Capítulo 36: Sr. Malfoy

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—¡¿QUE!?— dije espantada.

—¿No quieres conocer a mis padres?— dijo Draco.

Y la verdad es que me daba terror ya que se supone que soy hija de muggles y su padre me iba a odiar con tan solo saber eso.

Además sabiendo por como es el carácter de Lucios Malfoy...

Pobre de mi.

—Claro que si, es sólo que soy una hija de muggles. Tu padre me odiará. Pero...— hize una pausa ya que una incógnita se me presentó en mi cerebro— ¿Para que vendrá a Hogwarts?

—Em...Bueno... —se calló y se rascó la nuca nerviosamente— En realidad, te lo presentaré en la sala de Menesteres... Ya que viene a hablar conmigo y cerrar unos asuntos. Pero nadie puede saber que el estuvo aquí.

Miró hacia otro lado esquivando a mis ojos que los observaban fijamente para poder indagar más en el tema, ya que no entendía porque vendría el padre de Draco a Hogwarts.

Fue en ese momento que recordé cuales "asuntos" eran.

Posiblemente el Sr. Malfoy vendría a revisar todo para el día en el que los mortífagos vendrían a Hogwarts, ya que pensándolo bien faltaba poco para ese día.

—Esta bien, no preguntaré más porque se que no me querrás contestar; y para que me mientas, prefiero no preguntarte nada más sobre el tema. ¿Estoy en lo cierto?— pregunté.

Sólo se quedó callado y con la cabeza gacha.

Me acerqué y lo abrazé. Realmente no sabía porque lo había hecho. Sólo sentía que los dos necesitábamos ese abrazo.

Nos separamos sin decir más, solo nuestros ojos viéndose frente a frente.

—Gracias... — me dijo, lo miré extraño por un momento, sin entender lo que me quería decir —Me refiero a que sabes que hay cosas que no puedo decirte; aunque quisiera, no me dejan. Pero tu lo aceptas y lo dejas pasar, sin presionarme.

Y ahí fue cuando me puse más mal de lo que ya estaba. Odiaba no poder decirle que enrealidad sabía todo que pasó y pasaría en un futuro.

Pero preferí quedarme callada y esperar al momento indicado para decírselo.

Se acercó más a mi, y yo solo me alejé un poco y me apoyé  contra la pared. Posó sus manos en mi cintura, yo en su cuello y nos fundimos en un apasionado beso, que fue aumentando de tono cada vez más. Hasta el punto en el que mis piernas estaban enredadas en su cintura y sus manos me sostenían y apretaban en los muslos.

Pero claro...

Tenían que interrumpirlos como cuando nos conocimos.

—Bueno... Bueno... ¿Que esta pasando acá? — preguntó el torpe de Ron— No en público, por favor.

Hermione, que iba con el solo rodó los ojos fastidiada. Y Harry y Ginny, que iban de la mano, bueno... Ellos estaban en su propia burbuja al igual de como lo estábamos Draco y yo hace unos momentos hasta que un tonto pelirrojo nos interrumpió.

—¿Que?— espetó tras al ver mi cara de asesina queriéndolo matar con la vista.

—Nada Ron, nada — dije entre dientes.

Me giré hacia Draco y me sorprendí al ver que me daba un corto beso y me susurraba que lo esperara a media noche en la sala de Menesteres, y luego irse caminando tranquilamente por los pasillos, probablemente hacia su próxima clase.

............

Ya todos se habían ido a dormir y yo me había quedado en la sala común con la excusa de que debía terminar el trabajo de Pociones que en realidad ya lo había terminado hace media semana.

Entrando A Mi Libro Favorito: Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora