----------------- Giselle Richmond------------------
6 meses atrás.
Ese día el atardecer invadió la ciudad antes de lo previsto, una fina atmósfera tono crepúsculo se hizo presente dando suposiciones de que una lluvia llegaría pronto. Me había pasado la mayor parte de la semana y de aquel día estudiando para los exámenes finales en la casa de Michelle, la hora se me había pasado y no noté el cambio brusco en el clima por lo que cuando lo hice decidí volver lo antes posible a casa consiente de que no quería permanecer en la calle cuando la lluvia arrasara.
Cuando llegué frente a la puerta del departamento busqué mis llaves en la cartera pero no las encontré, me rebusqué bolsillo por bolsillo sin encontrarlas cuando escucho los pasos de alguien en las escaleras dirigí mi mirada hacia allí y vi la silueta de T/n___ descender con rapidez de allí.
- T/n___ espérame- dije mientras la seguía pero no me escuchó, quería pedirle sus llaves pero ella seguía caminando, salimos a la calle y ella había ganado distancia yo traía mis tacones por lo que no pude ir más de prisa para alcanzarla con rapidez. La oscuridad en la zona había llegado más velozmente de lo que me pude haber imaginado.
- T/n___- la llamé una vez más pero tampoco me escuchó, mis talones me dolían por el intento de correr que había hecho, ella continuaba avanzando sin mirar atrás cuando de pronto observo una figura masculina aparecer de uno de los rincones y seguirla discretamente
– ¡T/N___!- no pude terminar la frase porque sentí un pañuelo cubrirme la boca con fuerza mientras me sostenía por la espalda.
- Shhh es mejor que guardes silencio- escuché una voz masculina sintiendo mis ojos cerrarse con debilidad, luchaba por volverlos a abrir pero lo último que vi esa vez fue la sombra de T/n___ caminando seguida de esa persona.
Cuando mis ojos se volvieron a abrir estaba atada de pies y manos enfrente de Rachel, me sentía mareada y confundida ¿Por qué estaba aquí? Miré a mi alrededor pero no había nadie más que nosotras dos, al cabo de una hora llegó un hombre con chaqueta negra y pantalones jeans con T/n___ dormida en brazos, la ató de igual manera y la dejó allí luego de un tiempo ella despertó mirándonos con desesperación, mis lágrimas no paraban de caer sin aviso alguno tan siquiera las sentía llegar simplemente resbalarse sobre mi mejilla.
Cuando se llevaron a Rachel la siguiente fui yo, ese hombre a quien llamaban Kris que hizo de mis semanas un infierno, subí a un vuelo destinado a cierta parte del mundo que desconocía. El hombre rara vez hablaba, se mantenía serio la mayor parte del tiempo con la mirada perdida.
Durante ese tiempo pasé en una habitación pequeña, llena de polvo, oscura y atada a una silla, me dolía la espalda, las piernas y diferentes partes de mi cuerpo era una tortura, lloré varias veces supliqué que me soltaran pero mis gritos fueron en vano.
Kris acostumbraba a salir varias veces, pero ese día el regresó furioso como nunca antes lo había visto cerró la puerta con enojo para luego echar en el piso todo lo que encontraba en su camino, rompió vasos, jarrones y tiró algunas sillas contra la pared mientras gritaba "Te odio Jhon" varias veces, de pronto me miró, sentí su mirada asesina sobre mí y comencé a temblar se acercó lentamente como un animal intimidando a su presa pasos lentos y seguros, mis lágrimas cayeron en el instante sin precaución mientras aguantaba algunos sollozos.
- ¡Deja de llorar!- me ordenó con la mirada fija, intenté sostener mis sollozos pero fue imposible - ¡QUE TE CALLES!- gritó dándome una fuerte bofetada, sentí dolor en mi nariz con una fría línea húmeda caer de mis labios y entonces luché por sostener mis sollozos. Se acercó más quedando a milímetros de mi rostro podía sentir su aliento a alcohol, mi cuerpo tembló, no pude sostener mis músculos y entonces sentí uno de sus dedos rozar mi antebrazo, mi piel se erizó al instante entrado en pánico, sus ojos que me miraban como un lobo observa a su presa antes de devorarla, frio y calculador.
