La hija del General

By JanetBeMont

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Después de siete años Jade Asher regresa a Prince George Virginia a pasar el verano con su padre deseando que... More

Sinopsis y Booktrailer
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 30
Mi agradecimiento
"Capítulo especial"

Capítulo 29

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By JanetBeMont



Jade se quedó como estatua por un par de segundos pestañeando varias veces pensando que era su mente haciéndole una mala jugada, era la primera vez que se quedaba sin palabras, simplemente no lo podía creer.

Rayder estaba de pie frente a su puerta empapado en agua de pies a cabeza. Cuando sus miradas se encontraron sintió encoger su corazón al ver esos hermosos ojos azules reflejando tristeza.

—Perdón por venir sin avisarte pero....

No dejó que terminara la frase y sin pensarlo se lanzó a sus brazos. Lagrimas que se había obligado a no dejarlas escapar durante días cayeron a raudales sin que pudiera hacer algo para evitarlo, no pudo más. Estos días habían parecido años sin él, lo extrañaba como a nadie en este mundo y verlo de nuevo y sentir su cuerpo era lo que más añoraba.

—¡Estas aquí! ¡Estás aquí!— repetía una y otra vez.

En el momento que la estrechó entre sus brazos sintió que volvía a vivir— No pude ¡yo no pude estar más tiempo sin ti!

—¡Estas mojado y helado!— se separó un poco de él y se limpió las lágrimas. Escurría agua de su ropa.

—Vine en moto y llueve fuertísimo.

—¿¡En la moto!? ¡Rayder! Estas temblando de frío. ¡Pasa!

—Se te cayó— levantó el bolso, el dinero y se los entregó, ella los aventó al sillón.

—Parece te has metido con todo y ropa a una piscina, tienes que quitártela sino quieres resfriarte. Ven.

Fueron a la habitación y de un cajón sacó una vieja playera y un pantalón de chándal.

—Esto servirá. Esa puerta es la ducha— señaló —un baño con agua caliente te ayudará. No tengo toallas extras pero puedes ocupar la mía. Voy a poner tu ropa en la secadora.

—¿Jade, podemos hablar?

—Si, pero primero quítate la ropa— ay eso se oyó mal —digo...podrías enfermar como la otra vez que te mojaste y no quiero que eso pase. Hablaremos después.

Ambos sabían muy bien que tenían tanto que decirse pero Jade estaba preocupada por él y no quería que cayera enfermo, y Rayder no quería contradecirla, debía ir con cuidado si quería recuperarla, además de que le gustaba la sensación de ser cuidado por ella. —Como usted ordene.

Se quitó la chamarra, la playera y empezaba a desabotonarse el pantalón, Jade no le quitaba la mirada de encima, parecía hipnotizada. Rayder se dio cuenta la forma que lo miraba, la había extrañado tanto y quería estar con ella pero no quería forzar la situación y pensara se estaba aprovechando pero era innegable la energía que había entre ellos, estar juntos de nuevo reavivó la pasión que sentía por Jade. Ella tragó saliva al recordar el cuerpo de él sobre el de ella haciendo el amor, hasta ese momento se dio cuenta al sentir su libido despertar cuanto lo amaba y deseaba. Tragó saliva cuando Rayder se bajó el cierre del pantalón

—¡Válgame Dios!— se le salió en voz baja.

—¿Qué?

—¡Nada! ¡No he dicho nada!— se agachó a recoger la ropa mojada —yo...voy a....a poner a secar....la...la...— caminó a la puerta pero Rayder la detuvo.

—Espera— la tomó de la mano y con la otra le acarició la mejilla, el toque la hizo cerrar los ojos y suspirar inconscientemente —Tenemos tanto que hablar pero quiero que sepas que te extrañé mucho.

—Yo también te extrañé— agachó la mirada apenada —cometí muchas locuras esa noche, esa...enana supo que botones apretar para que perdiera el juicio. Fui una tonta al caer en su juego.

