpiaba mis lágrimas con su pulgar. -¿Sabes? Por esas cosas es por las que te amo. Por ser tú.
Nos quedamos viendo por algunos segundos hasta que él tomó la iniciativa para besarme. Pase mis brazos por su cuello para profundizar el beso, hasta que nos separamos.
-Te amo Misaki.
-Y-yo también Usagi-san. -estaba tan avergonzado pero al fin lo dije.
Porque aprendí a que si no digo lo que siento en el momento exacto, puede ser que ya no tenga oportunidad para decirlo.
***
Los meses pasaron y finalmente pude caminar por mi cuenta. Tuve que ir a rehabilitación entre otras cosas pero lo logre. Mi vida siguió su curso, aunque por orden de mi hermano tendré que asistir a un psicólogo.
-Necesitas ir Misaki, aunque pienses que todo va bien no puedes dejarlo pasar. Si quieres recuperar al cien por ciento tu vida necesitas superar al cien por ciento todo lo que pasaste.
Eso fue lo que dijo y quizá tenga razón. De igual forma me ha ayudado mucho. Ya no tengo pesadillas ni nada de eso, incluso puedo salir a la calle solo ya sea al supermercado o cosas por el estilo.
Desgraciadamente no todo me fue bien. Tuve que repetir mi ultimo año de universidad. No entegue tesis a tiempo, ni presente exámenes ni nada de eso. Era obvio que no iba pasar. Mi trabajo de tiempo completo tendrá que esperar un año.
Mi amigo Todō se graduó sin problemas pero eso no impidió que siguiera hablando con él. A veces cuando tenemos tiempo salimos juntos y pasamos un buen rato. Es una lastima no haberme graduado con él pero pude conocer a nuevas personas a las cuales también puedo llamar amigos.
***
El timbre de la escuela sonó anunciando la salida. Como siempre me dirigí a ella y ahí estaba Usagi-san esperando por mi. Ahora no venia con su tan conocido deportivo rojo.
-¿Como te fue Misaki? -se dirigía a mi con una sonrisa.
-Bien, como siempre. ¿Es un cambio de rutina o algo por el estilo?
-Algo así. La verdad quería caminar junto con Misaki.
-E-Esta bien.
Usagi-san paso un brazo por mi cuello atrayendome hacia él.
-Vamos a casa Misaki.
-Si. -tan solo Usagi-san me abrace me hace sentir muy nervioso.
Íbamos platicando de mi día en la escuela cuando recordé que dibia pasar a comprar algo para cenar.
-¡Ah! Se me olvidaba, vamos a comprar algo para hacer de comer.
-Esta bien. Eres todo un amo de casa Misaki. -decia divertido Usagi.
-C-callate Baka-Usagi.
Usagi-san se la paso molestándome, el reía y yo me hacia el enojado. Por suerte no había muchas personas que vieran nuestras minis peleas, por así llamarlo.
Mientras íbamos por la calle sentí un escalofrío. El viento soplo frío y pare en seco. Sentí que alguien me observaba. ¿Sera eso posible?
-Misaki, ¿Estas bien?
-Ah, si claro. Solo... Imaginaciones mías.
Si, puede ser eso. Después de todo, ha pasado tanto tiempo. Misaki, no puedes vivir siempre con miedo.
Me regañe mentalmente.
-¿Vamos? -pregunto Usagi-san mientras me ofrecía su mano. Un poco nervioso la tome.
-Claro. -Al momento de tomarla vi una vez más nuestros anillos. Se veían muy lindos en nuestras manos, o al menos eso pensé. Eso me tranquilizo un poco.
Si estoy al lado de él, nada ni nadie nos podrá separar.
Y seguimos nuestro camino.
***
A lo lejos y sin percatarse, cerca de una esquina, alejada de donde se encontraban Misaki y Usagi, una persona los vigilaba discretamente.
-Estas vivo. -lagrimas salían de los ojos de aquella persona. Con sus manos intentaba limpiarlas, sin éxito.
-Takahashi-kun... Estas vivo.