Sonríe Yo te invito

Capítulo 13

Paula y Daniel estaban en el parque sentado en uno de los bancos que había. Paula miraba a Daniel mientras pintaba el paisaje que veía delante suya. Aunque Paula solo veía gente corriendo y andando por allí, Daniel veía más para allá. Todo lo que era normal en el arque, en el dibujo de Daniel era maravilloso. 

Paula se había quedado mirándole fijamente y la verdad es que le gustaba como pintaba, como él se centraba solo en lo que había para poder pintarlo en su cuaderno. Daniel ya había terminado de pintar el paisaje y decidió enseñárselo a Paula, ella se quedó totalmente asombrada de como lo había pintado, parecía un paisaje totalmente nuevo para ella aunque hubiera paseado por allí más de una vez, le encantó el dibujo que había realizado. Daniel no lo pensó dos veces y decidió regalarle el dibujo, a paula esto le encantó y le dio un beso en la mejilla para agradecerle el regale que había tenido con ella. Él se había quedado un poco en blanco, ese beso le había venido de repente y sin saber el por que pero le contestó con una sonrisa y dándole las gracias.

Daniel se había enamorado de aquella chica así que la invitó a venir a este parque más días después de clases, siempre estaría allí pintando algo nuevo. Paula, encantada, sonrió y sin pensarlo le dijo que siempre pasaría por este parque para verle y ver sus dibujos. Los dos se dieron un abrazo y se despidieron con dos besos cada uno en la mejilla, los dos se habían dado cuenta que le gustaba pero no se atrevieron a decirlo en su primera vez que se vieron pero como iban a quedar más veces no les importó. Paula se marchó hasta su casa, que ya iba un poco tarde, y de lejos le saludó a Daniel con la mano. Él le respondió igualmente.

En casa de Laura

Laura y Ana habían llegado a casa de Laura y soltaron las dos las mochilas en el cuarto de Laura. La madre de Laura le había encantado que estuviera Ana allí, no la veía desde hace años y solo quería saludarla. No había mucho tiempo por que las dos decidieron irse a dar una vuelta por la calle y hablar de como Ana había comenzado una nueva vida en esta ciudad. 

Las dos demientra que iban andando pensaron en ir a la cafetería la cual quedaron el primer día que vino Ana a la ciudad. Parecían hermanas las dos pensaron en lo mismo y a la vez, ir a aquel sitio que para ellas era muy importante. Cuando llegaron a aquella cafetería del parque se habían pedido los mismo que el primer día sus bebidas preferidas y comenzaron a hablar de sus vidas.

Ana se acordó de lo que le había pasado a Laura el primer día que entraron en esta cafetería. Sabía que aquella vez estaba mal y triste, aunque no se lo había contado aquel día hoy intento hablar con ella y sacarle pero aunque se lo había dicho con indirectas Laura se había dado cuenta de que le hablaba y quiso contárselo todo y el porque aquel día estaba así, era por Santiago y Alejandro. Ana la escuchó atentamente y quiso ayudarla con aquella historia que tenía.