—Lo que te dijo, todo, yo....perdóname— acortó la distancia entre ellos, la abrazó por la cintura con precaución pero decidido.

—No, no hay nada que perdonar soy yo quien te tiene que pedir me perdones, sé que perdí lo estribos y actué como una loca, tu camioneta fue quien pagó mi coraje como no me dejaste desquitarme de la maldita pigmea ¡tu la defendiste!— le dio un golpe en el pecho y luego lo abrazó —tardé en darme cuenta lo que estabas haciendo, ¡querías protegerme a mi! ahora lo entiendo y...la culpa no me dejaba contestar tus mensajes ¿con qué cara iba a disculparme? ¡No sabía que decirte! Si debes pensar que estoy mal de la cabeza pero es que esa...me sacó de mis casillas y no debí permit...

Le pasó el pulgar por los labios con dulzura —Shh hablas mucho cuando estas nerviosa ¿Aun te pongo nerviosa?— le sonrió.

—Pues es que me tomaste por sorpresa, no creí que vinieras a buscarme— agachó la mirada.

—Estoy aquí porque te amo— con ambas manos la tomó del rostro para mirarse a los ojos —te amo Jade, estoy loco por ti. Por favor dime que no ha cambiado nada, dime que aun sientes lo mismo que yo.

—Yo también te amo, lo que pasó no cambió nada en mí, nada.

Se acercó a Jade lentamente, a esa boca que había deseado besar en cuanto la vio, ella entreabrió los labios y cuando se encontraron fue el cielo para los dos. Un beso lento para reconocerse, succionando dulcemente los labios en un beso de reconciliación. 

—Jade...—susurró en la boca de ella, la estrechó fuerte entre sus brazos pegándola a su cuerpo y se besaron con más intensidad, sus lenguas se tocaron saboreándose con pasión y ternura.

No la dejaría ir de nuevo nunca más.

Con una mirada le pidió consentimiento, ella también lo deseaba y sin dudas aceptó, quería estar con él.

Y la empezó a desnudar.

Le desabotonó la blusa presuroso, una mano se posesionó de un seno apretándolo delicadamente, Jade se estremeció y gimió en su boca, sin dejar de besarla le desabrochó el sostén sin ningún problema, Rayder la miró embelesado y su respiración se aceleró, sus manos fueron al pantalón y lo deslizó hasta el piso.

Las manos de ella no se quedaron quietas, las yemas de sus dedos se paseaban por la ancha espalda de él y fue bajando hasta su cintura, metió las manos entre el pantalón y la piel de Rayder y se los bajó pegándose a él su cuerpo entero reaccionó al contacto. Ambos cuerpos se aferraban apasionados, estaban juntos de nuevo haciendo el amor.

Del miedo, los nervios y la angustia de saber si podían superar sus dudas pasaron a una pasión desmedida.

—Rayder—  lo guió hasta el borde de la cama.

—Te necesito— le dijo con voz ronca llena de deseo y amor y la subió con gentileza sobre la cama.

—Yo también, hazme el amor.

Jade se tendió sobre la cama y él se posicionó sobre ella, empezó a lamerle los pezones erguidos, la calidez de su boca y la lengua enviaban sensaciones a cada poro de su piel convulsionándose bajo el cuerpo musculoso de Rayder, por instinto buscó con sus caderas el roce en el lugar preciso.

La besó en la comisura de sus labios —Todavía no mi amor.

—Si...Por favor.

—Espera, confía en mí.

Le rozó el labio con la lengua y luego la besó con pasión, le besó el hombro y luego le dio vuelta para besar su espalda, lamiendo y besando y mordisqueando bajando hasta la cintura, dejando besos regados por su cadera hasta las nalgas y las piernas. No dejó ni un centímetro de su piel sin ser adorado por su boca, él la sentía como terciopelo suave. Jade estaba excitada caliente y húmeda, cada beso, cada caricia la hacía retorcerse de placer, apretando la sabana en puño dejaba escapar gemidos que a los oídos de Rayder eran un deleite.