Se arrodillo a mi altura soltando la atadura de mis tobillos para luego soltar la de mis muñecas, la voz no me salía fue como si el tiempo se detuviera en ese instante, me empujó al piso con fuerza para luego posicionarse encima mío tapándome la boca, me moví, luché, intente escapar, lloré, grité, supliqué pero nada funcionó, pedí que no lo hiciera pero cuando me di cuenta ya era tarde, ya había sido demasiado tarde, me había preguntado que había hecho para merecer esto pero no recibí respuesta alguna, me sentía frustrada, inútil, humillada de la peor manera a la que se le podía humillar a una mujer, no sentía fuerzas para seguir viviendo, quería morir, sentía la necesidad de morir pero no sin antes matarlo.
Una vez le pregunté porque me habían secuestrado, nunca hablaba pero ese día lo único que me respondió fue; "Para que te pasen las cosas malas sólo necesitas estar viva y en el lugar equivocado esa fue tu condición" no pude entenderlo al instante sólo después de un tiempo supe a qué se refería.
Después de unos días volví a subir en un vuelo, Kris no me explicaba nada tampoco hablaba simplemente me soltaba y me ordenaba que me callara durante el camino, cuando el vuelo se detuvo recuerdo haber tomado una botella de agua y despertar nuevamente en una habitación diferente a la anterior atada a una silla, no me atrevía a preguntarle donde estaba porque temía su reacción.
Era difícil mantenerme viva cuando lo único que deseaba era que todo se acabara, lo desee tanto que sucedió, una tarde Kris se había marchado nuevamente al cabo de media hora escuché la puerta siendo golpeada con fuerza casi derribándola, tuve miedo al principio no podía moverme de mi lugar hasta que escuché su voz.
- ¡FBI sabemos que tienes a la chica!- una voz gritó al otro lado de la puerta golpeando con más fuerza intentando derribarla.
- ¡AUXILIO!- grité desesperada y fue cuando la cerradura se rompió dejando abierta la puerta, un grupo de uniformados entró al lugar mientras rodeaban la zona buscando a Kris, mis lágrimas caían a medida que sentía la libertad venir a mí.
- Tranquila- dijo uno de ellos acercándose a desatar mis tobillos- Soy Park Chanyeol FBI- me enseñó su placa- ahora estas a salvo- mi cerebro no podía calcular palabra alguna simplemente asentí mientras me paraba débilmente de la silla.
- ¿Él está aquí? ¿Dónde se fue?- me preguntó ayudando a que me sostenga.
- No lo sé- dije sollozando- acostumbra a salir y regresa tarde, no sé si regrese- admití. El hombre de cabello alborotado color castaño asintió mientras hizo una indicación a los demás para que lo siguieran, afuera había unas cuantas patrulleras mientras algunas personas miraban confundidas la escena, miré mi alrededor y me encontraba en un barrio de mala muerte aun no era de noche pero el sol ya se había ocultado.
- Te llevaremos al hospital para que te revisen- me indicó el hombre y asentí.
En el hospital había pasado por millones de pruebas y preguntas incomodas que me realizada el médico, en el pasillo del hospital aun habían agentes custodiando la puerta en donde yo me encontraba, salí apenas del laboratorio sosteniéndome por la pared.
- ¿Estas bien?- preguntó Chanyeol acercándose, negué con la cabeza sintiendo mis piernas debilitarse.
- ¡Enfermera una camilla por favor!- gritó y se acercó una de ellas trayendo una camilla.
- Debemos internarla tiene un alto grado de anemia- dijo el doctor a mi espaldas, la vista se me nubló sintiendo mi cuerpo sin fuerza, cuando abrí mis ojos estaba en una habitación del hospital y mi madre recostada en un sillón, cuando vio que mis ojos se abrían se acercó rápidamente llorando.
- Giselle mi niña- me tomo de las manos acariciándolas mientras lloraba.
- Mamá estoy bien- la tranquilicé, la puerta se abrió permitiendo que entrara aquel hombre llamado Chanyeol.
- ¿Cómo te sientes?- me preguntó simplemente lo miré en silencio- Queremos hacerte unas preguntas.
- No pueden, acaba de despertar- insistió mi madre.
- Señora son órdenes ¿Podrías respondernos algunas preguntas?- se dirigió a mí y asentí- Señora le agradecería que se retirara- le pidió, mi madre se paró de mala gana y salió de la habitación.
- ¿cómo fue que sucedió todo?- preguntó sentándose en el borde de la cama mientras sacaba su grabadora y la ponía a mi lado.
- seguí a mi amiga para que me de sus llaves porque no encontraba las mías cuando sentí alguien taparme la boca con un paño- le respondí.
- ¿Viste a tus otras amigas?
