Capítulo 25

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Capítulo 25

El enorme dálmata jugueteaba de un lado a otro, bajo la mirada vacilante de su dueño, James sonreía a causa de la libertad y felicidad que a Scott le rebosaba, cada ladrido lo hacía sentir orgulloso de que este le perteneciera incluso cuando había estado tanto tiempo lejos de él, pero, por eso había vuelto, quería estar con el único amigo que nunca le fallaría.

-ven acá- solo basto decir, para que el animal trotara hasta su alcance, James lo acaricio complaciéndolo, mientras este aprovechaba la ocasión para lamer su mano y sacarle unas cuantas sonrisas.

A sus espaldas estaba ella, sigilosa, observando la escena, intentando no hacer ni un mínimo ruido, para que estos no notaran su presencia, para su mala suerte, James sabía que ella estaba allí, no le llevo mucho tiempo percatarse de la intensa mirada a sus espaldas.

-¿Qué no saludas?- la morena se removió en su sitio, aquel tono de voz había sido desagradable para sus oídos, James parecía no ceder a que ella estuviera allí.

-lo siento, te veías muy concentrado- carraspeo en cuanto el tono agudo en sus voz amenazo por romper su firmeza.

James se dio la vuelta dejando mostrar aquellos ojos que tanto lo caracterizaban, ____ lo vio vacilar en decir algo, pero, fue una sonrisa lo primero que asomo en el rostro del castaño.

-me costara trabajo en acostumbrarme a la idea de que vives aquí- rió amargamente- aunque es bueno tener una chica que ponga orden, créeme una casa de solo chicos- negó efusiva mente- completo desastre.

-me imagino- continuo ella con el mismo tono agrio que James había optado- digo es que todos los hombre necesitan una mujer que los controle- hizo una pausa, mientras lo analizaba de arriba abajo- desgraciadamente tú no tienes quien te ponga en tu lugar- finalizo ella mirándolo fríamente

James la observo de la misma manera mientras con una ceja alzada, la morena tembló en cuanto una sonrisa irónica apareció en sus labios, no se había enojado, al menos eso parecía, James se acercó peligrosamente sosteniendo la mirada, calculando cada movimiento que ____ hacía, incluso cuando ella no podría si quiera pestañear.

-quizás necesite alguien como tú, para que me controle- el susurro fácilmente llego a sus oídos, y la boca de James había rozado su cuello antes de entrar a la casa y haberla dejado sin una pizca de aire en los pulmones.

тυтσя ʟεɢαʟ (James Maslow y Tu)Where stories live. Discover now