La giró de nuevo, Jade lo atrajo hacia ella pegándolo a su cuerpo quería demostrarle cuanto lo amaba, él era el único hombre no solo al que le entregaba su cuerpo, le entregaba su corazón. Lo estrechó entre sus brazos y lo besó en el pecho, en la boca y barbilla, él descansó su cuerpo sobre el de ella, Jade pudo sentir el miembro duro y listo.

—Te amo— lo miró a los ojos con todo el amor que sentía por él —mi Rayder.

—Siempre lo seré. Te amo mi pecosa.

Jade separó las piernas, Rayder no dejó de mirarla con dulzura mientras la penetraba lentamente y por completo. El placer que sintieron fue tan arrollador que los dos gimieron al mismo tiempo por las sensaciones que los embargaron. Aun ritmo constante comenzaron a moverse, él embestía sintiendo el delicado y húmedo interior introduciéndose hasta lo más profundo de Jade que se aferraba al cuerpo de él besándolo y acariciándolo, apretándolo del trasero pegándolo más a su cuerpo mordisqueando el hombro, probando su piel.

El ritmo poco a poco fue incrementándose, Rayder entrelazó las manos con las de ella y las llevó arriba de la cabeza de Jade, ojos zafiro y esmeralda mirándose fijamente con deseo, amor, pasión y una recarga de energía los revitalizó cuando llegaron al clímax cayendo los dos en una espiral de placer que los llevó a la gloria. 

Lo que sentían era más allá del placer corporal, había un sentimiento profundo de amor entre los dos. Para Rayder ella era lo más importante y para Jade no existía nadie más que él.

Aferrándose al otro con amor y sus cuerpos temblando por el orgasmo, los amantes por un momento se quedaron inmóviles, él se quedó dentro de ella descansando sobre su cuerpo mientras trataban de regular su respiración con la boca abierta, Jade repasaba sus dedos por el cabello sudoroso de él, se miraron a los ojos y se sonrieron, un beso dulce lleno de amor, luego con cuidado Rayder se separó de ella para recostarse a su lado y abrazarse, Jade recargó la cabeza entre el hombro y pecho de Rayder y él pasó el brazo a lo largo de su espalda descansando la mano en la cadera de ella.

—El sexo de reconciliación es ¡fantástico!— lo miró juguetona con la ceja levantada —hagámoslo de nuevo.

—Lo haremos las veces que quieras, solo dame unos minutos— le dio un beso.

—De acuerdo, descansa soldado— el estómago le empezó a chillar, recordó no había comido —tengo hambre. Ordené una pizza pero no la trajeron, imagino por la lluvia. ¿Quién va a querer andar en moto con este aguacero verdad, teniente?— entrecerró los ojos.

—Capitán. Solo un loco de amor como yo andaría en moto con este clima— se giró y se puso sobre Jade —¿por eso me dabas el dinero cuando abriste la puerta? Creíste era el repartidor de pizza.

—Si.

—¡Sorpresa!— comenzó a hacerle cosquillas.

—Ja ja ja ¡Rayder! ja ja

—Me gusta cuando te ríes, se te forman dos hoyuelos en las mejillas— besó sus hoyuelos.

—Soy muy feliz ahora que estas aquí conmigo capitán Hunter— pasó sus brazos por el cuello de él —pero sigo sintiendo hambre. No he comido. ¿Tu?

Negó.

—Voy a la cocina, por ahí debe haber algo comestible, ahora regreso— se estaba levantando pero Rayder la detuvo.

—No, quédate en la cama yo prepararé algo para los dos.

—No es necesario, yo lo hago.

—Tú, esperarás aquí— arqueó una de sus cejas.

—De acuerdo capitán mandón— le sonrió —la cocina está saliendo por esa puerta a la izquierda, por favor no te vayas a perder en mi grande y espacioso departamento.