- Sólo cuando desperté después de eso no volví a saber más nada de ellas- respondí con sinceridad.
- ¿Hubo maltratos físicos?
- Sólo una vez- respondí sintiendo mis lágrimas llenar mis ojos.
- ¿Sabes dónde podrían estar tus amigas?- negué- ¿y él, sabes dónde podría estar?- volví a negar.
- ¿Fue abusada sexualmente?- lo miré guardando silencio.
- Prefiero guardar esos detalles- respondí conteniendo mis lágrimas, el asintió.
- Creo que eso es suficiente- me indicó- El juez dictó que usted debe permanecer en protección de testigos, cuando le den de alta deberá mudarse de casa- guardé silencio dirigiendo mi mirada hacia el vacío, así es como me sentía; vacía.
El hombre se levantó y entonces antes de abrir la puerta lo detuve- ¡Espere!
- ¿Puedo ayudarla en algo?- preguntó.
- ¿Qué día es hoy? ¿Cuánto tiempo estuve secuestrada?- pregunté.
- Viernes, abril 27, estuviste encerrada cuarenta días- me respondió, se quedó parado unos segundos para después volver a abrir la puerta.
- ¡Otra cosa!- lo detuve nuevamente- él se volteó sonriendo.
- Dime
- Gracias- asintió en silencio y volvió a abrir la puerta marchándose.
Cuando me dieron de alta me informaron que debía mudarme de ciudad, nadie sabía nada de mi paradero y evitaron dar detalles a la prensa, dos agentes estaban encargados de resguardar mi seguridad, uno de ellos era Park Chanyeol y el otro Oh Sehun, me sentía asfixiada, no podía salir de mi casa mi mamá permaneció las primeras semanas conmigo pero después por motivos de trabajo tuvo que regresar a la ciudad, como siempre su trabajo en primer lugar.
- ¿Por qué debo seguir oculta?- me dirigí a Chanyeol.
- Tu amiga sigue secuestrada si tienen la oportunidad de encontrar tu paradero no dudaran en matarte para que no cuentes nada de lo que has visto en este tiempo- me respondió.
- No vi nada.
- Sabes el nombre de tu secuestrador, su aspecto físico, diste un retrato dibujado que está por toda la ciudad ¿Te parece poco? Saben que si llegamos a arrestarlo encontraremos quien está a cargo de ésta mafia- me respondió.
- ¿Saben cómo encontrar a T/n___?- pregunté.
- Ella está bien no te preocupes por T/n___
- ¿Cómo lo sabes?- pregunté curiosa- ¿Sabes dónde está?- me miró dudando por unos segundos para después asentir.
- ¿La rescataran? ¿Por qué no hacen nada si saben su paradero?- pregunté furiosa.
- Tranquilízate, ella está en buenas manos sólo preocúpate por tu seguridad.
- ¿QUIERES QUE PIENSE EN MI CUANDO UNOS POLICIAS INCOPETENTES SABEN DÓNDE SE ENCUENTRA MI AMIGA Y NO HACEN NADA?- grité furiosa.
- Lo haremos, pero todo a su tiempo- dijo marchándose del lugar.
Me sentía sola y prisionera, no podía dar un paso fuera del departamento y mi madre apenas me encontraron me volvió a dejar sola sin importarle como estaba o como me sentía, no podía dormir por las noches apenas cerraba mis ojos y lo veía, podía ver sus ojos negros profundos hipnotizarme con su mirada aterradora, me temblaba el cuerpo y comenzaba a sudar, las pesadillas siempre estaban presente al parecer nunca se terminarían.
Cuando Chanyeol me contó con quien se encontraba T/n___ quedé sorprendida jamás me lo hubiera imaginado, me contó la historia completa de lo que llevó a ese chico Junmyeon a hacer eso e inmediatamente sentí curiosidad por saber más.
- ¿Cómo me encontraron?- pregunté.
- Suho me llamó dándome la dirección de donde te encontrabas pidiendo que la estación fuera allí a rescatarte- me informó.
- ¿Sabes porque me secuestraron, él te dijo porque le dieron la orden de hacerlo?
