Al día siguiente
Santiago ya había acabado de desayunar y de preparar las cosas para llevarlas al colegio, lo que si no se le olvidó fue la rosa que ayer había cogido de la tienda de su madre para dejarla en la mesa de Laura. Fue a su cuarto y cogió la rosa del florero. Después de esto cogió la mochila y se fue andando hasta el colegio.
Cuando iba camino del colegio pensó en otra idea que era darle la rosa en persona y no ponerla en su mesa. Esa idea para él era perfecta, y le gustó tanto que no lo pensó dos veces que cuando llegó a la puerta del colegio se quedó ahí esperando a Laura.
Desde lejos con su amiga Paula
Paula venía contando a Laura lo que le había ocurrido ayer cuando se despidió de ella y su amiga Ana. Le estaba contando lo que le había pasado con aquel pintor que había conocido en aquel parque. Aquella sensación por alguien que nunca había sentido, le amaba y le encantaba estar con él e todo momento. Le contaba también que no podía olvidarse de él y que estaba deseando volver a verle.
En ese momento mientras que Paula le contaba todo esto a Laura, ella se había parado en seco, había visto a Santiago desde lejos con una rosa y aunque estaba segura de que esa rosa no era para ella no quería pensar en otra cosa.
Cuando Santiago le vio se acercó a ella y le regaló aquella rosa que ella estaba segura de que no era para ella pero se había equivocado. Aquel gesto a ella le había encantado y le había enamorado por completo de Santiago. Sin poder evitarlo Laura se lanzó a los labios de Santiago y le besó con muchas ganas. Aquel beso para los dos había sido eterno, aunque durara unos segundos. Él no sabía el porque de aquel beso y ella solo pensaba en ese momento.
Paula se había quedado con la boca abierta al ver aquello y aunque sabía que Santiago le gustaba, estaba segura que nunca se iba a enamorar de él, pero se había equivocado, aquel beso demostraba lo contrario de todo. Lo único que pensaba era en Alejandro, ¿qué pasaría con él?, en ese momento solo existía ellos dos y su beso romántico.
Cuando Laura le terminó de dar el beso, cogió de la mano a su amiga Paula y se fue corriendo a clases y aunque llegaban tarde porque había tocado ya la sirena, Santiago se había quedado parado y pensando el porqué de aquel beso. Cuando reaccionó fue capaz de ir a clases pero, ¿cómo pasaría aquel día sentada cerca de la persona que le había besado?, no lo sabe pero estaba seguro que aquel día no iba a ser como los demás, quería averiguar el porqué de aquel beso.