—Si no regreso en veinte minutos inicia la búsqueda y rescate.

—Si no regresas en veinte minutos iré por ti y te arrastraré hasta la cama para que me hagas el amor otra vez.

—Entonces regreso en diez minutos— le dio un beso de piquito, se levantó de la cama, se puso el pantalón solamente y descalzo salió a la cocina.

Si el departamento de Jade era pequeño la cocina era minúscula, apenas si cabía en el reducido espacio. Le echó una mirada al refrigerador, encontró huevos. Encendió la cafetera, colocó la sartén en la estufa buscó en la alacena pan y lo puso en el tostador, sacó los platos y las tazas.

—Leche— buscó nuevamente en el refrigerador.

Estaba tan concentrado preparando los huevos fritos que no escuchó cuando la puerta del departamento se abrió.

—¡Jade! Sé que quedamos que vendría mañana, vi que me llamaste, lo siento estaba en el brindis ¿ya te dormiste?— cerró el paraguas empapado y dejó en la cesta junto a la puerta —solo vine a....—abrió los ojos como platos cuando vio a un hombre desconocido y semi desnudo en la cocina de su amiga —¡AHHH! ¡AHHH! —cogió de nuevo el paraguas y apuntó hacia Rayder amenazándolo —¿¡Quién eres!? ¿Qué haces aquí? ¿¡Qué le hiciste a mi amiga!? ¡JADEEE!

—Hey hey ¡soy el novio de Jade! no le he hecho nada— alzó las manos en señal de paz.

—¿¡Qué pasa!?— Jade salió de la habitación envuelta en la sábana —¡Clau!

—¡Jade! ¿¡Estás bien!?

—Si, si. Estoy bien.

—¿Quién es él?— lo seguía apuntando con el paraguas. 

—Claudia, te presento a Rayder Hunter— hizo las presentaciones —Rayder, Claudia Chastain.

—Con que este es Rayder—lo miró detenidamente, lo conocía solo por una fotografía que le mandó Jade hace un par de meses —¡ah si! ahora te ubico ¡lo siento! Lamento haberme puesto así pero es que no te reconocí sin ropa.

—¡Clau!

—¡Qué!— mucho gusto— bajó el paraguas y extendió la mano.

—Igualmente— dijo con el entrecejo fruncido y estrecharon manos.

—No quise interrumpir solo quería ver si estabas bien— lo miró a él y luego a ella —¡y ya veo que estás muy, pero que muy bien amiga!—Jade sonrió y Rayder se puso colorado —bueno, ya vi que estás de maravilla y  ya me voy.

—Te acompaño.

—Ok. ¡Bye Rayder!

—Adiós— frunció la frente y siguió preparando la cena.

Jade abrió la puerta y Claudia salió —Gracias por venir a verme.

—Oye, somos amigas no me des las gracias— señaló a Rayder  —¡Pasu madre Jade!— dijo en voz baja  para que no la escuchara —¡tu hombre está como quiere!

—¿¡Verdad que si!?

—Lo que te acabas de comer no tiene mucho— le dio un codazo jugando.

—¡Cállate!— comenzaron a reírse.

—¡Hoy no duermes!

—¡Clau!

—Venga ya, no más bromas— la abrazó —verte de nuevo feliz me hace feliz a mí.

—¡Soy feliz!

—¡Lo sé! Pero me tienes que contar todo ¡todo!

—¡Sabes que si!  Bye.

—Bye bye linda.

Cerró la puerta y fue con Rayder —Es mi mejor amiga, la conocí en el internado.

—Pensó que era un ladrón y casi me ataca con el paraguas en lugar de salir corriendo. Se ve te quiere mucho para arriesgarse así por ti— vertió la cena en los platos. 

—Nos queremos mucho. Es como una hermana para mí y no hay nada que no haría por ella, y viceversa. Mmm huele delicioso.

—La cena está servida señorita, huevos estrellados, café y pan tostado.

