Capitulo 20 (parte 3)
James abandono los labios de ella y sostuvo sus delicadas manos, una a cada lado de su cabeza pero ella se resistió, quería enterrar sus dedos en los sedosos cabellos de su amante.
Él no la soltaba y hacia una leve presión sobre sus muñecas mientras iba bajando hasta el punto en donde mas latía su corazón, su pecho.
-estate quieta- murmuro sobre uno de sus senos.
____ cerró los ojos dejándose llevar por el vaivén de su lengua sobre su pezón excitado.
-la otra necesita atención James- le hizo saber con la esperanza de que soltara sus brazos y acoplara su otro pecho en sus masculinas y grandes manos, el solo rió de aquella manera excitada y ronca que la hacia estremecerse.
-repite después de mi- la miro a los ojos, los cuales estaban empañados de lujuria- querido tutor sensual- ella lo hizo, pronunciando cada palabra de una manera tan jodidamente sexi que el sintió que se correría con tan solo escuchar su voz- quiero que me folles tan fuerte y duro- ______ lo miro sorprendida,este James no lo conocía yo, pensó la morena sonriendo coquetamente, él se encogió de hombro, como si pudiera leer sus pensamientos- ¿recuerdas lo que dijo Kendall sobre los gritos?- ella asintió celosa- pues esta vez serás tu la que grite mi nombre tan fuertemente, que hará que los otros parezcan solo susurros, ahora dilo- su voz fue feroz, como el rugido de un león, ella lo miro atónita, excitada y muerta de amor por el hombre que tenia sobre ella, mirándola y a punto de hacerla suya-
-querido tutor sensual- comenzó nuevamente, el juro que perdería la cabeza en su propio juego- quiero que me folles tan fuerte y duro- sonrió complacido estaba a punto de habla cuando- que me hagas gritar tu nombre a los cuatro vientos y todos se enteren de que soy tuya y tu eres mio, solo mio- remarco la ultima frase, haciendo que el cuerpo de James se retorciera de placer, con tan solo escuchar la jodidamente sensual voz de ella y la perfecta sonrisa que se formo en su rostro en conjunto con aquella intensa mirada.
Era perfecta, todo ella, y era solo de él.
Acto seguido, se lazo sobre ella tal como un león sobre su presa, devorando sus labios y hundiendo su lengua en lo mas profundo, ahogando cada uno de los gemidos que _______ dejaba escapar.