- Él no lo hizo, quien te secuestró a ti fue Kris, mientras caminabas esa noche siguiendo a T/n__ Kris estaba percatándose de que él hiciera su trabajo tú estabas allí a punto de arruinar el secuestro de T/n____ por lo que decidió atraparte- permanecí en silencio entendiendo cada una de las palabras de Kris, yo había estado en el lugar equivocado a la hora equivocada y eso me había costado muchas cosas
Esa noche Sehun tenía el día libre por lo que le tocaba a Chanyeol permanecer en mi resguardo, me dirigí a mi habitación cerrando la puerta con llave y fijándome en que la cerradura de mi ventana estuviera trancada todo estaba en orden por lo que me recosté en la cama con la luz apagada mirando el techo, sentí un hormigueo en mi pierna y el miedo hacerse presente en mi cuerpo, mi corazón latía fuertemente a medida que respiraba, intenté cerrar mis ojos pero tenía miedo, mucho miedo, me repetí varias veces que nada me pasaría y me di vuelta cerrando mis ojos por una brevedad de segundos y entonces lo vi, no era como las veces anteriores en la que simplemente lo veía parado o de espaldas, ésta vez me miró con sus ojos oscuros llenos de furia a medida que se me acercaba quería moverme pero no podía, no escuchaba nada simplemente lo veía cada vez más cerca, con su rostro inexpresivo y actitud calculadora y entonces grité, grité con todas mis fuerzas sintiendo mis lágrimas caer por mis ojos.
- Giselle- escuché la voz de Chanyeol abrir la puerta a fuerzas y prender las luces rápidamente, su arma apuntaba hacia la pared de la habitación mientras se escuchaba su respiración acelerada- ¿estás bien? ¿Alguien estuvo aquí? ¿Qué pasó?- preguntó desesperado a medida que se me acercaba, yo no podía hablar tapé mi rostro con mis manos llorando desconsoladamente.
- Maldita sea dime por favor que sucedió- preguntó guardando su arma en la cintura, negué con la cabeza sintiéndome avergonzada.
- No pasó nada, so sólo- no pude terminar la frase porque nuevamente comencé a llorar, había sentido tan real que no podía creer que fuera una pesadilla aún podía sentir mi piel temblando ante su mirada aterradora.
- Tranquila no te harán daño estoy aquí- dijo arrodillándose al lado de la cama y quedando a mi altura- sólo fue una pesadilla él ya no te hará daño- podía sentir la sinceridad en sus palabras, uno de sus dedos rozó mis mejillas secando mis lágrimas y me hizo alejarme instantáneamente.
- No tengas miedo- pidió a medida que se me acercaba lentamente- no te haré daño- susurró cerca de mi rostro mientras me miraba sinceramente, sus ojos de un tono oscuro me daban confianza, volvió a rozar sus dedos en mi mejilla lentamente a medida que sentía su rostro centímetros más cerca y entonces sus labios chocando con los míos convirtiéndose en un beso profundo.
............Actualidad.................
- ¿A dónde vas con tanta prisa?- pregunté acercándome a Chanyeol quien recogía sus cosas con rapidez.
- Es T/n____, se enteraron que Junmyeon no la mató a ahora ellos la tienen, él pidió refuerzos para rescatarla debo apurarme- dijo dirigiéndose a la puerta.
- Oh por Dios T/n___, ¿La traerán de vuelta?- pregunté aterrada.
- Lo intentaremos Giselle haremos todo lo posible.
- Quiero ir Chanyeol por favor llévame- le pedí.
- Es peligroso no puedo hacerlo espérame aquí y no habrás a nadie
- Chanyeol llévame te lo suplico.
- Giselle es imposible, no puedo hacerlo- me informó.
- ¿La traerás no es así?- pregunté sintiendo mis lágrimas caer por mis mejillas, el me miró en silencio.
- Haré todo lo que esté a mi alcancé lo prometo- dijo bajando las escaleras con rapidez, rogué en mi interior por que todo salga bien, confiaba en que así sería.
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Volví!!!! entra dramáticamente, no me maten por no subir el capitulo que esperaban sólo que sin este capitulo no entenderán los siguientes como les prometí hace tiempo el especial de Giselle que contiene alto grado de spoiler jajaja ok no. Giselle fue ultrajada cruelmente por Kris *maldita suertuda* Estúpida mi chino idiota*
Capítulo dedicado a lizziegonzlez por su cumpleaños que fue el miércoles pasado <3 te dije que tu capitulo sería en tu cumpleaños, espero te haya gustado maldita traidora los bias se respetan
PD: No supero esa foto de Kris sabia que el tipo andaba en negocios turbios pero que no lo presuma por instagram.
Pd2: A todas mis lectoras fantasmas repórtense malditas engendro de kyungsoo
Atte: PrincessGalaxy_