—¡Que rico! Voy a ponerme algo de ropa y regreso. ¡Pero antes pondré tu ropa a secar! ¡Lo había olvidado!

Luego de ponerse un camisón y encender la secadora se sentaron a la mesa, mientras comían platicaban de lo que había pasado aquella noche.

—No tienes que pedir perdón. Ahora es parte del pasado, además cosas buenas me pasaron cuando mi papá me mandó al internado, ahí conocí a Claudia y me encaminaron en la carrera que escogí— suspiró —lamento todo lo que pasó, tu camioneta, no haberte escuchado e irme como si no me importara porque no fue así.

—Hey hey, como dices es parte del pasado— entrelazaron sus manos.

Suspiró —Pagué por la reparación, es lo menos que puedo hacer.

—Nathan me contó, no debiste.

—¡Claro que si!

—Te voy a regresar el...

—Ah ah ah. No está a discusión capitán. Está hecho y nada me hará cambiar de opinión.

—Eres testaruda ¿lo sabías?

—Seguro que si. Y tu un zopenco.

—¿¡Ah si!?

—¡Si!

Comenzaron a reírse. Esos comentarios que antes los hacían pelear ahora les causaba gracia.

Rayder le besó dulcemente la mano —Ahora solo hay que pensar en el futuro. Juntos.

—Si, te amo.

—Yo también te amo.

Un futuro juntos pensó Jade.

Tres palabras que significaban tanto para los dos. De ahora en adelante todo sería diferente, el pasado era un recuerdo que no lastimaba más a ninguno de los dos, a partir de ese momento todo lo que importaba era lo que el futuro les deparaba.

Jade era feliz, el mundo de posibilidades que creía perdidas hace unos días atrás,  de nuevo eran una ilusión. 

Rayder y ella juntos. 

No importaba dijeran lo que dijeran de ellos en la Base o en el pueblo,  estaban enamorados y lo demostrarían a todos especialmente a sus padres...

¿¡Padres!? Recordó.

Fue tanta la emoción el verlo de pie en su puerta que se había olvidado de todo, la llamada desesperada de Teresa pidiéndole ayuda pero cuando estuvo más serena y se acordó, abrió los ojos como platos y se llevó las manos al rostro.

—¡OH POR DIOS!

—¡Que!

—¡Tu mamá! Tu mamá me habló por teléfono antes de que llegaras ¡lo olvidé! OH. POR. DIOS.

—¿Mi madre? ¿Te sigue molestando?

—¡No! No no no. Me habló porque esta mortificada por ti. ¿Rayder?— frunció las cejas —¿pediste permiso en la Base para salir?

Resopló —Más o menos.

—Explícate Hunter— se cruzó de brazos.

—Me dieron un par de horas para arreglar asuntos personales, fui al pueblo a ver a Nathan y Joe, hablé con ellos y cuando iba de regreso a la Base yo....

—Viniste hacia acá.

—Creí podría con el trato que me ofreció el General pero sabía que tenía que planear mi propia táctica.

—¿Táctica?

—Para recuperarte. Tú eres lo más importante en mi vida, te amo así que hice mi elección. Te elegí a ti.

Jade se levantó y fue a sentarse en el regazo de él a abrazarlo y besarlo.

—¡Es lo más hermoso que alguien ha hecho por mí y te amo más por eso! ¡Pero vas a meterte en tremendo lío!

—No me importa.

—¿¡Qué dices!? Rayder Podrían enviarte a prisión y juzgarte por desacato.

—Que lo hagan. Y si me envían a prisión por venir a buscarte entonces acepto con gusto la sanción. Te elijo a ti sobre todas las cosas

—¡Pero yo jamás te haría escoger!— lo tomó del rostro con ambas manos —Yo sé que el ejército es tu vida ¡tú pasión! Y yo te amo por lo que eres y estoy muy orgullosa de tus logros, eres el mejor soldado ¡amas la U.S. Army!

—Te amo a ti.

