*multimedia el ex-novio de Caroline.
POV Draco Malfoy.
Vi que salía corriendo por la puerta de Menesteres. Ahora si que estaba confundido.
¿No es hija de muggles?
Pero si su apellido es William. No hay una familia maga llamada así.
«Tal vez ese no es su apellido»
No creo. No me pudo haber mentido hasta en su apellido.
Me oculta cosas. Cosas importantes por lo visto, pero no me pudo mentir a mi y a toda la escuela sobre su apellido. ¿Verdad?
Corrí hacia la puerta rápidamente para no perderla en el camino.
Aunque ya estaba bastante lejos, aún podía apreciar el sonido de sus pies rebotar por los pasillos de la escuela.
Decidí no llamarla porque sabía que en cuanto escuchara mi voz empezaría a correr aún más rápido. Y ahí si la perdería.
La escuche subir y subir escaleras. No tenía idea a donde se dirigía, generalmente cuando pasaba este tipo de situaciones, ella salía corriendo hacia la sala de Menesteres. Pero ahora sí que estaba perdido.
Llegué hasta la entrada de el salón de astronomía.
Era, en mi opinión, un buen lugar para estar a solas.
Me coloque detrás de la entrada, para que no me vea. Y la vi, sentada en el piso sollosando.
De un momento para otro vi que se levantaba del piso y conjuraba un hechizo que no llegue a escuchar debido a la distancia, y un portal circular se formo enfrente a ella.
De pronto ese portal empezó a mostrar una imágen, era una sala de una casa, donde varias personas estaban sentadas.
Me acerqué sigilosamente para poder entender lo que estaba ocurriendo.
POV Caroline Williams.
Me sentía tan mal. Al principio pensé que estar en el mundo de Harry Potter sería sencillo y aún mas al saber todo lo que pasaría.
Pero, no. Me había equivocado.
Y ahora quería volver.
- Lo lamento señores Williams, no la hemos encontrado, ni un solo rastro de su hija. Es sorprendente, es como si se hubiese esfumado - decía un policía al que no conocía, a mis padres,que estaban en la sala de mi casa.
Era extraño verlos después de tanto tiempo.
Por suerte el profesor Dumbedore sabía que posiblemente iba a querer volver, y me dio este hechizo para crear un portal, en donde podía ver todo lo que ocurría, y si quería podía traspasarlo y me encontraría devuelta en casa.
-¿Se cancelará la búsqueda de mi hija? -preguntó mi padre adoptivo.
-Bueno, trataremos de seguir buscando, pero ya pasaron meses desde que desapareció, hay muy pocas esperanzas de que aparezca viva- y al escuchar decir eso del policía, vi a mi madre llorar fuertemente.
-¡CLARO QUE ESTOY VIVA!-grité llorando a mares hacia el portal. Aunque no me escuchaban.
Salió el policía y vi entrar por la puerta a todos mis mejores amigos.
Amaba mi grupo de amigos, eramos tan diferentes y parecidos en muchos aspectos. La primera que entró fue Emma, ella era la única con la que compartía el amor y la pasión hacia los libros y Harry Potter. A su lado estaba Katherin, era de esas amigas con las que uno siempre puede contar.
Atrás caminaba Jessica, mi más vieja amiga, era la amiga a la que le contaba todos mis secretos.
Y detrás de ellas venían los mejores y más inseparables amigos; Daniel y Nathan. Ellos siempre fueron como los hermanos que nunca tuve.
-Ya aparecerá señora Williams. No debemos perder las esperanzas -le dijo Katherin con los ojos rojos.
Mi madre solo asintió.
-Los policías dijeron que no hay ni un solo rastro de Caroline. Que parece como si se hubiese esfumado- dijo mi padre mirando a mi madre.
-¿Estas diciendo que crees que eso tiene algo que ver con la desaparición?- pregunto mi madre.
-¿De que están hablando? -pregunto Emma.
Mis padres se miraron por un momento y luego decidieron responder:
-Bueno veras, en realidad Caroline no es nuestra hija biológica. La adoptamos cuando apareció en la puerta de nuestra casa. Tratamos de buscar alguna información en hospitales, pero nunca encontraron nada sobre ella. Parecía como si hubiese aparecido de la nada - respondió mi padre.
Todos mis amigos abrieron los ojos abruptamente.
-¿Y-y nunca se lo dijeron?- preguntó Jessica. Y mis padres negaron lentamente la cabeza.
-Pues es muy raro: apareció de la nada y desapareció de la misma forma, aunque claramente no tiene sentido que ambas cosas tengam relación, ¿no?- llegó a la conclusión Katherin.
-Y si aparecieron sus padres biológicos y se la llevaron, ¿sería eso posible?- se preguntó Daniel
-¿Donde estarás Caroline?- preguntó Emma hacia el vacío, devastada; sin siquiera escuchar las conjeturas de nuestro amigo.
-Emma-dije llorando y mirandola- Estoy aquí, en Hogwarts. Donde queremos ir desde que leímos Harry Potter- dije llorando.
Pero no me escuchaban.
-No te responderá Emma- dijo enojado Nathan.
-Ya lo se Nathan. Pero que quieres que haga, la extraño. Quiero que vuelva, todos la queremos, no solo tu- le contesto borde al pobre de Nathan.
-Si pero yo la... La... Nada- dijo girándose para volver a sentarse.
-¿La que? ¿La amabas? - dijo Emma. El la miro y bajo la mirada- La amabas- confirmó.
No lo podía creer.
¿Mi amigo de toda la infancia se había enamorado de mi?
Imposible.
-¿Y nunca se lo dijiste?- preguntó Megan. El negó obviamente- Gran error. Debiste habérselo dicho.
-¿Que querías que haga? Ella no sentía nada por mi. Y no quería arruinar nuestra amistad- dijo Nathan.
-¿Chicos? ¿Donde está Emma?-dijo Jess. Y empezaron a miran hacia todos lados y no estaba.
-Creo que se fue a la habitación de Caroline- hablo por primera vez Daniel.
Todos menos mis padres subieron hacia mi habitación. Entraron y efectivamente allí estaba Emma.
-¡Emma! - dijeron todos al unísono. Ella giró y vi que tenía en mano un libro de Harry Potter.
Espera.
¡Un libro de Harry Potter!
-¿Que haces Emma?- preguntó Daniel.
-Este era su libro favorito entre toda la saga: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte- dijo triste mirando al libro.
Y... Era cierto era mi favorito. Y mi parte favorita era el epílogo, "los 19 años después."
-Y su parte favorita era el epílogo- dijo Jessica- Me lo dijo un millón de veces- dijo riendo.
Todos rieron. Y mis lágrimas cesaron.
Me paré decidida. Decidida a volver a mi hogar.
-Adiós Hogwarts- dije en voz alta.
-Adiós Draco - dije en mi interior.
Y traspasé el portal. Escuchando el grito de alguien diciendo mi nombre.
-¡CAROLINE!- xx.