—¡Y yo a ti!

—Jade antes no quería otra cosa más que ser el mejor soldado pero eso cambió, ahora eres tú lo que más quiero— le acarició la mejilla con el pulgar.

—Y al venir por mí me lo demostraste mi amor, pero no voy a permitir te metas en problemas por mi culpa, además sé perfectamente quien eres,  una parte que vive en ti desde que eras niño y que disfrutas es ser militar. Ay Dios, tus papás deben estar preocupados por ti más de lo que ya están, hay que avisar que estar aquí.

—Ya deben saberlo a estar horas. Me esperaban esta tarde.

—¡Rayder! No sé si enojarme contigo o agarrarte a besos.

—Me gusta más lo segundo— comenzó a besarle el cuello.

—Mmm...a mi también pero habla con tus padres ¿por favor?

—Como usted ordene mi capitana.

Mientras hablaba con sus padres Jade fue a sacar la ropa seca de la lavadora, cuando regresó él ya había colgado el teléfono.

—¿Te has metido en líos?

—No. Pero el General quiere que regrese mañana por la mañana. Quiero quedarme aquí, hacerte el amor toda la noche— la tomó por la cintura —eso si tú estás de acuerdo— le dijo coqueto.

Alzó una ceja fingiendo pensarlo —Mmm me parece perfecto, eres bienvenido a quedarte. Pero mañana voy a ir contigo. Si somos pareja vamos a enfrentar lo que se venga, juntos.

—Son varias horas de regreso en moto.

—Eso no me detiene. Nada lo hará.

—Jade— hizo una pausa —fui asignado a un trabajo fuera del país y no estoy seguro cuanto tiempo tarde en regresar— le acarició la mejilla con el pulgar.

Asintió. —Lo sé, Teresa me dijo. Prométeme que te vas a cuidar mucho— lo abrazó fuerte.

—Te lo prometo pecosa, ahora más que nunca tengo motivos para regresar— el cuerpo de Jade temblaba entre sus brazos— Hey hey todo va a estar bien ¿me crees?

—Te creo capitán Hunter. Te creo.

—Bien. Y ahora...— en un rápido movimiento la cargó —hora de ir a la cama.

—Señor, si señor.

**

A la mañana siguiente despertaron temprano, se ducharon juntos y salieron rumbo a Fort Lee. Rayder sabía muy bien el compromiso que tenía con la milicia y Jade lo entendía, aun así fue difícil para los dos. El viaje de regreso duró menos tiempo del que hubieran querido, Jade volvía para enfrentar a su padre y no estaba segura de como la recibiría. En su corazón lo que más temía era que Rayder tuviera problemas por su culpa, eso aunado a que se iba lejos y no tenía fecha de regreso la tenía con un miedo que hace muchos años no sentía.

Llegaron a la Base poco antes de las nueve de la mañana, Rayder estacionó la motocicleta frente a la casa de Jade, tomados de la mano iban caminando a su casa cuando la puerta se abrió y salieron Greta y el General.

Robert se fue acercando a ellos sin dejar de mirar a su hija, Jade apretó la mano de Rayder buscando apoyo, él la tomó con firmeza y dio un par de pasos delante de ella protegiéndola.

—Señor, desobedecí su orden pero no me arrepiento, amo a Jade y estoy dispuesto a...

—¡Hija!— la abrazó fuertemente cuando estuvieron de frente.

—¡Papá!— sorprendida comenzó a llorar —¡papito!

—Lamento no ser un buen padre, no demostrarte cuanto me importas.

—Yo lo único que he intentado es que me quieras.

—¡Te quiero Jade! Deja que te lo demuestre, de ahora en adelante todo será diferente— le dio un beso en la frente.

—¡Te quiero mucho!— en sus brazos por un momento se sintió como una niña de siete años, no importa lo que haya pasado ella amaba a su padre. Estuvieron así por un rato luego Jade le pidió —¿Papá? No sanciones a Rayder, por favor.

—Claro que no lo haré— se dirigió a Rayder —gracias por traer de vuelta a mi hija.

—Un placer señor— dijo sonriendo luego se irguió y miró al General serio —Señor. Vengo a presentarme para cumplir con mi servicio si no hay ninguna contrariedad, señor.

—Capitán Hunter, las órdenes no han cambiado. Lo esperan esta tarde en Fort Lewis.

Asintió —En ese caso con su permiso, voy a ver a mis padres— le dijo a Robert.

—Adelante.

—Ahora regreso mi amor— dijo a Jade.

—Si.

Fue con Teresa y Philip,  ella se quedó hablando con Robert.

—Hija, espero que mi arrepentimiento no venga demasiado tarde y me permitas enmendar todos los errores que cometí.

—Nunca es demasiado tarde papá, podemos intentarlo si quieres.

—Eres mi hija y claro que quiero, te pido paciencia, soy un hombre viejo que perdió la costumbre de demostrar amor. Cuando tu madre falleció yo....

Le tomó la mano —Yo entiendo pá, no tienes que explicarme— ella ya sabía que Madeline era un tema que dolía y no quería entristecerle  —Lo lograremos, ya lo verás. ¿Ibas de salida?

—Solo te estaba esperando. Tengo que dirigir una reunión importante aunque quisiera quedarme.

—¡Eres el General y no puedes faltar! Anda, ve tranquilo que yo aquí estaré.

—Gracias hija— le dio un beso —regreso para comer en familia.

—Greta y yo prepararemos algo delicioso.

—Estoy seguro así será, hasta luego Greta.

—Que tenga buen día señor Asher.

Se despidió, luego se fue en su auto a trabajar.

—¡Cariño!

—¡Gretita

—¡Regresaste! No te volverás a ir— era más una afirmación que una pregunta.

—No, esta vez regresé para quedarme

—Que alegría escuchar eso— se abrazaron con cariño.

*

—Madre— saludó Rayder a Teresa.

—Hijo.

—Jade me contó, siento no haberte escuchado.

—Sé que cometo errores pero nunca con el afán de lastimarte, todo lo que quiero es que seas feliz.

—Gracias madre— le dio un beso en la frente —Papá— estrechó manos con Philip.

—¿Todo en orden?

—Todo perfecto— vio a Jade, estaba hablando con Greta, sus miradas se encontraron y sonrieron.

—Es muy bonita.

—La mujer más hermosa, la amo papá.

—Lo sabemos. ¡Quien lo hubiera imaginado! Cuando le sugerí a Robert que tu la custodiaras no pensé que resultaría así.

Rayder sonrió, nadie pensaría que los niños que en cada oportunidad se molestaban y hacían maldades ahora estaban profundamente enamorados. —Tengo que ir a cambiarme pero regreso para despedirme.

—Si hijo, aquí esperamos.

Rayder fue con Jade y la tomó de la mano, Greta guiñó un ojo y los dejó solos. —Tengo que ir a mi departamento.

Asintió varias veces y suspiró —De acuerdo si. Ve.

—Antes de irme pasaré a verte, ¿bien?— le dio un dulce beso, soltó la mano de Jade para irse en su moto.

Jade apretó las manos en puño, apenas estaban juntos de nuevo y pronto se iría de su lado.

—Jade.

Se giró —Teresa.

—Tú eres quien le da fortaleza a Rayder en estos momentos, sé que será difícil verlo partir pero por él debes ser valiente aunque por dentro tengas miedo.

Apretó los labios asintiendo, entendió lo que le estaba diciendo. Teresa era el vivo ejemplo con un esposo y un hijo dedicados a la milicia, debía ser fuerte y lo demostraba siempre. Teresa Hunter era la perfecta representación de lo que es ser la esposa y madre de militares.

*

Hora y media después un vehículo militar estacionó frente a la casa, Rayder descendió llevando uniforme. Primero fue con sus padres, no era la primera vez que se iba a una misión pero nunca era fácil para nadie y menos para Philip o Teresa. Aun así siempre se despedían con alegría y optimismo con la seguridad de que volverían a verse de nuevo.

—Dios te proteja hijo, vuelve con bien.

Abrazó a Teresa —Los quiero.

Después fue a ver a Jade, cuanta diferencia había entre aquella noche que ella le abrió la puerta y se reencontraron después de tantos años y ahora, Jade sentía un inmenso amor por este soldado frente a ella y Rayder la miraba con el mismo sentimiento.

Jade siempre ha sido fuerte ante las adversidades, siempre afrontaba todo con valentía porque se lo había prometido a su madre y lo cumplió en todos estos años pero despedirse de él era más difícil de lo que se imaginaba.

—No sé qué decir— su voz era entre nerviosa y temerosa.

—Solo di que me amas.

—Te amo mi capitán Hunter.

—Y yo a ti mi pecosa— le rozó la mejilla con el dorso de la mano —¿te quedarás en Fort Lee hasta que regrese? Espérame mi amor que regresaré por ti, por favor quédate.

—Si, no te preocupes por eso, me quedaré ¡nadie me moverá de aquí! — se acercó a él y lo abrazó con todas sus fuerzas —cuídate mucho, te amo te amo te amo.

—Te amo. 

Se despidieron con un beso cargado con todo el amor, se abrazaron como si quisieran que una parte de su alma se quedara con ellos y así fue porque lo sintieron, miradas de amor y de promesas que al regreso se cumplirían, una vida juntos que los dos añoraban les esperaba cuando Rayder volviera, pero no quería irse sin antes hacerle la pregunta, la amaba y estaba seguro que quería pasar el resto de su vida con ella. 

—Jade— entrelazó las manos con las de ella y la miró fijamente a esos ojos verdes que lo hechizaban siempre —te amo con todo mi ser, ahora no tengo que ofrecerte pero no quiero esperar e irme sin decirte..... ¿te casarías conmigo?

*****


Hello!

Lindo viernes a todas!! Espero estén de maravilla!!

Antes que nada quiero agradecer a varias personas:  

♥Camila ♥ por creer en la historia y haber pedido en el grupo de lectoras de Facebook le dieran una oportunidad para leerla, te lo dije por mensaje eres un sol! gracias por apoyarme, con nada te lo voy a  poder pagar.

♥Elena García ♥  Por haber abierto un espacio en tu grupo, agradezco en el alma que dijeras si. 

Mi agradecimiento para ti!!!

A todas las chicas del grupo que decidieron leerme, estos días fueron de alegría, el recibir tantas lecturas y votos es la mayor recompensa para mi, espero de corazón les haya gustado la historia y la sigan hasta el final.

Gracias!!! 

A todas las chicas guapas que me leen, mi corazón está con ustedes, a todas las aprecio mucho, muchas gracias por seguir conmigo a lo largo de todos estos meses, si sigo aquí en gran medida se los debo a ustedes.

♥♥Se les quiere♥♥

¿Que les pareció el capitulo? ¿Les gustó? Yo espero que si!

Todo pinta diferente y eso me gusta. 

Le pidió matrimonio ahhh!

Mis nervios! Se incendia mi pantalla uff!! calor! 

En este capi tuve inspiración de la grandiosa película Batman v superman (la escena del desayuno) agradezco a la señorita Marcela Bruce por compartir conmigo el vídeo  ♥te requiero♥

Gocen a "Rayder" preparando los huevos fritos mmm!

También dejo el vídeo que me inspiró para escribir la parte donde mis dos tortolitos hacen el amor ¿les gusta Sia? A mi si !! Creo les queda perfecto el vídeo, Rayder y Jade son como el fuego y la gasolina, juntos  incendian con amor y pasión todo a su paso. 

Disfruten!


Me despido! que tengan lindo fin de semana.

♥ Janet  ♥ Henry ♥



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